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La polémica exposición de Larry Clark

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© Larry Clark | Larry Clark Untitled, 1968. Courtesy of the artist, Luhring Augustine, New York and Simon Lee Gallery, London.

Si alguien pensó que al proponerle una exposición artística al director de cine Larry Clark este se aparecería con una colección de dibujos abstractos, pues no ha seguido lo suficiente la carrera del director de cine.

Lo que es innegable es que la globalización ha permitido la experimentación de artistas populares en otras corrientes creativas. Igual que las corporaciones transnacionales se expanden y dominan los mercados más disímiles (por allí vienen las pastas Nike), gente como Marilyn Manson, David Lynch y Andy Summers han encontrado espacios para exponer sus dibujos o sus fotos. Después de la exposición -agotada- de Tim Burton en el MoMA de Nueva York, le llegó el turno a Larry Clark.

El director de Kids, Ken Park y Otro día en el paraíso fue invitado a exponer en el Museo de Arte Moderno de París. Llevó consigo su trabajo fotográfico, una colección de imágenes sobre las que trabaja desde hace 40 años que giran en torno a la sexualidad.

Clark, eterno explorador de los límites morales de la sociedad, jamás ha sido un director plebiscitado. Esto no es James Cameron haciendo Titanic. El cineasta norteamericano logra, a través de sus cintas, dejar al desnudo nuestras preconcepciones y tabúes sobre qué debe aparecer en una película. Nadie puede sentarse a ver un largometraje de Clark (o de sus colegas temáticos, como John Cameron Mitchell o Gregg Araki) sin preguntarse dónde traza la línea de lo presentable o no en la gran pantalla. Está lejos de ser arte popular. La película Irreversible, por ejemplo, tampoco es para todo el mundo.

Entonces, Larry Clark trajo su desfile de vergas erectas y coños expuestos en todo su esplendor a la ciudad luz. Nada que no hayamos visto en Ken Park, cuya polémica por el candente trío no-simulado entre niños de 16 años ya había dado de qué hablar.

Extrañamente, el país que inventó el Can-Can se dividió sobre el acceso libre a la exposición y la Alcaldía de París decidió prohibirla a los menores de 18 años. Esto desató la furia de los grupos de libertad de expresión y, en un episodio que parece sacado de una película de Judd Aptow, el diario Libération colocó en su portada, full-frontal, una de las fotos con el título, «Larry Clark censurado (sic) : prohibido a los menores de 18 años». Caminabas por París y, al pasar delante de un kiosco, te encontrabas con una polla estudiándote desde el renglón de los diarios.

La polémica sobre las fotos de Clark es complicada ya que en Francia la edad legal de consentimiento sexual es de 15 años para las hembras y 16 para los varones. Por ello, prohibir la entrada a menores de 18 parece un tanto ridículo. Los más libertarios abogan por una simple nota advirtiendo a los padres sobre la exposición, como las calcomanías en los discos de hip-hop, por ejemplo. Los más reaccionarios afirman que eso no es arte. Los demás, nos vemos en los comentarios.

Ah, casi se me olvidaba, ¿pensaban que me iba a ir sin mostrarles las fotos? De todos modos, si llegaste hasta acá en la lectura, te lo ganaste. Acá pueden acceder a las fotos *más polémicas*, que conforman el archivo que presentó la Alcaldía para abogar por la prohibición.

Diviértanse.

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