Son de la Calle: Funeral de Regetón y Hip Hop

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Son de mentira y con derecho a dar sueño. Hambre y sueño. Así llegan a la cartelera. Sin un millón de copias obligado. Menos de diez latas acompañan su flojo devenir por la capital.La combinación del dinero devaluado. Que en paz descansen en el cementerio de CADIVI, Arné Chacón y Berruecos.

Después de tres meses de campaña intensiva, nuestra última candidata populista sale al ruedo de las elecciones decembrinas, para sacar la cara por el orgullo nacional ante la competencia desleal de “Avatar”, en un año de vacas flacas, números rojos y corridas financieras.

Pero ni la intoxicación publicitaria, ni la repetición conductista de un pésimo video clip, ni la intervención de “los cantantes” de moda, ni el reclamo de un puñado de chicas de calendario Urbe Bikini, ni el apoyo de un estado dadivoso pueden consumar el esperado milagro del arrase de taquilla, por varios factores.

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En principio, el boca a boca la destruye día a día, por vía Twitter. Sería la primera película venezolana en ser lapidada por el fenómeno interactivo de los 140 caracteres. Los comentarios en contra van de lo rudo a lo cursi del argumento, y se ceban de lo lindo en los defectos de producción.

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De hecho, se recomienda a Sandra Villanueva tomar cartas en el asunto, para hacer una edición especial de “Caza el Pelón” con “Son de la Calle” al calor de sus incontables problemas de raccord. Todo por culpa de la falta de orden, mesura, control y cuidado. Del apuro sólo queda el cansancio y el plomizo resultado de una película apresurada, rematada a los golpes, a los trancazos.

Y no lo digo como espectador o sabedor de la materia. Lo afirmo con pleno conocimiento de causa, porque hice mi tarea, investigué al respecto, y recaudé suficiente información como para procesarla en mi base datos. No voy a revelar fuentes, para no comprometer a nadie. En cualquier caso, tampoco pienso guardarme la confidencia, escurrir el bulto y pasar la página. Lo mejor es compartir la historia con ustedes en la búsqueda de una conclusión.

El punto es el siguiente. La mezcla de audio, la punta del iceberg del proyecto, fue arreglada y atendida en el ambulatorio clandestino de un verdadero matasanos del medio, después de ser rechazada de varios estudios profesionales, debido a las insólitas exigencias del novel director, quien para cumplir con los rigores del estreno en navidad, quería resolver el delicado tema de la limpieza de la banda sonora en apenas dos semanas, cuando por lo general, se le debe dedicar desde dos hasta tres meses como mínimo.

Por ende, el sincro se terminó de pulir en una computadora personal, con unas cornetitas, en tiempo record o en los plazos absurdos estipulados por sus financistas.

De inmediato, se mandó el chorizo para Argentina, donde los carniceros gauchos lo empacaron listo para servir, luego de estamparle su respectivo certificado Dolby. Por lo visto, todavía se cocina un jugoso guiso entre los monopolistas sureños y los hacendados locales de la Villa, en materia técnica. Moraleja: seguimos siendo dependientes del imperialismo cultural e incapaces de superar nuestro endémico subdesarrollo industrial. Por ello, somos barridos con facilidad por la aplanadora colosal de la artillería pesada de James Cameron.

Aquí las asimetrías del mercado lejos culminar en el happy ending predecible del Hollywood verde, se saldan con la derrota de los pueblos oprimidos por la bota colonial de la meca del cine.

En consecuencia, el “Son de la Calle” se escucha mal, con distorsión e interferencias. En tres secuencias clave, los labios caminan por un lado y las voces por el otro, cual muñeco de ventrílocuo pirata. Los protagonistas parecen las marionetas de Carlos Donoso: Lalo, el Mono Kiny, el Doctor Francisco “Paco” Guete, Chipingo, Toño.

En la mayoría de los pasajes, hay un pastiche grave de doblajes, efectos de librería y ruido de ambiente. En algunos episodios, suceden acciones aunque sus replicas en estereo brillan por su ausencia. Al final, el sonido es homogéneo, plano y pesado como el resto de una trama juvenil pretendidamente fresca. En realidad, el guión también peca de trasnochado y atropellado, al insistir en derroteros manidos del horario estelar, bajo el estricto código de censura en vigencia.

Por consiguiente, el sexo y la droga deben, casi por obligación y defecto, recibir el castigo penal del dios todopoderoso de la puesta en escena, al identificarse con practicas delictivas, nocivas para la salud.

Una hijita de papá consume perico en cámara rápida, y en el desenlace comete un homicidio en la playa, tras una noche de copas, una noche loca, junto con su propio violador, cuya desviación es igualmente condenada con la pena capital de un tiro de gracia, en la sublimación de un escarmiento ejemplar y extrajudicial, como si fuese el precio a pagar delante de nuestros tribunales de la inquisición, por el simple costo ideológico de fulminar un encargo para el gran público.

Nuestro “Apocalypto” maya reclama sacrificios para aplacar las iras de nuestros dioses vengativos.

Ello vuelve a sentar un precedente terrible e inaudito, a la retaguardia de los demás bodrios juveniles de la plataforma: “Comando X” ,“Tres Mujeres” y “Macuro”, trabajos signados por el tabú del cuerpo, la represión del erotismo y el miedo a la liberación del instinto carnal.

De manera inconcebible, nuestra revolución de la conciencia penaliza el menor asomo de blasfemia y sacrilegio surrealista e iconoclasta, en cuanto reivindica una política conservadora, reaccionaria, arcaica y tardofascista de parejitas monogámicas, heterosexuales y románticas, casi al límite de Disney en “La Princesa y el Sapo”.

Por ahora, la única licencia permitida y asumida es la ofrenda demagógica de un amor interracial e interclasista, supuestamente sintomático de los aires de cambio del siglo XXI. Y ni siquiera. La televisión lleva tiempo prometiendo lo mismo desde la esfera del melodrama. Incluso más allá. Para comprobarlo, véase y remítase al antecedente lógico de “Por Estas Calles”.  Frente a ella, “Son de la Calle” representaría una involución del género del folletín enlatado en 24 cuadros por segundo, muy emblemático del ascenso del poder de las ideas de derecha en el seno de un estado con aspiraciones de encabezar una cruzada progresista a escala continental. 

A propósito, cabe recordar el paradigma de otras dos cintas del gobierno: “La Clase” y “El Caracazo”. En ambas, el chico de sociedad, de clase media alta, rescataba de la periferia a la clásica muchacha pobre con ilusiones de grandeza, a objeto de redimirla de su condición y abrirle cacha hacia el futuro, en medio de un presente de adversidad, miseria y desventura.

 En “Son de la Calle” se reincide con el tópico de la responsabilidad social, al conjugar las vidas cruzadas de un par de tórtolos de diferentes contextos. Él es del este, ella es del oeste y los une la pasión por echar adelante en nombre de la sobrevalorada expresión artística.

Obviamente, acá regresan con ímpetu varios mitos de origen universal y local: el american dream en versión chavista, el sofisma de “Tocar y Luchar” en clave de “Misión Cultura”, y el cuento de la emergencia de un “movimiento juvenil” de carácter rupturista. Nada nuevo en el cine nacional de la quinta república.

Por ejemplo, el discurso retórico del sueño aspiracional se imprimía en la huella de “Cyrano Fernández”, a la luz de la concepción del personaje de Jessica Grau, análogo al estereotipo femenino de la bailarina de “Son de la Calle”. Las dos incorporan el arquetipo de la víctima social de la ley del barrio, en busca de una posible salvación a través del ballet y de la técnica contemporánea.

Irónicamente, son películas auspiciadas por una gestión consagrada a acosar al sector danza, de una forma insensible y neoliberal, al quitarle los subsidios a las compañías establecidas, para obligarlas a fusionarse en una macrocompañía gobiernera, predestinada a bailar al son de la marcha castrense de Miraflores. Y la alternativa es sencilla y cruel: o corres o te encaramas.

Por supuesto, la medida conduce a la precarización laboral de la disciplina, mientras muchos bailarines humildes deben truncar sus sueños,para irse del país a ganarse el pan como atracciones de feria en Hoteles Cinco Estrellas del Caribe y Cancún.

Lo anterior lo asevero con toda la responsabilidad del caso, porque conozco un listado de compañeros caídos en semejante círculo vicioso, en semejante desgracia.

Otros, lamentablemente, no tuvieron la opción de emprender la huida, y hoy sobreviven a duras penas en empleos ajenos a su voluntad, asechados por los fantasmas del narcotráfico, la prostitución y el SIDA. En suma, son historias reales de la calle negadas por el cine nacional( ya transformado en un teatrillo envilecido para desplegar mentiras cómodas e hipocresías subordinadas al régimen de turno).

En paralelo, resurgen con fuerza los ecos de Alberto Arvelo a las órdenes del sistema de orquestas, de Solveigh Hojestein en “Maroa” y de Juan Carlos Echendía en “Venezuela Subterránea”, tres filones hermanados alrededor del relato fundacional de la resurrección de las cenizas del “guetto”, como metáfora del renacimiento de la patria, en la línea del documental de “La Vinotinto”.

“Son de la Calle” recoge la batuta de Gustavo Dudamel y Richard Páez, para reconstruir la gesta heroica de una nueva “Venezuela Subterránea”, llena de “Maroas”, de poetas y de juglares populares como “Cyrano Fernández”.

Paradójicamente, la película antes que aclarar, oscurece en beneficio del lavado de cerebros, al nivel de una propaganda seudourbana promovida por los directivos de Avila Tv, al estilo de un comercial videoclipero de Malta Kolita, con los mentados cuatro elementos en vías de asimilación, integración y cooptación por parte de Alcaldías, Fundaciones, Gobernaciones y Organizaciones No Gubernamentales de orientación proselitista. Atención, amigos de Felix Allueva y de Platanoverde.

No en balde, Juan Carlos Echendía manufacturó su documental “Venezuela Subterránea”, con el respaldo de “A&B Producciones”, la casa de Platanoverde.

Aproximadamente, una década después del relativo éxito de “Venezuela Subterránea”, “Son de la Calle” le precede para continuar con su retrato de la realidad más real de la música hip hop y sus derivados clónicos. Pero la fantasía se vuelve a imponer por encima de la verdad perturbadora.

En “Son de la Calle” reina la paz de la convivencia del rap con el regetón, en sana armonía, y apenas se denuncia la conspiración silenciosa de los empresarios de la radio, para impedir la difusión de las líricas explícitas de los secuaces de Franco y Oscarcito.

El tono maniqueo de la acusación, a la manera de Mario Silva, arrastra agua al molino de la cruzada mediática de Diosdado Cabello, al justificar su decisión de suspenderle la licencia a un centenar de emisoras, por ejercer practicas delictivas como la Payola.

Así, el director demuestra su condescendencia y complacencia con las autoridades competentes, al costo de disimular y tapar el sol con un dedo.

Para comenzar, no vale la pena engañar y embaucar al personal, porque “Son de la Calle” quienes primero se escudan en la payola para lograr sus fines. Hasta ellos mismos lo asientan en sus canciones.A continuación, les dejo un testimonio del Nigga, señalando a Requesón y a Colombia de Guerrilla Seca, por beneficiarse de la “payola” a costillas de Juan Carlos Echendía. A confesión de partes, relevo de pruebas.

http://www.youtube.com/watch?v=deKAXz6wrXI

Requesón figura en el casting de “Son de la Calle”, y no es el único en beneficiarse de la “payola”. Chino y Nacho también son payoleros, así como la mayoría de los protagonistas de la ficción. Es vox populi.

Según las malas lenguas, Requesón le vendió el alma al diablo, al aceptar un secundario para “Son de la Calle”. Requesón pertenece a la generación perdida de “Venezuela Subterránea”, y al parecer, el triunfo de sus colegas en “Secuestro” le asestó un golpe muy duro en el ego, en la autoestima. Por eso, aceptó renunciar a su imagen de niño terrible e intransigente, para colaborar con sus antiguos enemigos a muerte, los maquediches, los regetoneros de la zona  de confort.

En público, Requesón se cansó de verbalizar su odio contra el regetón, al considerarlo un género menor y reiterativo, vendido a las disqueras. Requesón fue un muchacho prodigioso de la generación de “Venezuela Subterránea”, cuya estrella comenzó a extinguirse y apagarse al compás del imperio de lo efímero, del decaimiento de su moda y del ascenso del ritmo puertorriqueño mayamero de la prole de Daddy Yanqui. Pronto, la generación de “Venezuela Subterránea” se dividió, se fracturó, se atomizó y se desplomó a raíz del suceso de Chino y Nacho, para más nunca levantar cabeza.

Como los espacios se iban liquidando y achicando, la competencia se hizo cada vez más dura, y arrancó el proceso darwinista de la canibalización del gremio rapero, donde nadie salió inmune e ileso de las metrallas liricales. Por fortuna, la sangre nunca llegó al río.

Aun así, el negocio de Echendía se fue a pique, mientras se jugaba su reputación en medio de una estéril batalla de micrófonos, reveladora del alcance de nuestra polarización. Interesados en la materia, los remito a una replica de Guerrilla Seca a Echendía y a Tres Dueños, el grupo del Nigga( hasta cuando decidió hacer carrera como solista).

En lo personal, llevo tiempo estudiando la decadencia del fenómeno rap en Venezuela, desde el asfalto hasta internet. Y les confieso algo, de pana: cualquier video de youtube en Tiuna el Fuerte, grabado con un celular, es mucho más interesante que “Son de la Calle”, amén de su fila de imposturas.

La película perdió la oportunidad de hacer una radiografía descarnada y sincera de su época, al evidenciar las tensiones entre el rap y el regetón, sin olvidar las actuales contradicciones del género hip hop, traicionado por sus padres fundadores, desechado como artículo de consumo, pervertido por sus explotadores y reconvertido en una válvula de escape para la exclusión, la marginación,el aislamiento y la alienación de la adolescencia desamparada, descarriada y abandonada.

En diez años, el rap criollo cumplió un ciclo perfecto de 360 grados, del éxtasis a la decepción, del germen de un sueño a la implosión de una pesadilla de frustración canalizada con la rabia del bombardeo en rima, directo de las cloacas de Cotiza, Petare, la Vega, Charallave, Guatire y Pinto Salinas, cuna de Santos Negros y Kraken el Temible, abatido por las balas de la intolerancia en pleno toque organizado por Juan Barreto.   

Por su lado, “Son de la calle” prefiere regodearse en un urbanismo cool de cartón piedra, en un color local de raigambre kistch, en un costumbrismo de Leonardo Padrón y Edgar Ramírez, al gusto de los fanáticos de las curvas de las chicas plásticas de RCTV y las tonadas acarameladas de los consentidos de Sábado Sensacional y Miss Venezuela, en un desfile de zombies, de replicantes y de mercenarios de la música, de la talla del líder de “Los Cadillacs” y de la dupla de “LSQUADRON” conformado por Franco y Oscarcito, los compositores del himno oligofrénico, “El Hacha”.

Con ellos, “Son de la Calle” ha dirigido el bodrio juvenil de la temporada, en la tradición de “Menudo, la Película”, “Generación Halley” y “Muchacho Solitario”. Todo un filón del cine nacional. Todo un negocio redondo con cero aporte para el lenguaje audiovisual. Por extensión, el film carece de identidad estética, al fusilar fotogramas, ritmos, situaciones y poses agotadas por la industria de la publicidad del rap y el regetón, en canales como HTV, VH1 y MTV.

En concordancia con nuestra lectura, “Oídos Sucios” le asesta un clavo a la tumba de “Son de la Calle”:

Un día, alguien vió 8 Mile, Rapido Y Furioso y Talento de Barrio y decidió que mezclando esas 3 películas, con todas las figuras del hip hop nacional, podría crear una aleccionadora pieza que alejaría a la juventud del mal camino. Eso es Son de La Calle, la última joya del cine nacional que está exhibiéndose en todas las salas del país.

La historia es básica: un barrio donde hay gente mala pero en su mayoría buena, hay choros y raperos. En otro lado de la ciudad hay ricos. Algún rico quiere ser rapero y se enamora de una pobre del barrio de los choros, gente buena y raperos. Todos se mezclan, se pelean, se aman, se odian y se unen gracias a la fuerza de los 4 elementos del hip hop, única medicina en el mundo más poderosa que la baba de caracol, capaz de curar todos los padecimientos, de convertir a la gente mala en buena y de librarte cuando estás a punto de que te metan un tiro en la cabeza. A esto agrégale cocaína, hummers, enfermedades terminales, un desnudo innecesario, todos los clichés existentes de “pavos y monos” a la hora de hablar, clases de baile, una guerra de bandas y… prácticamente ya habrás visto la película completa.

Son de La Calle tiene uno de los guiones más disparatados que se recuerden en la historia del cine nacional, donde nada de lo que pasa tiene ningún sentido, provocando increíbles carcajadas en al menos cada 10 minutos del largo film. Las actuaciones se reparten en tres grupos: Las menos lamentables (Franco, que quizás no se gane un Oscar con esto, pero salva la película), las medio lamentables (Chino, Emilio Vizcaíno y Krisbell Jackson) y las tremendamente lamentables (Paula Bevilacqua, Rekeson, Cotur y por dios… ¡Nacho!).

En el transcurso de la trama, con un más que predecible final, pasan cosas sencillamente tristes. Una ridícula autopromoción de Rumbera Network, el quinto elemento del hip hop sin el cual todo su poder de sanación no sería posible. Además, hay 3 secuencias increíbles, tanto por su total fuera de contexto en la historia como por lo esperpéntica de su realización: Un pique por Caño Amarillo de Corsas enchulados a 40 kilómetros por hora, un ¿homenaje? a Michael Jackson y Rekeson cayéndole a tiros al aún no inaugurado sistema de Metrocable, luego de haberle perdonado la vida a Cotur en un duelo de lírica callejera y dura. Esas 3 secuencias deberían ser editadas por separado y encartadas en la edición dominical de algún diario de circulación nacional.

Quizás este modelo de cine concientizador sirvió en algún tiempo, pero la juventud del 2000 no es la misma de 1912, y eso es algo que algunos guionistas y directores aún no entienden. No es nada casual que la película sea auspiciada por la misma institución que difunde los galli-comerciales de Alianza para una Venezuela sin drogas.

El acabado se inscribe, peligrosamente, en la tendencia del grado cero de la escritura, perfilado por el piloto automático de la sala de redacción de un portal web para la audiencia de Wissin y Yandel, en un hipertexto urdido, cortado y fundido a los machetazos.

De repente, ocurre una fotocopia al carbón de “Secuestro Express”, y más adelante se suceden una catarata de enredos inconexos, embutidos por compromiso en sala edición. 

El pretexto del plot es inútil, el nudo es fácil de anticipar y el colofón incurre en un mar de incoherencias y disparates, con un epílogo cantado de antología. Por un lado, se reconfirma el encuentro de la chica con el chico, a la sazón de una predica tranquilizadora a lo pare de sufrir. Por el otro, la violencia y la maldad son purgados en la ejecución sumarial del villano, al proponer la aniquilación amarillista de la alteridad como solución favorable para los conflictos de los personajes.

Repito e insisto, se trata de una interpretación pobre, limitada, sensacionalista y rastrera de la antropología, funcional a los creadores del consenso, para quienes el hampa se combate y se erradica con el ojo por ojo, a punta de pistola.

Según “Son de la Calle”, el barrio no es un caldo de cultivo para la delincuencia, la sociedad tampoco, y ella es víctima de unas extrañas mutaciones cancerígenas, tachadas de manzanas podridas, de azotes y de gatillos alegres. Una teoría descartada por la sociología de avanzada.

Howard Becker en su tesis “Outsiders: Hacia una sociología de la Desviación”, afirma lo contrario al sostener el concepto de “la acción colectiva”, en respuesta al enfoque de la “patología personal”.

El proceso político que rodea el drama de la desviación reviste este carácter. Las organizaciones económicas, las asociaciones de profesionales, los sindicatos, los grupos de presión, los cruzados morales y los legisladores, todos interactúan para establecer las condiciones bajo las cuales quienes representan al estado en la aplicación de la ley, por ejemplo, interactúan con quienes se presupone que la han violado.

Entonces, el problema de la violencia no es tan simple como lo pinta “Son de la Calle”, bajo un esquema de filtración binaria. Nos guste o no, todos somos responsables de la institucionalización de la violencia en las calles, y todos formamos parte de su juego macabro, aunque siempre es más fácil echarle la culpa a un chivo expiatorio y quemarlo en la hoguera del ostracismo, en una tautología del diente por diente.

Así la comunidad lava sus culpas.

Así el estado conjura sus deudas sociales.

Así el país exorciza sus males como en el circo romano.

Así, “Son de la Calle” vehicula nuestros miedos más atávicos y primitivos.

Nuestro miedo a la otredad.

Nuestro miedo a la realidad.

Nuestro miedo a la disidencia.

Nuestro miedo a la oligarquía.

Nuestro miedo al proletariado.

Nuestro miedo a los pobres.

Nuestro miedo a los ricos.    

Nuestro miedo a correr el velo de la complicidad.

Nuestro miedo al vicio y a la droga. Si te metes, te mueres y te quemas en el infierno. Tus padres no te quieren, y tu te caes a pases para llamar su atención. Y la coca te aniquila. Y si fumas, la pagas caro. Vaya puritanismo, vaya tontería, vaya necedad.

Nuestro miedo a la locura.

Nuestro miedo a quebrar moldes.

“Son de la Calle” dibuja un mapa articulado en la relación de centro y periferia. Pero su centro y su periferia son una vulgar caricatura, capaz de suavizar y atemperar la cartografía extra oficial, fuera de los bordes, de las capas y de las rayas trazadas por el poder.

En el interior de la farsa, anidan los lazos de protección con el sistema de la música, la payola y la publicidad encubierta. “Son de la Calle” no es el remedio, sino la enfermedad. La perpetuación de la enfermedad del regetón, subsidiado indirectamente por una radio amordazada, reprogramada por los mismos dueños del sartén musical, quienes cobran y se dan los vueltos, a cambio de su integridad como empresarios.

Por algo, el regetón se expande en una era de máximo control de los contenidos de la radio, sustitución de importaciones, censura, listas negras, persecución y una concertada homogenización de la oferta, por medio del monopolio y la cartelización del mercado. Es un abuso, es histórico, es el totalitarismo y el pensamiento único al son de la Calle de Chino y Nacho, meras comparsas de la conspiración. De la conspiración de la imitación y la mímesis de la ola de regetón soft, a la usanza de la salsa erótica.

La conspiración nos ubica en un espacio privilegiado de la gran conspiración internacional de los amos del regetón ligero. Los amos se llenan los bolsillos de dólares gracias a su propiedad y a su facultad de empaquetar sonidos divergentes en una capsula de laboratorio, fabricada en masa.

Por lo pronto, el complot logró su cometido, al asfixiar a la demanda con su cuello de botella de canciones sensibleras, ridículas, formuleras, aclichetadas y evasivas, diseñadas para alimentar la necesidad de escape de las generaciones de relevo, enclaustradas en una burbuja de cristal, ante el falso dilema de el hip hop versus el regetón.

El Presidente y los señores de la sombras celebran y festejan la persistencia de la conspiración.

Su optimismo es directamente proporcional a la habilidad del MINCI para encubrir el lodo del desastre bancario, al aprovechar la mampara del niño Jesús y San Nicolás. Ding Ding Ding, es hora de partir. Bling bling bling, camino de Belén.

“Son de la Calle” participa del complot y defiende otros falsos dilemas como la capacidad de decidir entre el arte y la delincuencia, cuando, por lo general, no hay muchas opciones para escoger en nuestras villas miseria.      

     En síntesis, “Son de la Calle” merece resistirse con los arcos y las flechas del Planeta Pandora. Con gusto yo me presto para ser su “Avatar”, el elegido de internet para encabezar su desafío, su derribo y su derrocamiento.

Hoy comienza la lucha por combatir a los militares y a los arribistas escondidos detrás de la caballería pesada de “Son de la Calle”.

Los invito a sumarse en el foro a mi batalla.

Tupac y Notorius, yo los invoco.

Guíenme y deséenme suerte en el 2010.

Feliz año. 

57 Comentarios

  1. Muy buen análisis, mi pana. La capacidad de la sociedad venezolana de absorber, neutralizar el sentido, esterilizar y vender las claves de la periferia son dignas de este tipo de análisis. Ya sea los escritores reuniéndose en cofradías y clubes de favores o músicos aceptando aparecer en telenovelas (o Amigos Invisibles pidiendo un bosal de arepa comercial con su disco más cansado y poco original) en esta verga parece que la gente se cansara rápido, que se olvidara por qué hace lo que hace y se vendiera.
    Qué triste. Siempre pienso en lo que el hip-hop pudo ser (o el rock, o el reaggue; ni hablemos de la salsa protesta convertisda en salsa érotica) y veo la oportunidad perdida, sustituída por un valurdo american dream de carro y casa grandotes.
    Hablamos en persona en estos días, espero…

  2. Seguro que sí, mi pana. Gracias por comentar. Tremendo análisis.Estoy de acuerdo contigo en lo de los Amigos. Vendieron su disco más flojo y reiterativo para el año 2009. Por eso ganaron el Grammy.
    Muchos saludos y seguimos en contacto.

  3. Hago copia textual del comentario con el que republiqué este texto en facebook. Para no escribir dos veces lo mismo:

    «Otra… otra… otra reseeñaaa máááásss!!» Diría el personaje del canal 33. Y es que pareciera que una Doña del Cafetal con cacerola y todo se fue al Cinex de El Hatillo y plasmó su escándalo en formato de prosa pesada, y panfletonegro (gente que respeto, dicho sea de paso) se lo publicó.

    Larguísima, tediosa y llena de … imprecisiones y medias verdades (por ejemplo decir que el Nigga «se lanzó» como solista {¿¿??}). Lamentablemente, como la reseña de OidosSucios.com, se dedicaron a atacar desde la ignorancia lo que no entienden, y peor aún, se dedicaron a combatir contra los Molinos de viento de su imaginación materializados en la Villa del Cine, Ávila TV (que no se que coño tuvo que ver con la película) y todo lo que les huela a rojo rojito.

    Pana, la película tiene muchos lados flacos, pero yo todavía espero una reseña seria que los muestre sin caer en vestiduras rasgadas y exageraciones producto de la imaginación… en fin: «Otra… otra… oootra reseña mááás!»

  4. Dime, Yimmi, en dónde están las demás imprecisiones? Habla claro y no seas picado. Ya quisieras tu escribir una reseña así. ¿Hablar desde la ignorancia? No me friegues, chico. Yo el tema me lo domino de cabo a rabo. Te invito a discutir en serio. No en un plan de ofendido, o en un plan de sabedor, o en un plan paternalista. ¿Qué fue Yimmi, te gustó ese desastre de película? Comienza por sincerarte. ¿Qué esperabas tú, una defensa de Chino y Nacho? Esa te la dejo a tí, mi niño. Aquí te espero, de todos modos, para debatir. Vaya.

  5. Yimmy, ¿lo de Requesón es una imprecisión?¿Y también lo del sonido de la película? No me vengas tú.

  6. Chamo, no sigas repitiendo eso en público… cuando tu descubriste ese tema del Nigga yo probablemente ya lo había escuchado una docena de veces. Mejor aún, yo estuve allí ese día en el Tiuna. Mejor aún, yo ví en vivo y directo el apretón de manos de reconciliación entre el Nigga y el Prieto ese mismo día.

    El hecho de que un rapero grabe temas solo, no quiere decir que se separó de su grupo. Eso es tradicional. Los raperos graban temas con su grupo, con su crew, colaboraciones con otros raperos y temas solos. Y lo hacen porque tienen la libertad de hacerlo. No tienen a una disquera que les dicta las «reglas» de lo que deben hacer o no.

    De hecho, son dos temas los que tiene el Nigga como solista. El otro solo lo ha cantado una vez a capella y ni siquiera se consigue grabado.

    Te recomiendo que verifiques mejor tus fuentes. Es más, para que veas que soy pana, me ofrezco como fuente si quieres tener alguna información sobre el Hip Hop nacional. Porque te hayas creado (y creído) una historia a partir de un video en YouTube, no quiere decir que eso sea verdad.

    Y eso que solo estamos hablando de lo del Nigga… porque la reseña está full de otras medias verdades y mentiras completas. Pero tranquilo el mío, gracias a Dios (es decir, Internet) tienes la oportunidad de decir lo que quieras… igual que yo.

    Saludos.

  7. Lo de Rekesón entra en la categoría «medias verdades». Hubo cosas que no me gustaron de la película, pero resulta que yo trabajé allí. Así que digamos que tengo a la burra agarrada de los pelos.

    Y como por lo visto tu estilo es atacar lo que no conoces, te invito a leer esta reseña que escribí: http://delascalles.com/hiphop/index.php/columnas/son-de-la-calle-la-polemica-se-muda-a-las-salas-de-cine.html

    Tal vez no sea tan buena como la tuya, pero ahí va.

    Sigo a la orden.

  8. Yo también conozco al Nigga,y he trabajado con él. No me hace falta tu información. Yo he visto al Nigga cantar ese tema. Y sé que todavía no se ha separado de Tres Dueños. De hecho, fuiste tu el que inventaste eso, porque yo no lo dije. Apenas afirmé que el Nigga está cantando solo, sin los Tres Dueños. Cosa que por lo demás es normal. Pero curiosamente, cosa que antes no hacía en público. El problema es que tu te agarras de eso para descalificar mi opinión, ya que eres un doliente de la película. Y como tienes a la burra agarrada por los pelos, es mejor que ni hables de Son de la Calle, porque se va a notar feo. Es lo que llaman conflicto de intereses. Pero no importa, el mío, sigue diciendo tus cosas, en defensa de la película. Para eso está internet. Ya voy a leer tu reseña. Sólo espero que no sea una apología.

  9. Ya la leí, Yimmi. Yo pensaba que tu eras un tipo serio, vale. Pero además de ingenuo, eres un tronco de loco y exagerado. Cómo vas a decir esto, pana: Nosotros les recomendamos que vayan a ver Son de la Calle, que se compren sus cotufas, que piten al Chino cuando salga en escena, pero que descubran tras la historia, las tomas y el guión, lo que descubrimos nosotros: que los venezolanos somos una vaina arrecha.

    Y antes hablas de «talento nacional» y otras memeces por el estilo. De verdad que perdí mi tiempo contigo. Me quedo con mi reseña. Hasta luego. Dile de mi parte a Bolívar que su película es un desastre. Gracias.

  10. ehm… todavia no he visto la pelicula, espero hacerlo uno de estos dias…
    pero luego de leerte sergio sigo convencido de que el hip-hop le dieron el primer tiro de gracia cuando se puso de moda el Gansta Rap, le dieron una puñalada cuando a un gracioso se le ocurrio latinizarlo y llamarlo reaggeton y le dieron el remate cuando a otro listillo de la industria decidio que el hip-hop, el rap y el reaggeton, con todas sus acepciones… son todos musica urbana…
    y la reseña de oidos sucios… impagable…
    saludos men

  11. Gracias por comentar, mi pana. Seguimos en contacto. Muchos saludos. Esperare tu análisis cuando la veas.

  12. Olvídalo… la reseña que leíste está escrita bajo un estilo particular porque está firmada por unos personajes. Además está dirigida a un público muy específico.

    No importa. Seguimos a la orden.

    Saludos.

  13. Tengo un fuerte prejuicio en contra de esta película. Estoy seguro que sea una mierda pero la reseña de Sergio M. no influye, estamos hablando de un tipo poco objetivo destinado a utilizar palabras como ¨postmodernismo¨ para que otros lo vean como un gurú subterráneo de la industria.

    ¨Habla claro y no seas picado. Ya quisieras tu escribir una reseña así.¨, ¨Yo también conozco al Nigga,y he trabajado con él. No me hace falta tu información.¨. Sergio, ¿se puede ser más infantil?.

    Vamos, no me jodas, tú no estás calificado para hacerle una crítica a cualquier cosa, por más mamarrachada reggaetonera que sea.

  14. ¿Cómo? ¿Monsalve ha bailado con el Nigga? ¿No era que se la pasaba metido bajo la sotana de Monseñor Ignacio Velazco? ¿A qué horas se escapó?

  15. Los que hablan con Monsalve de los tres dueños cometen un error referencial. Los tres dueños que mencionan ustedes son tres músicos de pacotilla. Los Tres dueños de Monsalve son: Monseñor Velazco, Monseñor Urosa y Monseñor LÜckert. Creo que debía aclararlo. No se confundan.

  16. Cuando Monsalva da culo al Nigga, no usa condón, porque va contra las creencias que le inculcaron los curas. Valga esto como simple dato y no como burla, porque yo respeto las creencias de cada quien.

    Existe el rumor de que tiene grabado un videoclip con, el Budu y el Nigga. La trama es simple: ellos le tiran piedritas a su ventana en el convento, él se asoma, se quita los hábitos, y con una tira se descuelga para ir a parar a los brazos de ellos. Tiene una parte en que muestra las partes del Budu, que son bien pero bien grandes. Dicen que tiene un soberano güevo, pero no se le para bien por la gordura.

  17. Ah, se me olvidaba, el video es de «Fiera Salvaje», y la fiera obviamente es Cobra, que es toda una ví-bo-ra-

  18. ¿Ves lo que pasa cuando descartas invitaciones a discutir con gente decente? Te ganas ofensas de los enemigos virtuales.

    Seguiremos a la orden para informarte mejor del beta.

    Por cierto… me resulta curioso que todas las reseñas que tienes aquí son para hablar mal de la película. Al parecer es parte de tu estilo.

  19. Primero vela. Después hablas. Tercero no seas cobarde. Si te la quieres tirar de malo conmigo, al menos da la cara. Te reto a salir del closet. ¿Se puede ser más estúpido? Vamos a discutir de la película. No seas tarado. En el fondo, eres un picado. Nadie te lee y encima quieres competir. ¿Te provoca discutir? ¿Te la quieres echar de sabio? Aquí te espero con o sin careta, nené. Puedes seguir sacándome la lista Tascón. No tengo miedo. ¿Tu estás calificado para hablar de qué? ¿De tí? No me aburras, pelado.

  20. Mira, chica, a mí no me agredas así, porque yo al fin y al cabo soy una fan tuya, que te ha apoyado en muchos posts y he colaborado contigo a destruir bastantes personajes que odiamos. Pero hoy me picó el culo y decidí enfilar contra ti. Es todo. No te arreches.

  21. Deberíamos hacer el video contigo, Novicia. Si quieres yo mismo me encargo de la dirección. Y después lo colgamos en youtube. Eres un genio, definitivamente. Tremendo creativo. Puro talento criollo.

  22. Gafo, nada más era una broma del día de los inocentes… ¿Tú no tienes sentido del humor?… ¿Estás bravo? ¿Me perdonas?

  23. Sí Yimmi, lamentablemente la cartelera no ayuda. La mayoría de las películas son un adefesio. Pero igual, de vez en cuando sale algo interesante por ahí y lo comentamos. De todos, nuestra obligación no es hablar bien o mal de las películas, sino criticarlas y analizarlas. Es todo. Muchos saludos y gracias por comentar.

  24. Yo Por mi parte no espero ver esa Pelicula si es que se le puede llamar asi al igual que al reggaeton no se le puede llamar musica. Una cosa hecha por estos ninos que dicen llamarse musico ah de ser Simplemente un adefesio. Apuesto que ningun mensaje bueno deben de dar.

  25. Yo Por mi parte no espero ver esa Pelicula si es que se le puede llamar asi al igual que al reggaeton no se le puede llamar musica. Una cosa hecha por estos ninos que dicen llamarse musicos a de ser Simplemente un adefesio. Apuesto que ningun mensaje bueno deben de dar.

  26. Como pelean. Todos los raperos deberian ser como Mcklopedia, no es malandro, no pelea, hace rap de verdad, quedo de segundo lugar en la batalla final de los gallos con los mejores del mundo sin contar que le robaron el primer lugar, ayuda a todo el mundo y bueno me imagino que la gente por eso no le para bolas. (Aqui en Venezuela todo es malandreo, no miran mas alla)

    Aqui en la reseña que hace el tipo vez 4 pendejos peleando haber cual es el malandro y cual no. No se peleen todos son malandros en realidad y lo que caracteriza a los malandros es que son cobardes y brutos asi que deberian pelear por otras cosas y no por que yo soy mas malandro que tu, !!!los malandros no duran mucho!!! Vuelvanse gente y canten rap de altura y la pistola ya saben lo que sepueden hacer ustedes mismos con ella .

  27. ¨Nadie te lee y encima quieres competir.¨, ¨ ¿Tu estás calificado para hablar de qué? ¿De tí? No me aburras, pelado.¨.
    Voy a asumir que eso va conmigo: No quiero competir, tú eres el primero en meter el factor ¨público¨ en la discusión. Además, sí me le gente. Y en caso de que no lo hicieran, me da igual Monsalve, eso es algo que tú deberías aprender en tu afán de llamar la atención quejándote acerca de cualquier cosa hecha en el cine nacional (eso para no meter a las estupideces que hablas acerca del cine internacional, como cuando de alguna manera retorcida digna de Mario Silva, lograste relacionar a ¨La Huérfana¨ con los atentados del 11-S, excelente).

    ¿Tú has dirigido algo?, ¿al menos algo digno?. ¿Algo que haya llegado al cine y al menos haya cosechado buenas críticas?. No pretendo con esto utilizar al típico ¨¿y tu qué?¨ como argumento, lo que trato de decir es que antes de ponerte a hablar mierda acerca de cualquier film, debes concebir la posibilidad de que otras personas tengan -por ende- otro punto de vista, y que eso no significa necesariamente que estén equivocados. Velo desde este punto de vista: tu crítica destructiva no ha aportado, aporta, ni aportará nada al cine; entonces, ¿qué carajos haces aquí?. Ve y haz algo digno de ver, si estás tan asqueado con la cinematografía nacional. O al menos propón algo en lugar de simplemente decir ¨Soy Sergio Mon salve, soy arrechísimo, y esta película es una mierda¨.

    Mauricio Gomes.

  28. La pelicula es mala, pero que reseña tan sesgada hermano, esa pelicula es representativa del cine de la Quinta Republica?, esa pelicula es Representativa del cine Venezolano, actores de Novela, guion flojo, audio malo, mala dirección de fotografia, años y años de cine venezolano ha sido asi, la reseña va Por el lado Que es, al decir las fallas de la pelicula, pero la verborrea politica esta de mas.

  29. Ya sé lo que pasó! Todos estos llorones enamorados de Chino y Nicho, cansados de la fanfaronería digital, pasaron a la acción y secuestraron a Sergio y por eso no aparece, ni provocándolo en Twitter. Bueno, que se le hace, vainas de está página.

  30. Lo que pasa es que Monsalve ya está caído… Después del documental sobre monseñor Velasco, coño, ¿qué puede decir?

  31. Feliz 2010, mis panas. Gracias por escribir. De verdad, disculpen el embarque panfletario del 30, pero la familia me secuestro para llevarme a pasar el fin de año a Morrocoy. Ahora estoy de regreso, medio enratonado.Lamento mucho no haberlos acompañado. Me tienen que contar cómo estuvo eso. Nos veremos pronto. Muchos saludos y un abrazo para todo el combo.

    Y tu vas a seguir, Amorín? Por favor, cambia el disco para el 2010.

    No hombre, Mauricio, ¿quién te lee a tí, tus hermanos, tu familia? Y de nuevo, vas a venir con esa tontería de qué has hecho tu para criticar. No seas bolsa, chico. Primero, soy critico desde hace 16 años, y no estoy obligado a hacer nada para justificar lo que digo. ¿Bazin acaso lo hacía, él que fue el mejor crítico de Cahiers Du Cinema? Y de paso,mi niño, si es el caso, yo también hago cine. Tengo dos programas y todo, mi amor. Uno de arte y otro de cine. Averigua en dónde. Y además te hago documentales. Pero en fin, cualquiera puede escribir de lo que sea, sin necesidad de haber estrenado la gran película. Espero que lo entiendas y que lo asumas. Así son las reglas del juego democrático, de la libertad de expresión. Es todo. Cambio y fuera.

  32. Estuvo brutal. Hubo perico, caña, prostitutas, y modelos anorexicas que te mamaban el güevo a cambio de un pinchazo de heroína. Tú te lo perdiste, bro.

  33. Ok, la verdad me pareció excelente el análisis que haces, y realmente estoy de acuerdo con muchas de las cosas que comentas y me doy cuenta que al ver la película me deje guiar por otra óptica y no preste gran atención a muchas de las cosas muy ciertas que pones sobre la mesa. Para mi Son de la calle tiene defectos graves que la hacen parecer como un «De Sol a Sol» versión cine con música barata y mal producida, medios mal aprovechados, errores técnicos graves, actuaciones peores y un guion bastante pueril.

    Sin embargo, hay otras cosas que también considero relevantes resaltar. Primero que nada escribo esto mas a modo de una reflexión personal que de una réplica, ya que cuando vi la película, a mi (que trabajo en un centro de rehabilitación para pacientes adictos) me pareció buena como un intento de hacer una campaña preventiva que llegue a las masas. Si bien la realidad es groseramente más compleja de lo que presentan ahí, me pareció importante la propuesta que hacen a partir de la cual la música (a si como otras actividades deportivas alternativas como el parkour) se puede transformar en un medio para salir de la violencia de los barrios y las drogas.

    Ciertamente la manera como se resuelven las cosas en la película se parece más a una fantasía (producto de un delirio omnipotente del guionista), que a una realidad, sin embargo personalmente creo que me agrada la huella que deja en el inconsciente de los adolescentes que ven esa película cuando ven a personajes que admiran transmitiendo un mensaje de ese tipo. Es verdad que existe un problema de congruencia enorme que puede notarse si viéramos la vida de esos personajes y nos enteráramos que consumen y promueven valores distintos a los ideales conservadores que plantean en la película. Sin embargo, la capacidad para comprender la contradicción es una de las cosas que todos tenemos que desarrollar en algún momento y es lo que nos permite madurar y tener imágenes integradas de los demás incluyendo sus aspectos positivos y negativos como parte de un todo, cosa que no sucede en un análisis como el que haces en el cual desvalorizas por completo el producto de un trabajo de un grupo de personas, cosa que pasa cuando las expectativas sobre algo son demasiado altas, ya que lo que queda de eso siempre es la decepción y cuando no hemos aprendido a manejar la frustración que las experiencias de decepción nos producen, es bastante fácil tomar un objeto y destruirlo a fin de descargar nuestra rabia que mucha veces viene desplazada de otras experiencias personales que nada tienen que ver.

    En cualquier caso debo decir que cuando paso por una comunidad popular y veo a adolescentes de esta pegando un afiche de Son de la Calle en una cancha de basket, pienso que algún efecto interesante de estudiar debe haber tenido sobre sus conciencias, que lamentablemente no tienen el nivel cultural que puede tener un estudiante o profesional universitario que puede analizar el trasfondo ideológico de la película y criticarlo, sino que deben conformarse con los símbolos que transmite la misma y consumir de manera premasticada los valores que están profesando en una película como esa que si bien son valores conservadores, son el reflejo de la sociedad que somos y que no podemos negar y al ser así es más fácil que encaje ese mensaje que si colocas algo diametralmente distinto que probablemente reciba un rechazo más masivo.

    Estoy de acuerdo contigo en que un discurso menos conservador seria más enriquecedor para las discusiones intelectuales y para contribuir a un cambio cultural verdadero. Lamentablemente no es algo que nos da esta película y personalmente lo considero un desperdicio de recursos importante. Sin embargo creo que poco a poco se podría utilizar una película como esa para ir aproximándose a ese cambio cultural que puede ser deseable si se aprendiera la lección y se mejorara la propuesta para futuras películas como esa, cosa que los productores de esta deberían tener en cuenta y que asumo que solo pueden saber si reciben criticas más constructivas que los orienten a investigar más sobre el tema que van a tratar, y pensar mejor lo que quieren transmitir y como lo hacen (cosa que le hace falta mucho al cine venezolano en la actualidad). Desafortunadamente creo que eso que llamamos “críticas constructivas” no es el fuerte de esta página ni tampoco su objetivo supongo, es una lástima eso porque creo que los recursos intelectuales que se utilizan tan majestuosamente para destruir algo serian de más utilidad para construir algo.

    Marco A.

  34. Debo ante todo reconocer el trabajo de investigación que realizó el autor de la critica. Ciertamente trae a colación cosas que para la generalidad de la audiencia pasaría desapercibido, recuerden en última instancia que la gran mayoría sólo va al cine a distraerse un rato de sus preocupaciones y no a hacer análisis rebuscados de todo lo que ven. Pero debo también manifestar mi apoyo a la opinión de Marco. Todo ese esfuerzo puesto en criticar debería estar dirigido a construir. Después de todo no debería ser ese el objetivo de todos los venezolanos? Si nos preocuparamos más en aportar soluciones que en plantear problemas, les aseguro que serían muchos menos nuestros males. Después de todo, luego de ver una película en el cine, nuestras mentes sólo retienen lo básico, las impresiones generales que nos causaron. Luego de un tiempo hasta llegamos a olvidar gran parte de la trama. En resumen, la intención de la película fue buena, bastante ingenua, pero por lo menos se está tratando de transmitir un mensaje positivo. Por ejemplo, en la escena donde Chino se acuesta con las sifrinita, me pareció bueno q sacaran a colación el uso del preservativo, tal vez no es un tema muy romantico pero es de vital impotancia para palear la triste realidad de enfermedades venereas y embarazos no deseados que solo producen más miserias en nuestro país. Así que es bueno que se envíen esos mensajes. Hay mucho trabajo por hacer y sería bueno que personas con un sentido tan crítico de la sociedad como Sergio se sumaran a estas iniciativas y les asesoraran a los escritores de cine acerca de cómo hacer historias más creíbles, sin perder esa chispa que hacen atractivas las historias para las masas, que al final de cuenta son quienes pagan las entradas que respaldan las ganancias de cualquier productora.

  35. Para nadie es un secreto que la pelicula no esta ni cerca de ser el buen material que se puede sacar en Venezuela, faltaron escenas, organizacion y apoyo… Soy testigo presencial del concierto de «Son de la Calle» realizado en el karting de Loma Linda en Guatire, en el cual se grabo la ultima escena de la pelicula, sacada de dicho concierto, fue un *Fracaso Rotundo* debido a la muy pobre publicidad que se le dio al evento, y lo digo con base, ya que soy de Guatire y por ningun lado vi a nadie promocionar el concierto, solo el dia anterior con un pequeño camion repartiendo volantes; asi no se pueden lograr los objetivos, es decir, el apoyo de la gente con su presencia… Aunque no me parece de verdad que se mezcle el arte que hacen los chamos del hip hop dia a dia y la gente del elenco de Son de la Calle con cuestiones politicas, se ve mal, cada cosa en su lado, los politicos en sus mentiras y los artistas del hip hop en su realidad… Con respecto a las criticas del por qué los raperos se juntan con los reguetoneros, en mi opinion personal creo que esta muy bien la union de los artistas, ya sea en el proyecto de Son de la Calle como en cualquier otro, colaboraciones en canciones, videoclips, peliculas , etc… No puedo creer como entre Venezolanos nos criticamos tanto, panas la pelicula salio de Venezuela, no importa si la hizo el gobierno o la oposicion o quien quiera que haya sido, es de nuestro pais y asi como apoyamos a la vinotinto de futbol o a la de beisbol o a Oscar D Leon o cualquier persona que haga bien su trabajo y represente nuestro pais, asi hay que apoyar tambien a los raperos o reguetoneros de aqui y a la pelicula Son de la Calle por ser de aqui y por el hecho de que todas las personas que en ella trabajaron son Venezolanas, desde los obreros hasta los actores principales… Les parece increible la pelicula de 50 Cent o la de Daddy Yankee, que por cierto, no tienen una gran trama, pero Son de la Calle si dicen que no sirve, a eso me refiero, apoya lo tuyo y no lo de los demas… Y mi apoyo total a todos los artistas del hip hop Venezolano *Rekeson, Apache, Gabilonia, el Cubano, la gente de La Corte en su regreso y todos los demas a los que me falta por nombrar*… Bueno me despido mis panas con un saludo y mi felicitacion por el articulo… Ya sabes espera pronto **El Astronauta**, sencillamente el mejor, Hustla for Life.

  36. Xamo eres tremendo moxadooor !
    t apuesto q cuandooo viene un artista d afuera kasi q se lo mamas ! y n apoya el talento d aki… !

    pss basura… !

  37. Las peliculas se hacen para verlas (NOTICIA), capta lo que quieras de ellas, pero si no te gustan, pues el buzon de quejas esta abierto para el publico en el culo de tu puñetera madre

    -.- agarra una camara y grabate chupandosela a tu padre, y luego haremos un analisis sociopolitico, geografico y homosexual de tu video :B

  38. Jajajajajaja…Me salió censor con un fuerte complejo de represión sexual. Libérate amigo. Es hora de salir del closet. Por lo pronto, tengo derecho a quejarme y a disentir en público porque me ampara la ley. Así que tus amenazas están de más. Eres un fanfarrón. Ni siquiera firmas con tu nombre. Cobarde, chico.

  39. HooLaa….! pues los dos chicos son unicos

    y han logrado mucho exito en tan poco tiempo

    Chino erez GeniaL ya qE yo también soy escorpion

    .NACHO erez unico ok conformate con saber eso jejej

    y me gustaria decirte TE* AMO* pero erez un imposible

    espero y encuentres a «TU NIÑA BONITA» Ok.

    bueno chikos sigan asi qE son grandes y mas lo seran

    ok ,besos xoxo cuidense chikos lindos (no solo lindos por

    fuera si no tambien por dentro) =( =/ =) =D

    PdT:LoS dos son muy talentosos y guapos

  40. mm no me inporta mucho lo que digan lo unico que quiero y busco y busco es poder ver esta pelicula pero no la puedo en contrar
    yo soy de chile
    y aqui nadie sabe de esa peli solo la quiero plis si alguien sabe me manda un mail plis se lo agradeeria de todo corazon mi correo es
    [email protected]

    gracias de ante mano !!!!!!!

  41. Para comenzar se muy poco del tema y el reggeton poco me gusta aunque algunos temas son pegajosos debe ser por el arreglo musical quien sabe. Me gusta más el rap y el hip hop, me gusta la música del nigga, cuarto poder, arma blanca, control machete entre otros. No me he visto la película son de la calle ya que la música de chino y nacho no me gusta es muy fresa para mi gusto prefiero la música de Sandy y papo, fulanito jejejeje, y en general el cine venezolano no me gusta ojo las adaptaciones a la pantalla grande, ya que estamos muy atrasados con la tecnología cinematográfica y sinceramente con la creatividad. Ahora les digo que la realidad del malandraje en Venezuela, latino América y el mundo en un principio se debe al deterioro de la familia como núcleo de la sociedad luego vinieron factores externos que lo profundizaron a lo largo del tiempo como los estereotipos sociales, la corrupción, el hambre y el simple ocio, todo esto alimentado por la codicia de poder y libertad, formo un tipo de ser en la sociedad denominado malandro por supuesto un malandro es sinónimo de rebelde que no se apega a las leyes burocráticas, sino que por el contrario hace sus propias reglas es de tal forma que se considera como un estilo de vida. Es muy distinto, desde mi punto de vista, un malandro a un delincuente, pero por lo general el malandro llega a ser delincuente, bien sea por situaciones de la vida o por simple deseo de serlo y punto. Se ha visto exponentes de música urbana quienes son de posición muy acaudalada por su éxito, cometiendo actos delictivos y hasta involucrados en pandillas, porque ellos a pesar de ser ricos su mente y su entorno son de malandro, es su estilo de vida. Además es un negocio muy grande ya que algunas o la mayoría de las letras del hip hop están cargadas de fuerte violencia y por supuesto tienen un mercado final que está en la calle lleno de odio y resentimiento, es como una retroalimentación muy sistematizada ya que muchos de estos clientes son adictos a alguna droga o sustancia toxica. Ahora la cosa esta disfrazada de otra forma ya que las grandes productoras al ver que solo llegaban a este tipo de mercado y a la creciente ola de acusaciones por parte de grupos sociales y religiosos decidieron disfrazarla de una forma más fresa y mas picara creando el reggaetón, música menos pesada y mas decorativa con la finalidad de conquistar mas mercado. Es por eso que la prole en general escucha reggaetón al igual como del rock salió el happy rock, las boys band, chino y nacho y cosas por el estilo. Ahora la rebeldía esta en todos los sectores de la sociedad, ahora si es un gran mercado, jóvenes distribuyendo droga, sicariato y pare de contar. Ahora no entiendo porque un artista urbano o lo que sea si salió de la calle ¿por qué tiene que reflejar ese odio en sus canciones a la juventud?, por que mas bien no dice oye yo Salí de la miseria con mi talento y tu también lo puedes hacer. Al contrario se enfrascan en una guerra tonta con sus demás competidores por lograr el poder. Entonces ¿en donde está el optimismo y el mensaje para quienes lo necesitan?, y el cuento que las productoras no los apoyan pero cuando lo hacen ya se creen los reyes del mundo. Por otra parte una lucha entre los raperos pobres y los ricos, es una tontería el que tiene talento para ese estilo de música sea pobre sea rico, tiene el derecho de explotarlo y punto. El resto son puros argumentos vacios ya que la delincuencia crese al compas de la música.

  42. Con mi anterior comentario no estoy diciendo que este género de música sea malo o que solo lo escuchan los delincuentes, a mi me gusta escucharlo en especial el hip hop, como también me gusta la salsa, el merengue entre otros, solo digo que de alguna forma somos coparticipes de una máquina de hacer delincuentes que genera ganancias y que los beneficiados son los magnates de la música, los gobernantes corruptos y los grandes de la narco mafia. Esto es algo que solo dios sabe cuándo se va a parar, porque todo tiene un trasfondo.

  43. Felicidades! Me has hecho leer el análisis mas irracional, desproporcionado, fuera de lugar e insulso que he leído en toda mi vida. Óyeme y créeme que eso es mucho decir, pues me gusta leer a la gente por mas idiota, falto de cultura y carente de intelecto e integridad que sean. La película es mala, oh si, pero ¿cuando en Venezuela se ha hecho buen Cine? ¿Cuando en Venezuela han existido actores que hagan buen Cine? Eso nunca ha sucedido, aun en Venezuela, donde ni siquiera han hecho una producción mas novedosa y mejor estructurada que el Chavo del 8 y no es un chiste esto, es una gran realidad, el Cine Venezolano, dolorosamente esta en un rango bastante bajo si lo comparamos con el Argentino, el Mexicano y hasta el Colombiano, pero bueno mas allá de eso, tu post es ridículo, denota cierta frustración de tu parte, quizás estas frustrado porque otras personas tuvieron una oportunidad que a tí no te han dado, quizás solo quisiste hacernos ver tu posición política, no se yo quisiera entenderte, pero no te llames critico de cine, por que no lo eres, créeme que disfruto mucho del cine Norteamericano y Europeo, leo a diario verdaderos conocedores y críticos y lo tuyo no tiene consistencia, es un escrito amorfo, desviado, hecho solo para ti donde dejas en evidencia muchos rasgos de ti. Por cierto muy adecuado el nombre de la web si tomamos en cuenta el contenido :D saludos.

  44. como se llama la cancion que dice anda dile que si no se por que debates una con ese si ?????? como se llama ????!

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