El Oso Yogi versus El Turista:Lucha de Clases

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Señoras y señores,bienvenidos a la pelea por el título de la película más infame de la temporada,en la división de los pesos menores y desnutridos del ring de la cartelera.Es tiempo de vacas flacas y toca llevarlas juntas al matadero para ver cómo se liquidan entre ellas al estilo de “Gladiator”,“Celebrity Deathmatch”,“American Idol”, “Contacto Sangriento”,“Mortal Kombat” y “Bambi meets Godzilla”.Pan y circo garantizado para la audiencia hambrienta de escapismo y falsa novedad, a costa de disfrutar de un horrible espectáculo donde se escogerá a la peor película del mes y posiblemente del año.¿Quién ganará la corona? Hagan sus apuestas cuanto antes porque la pelea ya va a empezar.En palabras de Michael Buffer: “Let’s Get Ready To Rumble!”.

En la esquina de la izquierda, la pareja de los Osos parlachines lleva las de ganar en los corazones del público plebeyo.Son la encarnación del arquetipo del perdedor americano,del vagabundo sin hogar obligado a vivir dentro de la cueva de un parque nacional,como el Ávila, donde también se refugian nuestros pobres, desheredados de la tierra,miserables y afines,abandonados a su mala suerte por el gobierno y la oposición.Nadie se hace responsable por ellos.Entonces,Yogi y Bubu defenderían sus banderas con dignidad, de una manera bastante populista y demagógica,pues a pesar de las limitaciones y carencias,siempre se salen con la suya.

No en balde, su aventura en “3D” narra el clásico relato comunista de lucha clases entre los protagonistas(los Working Class Heroes de la partida) y los villanos neoliberales al uso, empeñados en privatizar el parque de Yogi.

Naturalmente,el enfoque del guión linda con el imaginario conspirativo y maniqueo de “Al Sur de la Frontera” y “Capitalismo,Una Historia de Amor”.Por tanto, su contradicción es forzosamente idéntica a la de “Avatar”,porque su alegato ecologista de fondo en pro de la fauna y de la flora,sirve de sustento a un tremendo negocio.

Lección de marxismo para teleniños consumistas.

Por tanto,reúne las condiciones ideales y perfectas para fungir de síntesis animada del credo infantil del socialismo del siglo XXI.De tal modo,la industria juega con nuestras visiones estereotipadas y binarias en años de depresión.Hipocresía absoluta y oportunista de la plutocracia falocrática al control de las riendas de la economía de mercado.De hecho, “El Oso Yogi” y ahora el formato estrobóscopico,cumplen con la función de ser el viagra del decrépito sistema de las “majors”.Necesaria inyección de esteroides para mantenerse en pie con las mismas estructuras anquilosadas del pasado.

Por consiguiente,la Warner nos trae de vuelta a sus muñequitos de la era dorada,escoltados por el propio Correcaminos y el Coyote como regalitos añadidos a la cajita feliz de los lentes,las cotufas,el refresco y el largometraje predecible,clonado en digital de las viñetas y los archivos del vano ayer.

Por supuesto, el resultado es lamentable en términos de definición,realización,montaje,puesta en escena, interpretación y composición sonora.Verbigracia, luce como un subproducto de la serie “b” disfrazado y distribuido como “A”. Parte de las trampas contemporáneas del status quo.

Por fortuna, el binomio de Yogi y Bubu todavía guarda un poco de su humor absurdo de antaño y se crece en la interacción con el menguado género humano,aunque la comiquita original es tres veces mejor y más políticamente incorrecta.Aquí los amigos de Yogi y Bubú son el torpe guardabosques, su oligofrénico ayudante y la señorita documentalista,incoporada por Ana Farris,sacada de una viñeta de “Scary Movie”.Pero ojo,acá tampoco funciona la coartada paródica y autoconsciente.

El único chiste afortunado es el del Alcalde en plan de expropiación y su curioso parentesco con el típico candidato del Tea Party o el eterno corrupto republicano.Ni hablar de su relación con los Ministros y Diputados del PSUV.Hasta tiene un aire al rojo rojito y catire,Rafael Ramírez,salvando las distancias.

En suma,solo un milagro la salvaría de ganar frente a cualquier oponente serio en la taquilla. Paradójicamente, es la favorita sentimental de la audiencia de cara al enfrentamiento con “El Turista”. Sea como sea, es hora de describir a la segunda contendiente para saber si cae de largo u obtiene la victoria por acumulación de defectos y gachos al hígado.

En efecto, la dupla de Angelina y Deep se ubica cómoda y tranquilamente a la derecha del cuadrilátero, en el área reservada para la gente top,VIP y chic de la meca en la ciudad de los canales(podridos) y las góndolas kistch.

A la inversa del caso anterior, la lucha de clases también persiste pero se salda en la arena de los hoteles de lujo,los yates, las fiestas gregarias,el materialismo histérico y los complejos de grandeza perdidos de la aristocracia global. Resumen de los sueños frívolos glorificados por la crónica social de Osmel Souza y las banalidades encumbradas por los libros de Titina Penzini. Mentiras verdaderas diseñadas en el laboratorio Bond de las aspiraciones de la generación escaladora de relevo.Nobleza amparada y surgida al calor de las burbujas especulativas de hoy, tras la huella de la distinción para saciar el vértigo y el vacío de sentido de la posmodernidad.

Dicho espacio y referente fue demolido por joyas de la talla de “Muerte en Venecia” y “El Juego Veneciano”.Sobre sus escombros políticos y sociales se emplaza ”El Turista” para edificar y construir un monumento al anacronismo, un ofensivo y reaccionario traje a la medida de los supuestos gustos exquisitos de los ricos y famosos de la “red carpet” de Hollywood. Una casta endogámica presta a encerrarse en su círculo vicioso de premios de la academia,tanques de verano y clubes sectarios.

En conseuencia,el “Turista” pelea con guantes de seda y vestidos de gala,para resguardar el patrimonio cultural de su elite,a base de chantajes, componendas y trucos de despite.

El pretexto o McGuffin es dar con la identidad de un ladrón de cuello blanco,sindicado de deberle millones al fisco,mientras le roba el corazón a una doble espía,tipo “Agente Salt”.

La redención le llegará al final cuando vuelva a reconquistar su amor,después de pagar su deuda con un cheque gordo,luego de vencer a sus acreedores de la mafia rusa. Dos largas horas se desarrollan con el objeto de limpiar la imagen y la honra de un potentado casanova con pinta de “Capitán Perla Negra” en días de asueto.

Por su lado, el director se resigna a pasar desapercibido y agachado, en perjuicio de su carrera y trayectoria.Atrás quedará para el recuerdo el éxito de su “Vida de los Otros”. Su presente es el retroceso de la moraleja de “El Turista”,una propaganda costosa a favor de los intereses de la nomenclatura de los Estudios. La policía y la Stasi del monopolio y de la censura a la libertad de expresión. Florian Henckel von Donnersmarck es su última víctima,su chivo expiatorio,al punto de competir y descender de categoría.

Por eso, según mi humilde opinión,el parasito del Oso Yogi le propina una soberana paliza a el holgazán de “El Turista”.Un knock-out por la vía rápida con un ligero empate técnico. Ambas riñen con secuencias de acción a paso de tortuga y cangrejo.

Pero gane quien gane,nosotros perderemos como en “Clase de Titanes” y “Alien versus Depredador”.

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