panfletonegro

panfletonegro es una mierda

Desde ayer en la tarde, cuando leí el post de Harold López Garroz, estaba pensando si valía la pena responderle. Explico, creo que la molestia de Harold es válida en muchos aspectos, principalmente al criticar ese empeño, un tanto infantil, que tienen algunos comentaristas de la página de negarle a Hugo Chávez su condición de izquierdista, con cabriolas verbales de todo tipo, con maromas intelectuales que pretenden negar lo obvio: Chávez es de izquierda!!!!!!! Que sea de un ala autoritaria y antidemocrática con la cual algunos izquierdistas —que se identifican a sí mismos como militantes de una izquierda democrática— no se sienten representados, no quiere decir que no sea de izquierda; sólo quiere decir que hay militantes de izquierda que no se identifican con ese sector de la izquierda al que Chávez representa.

Chávez no sólo es de izquierda, es de la izquierda más radical y dogmática, por tanto, puede que sea más izquierdista que los izquierdistas que no están con él. Chávez es de la izquierda más ortodoxa y cercana al comunismo (sí, comunismo), por eso su proyecto político sigue las recetas de Marx: expropiación de los medios de producción; control de cambio; control de precios; control de la actividad económica privada; eliminación de la libertad individual; control casi absoluto de los medios de comunicación y la estatización de casi todo el mercado laboral, lo que llevará a que pronto los venezolanos nos dividamos en dos grupos: empleados públicos y desempleados. Dicho de otra forma: o eres funcionario del gobierno y dependes de él, o te quedas sin trabajo y te mueres de hambre. Por sólo citar el ejemplo más contundente: en el sector cultura esto es ya casi una realidad.

Chávez es comunista, porque si no lo fuera el Partido Comunista de Venezuela (PCV) no le hubiese dado un constante apoyo durante estos 12 años, siendo el único partido político que jamás ha dejado de apoyarlo, a diferencia del Mas, Podemos, PPT, o los cascarones vacíos creados por el propio Presidente, llámense MVR o PSUV.

Chávez es tan comunista como su mentor Fidel Castro, el comunista más exitoso de América Latina, el dictador de izquierda más longevo que haya tenido este Continente. Chávez es tan de izquierda como Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, o Cristina en Argentina. Quizás ya sea hora de decir esto sin ambages, y renunciando a esa estúpida muletilla verbal de decir: “Yo soy de izquierda pero no estoy con Chávez porque el es un izquierdista disfrazado, en realidad es de derecha”.

A mí también me fastidia la irresponsabilidad y el guabineo de los izquierdistas que están contra Chávez quienes siempre tratan de sacudírselo, como si al negarle su condición de izquierdista, marxista, socialista y comunista (adaptado a los mecanismos de poder del siglo XXI, dentro de otro contexto histórico, y sin duda usando métodos más sutiles que los usados por Fidel y la U.R.S.S.) de alguna manera los excusara por haberlo apoyado, o por seguir defendiendo las ideas que ahora se aplican en Venezuela, aunque se empeñan en negarlo.

Tal vez es el complejo de exchavistas lo que afecta a algunos y por eso hurgan en la historia, buscando ejemplos jalados de los pelos para negar lo evidente.

Si de verdad hay una izquierda que no está de acuerdo con las ejecutorias de Chávez y con el chavismo, como gobierno y como doctrina, pues deberían comenzar por asumir la condición izquierdista de éste, y luego establecer diferencias entre esa izquierda, supuestamente democrática y la autoritaria que Chávez representaría según ellos; pero seguir escurriendo el bulto es absurdo. Reconozco que esa actitud puede ser irritante y desagradable, y que uno se cansa de ella. Hace no mucho lo discutía, precisamente con Krisis.

Hace un año escribí este artículo diciendo:

«Básicamente porque estoy cansado de ese maldito chantaje según el cual en toda opinión contra el gobierno debo colar también una reflexión contra Israel, una condena a Carlos Andrés Pérez, un insulto a Estados Unidos y una burla a cualquiera de los políticos opositores, porque si no lo hago soy pro-israelí, pitiyanqui, adeco, y títere de los medios. Como brillantemente señalara Israel Centeno, hace unos días: yo me cansé de ser un Chavezcoholic, que utiliza las neolenguas impuestas desde el poder.»

Un año después sigo pensando igual.

También admito que algunos colaboradores de esta página terminan por sacarle la madre a uno. Por ejemplo, he leído y me he abstenido de comentar los post de La Lupe, cuyas posiciones siempre son indefinidas y mediocres. Amén de que siempre advierte al principio de cada artículo que: “ella es de izquierda y nadie le hará cambiar de opinión”, por lo que intentar discutir con alguien así es inútil. Otro caso que se me viene a la mente es el artículo de Sergio M dedicado al Premio Nobel que le dieron a Vargas Llosa, inventando falacias como que el peruano es un racista que odia a los indígenas, y que milita en la ultraderecha.

La izquierda celebra que Banksy haga un documental guerrilla en el que muestra como intervino museos y obras públicas, dicen: «Guao, que artista tan atrevido y contracultural». Pero basta que alguien intervenga una imagen del sacrosanto Shit Guevara para que de inmediato salgan a decirle reaccionario y demás.

Si Dan Brown publica un libro diciendo que Jesús tenía una barragana (no una novia, sino una amante que escondía de todos, y hasta con la que tuvo una hija ilegítima) aquí, en la sociedad occidental, laica y de valores que le deben mucho al liberalismo, no pasa nada. Bueno sí, unos curas escriben algunos artículos y dan algunas declaraciones en TV. ¿Qué dice la izquierda? Nada, que el señor Brown tiene derecho a expresarse y que esa obra es ficción, así que no debería ofender a nadie, además los curas exageran.
Pero, si un caricaturista hace un dibujo de Mahoma, eso se traduce en protestas violentas frente a embajadas, quemas de banderas, agresiones físicas, despido de directores de diarios (que expresaron su apoyo al caricaturista), y hasta un grupo de fundamentalistas islámicos amenazan con una guerra. ¿Qué dice la izquierda? Que hay que respetar la cultura islámica, que la caricatura fue una provocación, que la libertad de expresión debe usarse con responsabilidad, que es de mal gusto burlarse de la religión de los demás…

Susan Sontag señaló, refiriéndose a los terroristas del 11 de septiembre:

Lo que intentaban conseguir quienes perpetraron la matanza del 11 de septiembre no era la reparación de las injusticias cometidas contra el pueblo palestino o el sufrimiento de la gente en la mayor parte del mundo musulmán. El atentado fue real. Fue un ataque contra la modernidad (la única cultura que posibilita la emancipación de las mujeres)”.

Esto, claro está, nunca se lo vas a leer a un izquierdista, siempre acostumbrado a citar a medias a Sontag, cuyos ensayos puedes encontrar, mochados y censurados, en rebelión, y cualquier site de la izquierda «bien pensante».

Y ya que estamos hablando de esto: creo que también es hora de reivindicar algunos valores liberales como la propiedad privada, la libertad individual, el derecho que tenemos a dedicarnos a la actividad económica de nuestra preferencia, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el respeto a la vida privada, la igualdad entre mujeres y hombres, y sobre todo, el derecho que tenemos a un gobierno limitado. No tengo rollos en asumir que creo en todas esas cosas, y que haciendo una comparación, un tanto somera y superficial, cualquier sociedad liberal como Holanda o Costa Rica, resulta más feliz que los paraísos socialistas de China, Cuba o Corea del Norte.

En resumen, Harold, yo también estoy cansado de ese chantaje moral, de ese irrespeto constante de cierta izquierda que se cree intocable y sagrada, y que perjura que sus ideas son pluscuanperfectas e incuestionables.

Hace poco le hacía una pregunta a Krisis, que ahora me gustaría dejar para que los lectores y comentaristas de la página la respondan: ¿Desde cuando la izquierda se cree la reencarnación del bien y de la verdad? Y ahora agrego otras: ¿Debemos aceptar que una tendencia política nos extorsione y chantajee? ¿Quién ungió a la izquierda? ¿Reivindicamos nuestro derecho a cuestionar todo, menos a la izquierda?, y si es así ¿por qué?

Si panfletonegro se define como una página anárquica y participativa, no veo por qué deba cerrarse a una tendencia, o porque debemos estigmatizar a un militante de cualquier idea, sea liberal, conservador, socialista, o capitalista.

Ahora bien, ¿te cansaste de esa vaina? Perfecto. ¿Te aburriste del eterno escurrimiento de bulto de ciertos intelectuales izquierdistas, comentaristas habituales de la página? Eso está bien, y si lo que decidiste es irte, pues adiós y suerte. Además, dices que te vas porque asumes tu ideología, y eso es más que respetable porque, te advierto, desde que te definas como liberal, te van a caer encima para decirte reaccionario, conservador, fascista, lepegasatumama, noquieresatushijos, insensiblesocial, odiasalospobres, niegastuorigen, antilatinoamericano, y demás. Es difícil no ser de izquierda en este continente que sigue babeándose por las cursilerías baratas de los mercenarios de la trova cubana, y la imagen del Che en las T-Shirt que todo jovencito progresista que se respete debe tener en su guardarropa.

Si te ladillaste de panfletonegro, pues chévere, chao. Panfletonegro no es Cuba, no tienes que montarte en una balsa y huir. Basta que no la visites, leas, ni comentes más. Incluso, puedes bloquear la página (creo que hay una forma de bloquear páginas en Firefox, no estoy seguro) y las cuentas de Twitter y Facebook, para así no verla ni por error.

Sólo te aclaro:

No hay mentira en el concepto de la página. Tu puedes libremente ser parte de ella, leyendo, comentando, o si prefieres, convirtiéndote en articulista. ¿Qué los artículos de Sergio son más leídos? Pues sí, y ese mérito es suyo.

Me extraña que un liberal como tú se queje de las polémicas que se arman en el blog y que aumentan las visitas. ¿Tu no dizque crees en la libre competencia, otro valor liberal? Aquí todos somos iguales, y si alguien quiere ponerse a competir en comentarios y visitas con Sergio, pues que lo haga; pero no se queje si sale perdiendo. Las visitas en PN puedes llamarlas la mano visible del mercado.

Yo no escribo para tener comentarios, ni para competir con nadie. Me sabe a ñoña cuantos comentarios tenga tal o cual firma de la página, si quisiera comentaristas abriría un foro sobre Justin Bieber. Yo sólo aprecio que lean mis textos, y si alguien quiere dejar un comentario y discutir conmigo, pues adelante.

En panfletonegro se respeta la libre expresión de las ideas como en ninguna otra página en Venezuela (y eso hay decirlo sin pajas). Es una página anárquica porque permite que cualquiera se exprese en ella, sin pasar por filtro alguno (excepto un breve registro en WordPress). Si la mayoría de los comentaristas y colaboradores son de izquierda, es porque los identificados con la derecha no vienen, o si vienen pronto se molestan porque alguien dice algo que no les gusta y se van. ¿La paradoja? En esa discusión (la última en la que participaste), creo que tanto tú, como el respetable colaborador de esta página, lenguaeniple, tenían buena parte de la razón y sus brillantes argumentaciones me resultaron más convincentes que las de Krisis.

¿Cuál guerra?, ¿cuál bando? Tu problema conmigo surgió porque dije que la foto de la morgue en la primera plana del nacional era una respuesta política a las infelices risas de Izarra en CNN, y sólo por eso dices que soy un “ni-ni”, que no me defino. Y te equivocas. Yo me definí mucho antes que tú, desde que compartía comentarios contigo en Blogacine te debe haber quedado clara mi posición. Por eso jamás le he pedido plata al CNAC, ni tampoco me he preocupado por inscribirme en el fucking concurso inéditos de monte ávila. Porque soy coherente con lo que pienso, no tengo doble rasero, ni soy complaciente. En aquellos tiempos tú eras un comentarista complaciente de Blogacine, decías que la crítica no aportaba nada, y hasta que no te importaba quién te financiara una película. Yo te contrarié varias veces.

Después, te arrechaste, dejaste el discurso complaciente, tú sabrás por qué, y ahora sales con que Blogacine es una página conceptualmente mentirosa. Vale decir que yo también me cansé de Blogacine, y por eso dejé de comentar ahí, porque me harté de que me borraran comentarios y me pidieran ser políticamente correcto. Aunque no he dejado de leer y compartir su material cuando me parece interesante; amén de que yo no soy mezquino como para negar el loable esfuerzo de Carlanga (a quien respeto) por tener un blog que más allá de que no comparta su política de comentarios, sigue siendo una referencia obligada en la red a la hora de saber sobre cine, especialmente venezolano.

Ahora tener una posición clara no me hace renunciar a mi capacidad crítica, eso es típico de los conversos, imbéciles y fanáticos. Reivindicar el derecho de El Nacional a expresarse libremente, no significa que aplauda todo lo que hacen, o que voy a ser un lector eunuco sin personalidad, incapaz de contrariar la línea del diario. Si para ti «definirse claramente» y «tener bolas» es ser un militante irreflexivo, pues para mí no lo es.

Pero en fin, tu eres libre de vivir con tus contradicciones, y yo con las mías. La libertad es en parte eso, aprender a convivir con la estupidez ajena, y aceptar que los demás tienen derecho a ser contradictorios y absurdos, si les da la gana.

Pero la mentira que realmente me motivó a escribir esta respuesta fue:

Por algo puse esta entrada nada más acá, y simplemente le dirigí un mensaje al Twitter de PN (que maneja JMS), porque es al único a quien siento le debía algún tipo de explicación, dado que es él la razón de mi salida de esa página.

Simplemente no puedo seguir colaborando para una página «participativa» que utiliza una cuenta en twitter para tildar de derecha y fascista a cualquier cosa que le parezca mala”.

Mira, Harold, no seas tú tan mentiroso y hablador de guevonadas. Yo no manejo la cuenta de Twitter, sólo tengo acceso a ella, y cuando puedo la uso. Y las veces que la usé en tú caso no fue para llamarte derechista y reaccionario, por el contrario: cuando un post tuyo salió en la página, pero no se publicó automáticamente en Tw y Fb, fui yo quién lo hizo manualmente. Del mismo modo, cuando un comentario tuyo no se publicó, porque alguien marcó tu mail como spam, fui yo quién lo buscó en la carpeta spam y lo puso al aire. Lo mismo pasó con otro comentario de un artículo de tu autoría que no podías comentar por la misma razón. Te escribí una vez diciéndote que si eso llegaba a ocurrirte otra vez me avisaras para usar mis privilegios de administrador y resolverlo, en el sentido de reivindicar tu derecho de participar libremente y en igualdad de condiciones en esta plataforma.

Así que no vengas a victimizarte y decir cosas que no son.

Admito que, en contadas ocasiones, yo varias veces he usado las expresiones “ultraderechista” y “facha” para referirme al chavismo. Y reconozco que en ese sentido me equivoqué, aunque, si te interesa, te confieso que varias veces lo he hecho con ánimo de provocar a algunos interlocutores del chavismo, a quienes precisamente les irrita que les digan así.

Pero no es mi política personal decirle derecha al chavismo, porque quién tiene ese mojón mental (como dices tú) de que Chávez es un derechista disfrazado no soy yo, son otros comentaristas de la página, autores de la mayoría de esos tweets que irresponsablemente me atribuyes.

Quién ayer te respondió por Twitter desde la cuenta de la página no soy yo. Yo jamás diría que «pudiste cambiar la página», tampoco me referiría a alguien como ultraderechista, sólo porque no esté de acuerdo con él. En fin, Harold, deja de mentir. Y deja el pique personal, yo no te he hecho un carajo a ti, chico.

De resto, la razón por la que PN te simpatizaba y ahora te deja de simpatizar, te las iba a cuestionar, pero no tengo derecho a hacerlo. Allá tú.

Saludos, malintensos.

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