Ciencia y sociedad (la ciencia y el chavismo)

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Esto lo escribí el 9 de marzo del 2008. Hace poco, hablando con un amigo sobre la situación de la ciencia en el país, me recordé que lo había escrito.

Desde ese momento hasta ahora, la situación en vez de cambiar, ha empeorado.

Y lo peor es que a nadie le interesa.

Quieren tener un país desarrollado, pero eso se logra con ID y eso lo hacen quienes se dedican a la ciencia. ¿Cómo lograr un país desarrollado sin investigación científica?

Lo lamento, eso no se puede.

Pero cuando se habla de los problemas del país, nadie lo nombra.

Vamos bien:

Esa falta de preocupación, esa indiferencia suicida, es lo que nos tiene sumidos en el hoyo. Se buscan modelos a seguir equivocados, el malandro, el político, el artista de moda, pero no a personas pensantes,  que resuelven problemas. Los modelos son el periodista, el analista político que aparece en la tv o el político, muerto o vivo, pero siempre mediocre. Empiezo con una frase magistral, de alguien que sí debería servir de modelo a los ciudadanos

Esto lo escribí hace unas tres semanas, no lo publiqué debido a que pensé que el tema no era relevante, y que a muy pocas personas le interesaría, ya que la ciencia no le interesa a casi nadie. Pero el discurso dado por por la Doctora San Blas en su aceptación en la academia de ciencias me impulso a publicarlo. Aquí se puede leer ese maravilloso discurso.

Aquí y aquí

Que termina de esta manera

Si esto llegara a ocurrir, sólo queda esperar que tales decisiones individuales no nos lleven más adelante a merecernos una condena colectiva similar (aunque, sin duda, en un contexto diferente) a la que el General Telford Taylor, en los juicios de Nuremberg, lanzó a los académicos alemanes, al increparles su falta de decisión para oponerse a la pseudo-ciencia nazi: “… Ellos son los hombres que fallaron absolutamente a su país y su profesión, que no mostraron coraje, ni sabiduría, ni vestigio alguno de carácter moral….”

Durante toda mi vida he tenido trato con científicos. Muchos de mis compañeros de infancia son científicos, e igual me sucedió durante el bachillerato, y toda mi vida profesional he tenido trato con ellos.

Por lo menos sé de qué hablo.

En la percepción del publico somos personas excéntricas, con gafas y que pasamos todo el día haciendo milagros. La confusión entre ciencia y tecnología, promocionada por los medios de comunicación, ha creado la percepción de que somos algo como el oráculo de Delfos.

Que poseemos la verdad.

Y cuando nos equivocamos somos unos pobres charlatanes.

Se podría pensar que el mínimo que se le pide a un hombre que se dedique a la ciencia es que sea razonable. Pero esto no siempre es cierto. Conozco a médicos que creen y utilizan la homeopatía. E incluso a una pareja de médicos que vive en margarita, que no solo utiliza la homeopatía, sino que tienen una niña de 12 o 13 años que jamás ha comido carne.

Otros creen en la astrología. A pesar de que uno de los requisitos para dedicarse a la ciencia es tener una inteligencia sobre el promedio, eso pareciera ser igual en todas las profesiones, pero en promedio, quienes se dedican a la ciencia tienen un promedio mayor que en otras profesiones (en las ciencias, se incluyen a los ingenieros y a los médicos), pero sobre todo, ser en extremo curioso.

Para triunfar en ese campo es necesario ser mono maniático (hay excepciones, como Feymann), pero sobre todo, persistencia, y pensar de una manera diferente, esto es tener pensamiento creativo.

Todo eso hace que el resto de la sociedad los vea como brujos, personas que, posiblemente, posean terribles secretos.

Hay científicos que se dedican a la tecnología, estos son los que hacen los milagros cotidianos posibles, lo que crean fármacos milagrosos y armas terribles.

Y esa doble función es la razón por la cual el resto de las personas se confunden, y por esa razón tratan de llevar ese talento a investigar las cosas que ellos consideran necesarias.

Los teóricos, los que en realidad crean el conocimiento, son los menos comprendidos, para la mayoría de las personas son unos inútiles. Pero muchas veces sus investigaciones tienen un profundo impacto en nuestras vidas. Un ejemplo es el de Polly Matzinger y su modelo del peligro. La cual ha llevado a la inmunología a nuevas fronteras, beneficiado a todos.

Pero muchas veces la sociedad representada por los políticos los desprecian y los ven como inútiles.

Eso está sucediendo en nuestro país, la ciencia básica es despreciada, una de las condiciones fundamentales para la investigación es la libertad de investigar lo que uno le apasione y tener una cierta estabilidad económica.

Ahora aquí solo se puede investigar lo que el gobierno considera prioritario, y esto es básicamente en aplicaciones  tecnológicas. Aquellos que no se pleguen son relegados, no consiguen fondos para continuar sus investigaciones. Como grupo, no tiene ningún respeto por la autoridad (como grupo, no todos) y mucho menos respeto a una autoridad.

Son la antítesis de los militares, entonces se le trata de controlar lo que piensen a través de presiones económicas. Algunos se doblegan, pensando que pueden sacar fondos para continuar sus investigaciones independientemente, otros debido a que piensan que es sólo por un tiempo, y que luego podrán seguir con su pasión. La mayoría se han ido del país, quedando, en su mayoría, los mediocres, los de segunda, los arribistas, los que creen en horóscopos, y los que en realidad no tienen creatividad.

Quieren convertir a los cientificos en soldados que tienen que investigar los que ellos quieran, o lo que consideren prioritario. Y lo hacen bajando los estándares del conocimiento. Piensan que casi cualquiera puede ser un científico, que puede cambiar la sociedad, y por esa razón se promueve a los científicos populares, los cuales tienen una formación apenas superior a la de un bachiller ¿Qué puede investigar una persona con ese nivel de conocimiento? Pero no es sólo ahí, es también en las universidades, se esta bajando los requisitos académicos a un nivel mediocre.

Y muchos de los que están entrando a la universidad no tienen el nivel mínimo requerido para hacer investigaciones de alto nivel, pero tampoco de bajo nivel.

Sino cosas rutinarias, algo como lo que hacía el ministro de energía cuando trabaja en INTEV, que no publicó nada original, bueno, tampoco nada rutinario.

Era una nulidad, que se encumbro debido a falta de escrúpulos, su mediocridad, pero sobre todo, por saber jalar, en eso sí mostró un talento fabuloso.

Mientras se cortan los fondos de la investigación básica, se llenan los bolsillos de los científicos populares, muchos de los cuales ni siquiera saben cuál es la integral de e. Pero a ellos sí le dan millones.

 

13 Comentarios

  1. «La mayoría se han ido del país, quedando en su mayormente los mediocres, los de segunda, los arribistas, los que creen en horóscopos, y los que en realidad no tienen creatividad.»

    Gracias xLuis, pero me gusta pensar que también estamos todavía acá los ilusos que queremos ayudar a impedir que nos terminemos de sumir en la barbarie (al menos entre mis compañeros hay gente brillante todavía)

  2. tranquilo Frank, yo aun no me considero tan mediocre y sigo aqui, hablo de manera general, de la mayoria de los que se estan quedado, y es que muchos (no todos) no los aceptan en las universidades del exterior. Y esto deberias de saberlo, a mi por lo menos (Hay que hacer autobombo) en el 2004 me querian en una universidad de canada, pero Mary se nego tajantemente, y despues de dos divorcios preferi que este no terminara de la misma manera.
    Puede que otros esten en situacion analoga a la mia, pero hablemos claro. son los de menos

  3. Jeje… sí, ese dato lo conozco, era jodiendo. Tengo mucho qué decir sobre esto, pero ahora voy de salida.

  4. Ahora sí. Mi experiencia es esta: Casi todas las personas que he conocido en este medio (bien como compañeros de clase o bien como profesores en algún momento) y que considero verdaderamente brillantes, están fuera del país.

    Hay algunas excepciones. Hablo de investigadores de primera línea, reconocidos en todo el mundo. Uno de ellos está constantemente viajando al extranjero, pero no ha abandonado definitivamente el país. Otros están a tiempo completo en Venezuela.

    En cuanto a mi entorno más inmediato, actualmente estoy en un departamento de ciencias duramente castigado por la fuga de cerebros (¿hay alguno que no lo haya sido?) que prácticamente quedó en las manos de los profesores nóveles y de los jubilados. Las generaciones intermedias simplemente ya no están (aunque alguno que otro queda). Los nóveles están (¿estamos?) llenos de idealismo y queremos hacer grandes cosas y de hecho hay al menos uno de mis compañeros a quien calificaría sin reservas como una persona brillante. Ninguno de nosotros ha hecho ningún esfuerzo por irse al extranjero, creo que justamente por idealismo y también porque las noticias de algunos emigrados no son alentadoras: muchos ex-compañeros de este y otros departamentos que pudiéramos llamar «talentos emergentes» simplemente van por la vida saltando de postdoc en postdoc y como que no les gusta mucho la vaina. Aunque he hablado con algunos y me han comentado que su idealismo tiene fecha de vencimiento (7 de octubre, si vuelve a ganar el Comediante en Jefe).

    Claro, estamos hablando de personas que son trabajadoras, constantes y con algo de talento. No al nivel de un Feynman o un Von Neumann, pero sí de gente competente.

    Y la integral de «e» es ‘ex+C’.

  5. Es exacto frank, tambien he hablado con muchos que estan en el extrajero, en USA, por ejemplo la competencia por el Grant es bestial, me extraña que no se cometan asesinatos. es una carrera de ratas, donde casi no tienes ara la reflexión profunda.
    eso de publicas o mueres, no es metafora. entonces publicas cualquier investigacion medio digerida, pensando qu en el futuro la profundizaras, pero el grant se acaba y tienes que buscar otra idea para presentarla y te olvidas de la anterior, ya que no hay tiempo, llegas a considerar que los que estan en Princenton son genios, debido a que ellos si tienen tiempo para pensar.
    Si muchos tambien se quieren regresar, por eso, para salir de esa carrera de ratas, todas buscando el mismo queso del grant.
    aqui por lo menos, puedes pensar con calma, desarrollar algo sin tanta presion.
    Y tambien tienen la misma fecha limite

  6. Sí, acá tienes tiempo para pensar, es verdad; pero también tenemos problemas no triviales que nos distraen del trabajo todos los días, por no mencionar el exceso de burocracia. Vivir en Caracas es muy jodido, no tiene uno la paz espiritual que requieren las ideas para arraigar y crecer, así que terminamos trabajando también medio a los coñazos pero por otras razones.

    Uno compara el socialismo bananero con el europeo: la UBV contra el Instituto Lomonosov, por decir, y lo que da es risa. Y bueno, tampoco es que el socialismo soviético fuera tan digno de encomio en el aspecto científico. Ahí tenemos el Lysenkoismo, nomás.

  7. Agregando a lo de la dictadura del grant, también está el componente mafioso para ingresar como investigador/profesor a una universidad o centro de investigación, donde no sólo importa tu talento sino los contactos que tengas adentro. Lamentablemente, como que la academia está regresando a un nivel similar al del siglo XIX, en donde podías dedicarte a la investigación básica sí y sólo si ya tenías plata en tus bolsillos.

  8. Ciertamente, XLuis, ha habido un serio retraso en el desarrollo científico y de investigación en Venezuela.
    Obviamente, esto no quiere decir que no haya gente capaz, inteligente y brillante (seguramente los hay también en la Universidad de Timbuctú o Burundí), pero sin apoyo estadal, no se puede llegar a nada en el conocimiento y el ámbito universitario.
    Ya cuando yo estaba estudiando, a principios del chavismo, el panorama era desolador. No sé cómo será en otras áreas, pero al menos en ciencias sociales, estábamos condenados a ser repetidores de conocimiento e información producidos en Europa y Estados Unidos. Los mejores profesores eran los que estaban enterados de qué se acababa de hacer en la Universidad de Chicago o Berlín, no los que investigaban, porque había muy pocos. En psicología, los investigadores estaban relegados a lo que se llama «validación»: tomas un experimento hecho con alemanes y lo «normalizas» con una población venezolana.
    Esto sólo empeoró. Los sueldos de hambre, la falta de recursos y el futuro espantoso que nos esperaba si hacíamos carrera en la UCV desalentó a muchos de los talentos de mi generación.
    De hecho, toda mi mención («Psicología Social») se jubiló en pleno; quedó una (o tal vez dos) de las profesoras «de la vieja escuela», quienes tenían doctorados en USA y Francia.
    Hoy por hoy, la falta de plantel es tanta que ponen a dar clases a muchachos de 7mo semestre a los de 1ro. Una vergüenza total.
    Así ha decaído la Psicología Social en Venezuela. No puedo hablar por lo demás, ese fue nuestro caso. Murió cristianamente, después de haber propuesto cosas interesantes en los 70 y 80 (con gente como Maritza Montero, por ejemplo), hoy no se publica.
    La responsabilidad del gobierno en este caso es flagrante. Los estrangularon, y todos se fueron.
    End-O-Story.
    Salud

  9. K-2 es cierto, eso se esta viendo muy seguido, no es practica habitual, pero se esta convirtiendo en una norma, eso pasa por los contactos que hiciste cuando eras estudiantes en ciertas universidades, que de por si se consideran elitistas, espero de verdad que eso cambie, lo primero es exponerlo a la luz publica, ya que no creo que los finacistas de las universidades vean esa practica con buenos ojos

  10. Vinz Desde el mandato de cladera la situación comenzó a deteriorase, no era correcto, pero la podiamos racionalizar debido a la baja de los ingresos petroleros, la alta inflación y otras cosas.
    Ya en ese momento muchos no quisieron racionalizar nada y comenzaron a irse, la diferencia de sueldos era bestial, incluso a brasil que en ese momento estaba buscando talento en todas partes, creo que la promoción incluía a dos morenazas con tangas si te ibas a trabajar alla. Muchos no lo pensaron, sin importarles el sueldo.
    Cuando comenzó el gobierno de chavez parecia que las cosas iban a cambiar, de verdad, muchos como yo, seguia racionalizando que los precios del petroleo eran muy bajo y toda la demas paja.
    Ya la industria nacional habia bajado la cantidad de investigaciones que pedia a las universidades.
    Cuando uno se quiere engañar, siempre consigue buenos argumentos.
    Al poco tiempo la investigación comenzó a detenerse, ya faltaba hasta lo mas basico, los precios del petroleo comenzaron a subir, pero ya el mal estaba estaba hecho y de todas manera las carencias aumentaban, en esa epoca la biblioteca del IVIC que traia todas las publicaciones, dejo de hacerlo. No habia dinero para comprar las revistas.
    Y mucho menos para hacer algo original, y se comezo a trabajar en eso, trabajos de validacion, por ahi escribi un post sobre uno que realice, que termino con un resultado inesperado.
    Y lo hicismo por simple ladilla, no habia dinero para equipo y reactivos, me imagino que eso afecto igual a todos los demas departamentos.
    Y con eso hemos llegado a la triste situacion que expones, de estudiantes dando clase a estudiantes
    Es de esa epoca de la que me hablas

  11. «la academia está regresando a un nivel similar al del siglo XIX, en donde podías dedicarte a la investigación básica sí y sólo si ya tenías plata en tus bolsillos».

    Conclusión similar a la que hemos llegado más de una vez hablando de esto con los amigos.

  12. «Hoy por hoy, la falta de plantel es tanta que ponen a dar clases a muchachos de 7mo semestre a los de 1ro.»

    Alarmante, por decir lo menos.

    «Obviamente, esto no quiere decir que no haya gente capaz, inteligente y brillante (seguramente los hay también en la Universidad de Timbuctú o Burundí), pero sin apoyo estadal, no se puede llegar a nada en el conocimiento y el ámbito universitario.»

    Algunas ciencias son mucho más baratas que otras, pero aún así es difícil.

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