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¿LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN TE DESPISTAN? OPRIME ON EN TU BOTÓN DE CONCIENCA.

Las tecnologías de información actuales parecen estar cobrando cada  vez mayor protagonismo en nuestras vidas. Ineludiblemente forman parte del proceso evolutivo  que han desarrollado las nuevas tecnologías que buscan ajustarse cada vez más a las interpretaciones de las necesidades humanas. La internet hace parte importante en ello, ya la tercera parte de la población mundial es internauta  y vemos cómo cada vez más los usuarios de la red se incrementan de una manera abismal  y en gran parte de las ocasiones, se convierten en seres más y más dependientes a los designios del mundo digital.

Cada vez que nos conectamos al internet, iniciamos un proceso de interacción (biológico-artificial) que se encuentra estrechamente relacionado entre la actividad que realiza nuestro cerebro y la casi infinita capacidad, que posee la red de datos que nos proporciona la web, para brindarnos alternativas dirigidas a satisfacer nuestras exigencias como usuarios. Mi intención no es presentar un refrito perverso de las implicaciones negativas y enfermedades que el internet puede generar en la condición humana, sino más bien trata de hacer ver las diferentes implicaciones y perspectivas (buenas y malas) que muchas veces se encuentran de fondo en el asunto y no se hacen tan perceptibles a nuestro criterio.

Nicolage Carr un estudioso y experto en temas de medios informáticos arguye la siguiente pregunta: ¿Qué está haciendo el internet con nuestras mentes? plantea que el internet está erosionando nuestras formas de pensamiento autónomas.

Para el autor el internet está diseñado bajo diversos patrones (beneficiosos y perjudiciales), que son el resultado final de las intenciones que poseen las grandes empresas digitales en tratar de desarrollar una inmensa red de información que unifique las actividades humanas con el uso de nuevas tecnologías. Los efectos negativos principalmente puede decirse que no son del todo deliberativos, sino que más bien se han generado colateralmente por nuestra dependencia a la red y a sus servicios de entretenimiento. A mayor dependencia, más dinero se meten a los bolsillos los grandes consorcios informáticos.

El pensamiento de Carr  es sencillo y consiste en que la red nos está convirtiendo en seres menos, contemplativos, reflexivos y abstractos pero nos hace más eficientes procesando información es decir: el efecto internet deja una secuela que transforma nuestra actividad neuronal que según él debilita nuestro pensamiento profundo llevando al propio cerebro a un proceso de adaptabilidad en el cuál perdemos capacidad de concentración para enfocarnos en nuestras actividades  ya que tenemos que lidiar con los constantes bombardeos distractores que la red nos ofrece.

Considero que puede manejarse una doble lógica. Una de carácter interno que se encuentra representada por las apreciaciones y acciones que manejamos de forma individual acerca del uso más racional y eficiente del internet; y otra de factor externo que se escapa de nuestras manos y que está representada por la influencia que genera la red en nuestro comportamiento en el mundo digital. Sin duda en todo momento que usamos el internet corremos el riesgo sino estamos consientes de ello de sumergirnos durante titánicas jornadas dentro de la actividad virtual, debido a los abundantes servicios y distracciones que la web pone a nuestra disposición como: las redes sociales, la pornografía, los juegos, los videos, las fotos, las descargas, páginas web, blogs, oportunidades laborales etc… Hay algo que si es muy cierto, que puede ser percibido con facilidad cada vez que ingresamos a la red. El internet incentiva la Multitarea esto trata, que en todas nuestras inmersiones en la red se nos incita a que realicemos diversas actividades al mismo tiempo. Abrimos nuestro correo electrónico, hacemos vida en las redes sociales (Facebook, Twitter, Rss), mientras paralelamente, escuchamos música, observamos fotos, realizamos descargas y leemos todo tipo de información digital. Con respecto a nuestra capacidad de lectura en la web Carr utiliza un concepto al que llama “Lectura Superficial”, consiste en que desarrollamos una inteligencia visual-espacial del entorno al cuál prestamos atención de forma breve, pero en cambio, se debilita nuestro procesamiento profundo debido al número de enlaces manejados, afectando nuestra capacidad de comprender por culpa de la sobrecarga cognitiva. Literalmente funcionamos como “Scanner a escala humana” ya que visualizamos la información pero no estamos en capacidad de comprenderla.

“Los neurólogos sostienen que todas las actividades mentales influyen a un nivel biológico en el cerebro; es decir, en el establecimiento de las conexiones neuronales, la compleja red eléctrica en la que se forman los pensamientos. «El cerebro evolucionó para encontrar pautas. Si la información se presenta en una forma determinada, el cerebro aprenderá esa estructura», detalla desde Londres Beau Lotto, profesor de neurociencia en el University College de Londres. Y añade una precisión: «Luego habría que ver si el cerebro aplica esa estructura en el modo de comportarse frente a otras circunstancias; no tiene por qué ser así necesariamente, pero es perfectamente posible». (Citado de www.elpaís.com/ Internet cambia la forma de leer… ¿y de pensar?)

En el caso particular del internet como alternativa tecnológica para desarrollar conocimiento, pueden generarse diversos criterios. Es innegable decir que a través del internet no se proporcionan herramientas útiles para mejorar las capacidades del conocimiento y el abordaje a la información. Pero sí creo que debemos tener sumo cuidado es en la capacidad que tiene el internet para hacernos perder la concentración. Empresas como “Google o Yahoo!” operan a través de los “Snippets” (pequeños fragmentos de información), monetariamente ya como lo dije, a éstas empresas no les interesa que permanezcamos horas navegando en las mismas páginas ya que con ello pierden valiosas cantidades de información que les enviamos cada vez que pinchamos enlaces, publicidades o algún servicio en la red. También existe otra herramienta operativa de pensamiento artificial que utilizan estas empresas denominada “Terabytes de datos de conducta”, la estrategia consiste en saber qué tipo de información consumes cuando ingresas a la red un ejemplo evidente lo pueden encontrar cada vez que utilicen sus navegadores y buscadores de preferencia, si ponen cuidado cada vez que ingresan datos en las casillas de búsqueda el sistema operativo te presenta por sí solo posibles alternativas sobre las que pinchar, claro ajustando las posibilidades a nuestros gustos y necesidades.

Una de las particularidades del pensamiento profundo consiste en que necesitamos tiempo para desarrollarlo y reflexionarlo, un ejemplo claro, se manifiesta cuando leemos un libro; si en realidad estamos en la capacidad de comprender lo que leemos podemos llevar a cabo un proceso de transformación del conocimiento para ajustarlo a nuestro pensamiento, por supuesto, se amerita de tiempo constancia y concentración en el texto para poder lograrlo; a diferencia de la información de la web resulta muy difícil pero no imposible, que desarrollemos el mismo nivel de concentración sobre textos digitales extensos y complejos, además, si le agregamos todos los elementos distractores antes mencionados se imposibilita en muchas ocasiones que generemos atención sobre un solo tópico ya que desarrollamos un tipo de lectura rápida y horizontal en dónde tratamos de extraer las ideas principales y desarrollar en base a ello conocimiento intuitivo(estamos generando nuevas formas de lectura y pensamiento).

Según los estudios del pensamiento una de las formas más eficientes para desarrollar  memoria a  largo plazo; consiste en la relajación y la concentración. Si razonamos esto es posible que la actividad cerebral y la disposición individual dentro de la red se tornen disfuncionales (mostrando en muchas ocasiones pereza e incapacidad de razonamiento).

Conclusiones…

Las posibilidades que ofrece la web respecto a la capacidad que tiene para sintetizar el conocimiento a velocidades tremendamente rápidas y accesibles, puede jugarnos en contra si en realidad no permanecemos consientes de cómo debemos darle correcto uso.

Tememos la labor como usuarios de ser consientes de cómo manejamos nuestras vidas dentro del mundo cibernético, en realidad comparto muchas ideas de Carr sobre cómo funciona nuestro cerebro y la capacidad que tiene el mismo de adaptarse a las tecnologías. Por ejemplo la introducción de las calculadoras dentro de los procesos cognitivos matemáticos, han creado una dependencia enorme de la actividad humana hacia ese tipo de herramientas, que sin pretensión alguna de rayar en exageraciones pueden ver cómo hoy en día se utiliza la calculadora para resolver procedimientos aritméticos, que el cerebro por sí solo podría darles respuesta con facilidad,  generando una aptitud del humano que se traduce en falta de voluntad por generar pensamiento propio.

Lo teléfonos móviles son otro ejemplo, cada vez poseen mayores beneficios y mejoras pero con ello conllevan mayores elementos distractores. Además de eso permitimos que estos aparaticos, debido a sus comodidades, nos saquen de muchos embrollos intelectuales que terminan mermando nuestras capacidades humanas ya que creamos costumbre a la dependencia de la maquina y nos vamos deshumanizando poco a poco.

Este tipo de problemáticas pueden ser alimentadas por influencias de índole cultural como biológica, pero indistintamente de su causa, es pertinente que deban generarse estrategias, que eduquen e incentiven a los jóvenes, niños y adultos a insertarse dentro de prácticas más eficientes y racionales para el provecho humano, tal vez una política seria de Estado dirigida a fomentar estos espacios tecnológicos con valores y principios a las familias e instituciones educativas, contribuyan a que las personas protejan a sus hijos sobre las formas y tipos de caminos que existen dentro del complejo mundo del internet. Debido a que muchas veces la desinformación, el ocio, la publicidad negativa que se nos induce, contribuye a generar prácticas erradas con respecto al uso del internet.

Sin duda las tecnología de la información no son  entes aislados, ya que hasta el más reacio a utilizarlas, en algún momento necesitará de ellas. Como elementos individuales podemos crear diferencia con un uso más razonable, tal vez como colectivo no sea tan fácil decirlo. Siendo lo más optimista posible tal como lo expresa «Ray Kurzwel» si el proceso expansivo de las tecnologías sigue creciendo a rangos exponenciales es factible que en vez de efectos negativos se genere la «Singularidad» que refiere a la capacidad de fusionar la inteligencia humana con la inteligencia artificial haciendo complementario en un sólo cuerpo la capacidad biológica y tecnológica. ¿ Aceptaríamos abandonar lo humano ?…

Una humanidad consciente de los pasos en su tiempo; puede ser la única alternativa de la cual dispongamos si pretendemos abrazar un futuro del que no poseemos certeza.

 

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