El Rito:El Exilio de Hannibal Lecter en Roma

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No le pienso dedicar una crítica sesuda a «El Rito».
Sencillamente no se lo merece por banal,repetitiva,maniquea,reaccionaria,moralista,burocrática y pare usted de sufrir.Desde el protagonista hasta Hopkins,todos parecen poseídos por el espíritu maligno de la sobreactuación y el director se los permite con la total conciencia del caso.
Del reparto solo se salva Rutger Hauer,el replicante de «Blade Runner».Por su parte,el Doctor Lecter sigue haciendo de él mismo,pero el papel ya no sorprende,después de quince secuelas.
Tampoco el guión derivado de cien mil versiones pasadas por agua bendita de «El Exorcista»,aunque sin el ingenio del satánico William Peter Blatty,impreso en el libreto.
También extrañamos al Dios del género detrás de cámara,William Friedkin.Su lugar lo usurpa el sueco Mikael Håfström,un pastorcillo de pocas luces en estado de crisis,como su película pirata,debatida entre el cielo y el averno,para al final quedar bien con ambos,a las puertas del paraíso de la redención.
En descargo del mercenario,rescatamos sus imágenes góticas inspiradas en los video clips apocalípticos de Floria Sigismondi,Mark Romanek,Zack Snider y Chris Cunningham.
Falta de originalidad en ralenti,sobrecargada de una fauna fantástica medio kistch,donde ranas y mulas buscan asustar al respetable,a base de trucos agotados(ojos rojos,estruendos sonoros).
El desenlace resulta predecible,efectista,sonrojante y monocorde.El mal pierde,el antihéroe se gana sus alas en la batalla con el demonio y colorín colorado.
Otro retroceso neoclásico en la tendencia de las posesiones infernales ante el avance de «Exorcismo de Emily Rose»,»Actividad Paranormal» y «The Last Exorcism»,tres deconstrucciones del fenómeno.»El Rito» vendría ser su respuesta más ortodoxa y menos creativa.
Film lleno de lugares comunes freudianos y edípicos,cuyo mensaje sirve de cruzada para las guerras binarias del tercer milenio.
Confrontación solemne satirizada y caricaturizada en su momento por Leslie Nielsen en «Repossessed»,con la propia Linda Blair.En algún sitio del universo,el loco del pelo blanco debe andar muerto de la risa con el disparate de «El Rito».Ni el señor de «El Silencio de los Inocentes» se la toma muy en serio.El epílogo lo ilustra,cuando insulta a diestra y siniestra a la manera de Charlie Sheen al resto de sus compañeros de reparto.Allí sale a flote su inconsciente reprimido.
Por desgracia,no se trata de un pieza autoparódica del Post Imperio.De hecho,»El Rito» es «bipolar»,no «bi-winning».
Hollywood continúa aferrado a un estructura anclada en el pasado.
No entiende al público de ahora.
Con ladrillos así,cava la fosa de su ruina y pierde credibilidad.
Fuera de «El Rito»,la realidad es distinta.
Basta con navegar por internet y descubrir la naturaleza de su mentira esencial.
Es el retorno de la épica inquisidora y oscurantista,para tapar y encubrir deudas pendientes,escándalos contemporáneos.
Lo mejor:las secuencias del inicio en la «funeral home».El personaje principal sufre el trauma de vivir y crecer en una casa de muertos,de la cual quiere escapar a toda costa.Lo siniestro subyace al fondo de su familia disfuncional,comandada por un patriarca frío y deshumanizado,quien se dedica a practicar el oficio de maquillista de cadáveres.El cliché todavía funciona a pesar del parentesco con las series de HBO y Sony.En paralelo,el contexto recoge la depauperación económica de la época,a través de encuadres expresionistas con grano verité.Por defecto,jamás se profundiza en el asunto.Es apenas un decorado lejano.
Lo peor:la presencia de una periodista en el casting,a objeto de legitimar la verdad de la historia de ficción,registrada por el lente subjetivo.
Manipulación documental desde la perspectiva de un Wikileaks purificado e institucional.
Último comentario latente y conservador del argumento:el terror anida en el cuerpo del extranjero,de las mujeres y los viejos.
En resumen,Belcebú fija su residencia en Europa y la joven américa debe viajar hasta Roma para conjurarlo.
Volvemos al período xenofóbico de la depresión,cuando las taras de adentro se ocultaban por medio de la glorificación de las amenazas foráneas reconvertidas en chivos expiatorios y cortinas de humo de la debacle social.
Ni hablar de la chica italiana violada por el padre y su mamá muda(interpretada por una desaprovechada Maria Grazia Cucinotta,la bomba sexy de «Il Postino»).
Artificio contorsionista condenado a morderse la cola,a abortar.

1 Comentario

  1. La vi en dvd pirata, y si es más de lo mismo, guerra entre curas y diablos, el bien contra el mal enfocado desde el punto de vista católico, apostólico y romano que desde mi punto de vista quieren imprimir una imagen muy simple y desviada de quien realmente es el demonio o los demonios, ya que argumentan que un cura católico escéptico e incrédulo en una última instancia tiene el poder para vencer semejante ser malvado, algo que por cierto se vio en el exorcista en el personaje de damian karras. En fin aburrida, floja, trillada como ella sola tal como la comenta nuestro amigo Sergio.

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