la ley de inmigración en Arizona y el diálogo democrático

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Mucha tinta virtual ha corrido en esto de la nueva ley antiinmigración en Arizona. El ala más reaccionaria, retrógrada y proto-racista de la derecha norteamericana ha mostrado su asqueroso rostro. Pero me pregunto de qué sirve la cayapa masiva, la insultadera a los gringos y las reacciones primarias que, desde esta trinchera, parecen oscurecer la lógica inherente al proceso democrático.

Me explico. Primero, como sé que muchos que leen esto lo hacen con el bagaje de la educación dicotómica, blanco o negro, que no acepta grises, inherente a ciertos países que no voy a nombrar, aclaro que la ley me parece una aberración.

Pero veamos las cosas en perspectiva: ¿Quién propone la ley? ¿Es la mayoría norteamericana la que propone vigilar a los inmigrantes ilegales con microchips? ¿Podemos hablar de un consenso al proponer detener personas por su físico (racial profiling)?

Observemos la otra cara de la moneda: San Francisco propone boicotear al estado de Arizona, muchos ciudadanos cancelan sus vacaciones allá y el Ejecutivo parece estar dispuesto a actuar para vetar la ley.

No me extraña entonces -simplemente porque ya no creo en nada-, que las mentes reduccionistas se limiten al insulto: malditos gringos, son unos racistas de mierda. Es decir, ante la afirmación generalizadora, «malditos mexicanos, son todos narcos«, se responde, «fucking gringos«.

Ahora bien, que lance la primera piedra aquél que viva en un país exento de hijosdeputa racistas, xenófobos, homófobos, misóginos y demás. Entonces, ¿cuál es la pantomima? Sí, en los USA hay una minoría odiosa que propone meter inmigrantes en campos de concentración. ¿Acaso en tu país no hay unos locos proponiendo que la homosexualidad es una desviación producto de comer mucho pollo? ¿O que los colombianos/peruanos/venezolanos/rellenelespacio son «todos» unos ladrones, holgazanes irresponsables?

Le he dicho y no me cansaré de repetirlo: la libertad de expresión significa estar en contacto y confrontar los discursos más detestables que existen (para nosotros). Yo combatiré la asociación NAMBLA, por ejemplo, que intenta legalizar la pedofilia (y de la cual gente notoria como Allen Ginsberg fue militante) de manera contundente, argumentada y justificada, hasta que me prueben que estoy equivocado. Pero no me opongo a NAMBLA invocando a Dios o simplemente diciendo que el Estado lo prohibe. Me opongo porque creo que tengo razón al afirmar que la pedofilia es una aberración y que mis argumentos tienen más sentido que los de ellos.

Por ello, lo que veo acá es una sociedad sin complejos, que no teme afrontar las proposiciones más racistas que puedan existir. No veo una sociedad hipócrita que niega la existencia del racismo entre sus habitantes.

Creerse moralmente superior o crear despropósitos como la «identidad francesa» es avanzar el mismo discurso facho pero de manera encubierta. Igualmente, rayar a todos los norteamericanos, desde Marc Twain hasta Obama, de racistas, es operar la misma generalización que llevó al estado de Arizona a proponer el esperpento legal.

No hay discursos intocables en la polis. La democracia y la libertad de expresión son principios que se ejercen, no que se garantizan de manera inamovible.

No les quepa la menor duda: si la ley es aprobada, seré el primero en denunciarla como un grave retroceso en la democracia de los Estados Unidos. Pero no es porque haya locos disociados como el populista Dan Fanelli diciendo que todos los mexicanos son ladrones, que debemos renunciar al proceso democrático.

Claro que existe gente racista, en todos lados los hay. Pero la pelea hay que darla ahora, en el marco de la discusión democrática, para entender cuáles son los valores que motorizan nuestra sociedad. No es manteniendo la fachada de que el racismo es tabú y no existe, que lograremos detener el avance de este tipo de ideas, más bien eso las refuerza y les da el atractivo de lo prohibido.

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Barman, guía turístico, sirviente y amo de casa, traductor, profesor de lenguas, niñero, encuestador en la calle, extra de películas, vigilante nocturno, obrero de mudanzas, editor de películas, músico de Metro; eso hasta ahora. Aparte de sus incursiones en el mundo laboral, escribió y publicó novelas (https://www.panfletonegro.com/v/2010/11/22/yo-mate-a-simon-bolivar/), colaboró con periódicos y revistas electrónicas y participó en debates y mesas redondas. Hoy en día, colabora con oscuros y desconocidos artistas de todo tipo y añora realizar su sueño, ser dueño de un circo. Por las noches lleva a cabo audiciones para el puesto de “tragadora de espadas” con mujeres de todo tipo. Jamás ha practicado patinaje artístico.

7 Comentarios

  1. La discriminacion contra los latinos no es nueva, yo la sufri cuando estuve alla, me decian cariñosamente Dirty Mex, y vivia en la capital. Otros te aplicaban un racismo al reves, y te trataban mejor que a sus propios amigos de años, para demostrar que eran liberales.Pero era racismo, preferia a quienes me decian sucio mexicano.
    lo de arizona es muuy complejo, ya que el crimen y los secuestros,como subproducto del narcotrafico estaba convirtiendo a ese estado en una caracas mas. Muchas personas decentes,que fueron victima de esa violencia o temen por ser victima quieren una solucion. Cualquiera. El gobernador le vendio la ide que eran los mexicanos, y por eso el 70% de las personas de ese estado apoyan esa ley.
    Aqui en caracas si nos dicen que la violencia, los robos y asesinatos son causados por los chinos,pasaria algo igual, con tal que no nos maten apoyariamos una ley contra los chinos, por una gran mayoria, a pesar que la mayoria no sea racista.
    Lo malo de esa ley es que promovera el racismo contra los latinos, ya latente en muchos norteamericanos. En vez de buscar maneras mas efectiva de luchar contra el narcotrafico y sus secuelas, es mas facil tener un cabeza de turco, para que las personas crean que estan haciendo algo efectivo contra el crimen.
    Claro que sera un fracaso y, muchos mexicanos sufriran las consecuencias. Al final creara mas problemas que soluciones.
    Pero la gente de Arizona tiene miedo y el miedo nos convierte en irrazonables

  2. Lo que sucede en USA es el hecho que cualquier congresista o abogado puede introducir una solicitud para que pasen una ley y bueno, cuando eso pasa en uno de esos estados redneck cosas malas pasan.

    El racismo existe, ya que coño de madre, no hay nada que hacer, a nosotros se nos hace juego llamarnos negros, catires y chino, cuando no somos de raza pura, somos mestizos y por eso nunca había calado una actitud racista hasta que llego la TV y el afán de seguir las directrices mediáticas estadounidense, o no se han dado cuenta que todos los noticieros, telenovelas y programas de «entretenimiento» solo enrolan en su nomina a personas de ascendencia caucásica, y reto aquí a cualquiera a que lo niegue.

    En estados unidos, un pais donde viven psicotizados por el hecho que un Big Brother los está espiando, y que el vecino es medio comunista, y la cachifa mexicana creo que me está tumbando porque me faltan unos pantalones, todos estan a la defensiva, si eres distinto eres malo.

    Como dice la cancion de Blades; «Diciendo a su hijo de cinco años
    No juegues con niños de color extraño», pero esa conducta tan panchera del gobierno estadounidense, (y digo panchera porque es la unica palabra que cabe para describir semejante actitud, al intentar pasar una ley para rastrear mexicanos con chips y parar a cualquiera que tenga pantalones de caqui, franelilla blanca y en
    una bicicleta low rider.

    Pienso que los prejuicios siempre existirán porque es mas fácil odiar que investigar y asimilar, llevarse bien es tan difícil que parece que nos es contra natura. Yo aunque muy light en el comentario de verdad solo espero que esta gente recapacite sobre la dirección en la que están llevando a sus habitantes y sus países vecinos.

  3. Claro, el hecho de que la ley se proponga ya es sintomático de un mal mayor y muestra la forma en la que se ha manejado la comunicación en Arizona con los casos de desborde de la violencia ligada al tráfico.
    Pero lo que me parece más sano es enfrentar estos prejuicios racistas, combatirlos y derrotarlos en el terreno democrático, que hacerse el loco y decir que no existen en nuestros países. Es decir, yo no vi a los que acusan a los gringos de «racistas» (todos, no nada más la ultraderecha de Arizona) quejándose cuando aparecieron pancartas en las manifestaciones de un país innombrable que decían «inmigrantes de mierda, devuélvanse a sus países», pancartas dirigidas, de lo más racista primario, a culquiera que pareciera hijo de Portugués o Italiano. Ah, pero allí no dijeron nada; y ahora que los gringos tienen el mismo problema salimos a cricificarlos… Hipocresía, gente, de eso se trata, y de no entender que la libertad de expresión es algo en movimiento eterno, que jamás debe ser petrificada.
    Saludos

  4. Krisis,

    Comparto tus puntos en que censurando las ideas (cualquiera que sean) es lo peor. Tomando en cuenta que soy una persona que evita los matices grises.

    Con respecto a la ley antiinmigracion, es una ley antagonica a los EUA, pues es un pais de inmigrantes, es decir estan atacando la esencia de la fundacion de su pais.

    Dicho lo anterior, la emigracion es voluntaria, afortunadamente muchos latinos an Arizona comenzaron a hacer lo propio y emigran hacia otros estados que si los aceptaran. Luego se veran realmente los efectos en Arizona de semejante ley.

    En fin, en mi vision del asunto, atacar a los inmigrantes en los EUA no es la manera de resolver el problema.

    Saludos.

  5. No estoy a favor de la ley anti-inmigración del estado de Arizona, pero seria bien absurdo que un venezolano proteste por esa ley cuando en Venezuela suceden cosas iguales o peores, aquí no existe ninguna ley que diga que la policía te puede parar para pedirte y hasta quitarte la cédula. En Venezuela todos somos sospechosos de algo, a mi me han parado por llevar el cabello largo (cuando lo tenia), por andar vestido de negro, me han bajado del carro para ver si no es robado, a mi mamá y a mi hermano los apuntaron con pistolas unos metropolitanos por estar mal estacionados, así que seria bien hipócrita si protesto por lo que pasa en Arizona y no protesto por lo que pasa aquí.

  6. @Daniel

    Eso en estados unidos tambien sucede, y se ve reflejado en el abuso de la fuerza policial, se ve cuando detienen un auto porque un afroamericano es el que lo maneja, y como es una Escalade seguro es robada.

    Pasa mucho en los estados tradicionalistas y derechistas de estados unidos, en los estados como Texas, Missouri y Alabama, lo que pasa es que a nosotros solo nos venden la imagen pop, el Hollywood, Malibú, y The OC.

    Aqui creo que el problema es un poco distinto, alla en estados unidos primero odian y despues atacan, o sea, debe existir el prejuicio porque si no no se motivan a abusar del poder, en cambio aqui lo primero que sienten es el deseo de joder a la gente, patrullando a las 11pm cayendose a pases matraqueando gente.

    A mi me vienen parando desde siempre por mi color, por mi estilo de vestir, por dejarme crecer una barba y raparme el cabello, equis, pero siempre, siempre lo he mal tripeado por saber que lamentablemente tengo que convivir con ese tipo de personas dentro de la sociedad, y pensar que son quienes (como dicen los estadounidenses casualmennte) estan ahi para «Servir y Proteger».

  7. Sí, obviamente en todos los países existen prejuicios y racistas. La pregunta es, qué herramientas tiene el ciudadano común para defenderse de la discriminación. En los USA parece haber más poder entre las manos de los ciudadanos; un policía o funcionario público acusado de «bigotry» y/o racismo puede terminar en la cárcel, sin hablar del repudio social (en ciertos estados).
    Yo jamás he escuchado de juicios en Venezuela a policías por discriminación y racismo. Igualmente, el día que las mujeres de Venezuela cuenten con un marco legal para combatir el acoso sexual en el trabajo, habremos avanzado.
    Pero me parece hipócrita que un gobierno que no dice absolutamente nada cuando aparecen pancartas en sus manifestaciones que dicen, «inmigrantes de mierda, váyanse a su país», ahora le grite con toda su fuerza a los gringos porque utilizarán medios legales y democráticos para detener el despropósito jurídico. Acá estamos a años luz de siquiera contar con espacios públicos para hablar sobre discriminación y racismo.
    Saludos

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