Un Profeta:Visiones Goyescas del Presente y el Futuro

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Uno de los diez mejores títulos del 2010,a pesar de sus tres defectos:una duración excesiva(algo redundante),un argumento predecible y una moraleja ambigua, cuyo mensaje refuerza viejos prejuicios xenofóbicos de la derecha, mientras busca identificarse con el consenso progresista de la izquierda dividina,al denunciar el grado de miseria y exclusión de las minorías étnicas recluidas por el estado Francés.
En cualquiera de ambos casos, la película resulta trascendente por su brutal enfoque estético, donde las clásicas técnicas del cinéma verité se combinan con los nuevos procedimientos de rodaje documental, para proyectar una puesta en escena, entre cálida y fría, entre el cruce de la ficción y la no ficción.
El trabajo de dirección es no sólo impecable sino superlativo, porque resume y encierra todas las paradojas del fenómeno audiovisual en la era contemporánea, cuando la imagen en movimiento puede alcanzar diversos grados de textura, lectura y dimensión conceptual al mismo tiempo.
Por un lado, la cámara asume la óptica de un instrumento quirúrgico, para captar el indetenible proceso de decadencia y degradación de los cuerpos en estado de confinamiento, como una obvia metáfora de la corrupción general del contexto, cuya estructura es, en paralelo, una alegoría o una representación simbólica de la República y del país, con sus conflictos de poder.
Por el otro, el lente nervioso registra la deriva y la perdición de los personajes, de manera hiperrealista y surrealista.
El plano objetivo de la obra, se propone desnudar la crudeza de la hiperviolencia en un entorno deshumanizado, al despojarla de coartadas, justificaciones y glorificaciones formalistas.
En «Un Profeta», la violencia es moneda corriente, existe, carece del glamour de un combate de Hollywood, y molesta tanto a la vista como la contemplación de un plano secuencia extraído de la filmografía de Gaspar Noé, quien por lo visto es superado y normalizado por su compatriota, Jaques Audiard.
Ya pasó la época de “Irreversible”, cuando su proyección escandalizó al Festival de Cannes. Ahora en el mismo certamen, «Un Profeta» sobrecarga las tintas de la sangre fácil, y nadie parece ofenderse por ello. Únicamente, las típicas doñitas esnobistas y consumidoras de la programación de El Trasnocho Cultural. Ayer fuimos a verla allí y sonreímos ante la estampida de damas y señores bienpensantes, horrorizados y sorprendidos por el sello gore del autor. Nada nuevo en él, por cierto, ni diferente a lo planteado en el pasado por obras maestras como «Taxi Driver». Recuerden su hemoglobínico desenlace, de bajos fondos, al estilo explícito de «Un Profeta». Por no citar palabras mayores dentro del género de terror.
Sea como sea, ya es hora de ir superando el complejito y el tabú con la representación de la violencia en la pantalla.Mucha tinta roja corrió y corre debajo del molino del cine, como para seguir con el juego de la hipocresía y la autocensura.
Si quieren un largometraje antiséptico y edulcorado, pues les tengo malas noticias, amigos y cinéfilos en búsqueda de la próxima «Amelie». De hecho, «Un Profeta» viene a ser la cara inversa o el reflejo opuesto del espejo idealizado de «París,Te Amo».Por ende,quedan advertidos.
Por supuesto, la alerta anterior, no exime a la cinta de ser una pieza de altísima calidad, complejidad y densidad. No en balde, arroja una lectura bien profunda de la situación penitenciaria y social de los inmigrantes en la cuna ilustrada del continente europeo. «Un Profeta» evidencia las costuras de la plataforma institucional de la nación, al abandonar a sus marginados a su mala suerte.
El subtexto del guión exterioriza el fracaso de los valores democráticos de la revolución francesa, en cuanto los protagonistas son el ejemplo de la ineficacia del sistema carcerlario,en su empeño por reformar y regenerar a sus víctimas y victimarios.
De principio a fin, los mafiosos y ladrones de medio pelo de «Un Profeta», llevan su condena encima y lucen desamparados para redimirse por fuera del círculo vicioso del crimen.
En tal sentido, se identifica un obvio parentesco con la tesis de «Gomorra», el equivalente italiano de «Un Profeta». A su modo, las dos brindan testimonio del fiasco de las políticas implementadas por los respectivos mandatarios de ambos países. Las películas hablan del impacto de la corrupción, de la depresión económica y del modelo darwinista del sálvense quien pueda.Los pilares de la nueva gestión conservadora de Francia e Italia.
El argumento arranca con el ingreso de un joven criminal sentenciado a una pena leve de seis años de prisión en un cárcel, donde reina el orden despótico de una mafia de corsos aliados a la burocracia oficial.
La regencia del lugar corre por cuenta de un arquetípico Napoleón encargado de gobernar el recinto con puño de hierro. Aquí resurge y renace el sintomático argumento universal del Tirano enfrentado a su mártir o sucesor. Tema de carácter mefistofélico, faústico y shekespereano anteriormente desarrollado por realizadores como Kurosawa, Polansky,Copolla,Welles,Ea

stwood y Scorsese. Específicamente en títulos como «Los Infiltrados», «Apocalipsis Now», «Trono de Sangre» y las diversas derivaciones del texto original de Macbeth.
En consecuencia, nos reencontramos con la épica y edípica batalla de sucesión dinástica, donde el pupilo crece lleno de rencores y odios hacia su figura protectora y paternal, hasta derrotarla por venganza en la conclusión del relato,para removerla de su trono.
Por tanto, volvemos a descubrir una brillante reflexión sobre el devenir cíclico de la trama del poder totalitario, ejercido con talante personalista. Así, es lógico aprovechar y recuperar el guión de «Un Profeta», para usarlo como referencia en la comprensión de nuestros sistemas de opresión y represión posmodernos, signados por el estalinismo,el tráfico de influencias, la corrupción y el centralismo. Guste o no,cualquier similitud con los Ave César de hoy en día y por ahora, no es mera coincidencia.
Como inconveniente, la película tiene el problema de querer reducir el problema al nivel de una previsible guerra de clanes, entre mafias de seres discriminados. Por ende, la denuncia de fondo corre el riesgo de diluirse, al extremo de servir como una excusa para alimentar el encasillamiento de las razas representadas en el film: los corsos y los árabes. A «Un Profeta» le cuesta marcar distancia de la empobrecida caricatura antimusulmana, de fundamentalistas y extremistas armados hasta los dientes. Sin querer queriendo, la película puede utilizarse para justificar la política de cero tolerancia de Zarkozy.
Por fortuna, el director hace el esfuerzo de profundizar en sus personajes, y de explicar el por qué de sus móviles. Incluso, llega al borde de humanizar poéticamente a sus criaturas, a través de un conjunto de hermosas, melancólicas y emotivas imágenes oníricas, orquestadas para proyectar los sueños y las pesadillas del protagonista, siempre acompañado y escoltado por el alma en pena de una de sus víctimas. Con ella mantiene un guiño de complicidad y de ironía con el espectador, sustentado en el humor negro y en los resortes del teatro del absurdo.
A fin de cuentas, «Un Profeta» también admite ser interpretada como una larga y aterradora alucinación, en donde un hombre aprende a madurar a base de golpes,traumas y desviaciones de la norma. Por eso, él aspira a la libertad truncada de un cervatillo salvaje a campo traviesa, pero se sabe preso de un sistema sin salida.De ahí la dualidad del desenlace cuando finalmente se sobrepone a su mentor, cara a cara, aunque en el conocimiento de repetir su ciclo de ascenso y descenso, tarde o temprano.Remember «La Caída».El poder mata y es efímero. Como en el “Gatopardo” y en “El Pez que Fuma”, todo cambia para que nada cambie.
Allí reside la lección del profeta: en el hecho de aprender a pronosticar, a futuro, su propia ruina. Ojalá asimilemos pronto su enseñanza, para no continuar replicándola.
Por último, recomendamos su visionado porque contiene algunas de las imágenes más originales, creativas y sombrías del séptimo arte de origen Francés, en los años recientes.
Naturalmente, se nota la inspiración en la obra del realizador experimental, Philippe Grandrieux, cuyas incómodas y sugerentes atmósferas lynchianas, con planos desenfocados, consiguen una satisfactoria traslación y respuesta en «Un Profeta», una película inteligente de un mainstream capaz de absorber lo mejor de la vanguardia, para apostar por derroteros insospechados por la industria gala.
Mis respetos para su director,Jaques Audiard( a la zaga de su colega británico Steve McQueen en «Hunger». Por lo visto, el drama carcelario se afianza en Europa como todo un subgénero metafísico y de protesta).

4 Comentarios

  1. Bueno sergio, espero que la pelicula sea tan buena como dices, ya que mary leyo esta critica y me quiere llevar a verla (a mi me parecio una orden) mañana podre decirte como me parecio.
    Y otra cosa, hoy salio en en la pagina de CNN una lista de las «muy peores» peliculas de todos los tiempos» basadas en remakes de otras mas famosas, la lista me parecio bastante acertada, aunque estoy seguro que tu debes conocer otras.
    El articulo lo puedes leer aqui; http://edition.cnn.com/2010/SHOWBIZ/Movies/04/29/worst.movie.remakes/index.html?hpt=C2

  2. Gracias por el dato,Xluis.Espero que les guste la película.Un abrazo.Aguardo también por tu crítica por aquí.

  3. Si alguien dice que le gusto la pelicula, salgo corriendo. no valla a ser que me degolle. En si la pelicula es excelente, extremadamente cruda, no me recuerdo el nombre del actor, pero su actuacion fue inpecable. esta pelicula hace que las de tarantino sean un cuento para dormir al bebe.
    No tengo idea de cuanto de la pelicula vio Mary, ya que se tapo los ojos en medio del desguaze. Pero por desgracia la pelicula es demasiado real, es lo que nos puede pasar, a cualquiera, en ese tipo de situaciones limites.
    De pana, muchisimas gracias por el dato, por lo regular no se ven peliculas tan excelente en los cines de caracas, y creo que la mayoria de las personas, no estan acostumbrada a este tipo de cine, ya que quieren ir a ver una pelicula que le sirva como analgesico o como una dosis de heroina, que le haga olvidar la miseria de una existencia gris. Esta cinta definitivamente no cumple esa funcion, es casi inevitable que uno salga profundamentre ensimismado en la existencia humana y lo profundo que podemos llegar.
    De muy pocas peliculas puedo decir que merecen volverse a ver, esta es una de ella, verla de manera mas reposada para ver mas los detalles, los matices que uno no le presta mucho la atencion por la sorpresa.
    Una de las cosas que comentabamos cuando salimos era la razon por la cual no fue tomada en cuenta en los oscares.
    La conclusion a la llegamos es que queremos ver mas peliculas francesas ¿cual nos recomienda de las otras que estan pasando?

  4. Gracias por comentar,XLuis, y por tu feed back.
    También le pueden echar un vistazo a El Silencio de Lorna, aunque no pongo las manos en el fuego por ella.
    En cualquier caso, ahora voy a publicar la crítica en panfleto.
    Pendiente.
    Saludos y abrazos.

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