300:la guerra de las imágenes

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poster3_full.jpg300 revisita el género del “peplum”,o cine de luchadores romanos y griegos, desde el enfoque artie del creador de Ciudad del Pecado,Frank Miller. La película se basa en su novela gráfica, destinada a transfigurar la épica guerrera en un espectáculo circense de imágenes explícitas con diseño trendy.Por ende,las pantallas verdes y los fondos digitales acaparan la atención de la puesta en escena.

Obviamente, Quentin y Rodríguez, el dúo dinámico de Grindhouse, la defienden a capa y espada, porque les recuerda el impacto visual de la serie Z en la época maldita de su explotación clandestina, cuando la perversión óptica del underground no gozaba de mayor fortuna en el circuito oficial de comercialización.En los cincuenta y sesenta, se relegaban a la tintura roja y a las visceras de plástico, a las funciones dobles y a los círculos viciosos de los autocines.

Por el contrario, ahora el terrorismo audiovisual acaba siendo deglutido por la industria,mientras la contracultura negocia en el terreno de la difusión mainstream.De ahí la irrupción del próximo heredero de la familia Tarantino. Se llama Zack Snaider, lo adora el señor de Pulp Fiction, proviene de la cantera independiente, sabe rodar escenas con garra y despachó con total dominio de recursos el remake de Dawn of The Dead, antes de encargarse del rodaje de 300, cuyo lanzamiento ha sido un completo batacazo de taquilla.

Por desgracia,la derecha conservadora la confunde con una bandera republicana y la izquierda progresista la reduce a la condición de caricatura antimusulmana, publicada para ofender a los fieles de Mahoma.Por respeto a los dos bandos, cumplimos con reseñar el evento de forma imparcial, sin tomar partido por ningún extremo.Intentemos conservar el centro para comprender mejor la verdadera naturaleza del fenómeno.

War of The Worlds

La cinta gira en torno a la cruenta batalla del desfiladero de Termópilas,en donde el Rey Leónidas junto con 300 espartanos contuvieron la ofensiva bélica de la armada Persa,hasta morir en manos de los soldados de Jerjes, el monarca del imperio babilónico.

El punto de vista etnocéntrico de la obra realza abiertamente la imagen de los espartanos, en cuanto se demoniza el aura negativa de los persas, al equipararlos con un ejercito diabólico de Orcos. Las analogías con Return of The King son claras y patentes.

A la inversa, la fotografía humaniza a los héroes occidentales, al profundizar en sus pequeñas tragedias personales, al glorificar sus hazañas y al justificar sus acciones.De los procedimientos y móviles del enemigo de turno, apenas conocemos interesés mezquinos y maquiavélicos.Así, Zack Snider evoca la estructura de su trabajo precedente, El Amanecer de los Muertos, en el cual un grupo reducido de personajes intentaba detener sin éxito la embestida de una turba de zombies.

Nada que ver entonces con el equilibrio y el balance de Banderas de Nuestros Padres y Cartas de Iwo Jima. En última instancia, 300 tiende a compartir la tesis bipolar de Samuel Huntington en el Choque de Civilizaciones.Lo que marca una involución frente al avance del díptico de Clint Eastwood y La Cruzada de Ridley Scott.Es el fin del reino de los cielos.

Inframundo

La demonización estética del film impone la estigmatización erótica del otro, en función del esquema orientalista de la cultura Occidental contrarreformista, según la cual, la maldad detenta condiciones infrahumanas, disfóricas, asimétricas, decadentes y faústicas, asociando la alteridad racial con homosexualismo, libertinaje y derrape, en el típico repaso por la imaginería católica del apocalipsis. Aquí se trata de una básica lucha entre la luz y la tiniebla, a la manera cristiana de La Pasión de Cristo. Lo inverso que la poética gay Alexander, lo mismo que la dominación másculina de Troya y Conan el Bárbaro.

De la guerra fría a la guerra en caliente

Ya sabemos que la película y el comic original se inspiraron en la película de 1962, 300 Heroes, entendida en su tiempo como una metáfora del conflicto bipolar de la posguerra.

Cuatro décadas más tarde, 300 viene a representar la guerra caliente en curso, con fines tan oportunistas como transpolíticos. La película claramente difunde un mensaje militarista, acorde con el tiempo de rearme moral de la era contemporanea.

Sin caer en burdas interpretaciones conspirativas, podemos concluir que la cinta justifica el presupuesto del complejo militar industrial, para los próximos planes quinqueniales, propagando doctrinas cuarteleras del gusto pentagonista y miraflorista.

Así, el machismo, el sacrificio, la satanización del enemigo y el orgullo por la defensa de la soberanía amenazada, consiguen en 300 una traducción literal y explícita como códigos de orientación conservadora, funcionales a la cualquier ideología extremista.

Por todo ello, el film puede leerse de dos maneras disímiles y no contradictorias, según lo que compartimos y rescatamos de los foros de blogacine.com:

Esta movie es una campaña de Bush para convencer a los americanos de que manden al ejército a combatir al imperio Persa (Irán). Es buena película, sin duda. Pero el nefasto mensaje no puede estar más claro.
Por Nieto.

Sobre 300, yo ya la vi 2 veces y me parece una película importantísima en varios niveles (estética, ritmo, música, mercadeo). La lectura política se presta para ambos lados. Es completamente escalofriante escuchar a la reina decirle al congreso “Send the army to protect our freedom and everything we stand for”. Creo que es una cita textual de Bush (y ojo, no está en el comic de Frank Miller). Pero también se podría decir que los Espartanos son Alqaeda peleando contra el todo poderoso Imperio, en una misión suicida que sirve para inspirar a los demás guerreros. Creo que eso es parte de lo fascinante de una buena obra de arte: Inspira a ambos, cada quien interpreta lo que quiere. Los Iraníes creo que se ofendieron más por el cariz Gay que le dan al Emperador Persa. Pero más allá de eso creo que no hay mucho que no se pueda interpretar de las mil y un maneras.
Por Jonathan Jakubowicz.

7 Comentarios

  1. Algunos críticos han empleado sus artes despachándola de diversas formas. El crítico del Boston Post dijo que era «acción porno». Otro, del New York Times, dijo que era «igual de violenta que Apocalypto pero el doble de estúpida». Por último, un crítico del Washington Post liberó su calidad literaria diciendo «Decidle a los espartanos que su sacrificio no fue en vano; el largo día del guerrero, bajo la sombra de miles de flechas que caen del cielo, logró proteger el Oeste y garantizar, muchos años después, el derecho de unos idiotas a hacer pelis cutrísimas sobre ello.»

    En diez días, la película ha recaudado más de 192 millones de dólares.

    «300», que según el La Times es una mezcla eficaz entre Matrix y la trilogía del Señor de los Anillos o «Ray Harrihausen conoce a Leni Riefenstahl» es considerada por el público como un gran espectáculo.

    ¿Qué pasa aquí?

  2. El lado nazi está como claro, si la comparamos con Olimpia y el rollo del culto al cuerpo…pero bueno, ya sabemos que toda esa vaina hitleriana viene esparta, de manera que una cosa se termina comiendo a la otra…

  3. Cacho Dijo:
    El lado nazi está como claro, si la comparamos con Olimpia y el rollo del culto al cuerpo…pero bueno, ya sabemos que toda esa vaina hitleriana viene de esparta, de manera que una cosa se termina comiendo a la otra…

  4. by Todd McCarthy
    The Spartans fight to the last manly man in 300, a blustery, bombastic, visually arresting account of the Battle of Thermopylae as channeled through the rabid imagination of graphic novelist Frank Miller. Rendered by director Zack Snyder in a manner very similar to last year’s Miller adaptation Sin City, except in full color, this is a steroid-fueled fever dream about self-realization through extreme violence. In the larger picture, the cartoonish history lesson inescapably describes a monumental East vs. West conflagration, which might be greeted with muted enthusiasm in the Middle East. Action addicts in general and carnivorous fanboys in particular will chow down on this bloody feast.
    Read Full Review >

    by THE FAMILY FILMGOER ® by Jane Horwitz
    For once, a movie based on a popular graphic novel (by Frank Miller and Lynn Varley) finds its own cinematic language to reimagine that eye-filling, big-spirited art form. 300 works on almost every level. Even its narration and dialogue have the ring of ancient texts that feed the epic tone, despite a few giggle-inducing moments of hyper-grandiosity. High-schoolers ought to find it pretty stunning. The movie is violent, of course, in its imagining of the ancient Battle of Thermopylae in 480 B.C., but director Zack Snyder has made it stylized and operatic. Every scene is computer-enhanced in myriad ways. (One wonders if those perfect washboard abs on the Spartan warriors were digitally buffed, as well.) There is plenty of gore — beheadings, spears and daggers through the gut and the eye, horses cut down from under warriors. But because of the muted colors, the unreal look of the blood and the wall-to-wall effects, the movie has an otherworldly look that distances you from the violence. Even so, high-schoolers squeamish about screen mayhem will find it tough going. There is also a strongly implied rape scene, though the camera cuts away before it becomes graphic. The film includes a more explicit, though very stylized, sexual montage between Spartan King Leonidas (Gerard Butler) and his Queen Gorgo (Lena Headey). There are scenes of back-view nudity and toplessness. The dialogue contains a few veiled homoerotic references and mild curses.

  5. excelente articulo,
    aunque creo que si bien esta peli destinada a transfigurar la épica guerrera, no conozco ninguna pelicula sobre épicas que no lo haga, ya que ese es el objetiov del film y no es un documental de history chanel…, en cuanto al diseño trendy, bienvenido, lo prefiero mil veces al maquillaje de propaganda de troya o de gladiador.

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