¡Cautela! o La consciencia de Uno mismo antes que ideologías, religiones y grupos

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Con respecto a las alegrías y esperanzas que pudiése despertar el nuevo papa en Venezuela, mantengo cierta reserva, he de decir que todo lo que pueda decir aquí solo pertenece a mi visión personal y que no me considero infalible o universalista; pues en ese aspecto no creo el conflicto ontológicos de los universales solo creo en el uno por uno de los individuales; y mi reserva no es necesariamente un ataque hacia el mismo pues debe ser uno receloso de los uniformes, pues no por algo o alguien decirse venir de la bondad deba necesariamente en su obrar ser bondadoso; así como observamos que no por una caja de un producto mostrarlo apetitoso signifique que también lo sea, pues es la envestidura de la forma -en éste mundo- no necesariamente una revelación igual al fondo -o significado- de quien la porta.

He observado en mi vida como muchas veces las masas guíadas no por su raciocinio y discernimiento individual sino por la acción de masa que luego han cometido actos deleznables y cuando se les pregunta se excusan de «haber sido engañados» o «era lo que todos decían» o «es que parecía así» pero la apariencia y es justamente que las ideologías, las religiones y los grupos -que aunque en sus orígenes pudieron quizás haber sido nobles- luego pervirtieron [en el sentido de «per-vertir» voltear; aclaro no hay connotación ofensiva] su haber a favor de una ganancia que causáse un perjuicio a terceros inocentes sacrificando su consciencia orientada a la Verdad; y hay que recordar que si todos obran mal y se permiten el torcerse entre ellos eventualmente habremos todos de pagar y no podremos seguir abrazándonos unos entre otros a defendernos detrás del grupo, ideología o religión que buscando una homogeneización termine volviéndose una sofocación de la buena expresión personal.

He de reconocer (reitero: es personal, no pretendo imponer) que no por cambiar el rostro o el nombre al mal dejará éste de existir si no se discierne el bien dentro de sí mismo buscando que éste sea el que guíe la acción y se impida que el mal actúe [entiéndase mal como «falta de tranquilidad en» por «necesidad de»; y que hay distintos grados en éste estado de desequilibrio o desbalance, y que la «necesidad» varía según la percepción de cada individuo; pudiendo ser ésta material o no]; he de reconocer que no por cambiar de rey, presidente, iglesia, ideología o grupo -como tantas veces creen las masas- ha de cambiar la situación si en la mente y obrar individual se piensa mal (es decir: que no se piensa, sino que hay arrastre sin discernimiento) y por tanto se actúa peor.

Entonces, en mi vida, pues juzga cada individuo por los actos que le preceden -actos de sus antepasados, actos que le afectaron desde que fuese feto, actos desde que nació, actos propios y de su entorno- y de su análisis -si lo hubiése- de los mismos, he razonado que:

Si Ud. es de izquierda y Ud. acepta cualquier ganancia en su beneficio y a perjuicio de otros, y se beneficia (o ha beneficiado) de las bondades capitalistas mientras aplaude (con su voto, firma o militancia) la acción de criminales: Ud. es un ser inmoral, y es parte del infierno del sufrimiento de otros. Al único tipo de izquierdistas que podría yo respetar es al que fuese un asceta «tipo-Jesús» (sí, el bíblico, si existió o no, no viene al caso; es el ejemplo literario) al de espíritu recto que tiráse piedras y se revolucionáse NO SOLO ante los crímenes de la derecha (que los hay), sino ante los de la misma izquierda; al que no aceptáse ningún beneficio y no se dobláse ante nada, al que preferiése que lo crucificásen antes que vender su alma. Hay un dicho que dice: «El de izquierda puede perderlo todo, menos la moral» y sin moral ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es de derecha y Ud. acepta en su propio haber y en el seno de su propia familia la violencia, la infidelidad, y busca someter a otros a uno homogeneización en detrimento del ejercicio de su propia individualidad y justa consciencia: Ud. es un ser inmoral, y es parte del infierno del sufrimiento de otros. Al único tipo de derecha que podría yo respetar es al que fuése desde su propia individualidad y la guía de su familia un ser «tipo-José» o «tipo-María» (sí, los bíblicos, si existieron o no, no viene al caso; es el ejemplo al que voy) a los de espíritu recto que cuidásen de los suyos y conservásen su buen haber sin recomendarles nunca torcerse ante el mal (entiéndase mal como la ausencia del respeto a los derechos naturales de otros) y protegiésen siempre al débil; sin torcerse nunca ante aquello que esté torcido, sin aceptar torcedura alguna en su propio proceder. Y sin moral de qué sirve una tradición y una confesión ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es libertario y quiere una máxima libertad pero acepta un haber no-ético en su libertad e interfiere con la libertad del otro en la libre carrera perjudicándole (al ambiente, al otro o al que sea) será Ud. culpable y es por tanto un ser inmoral que terminará con la libertad que tanto dice estar en pro de ésta. Al único libertario que respeto es a aquel que sabe ser libre y responsable sobre su propio haber. Y sin responsabilidad sobre lo que se ha de ser libre ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es religioso y cree en el poder del espíritu distribuído a través de cualquier ser y Ud. pasa sin ver al que sufre -y aún teniendo los medios no le ayuda o le ayuda solo para que alabe a su(s) Dios(es), es decir le condiciona la ayuda- ya sea humano o animal, y no trabaja incansablemente por el bienestar de todos hasta ya no poder más, como indica el espíritu de Caridad (porque no solo esperanza, fé y repetición de oración basta para hacerse salvo, sino también caridad en toda acción que no busca su beneficio, sino lo hace de la nada) es entonces también un ser inmoral que sólo busca la salvación propia sin hacer instrospección ni enmendarse y ya decía Maximo el Confesor: «Una teología no aplicada sobre uno mismo es una teología de demonios», y aquí la única tea (entiéndase tea como luz) es la propia y la de aplicación de la Verdad sobre la propia consciencia, y sepa Ud. que el peor infierno es el de la consciencia que si negada habrá de perseguirle en la eternidad. Y sin consciencia ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es un científico que anda hablando de las bondades de la ciencia y hace como Michael Platt que viene a Venezuela a estudiar monos capuchinos y les mata, con la excusa de «es todo por la ciencia»; que vá a Puerto Rico a llevarse unos pequeños monos porque considera tienen éstos autismo y supuestamente lo hace porque con éstos tiene conexión y lo mueven emocionalmente… PERO ¿qué clase de conexión y emoción enferma debe haber para sacar a unos animales de su ambiente natural y llevárselos a un laboratorio a ‘estudiarles’?; qué clase de ciencia enferma como la de Leo Szilard que saliéndose de Alemania para escapar de los nazis entonces terminó construyendo una bomba para el gobierno americano y al haber sido inquirido de su misma creación respondiése:

«Se me ha preguntado si es la tragedia del científico que sea capaz de traernos grandes avances al conocimiento que luego la humanidad usa para la destrucción. Y mi respuesta es que esa no es la tragedia del científico sino de la humanidad?»

…y entonces ¿dónde está su acción individual y la responsabilidad para con la misma? ¿qué le hace creer que por cambiar de amo para el que construye bombas será éste «mejor»? ¿de qué sirve ya después de la desgracia lamentar si ayudó a construir el arma de la destrucción a sabiendas de lo que haría y decir que: «ese es el drama de la humanidad y no del científico»… pues no es acaso el científico primero hombre y después científico?
Entonces sin ética en su ciencia: ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es ambientalista y ante cada quema y tala -que han cometido los militares aquí- y ante cada derrame de petróleo o explotación de carbón Ud. no protesta; si Ud. come carne y usa cuero y es amigo de marcas que contaminan, y se excusa en que «los pollos de las granjas son clones» ¿es que por ésto sienten menos? y es que acaso ¿vale más la vida de una ballena que la de un pollo que vive una vida de martirio?, sepa Ud. que Ud. es un ser inmoral y que no, Ud. no es amigo del ambiente sino gusta de «de dársela de serlo» para sentirse mejor consigo mismo. Y de que sirve pregonar el amor por el medio ambiente si no lo aplica en Ud ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Si Ud. es un docente y quiere que sus alumnos cumplan y vive clamando por aumentos de sueldo ¿acaso no se dá cuenta que los años de mala educación (es decir que una educación que no educaba), una educación que era sólo repetir y precuparse por el uniforme sin aprender a pensar; una escuela que era sólo castigo y no aprendizaje real; un maestro que era sólo grito y represalia sin preocupación por el ser original de cada uno de sus estudiantes para ayudarles a pensar y a desarrollar quien ésta ya era y las virtudes que traía dentro de sí… es justo ese fallo en la misma lo que conlleva en parte a ésta situación que afrontamos? Y no es acaso ésta educación de maestro/a envistiéndose de la verdad infalible sin enseñar a dudar, sin enseñar que la obligación ciega también puede ser un arma que termine haciendo se siga al criminal que se vista de infalible. Si es un docente infalible sin acción ética ¿de qué habla Ud.? ¿qué defiende?

Y así con tantas más: ¿por qué el principio no aplicarlo consigo? ¿por qué torcerse si tan seguro se dice estar? ¿por qué estar con un grupo y culpar al grupo cuando todo estalla o seguir aplaudiéndole trás el estallido y nunca decir: «Pero si yo fuí parte de ésto»? ¿no se paga por lo que se quiere y se dice defender entonces? Un supuesto aparente bien ideal que rompa las reglas del universo y del mismo ser humano ya no es un bien ideal sino un mal ideal (disfrazado de bien) y ésto es lo que hay que revisar(se uno a uno mismo y uno a lo que dice avalar).

 

Ahora, ante los comentarios que pudiése despertar éste escrito, pues me adelanto: sí, puedo aparecer intransigente pero me lo aplico sobre mí, pues los mismos principios que uno aplique debe uno seguirlos uno, y no, no creo que cambiar la forma o el nombre de las cosas o el grupo de identificación haya de cambiar nada, si no cambia el fondo (que es la propia consciencia y su haber en la acción) entonces nada habrá de cambiar; entonces si ha de haber juicio debe ser aplicado con el contexto de uno por uno, y por tanto así lo hago -y/o intento- sobre mí.

Y ante las preguntas de si:
¿sigo ideologías, partidos o grupos?
«precisamente, pues no, sólo respondo por mí y mi obra»
¿y yo que propongo?
«cautela»
¿y yo como obro y qué pasa si me equivoco?
«me tardo demasiado en solo pensar, pero inmediatamente al darme cuenta de que he obrado mal pido perdón así sea hasta por tropezar un perro o un niño, pues es la vida de cada ser tan válida como la mía» tanto que se me tilda de fastidioso o se me dice que no es necesario ¡pero sí lo es!;
ante la de:
¿y si no tienes el apoyo del grupo, la iglesia, la ideología, qué te apoya y por qué respondes?
«Yo soy yo y por mí respondo y sólo se me juzgue por lo que haya hecho yo, a mí me represento en mis obras, porque si yo firmáse o me juntáse a sabiendas de la institución, grupo o ideología que estuviése trás de mí para el perjuicio del inocente entonces sería tan culpable como el criminal».

Y si me preguntásen ¿y qué clase de izquierdista quieres tú?

-Como Jesucristo.
Y si me preguntásen ¿y qué clase de derecha quieres tú?
-Como María y José (punto aclarado arriba; es el ejemplo, no estoy abogando por instituciones teológicas).
Y si me preguntásen ¿y qué clase de ambientalistas quieres tú?
-Como Daryl Hannah (disculpen el ejemplo de Hollywood, es que es el que se me viene a la cabeza ahorita), que tiene una casa con energía solar, que cultiva su propio alimento, que es vegana y solo usa ropa libre de crueldad.
Y si me preguntásen ¿y qué clase de sacerdote quieres tú?
-Así como San Martín de Porres. Así como Lucien Bunel «Padre Jacques» que le dieron muerte por preferir su consciencia (al no «adaptar» ni «flexibilizar» ante lo torcido y acomodaticio) y salvar a unos niños que de no ser por él hubiésen sido enviados a campos de exterminio; él que dijo:

“Soy a veces acusado de imprudencia; se me dice que soy responsable de los niños en el Colegio Petit. No me expongo, pero no pienses que si eso pasáse, y si se me diése muerte, entonces habría de dejar a mis estudiantes un ejemplo mayor que todas las enseñanzas que pude haberles dado.”

¿De qué sirve un religioso que estándose bien con su cáliz de oro pasa por el lado del que sufre sin sentir su propio dolor? ¿no es esa una paz de mentira la que mucho juzga y no ayuda teniendo en sus manos el como?

Ante la pregunta de:

¿Y por qué estás tú si no te afilias a ideologías, no sigues grupos, no sigues religiones y te mantienes a raya en éstos asuntos?

-Estoy por la cooperación voluntaria y la colaboración entre individuos; sólo en contra de la obligatoria pseudo-cooperación impuesta por el Estado o la Iglesia, porque aunque éstos no son necesariamente malos per se, no se puede pensar que necesariamente serán buenos solo porque pongan las reglas, la ley no por ser ley es buena, es la aplicación detrás de la misma movida por los seres humanos. Ya dijése William Penn:

«Los gobiernos están hechos y movidos por hombres, y por éstos también son arruinados. Es por tanto que los gobiernos dependen sobre los hombres más de lo que los hombres puedan depender sobre los gobiernos. Dejar al hombre ser bueno, y el gobierno no puede ser malo. Si está enfermo, ellos lo curarán. Pero si el hombre es malo, así se deje al gobierno [ley] ser bueno, ellos buscarán como torcerlos y dañarlos a su conveniencia.»

Y ante la ineludible:
¿Pero lo aplicas con todos?
Pues no, lo aplico para mí, y a cada quien observo [observar es ver y analizar «insight y foresight»; no sólo ver por ver] veo que sigue y que obras habrá tenido su grupo si es que sigue uno. Pues juzgo por los principios que cada quien quiera imponer sobre los otros y mucho más si tiene un grupo, ideología o institución detrás.

 

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