El orden de los factores

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El orden de los factores

El orden de los factores

La frase que titula este escrito es una máxima en las matemáticas. Desde que tenemos uso de razón la venimos escuchando y nuestros maestros y profesores la pronunciaban con solemnidad como si de un mantra se tratara. Sin embargo esto no aplica en otros ámbitos del quehacer humano. En muchos otros aspectos el orden de los factores es crítico para obtener el resultado pretendido.

En particular los regímenes socio-comunistas pregonan que producto de imponer gobiernos tales, se generará el «hombre nuevo». La descripción de un «hombre nuevo» se aproxima a un ser impoluto, incorruptible, a una suerte de alma elevada de la cual ha sido desalojado el egoísmo, la ambición, la codicia.

A través de la existencia de este hombre se transformará toda la humanidad y la promesa final se asemeja a una vuelta al paraiso terrenal, en el que ya todas nuestras penas y necesidades estarán resueltas. Todos disfrutaremos de la mayor suma de felicidad. Claro que esto toma tiempo. Pregunten en Cuba.

Pero algunos nos ponemos necios y no nos convence el asunto. En vez de someternos a este plan divino, nos empezamos a hacer preguntas. ¿Cómo y cuándo surgirá el primer hombre nuevo? ¿Lo entrevistaran por la tele? ¿Publicará en su twitter (@hombrenuevo) todo el día parabienes y consejos para sus congéneres menos «nuevos»? ¿Como lo reconoceremos? ¿Tendrá como nosotros dos brazos y dos piernas? ¿Tendrá un monitor heurístico a la vista en donde podamos ver todos sus sentimientos, pensamientos e intenciones? Eso sería contundente.

Pero yendo un poco mas atrás, ¿Quién o quiénes producirán ese ser tan maravilloso? ¿Dónde queda la fábrica? Se me ocurre que los operarios de esa inédita linea de producción tienen que ser incluso mejores que el «hombre nuevo» que producen. Tiene sentido. Al menos deben contar con la sabiduría necesaria para tan magna tarea. Lo que llaman el «know how». De lo contrario ¿Cómo sabrían si el producto es satisfactorio?

Íbamos bien, pero con tanta duda se me caen todas las esperanzas de que el globo terráqueo se inunde de «hombres nuevos». Y es que en el mundo de la política la propiedad commutativa, lamentablemente, no se cumple. Así que tenemos que:

socialismo + hombre nuevo <> hombre nuevo + socialismo

No da lo mismo colocar como primer término al socialismo que colocar al hombre nuevo en dicho lugar. En su naturaleza un régimen socio-comunista requiere indefectiblemente de la existencia previa de muchos «hombres nuevos» que estén al servicio de los ciudadanos de forma desinteresada. Que su vida la dediquen a darle a cada quien según sus necesidades.

Las nóminas de la burocracia estatal tendrían que estar repletas de estas mujeres y hombres «nuevos» incapaces de sucumbir a la tentación de hacerse de un dinero a pesar de toda la discrecionalidad de la que están investidos, después de desnudar de toda institucionalidad al Estado burgés.

Si no invertimos los factores el resultado de la fórmula es otro y ya lo conocemos: Pueblos sometidos a la pobreza, escasez, precariedades y familias con apellidos Castro, Chavez, Cabello, Maduro, etc. con inmensas fortunas clandestinas, cuyos miembros reprobaron el examen del «hombre nuevo».

Primero discutamos el sistema de acreditación al «hombre nuevo» y luego hablamos de socio-comunismo. Es más, si logramos el «hombre nuevo», sospecho que no hará falta ni gobierno. Pero primero lo primero. ¿Les parece?

Agradecido.

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