Hobbesianarquista

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Quizá haya una contradicción en mí, por un lado tengo la tendencia a ser anarquista, en el sentido que prefiero gobernarme a mí mismo a que otros, el Estado, me gobierne; pero por otro lado soy hobbesiano, en el sentido que estoy de acuerdo que el hombre es lobo del hombre, como lo dijo el mismo Hobbes, y que por lo tanto es necesario un Estado fuerte capaz de proteger a sus ciudadanos, a expensas de ciertas libertades individuales.

Son muchos los individuos que no les es posible ser ciudadanos, porque su ética es ambigua o incluso inexistente, que les cuesta comportarse sin tomar lo ajeno, hacer daño, ser molestos al resto de los individuos, por lo que, lamentablemente es necesario un ente que tenga el peso y la fuerza de ponerlos en el carril.

Se dice que las comparaciones son odiosas, pero a veces se habla con admiración de la civilidad de los habitantes de países como Alemania o Japón (dicho sea de paso países claramente capitalistas); quizá no es tanto que los alemanes o los japoneses sean más civilizados que nosotros, sino que las leyes y las multas son muy férreas, incluso se podría ver como represivas, quizá, pero en países como esos los ciudadanos lo piensan mucho más antes que lanzar una lata a la calle o de hurtar una billetera.

Digo todo esto porque me enteré que a un buen par de amigos los atracaron ayer a plena luz del día, a sólo dos cuadras de la plaza Bolívar de Mérida. Noticias como esta al parecer se hacen cada vez más cotidianas. No es, desde luego, una «sensación de inseguridad», es evidente que la delincuencia está desbordada, en una ciudad que tradicionalmente ha sido tranquila en ese aspecto.

El Estado venezolano, a mi modo de ver, es, con respecto a la delincuencia, blandengue, pusilánime, o dicho de otro modo, pendejo, y que diera la impresión que eso le conviene. A eso se suma la grosera corrupción a todos los niveles, que hace que el Estado esté carcomido por todos lados.

Al parecer no queda otra que salir a la calle sólo con las llaves de la casa, la copia de la cédula, algo de sencillo, y un telefonito de los más sencillos y dejar el smartphone en casa. Y si se es creyente encomendarse a algún dios o santo.

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Mido un metro setenta y cinco. Tengo una docena de libros. En mi cuarto hay un altarcito con un Buda. Me gusta el color azul. A veces me despierto alunado. Prefiero los gatos a los perros, porque no existen gatos policías. Soy de acuario, pelo negro. No colecciono nada, guardo la ropa ordenada. Me aburro en las fiestas y soy de pocos amigos. Tengo los ojos color café tostao. Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado, y aún no me llevan las brujas. Nací a las siete y media de la mañana. No creo en ovnis ni en zombies (pero de que vuelan, vuelan). Uso prendas talla "m". Prefiero quedarme en silencio. Duermo del lado derecho y con franela si hace frío. De la vida yo me río, porque no saldré vivo de ella. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía, pero sé cuidarme solo. No me complico mucho, no me estanco, el que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. No tengo adicciones, mas que de leer y estar solo. Antes creía que no tenía miedos, hasta que vi la muerte a milímetros. No me creo ningún macho y soy abstemio, aunque si hay una buena compañía y un vinito se me olvida esto último. Prefiero más a los animales que a la gente. No tengo abolengo y dudo mucho que tendré herencia. Tengo una rodilla que a veces me fastidia. Tengo cosquillas, no las diré hasta que las descubras. No traiciono a mis principios, que son cinco. Me gusta ser muy sincero, por eso no hablo mucho. (Inspirado en una canción del Cuarteto de Nos)

2 Comentarios

  1. Hola. Y el peor lobo es el que manda la manada.

    Nada como el poder y la autoridad para potenciar la sociopatia. Un antisocial individual puede matar. Un grupo de sociopatas al mando pueden arruinar naciones y ordenar genocidios, llevar a guerras inutiles y hacer que una generacion entera de jovenes se convierta en villanos universales, para que luego los maten. Alemania y Japon son ejemplos. Y aun fuera del gobierno, basta ver lo que los capos de la droga en Mexico y Centroamerica (o los de los diamantes en Congo) han hecho para convertir sus zonas de influencias en pedacitos del infierno.

    Ejemplos light: En Venezuela tuvimos a Hugo Chavez. Solo la muerte pudo librarnos de el. Lo mismo ocurrira en Italia con Silvio Berlusconi, putañero, mafioso, tracalero, corrupto y corruptor. Y menos mal que no les dio por instigar a cosas peores!

    Prefiero una ciudadania fuerte a un Estado fuerte. No son solamente las multas las que ponen a la gente derecha en algunos paises. Lo que pasa alla tambien es que la gente, los ciudadanos se toman en serio que el gobierno y quien lo manda al menos en apariencia sea limpio. Aqui somos complices y esperamos a que nos sobornen.

    Lo que pasa en Venezuela es falta de ciudadania en parte. La ciudadania se demuestra enfrentandose al antisocial en lo chiquito y en lo grande. Sociedad es tambien tener valor civico, y defender los derechos de los otros cuando los ves amenazados, porque son los tuyos tambien. Y eso es ESPECIALMENTE necesario en una sociedad con poco gobierno, o ninguno.

    Por otra parte. Hemos sido gobernados por una banda de sociopatas desde hace 16 años. Unos se dedicaron a «hacer la Revolucion» sin parar en las consecuencias. «Otros» (que muchas veces son los mismos que se llenan la boca con La Revolucion) se han convertido en pranes y capos. De la corrupcion, de la droga y de la delincuencia. Los atracadores hoy dia, muchas veces estan apoyados o dan servicios tiempo parcial, «vasallaje» a un capo.

    Te recomiendo algunos cuentos de Jorge Luis Borges que me vienen a la mente. Muchos de los malandros (malevos) que el narra operaban por cuenta del partido de go

  2. Sí, peor que alguien que no ss sepa gobernar, es alguien que llega al gobierno sin saberse gobernar a sí mismo. Ejemplos en la historia abundan, de quienes tomaron el poder a la fuerza o «democráticamente». También quisiera una ciudadanía fuerte a un Estado fuerte, pero eso, al menos en nuestro país, al parecer es una utopía. Y para muestra un botón, cuando un grupo de vecinos linchan a un delicuente, descuartizándolo y quemándolo en plena calle.

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