Mi credo

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In-the-silence

No creo en ningún dios monoteísta-justiciero que está en los cielos y dualiza para que exista un infierno. No creo en ninguna iglesia.

Creo que el Universo ni se ha creado, ni será destruido, sino que eternamente ha cambiado, transformado. Creo que existe innumerables universos, que se superponen en planos, o dimensiones, y que éstos pueden interconectarse a través de portales dimensionales.

Creo que no somos la única conciencia en el universo, así como existen innumerables universos, hay innumerables mundos, habitados por entes conscientes.

No me convencen los conceptos de «orden aleatorio» o «caos», creo firmemente que todo surge por condiciones anteriores, que todo se genera por acciones previas, no hay generación espontánea, o aleatoria. Todo es una configuración de distintos factores previos. No hay nadie «superior» que mueva o condicione esos factores, sino que es como un efecto dominó» cósmico.

No creo en la dualidad, creo que formamos parte de un todo entretejido. Todo y Nada al mismo tiempo, coherencia-incoherencia, lógico-absurdo, alegría-tristeza, amor-pavor, mientras la desprogramación no esté completada todo será una contradicción, nada será comprendido. La Unidad, Yoga, de los pares de opuestos no podrá darse. Quizá nada haya que comprender, sólo relajarse y disfrutar del teatro de la Vida.

Creo que existe una realidad objetiva y una subjetiva, y que ambas se superponen y confunden, sin que haya una línea o frontera definida, y que la realidad subjetiva es creada por nuestras consciencias en conjunto, creando una realidad de consenso, una proyección colectiva en la que todos creemos, pero que al romper el velo, la proyección subjetiva, podríamos ver la «realidad real», estaríamos despiertos.

La vida es, en realidad, un sueño como decía Calderón de la Barca. Por eso no me tomo la vida con demasiada seriedad, es un juego con el que disfruto, aprendo, evoluciono. Mañana podría cambiar mis creencias, sin apego a ninguna, con la misma facilidad que las invento en su momento y seguiré siendo fiel a mí mismo.

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Mido un metro setenta y cinco. Tengo una docena de libros. En mi cuarto hay un altarcito con un Buda. Me gusta el color azul. A veces me despierto alunado. Prefiero los gatos a los perros, porque no existen gatos policías. Soy de acuario, pelo negro. No colecciono nada, guardo la ropa ordenada. Me aburro en las fiestas y soy de pocos amigos. Tengo los ojos color café tostao. Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado, y aún no me llevan las brujas. Nací a las siete y media de la mañana. No creo en ovnis ni en zombies (pero de que vuelan, vuelan). Uso prendas talla "m". Prefiero quedarme en silencio. Duermo del lado derecho y con franela si hace frío. De la vida yo me río, porque no saldré vivo de ella. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía, pero sé cuidarme solo. No me complico mucho, no me estanco, el que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. No tengo adicciones, mas que de leer y estar solo. Antes creía que no tenía miedos, hasta que vi la muerte a milímetros. No me creo ningún macho y soy abstemio, aunque si hay una buena compañía y un vinito se me olvida esto último. Prefiero más a los animales que a la gente. No tengo abolengo y dudo mucho que tendré herencia. Tengo una rodilla que a veces me fastidia. Tengo cosquillas, no las diré hasta que las descubras. No traiciono a mis principios, que son cinco. Me gusta ser muy sincero, por eso no hablo mucho. (Inspirado en una canción del Cuarteto de Nos)

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