Si la historia y el presente son referencia de la capacidad de la especie humana para alcanzar la felicidad, debemos reconocer que hemos fracasado. Aunque algunos insistan en presentar estadísticas y proyecciones para argumentar que este es el mejor momento de nuestra historia, la violencia y la miseria acaban con la vida de millones de seres humanos. Y aun quienes no padecemos el horror de las situaciones más extremas debemos lidiar con la guerra, el cáncer, la corrupción, el egoísmo, la opresión y la mentira, entre tantos males globales.
Houellebecq, con la ironía y el cinismo característicos del siglo XX, crea un retrato de la civilización occidental a través d dos hermanastros. En las vidas de Michel y Bruno, y de quienes forman parte de ellas, se conjugan los engendros de la época: la liberación sexual, los movimientos reaccionarios e igualitarios, la obsesión con el progreso y el éxito, el culto a la belleza y a la fama, la adicción al entretenimiento y el miedo a la vejez. La alienación, la soledad y el desencanto, la sensación de vacío y absurdo, el consumismo y los programas de concursos, medicamentos con prescripción, el New Age y el materialismo científico, la física cuántica, el tantra y las dietas, profetas y líderes revolucionarios, infomerciales y centros comerciales, políticos y prótesis mamarias.
Buen aporte, Houellebecq merece ser leído en detalle