Una breve historia del país donde crecí y en el que ahora vivo.

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Venezuela

Antes de adentrarme en el presente que vivimos todos, quisiera hablarles  un poco de mi pasado, solo para hacer contraste, con la realidad actual.

Nací en un pequeño pueblo de Venezuela, al centro occidente del país; crecí arropado por montañas –tampoco que fui la versión Venezolana de Pedro alentado a Heidi a subir a la cima de la montañas a ver al señor de las cumbres- pero todo aquello era el reino de lo fantástico, cómo lo mencione una vez en algo que escribí, continuando con mi historia eran  los años noventa, para ese entonces ya estaba pasando de niño a puberto – la única diferencia es el vello púbico-  por ahí en el año 1996 tenía escasos once años mis días transcurría entre la escuela, el jugar con los amigos, el baño taciturno y la noctambula –coaccionada- cepillada de dientes. Era todo apeteciblemente normal, responsabilidad era una palabra ajena a mi vocabulario, solo  la escuchaba cómo parte del sermón de mis padres cuando olvidaba terminar una tarea, soy hijo de un hombre trabajador que con el pasar de los años ha luchado para que a su familia no le falte nada, no fue que nos  dio lujos extravagantes; viajes a Francia, o la llave de un coche cuando terminamos el bachillerato, pero si se esforzó –aun lo hace- por darle una buena vida a su familia.

¿Política? en aquellos tiempos solo sabía que el Presidente era Rafael Caldera, un señor ya pasado de edad, muy particular al hablar por televisión, pero la palabra política no era la que más estaba de moda, al menos en mi entorno de juegos,  los sábados iba con mis hermanos mayores quienes tenían encomendado hacer el mercado para la familia y regresábamos con todo lo que nos habían pedido en la lista.

Para el año 1997, todo transcurría igual, al menos para mí, no conocía del pacto de punto fijo, apenas sabía que era el petróleo, y poco sabia de la corrupción. Un día de ese año , no sé la fecha exacta pero lo más probable en el mes de enero, porque aún recuerdo la brisa de aquel día, típica en mi pueblo por esa temporada; lo cierto es que salí de mi casa buscando con quien pasar el rato, vi pocos por no decir ningún compañero de juego, por lo que entre a casa de un vecino, todos en esa familia estaban obsesionados con la época guerrillera en Venezuela, contaban historias en las que se atrincheraban entre las montañas, en las que conocieron a personas que para ese entonces hacían vida política en el país, poco entendía de su lucha,  lo cierto es que aquel día una de las mujeres de esa familia se encontraba sentada, escribiendo en su cuaderno, mi curiosidad me llevo a sentarme a su lado, y saber de qué escribía, ella me dijo que escribía pensamientos o poesía  y me muestra su cuaderno, y leo lo que hoy sé que son acrósticos .

B XXXX XXXX XXXX XXXXXXXX XXXXXXXXXXXX XXXXXXXXXXX

O XXXXXX XXXX XXXXXXX XXXXXX  XXXXXXXX  XXXXXXXXXXXXXX

L XXXXX XXX XXXX XXXX XXXXXXXXX XXXXXXXXX  XXXXXX XXXXX

I XXXXXXXXXXXXXXXX XXXXXX XXXXXXXXXX XXXXXXXXXXXX  XXX

V XXXXXXX XXXXXXXXXX XXXXXXXXXX XXXXXXXXXX XXXXX XXXX

AXXXXXX XXXXXXXXXXXXX XXXXXXX X XXXXXXXXXXXXXXX XXXXXXX

R XXXXXXXXXX XXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXX XXXX.

Yo sabía quién era Bolívar, lo que me maravillaba era cómo todo rimaba, al leerlo sentías la fluidez de las palabras al pronunciarlas, poder percibir el momento en que una frase rimaba con otra -aquello cambio mi vida-, me sentí realmente atraído por la escritura, no la conocía en esa forma, aquella mujer al ver mi entusiasmo, me aconsejo que buscara un cuaderno, y escribiera allí, lo que pasara por mi mente y luego buscara la rima, por lo que empecé a escribir para mí,  luego para chicas que me gustaban  en el liceo, tuve que valerme de ello, ya que no era necesariamente el más apuesto de la clase, incluso le escribí cartas a mis amigos para sus novias, unos de los primeros escritos el que más recuerdo y aún conservo, se titulaba “carne muerta” se podrán imaginar que pensó mi madre cuando consiguió el cuaderno en mi cuarto y solo leyó las palabras, putrefacción, gusanos, olor a descomposición, pero en realidad solo hablaba de la vanidad de las personas. Hoy en día sigo siendo un aficionado a la escritura.

Aquella mujer también me hablo de Chávez,  me dijo que era el hombre nuevo, alguien con ideas, con conciencia, con inteligencia y lo más importante que le dolía la pobreza, éste hombre venía a erradicar los males, a cambiarlo todo – ¡vaya que lo hizo!- de cierta manera me pareció interesante todo lo que me decían de aquel señor, quizás porque yo era  para ese entonces, un joven muy sugestionable, lo cierto es que mi vida siguió su curso y cada día escuchaba más de aquel señor Chávez.

En esos días, en la tv solo escuchabas hablar de él, no había otra cosa que ver, ya que para ese entonces no teníamos televisión por cable, mucho menos “cuevana” así que tenía que buscar otras actividades en que pasar el rato,  mis hermanos ya estudiando y viviendo en el estado vecino, solo venían los fines de semana, uno de esos tantos, mi hermana mayor trajo dos cd uno era el unplugged de Nirvana y el otro  Strange days de The doors, Nirvana es en nuestra sociedad cómo una etapa de nuestra adolescencia –ni imaginar que años más tarde se correría el rumor de que ese Chávez del que tanto hablaban, estaría cortejando a la viuda de aquel catirrucio-  y pues The doors es The doors.

Una vez escuche aquellos disco sentí que mis oídos habían perdido la virginidad,  creció en mi un interés, por escuchar más bandas cómo esas, y deje de ser fan de los fantasma del caribe,  luego conocí más bandas, y se abrió un mundo del que sabía poco.

El 06 de diciembre del año 1998 gana Chávez su primer periodo presidencial, se sentía la algarabía alrededor, los seguidores de Chávez celebraban, Adecos y Copeyanos poco decían, el día siguiente recuerdo salir a la calle y ver vecinos comentando sobre los resultados de las elecciones, al pasar por la casa del vecino que antes mencione, aquel obsesionado con la guerrilla grite ¡viva Chavez! el cual me fue respondido muy efusivamente de la misma manera, solo fue un gesto, poco me importaba la política.

Llega el año 1999, todo transcurre, ya es muy común escuchar hablar del para ese entonces Presidente, yo por mi parte ya en la secundaria, escuchando música, grabando programas musicales en VHS, conversando con los amigos, las tareas, los sábados al mercado, la vida simplemente seguía su curso, para Diciembre de ese mismo año ocurre la tragedia o deslave de Vargas, era una locura todo, podías ver por televisión cómo eran arrastrados los cuerpos por la fuerza de las corrientes de agua, personas en los techos de sus casas, en las azoteas de los edificios esperando ser rescatados, amigos de lo ajeno saqueando las casas, Chávez citando a Bolívar “Sí la naturaleza se opone lucharemos contra ella” Venezuela era el centro de la noticia.

Una vez pasaron las lluvias, mucha gente quedo sin casas, y los conocimos cómo damnificados, el gobierno comienza a crear planes para ubicar a todas aquellas personas, muchas al interior del país bien sea enviados por ellos (gobierno) o por el simple hecho de tener familia por estos lares, lo cierto es que empezamos a ver más “caraqueños” aparte de los primos que solo venían en épocas vacacionales,  si bien vino mucha gente buena de Vargas también trajo consigo ese éxodo,  unos cuantos criminales, que no dudaron en ponerse operativos por acá, sino me equivoco un año más tarde, hubo una reforma al código orgánico procesal penal, y muchos delincuentes fueron dejados en libertad, hubo un artículo que los favoreció “in dubio pro reo” y aunque soy Abogado poco sé de esa reforma, así que me excuso, el derecho penal no fue ni es de mis materias favoritas.

Pero en todo caso, posterior a esos dos eventos pudimos ver en nuestras comunidades la criminalidad de una forma a la cual no estábamos acostumbrados, en mi pueblo era muy común dejar la puerta sin seguro,  podías llevar un buen par de zapatos sin que nadie intentara arrebatártelos, muy poco se sabía de  alguien que a punta de pistola le robaran su carro, eso eran cuentos de Caracas, allá pasaban esas cosas y solo la sabíamos  por las noticias, o por parientes que vivían en la capital, pero un día entraron a mi casa aproximadamente 10 hombres armados amordazaron a mi familia y cargaron con todo lo que pudieron llevar con ellos, el mismo hecho se repitió dos veces en el transcurso de un año y tanto, hasta que mi padre tomo la decisión de mudarnos a la capital del Municipio donde vivíamos, ya que tenía una casa a medio construir, allí nos acomodamos todos mientras construían el resto, recuerdo el día en que nos mudamos y nos despedimos de la casa grande arropada por verdes montañas,  mi madre lloraba por dejar sus jardines, su vista, su gente, a pesar que íbamos a estar a solo 10 minutos en carro de la casa, no sería lo mismo.

En el año 2002 termino mi bachillerato, todos querían internet, los ciber café, hasta ese entonces el internet era un lujo que pocos se podían dar, los que no teníamos una conexión íbamos y pagábamos un bolívar (de los viejos) la hora y nos adentrábamos a un mundo lleno de información, incluso llegue a tener una novia en Argentina, la conocí por “latinchat”  terminamos el día en que escanee mi foto y se la envié al correo, para ese entonces me creía hacker por hacer “flood” en las salas de chat, y todo esto me llevo a tomar la decisión de querer estudiar ingeniería en computación a pesar de la observación de mi padre,  que era nada más y nada menos que había reprobado matemáticas durante todo bachillerato, aun así  me aventure y casi tres años después le daría la razón a mi papá, por lo que me dio a elegir entre trabajar o estudiar Derecho, lógico ya había tenido la oportunidad de elegir, y pues hoy en día soy Abogado.

Una vez en la universidad, comencé a vivir y conocer cosas nuevas, aprendí a cocinar, a vivir solo, a organizarme para no gastar mi mesada el primer día que llegara a mi residencia, me enamore de una compañera de clases, nos hicimos novios, y el día en que cumplíamos nuestro primer año de noviazgo, mientras esperaba que estuviera lista para irnos a un restaurante y tener nuestra noche romántica y de celebración, recibo una llamada de mi hermana, diciéndome entre lágrimas que a mi padre le habían dado un tiro en la cabeza al intentar robarle su carro, colgó el teléfono, inmediatamente llame al taxi que ya había cuadrado para ir a cenar, para que me llevara hasta mi pueblo, para resumir esta parte de la historia, luego de una cirugía y unos días de reposo mi papá se recuperó. Sin duda el cambio de locación de nada sirvió, ya el hampa era una peste que azotaba nuestro país.

Luego de un año sabático comienzo a estudiar Derecho, me graduó en el año 2011,  para esa fecha ya tenía nueve años viviendo solo,  mi primer caso fue un divorcio y no sabía ni redactarlo, pero con la ayuda de unos amigos  colegas, lo logre, era muy rudo –aún lo es- el libre ejercicio, es una caza interminable a lo Walking Dead por los clientes, el problema de los abogados es que somos muchos, en Venezuela no se regula la oferta y demanda de carreras, así que al que poco le gustan las matemáticas se va derechito a estudiar derecho en una Universidad privada, donde la academia deja mucho que desear.

Mientras estudiaba derecho junto con otros amigos decidimos postularnos al centro de estudiantes de la universidad, para esos días ya era muy común hablar de política, la misma se había metido en la vida de cada Venezolano, ya estábamos en un país divido entre chavistas y opositores, ganamos el centro de estudiantes de la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, no me gustaba la política de calle, eso se lo dejaba al resto de mis compañeros, yo me encargaba de escribir volantes, de darles una que otra idea para que hablaran con la comunidad estudiantil, empecé a vivir la suciedad  de la política, aunque a menor escala era igual de inmunda, todos en busca de popularidad o una pizca de poder que los pusiera por encima de los demás, a los pocos meses deje el centro de estudiantes.

Una vez graduado y luchando por la busca de clientes tome la decisión de irme a vivir a Caracas y trabajar en algo ajeno a mi carrera, pero que me asegurara un quince y ultimo; luego de varios asaltos y presenciar un secuestro a escasos metros de mí, tome otra decisión  -después de dos años viviendo en la capital- y no fue otra que regresarme a mi pueblo.

Desde entonces ando cazando oportunidades, aquí y allá luchando con la burocracia y el mal trato a la hora de, solicitar, introducir un documento en alguna institución pública, cómo buen venezolano mato cuanto “tigrito” salga por ahí, así no tenga que ver con mi profesión.

En la calle cada día veo cosas más absurdas, colas interminables a pleno medio día con un sol abrasador, esperando por harina de maíz, por papel, por medicamentos, vivimos en un país de colas, veo atracos y los vivo, en menos de 4 meses ya he sido víctima dos veces, escucho gente quejándose de ambos bandos, veo gente sentada en el banco de una plaza mirando a lo lejos, quizás pensando en todo lo que pasa a su alrededor, reflexionado, tal vez triste por las mismas razones, veo indígenas con sus niños casi desnutridos, pidiendo en los semáforos, en una selva a la cual no están acostumbrados,  veo afiches gigantes de políticos, veo grafitis , gente cansada en las paradas esperando un bus que las lleve a su cada luego de una jornada de trabajo mal pagada.

Muchas de las cosas que vivimos hoy en día tienen mucho tiempo, y lo reconozco, pero ahora mismo es abrumador, hay cosas que le reconozco al difunto presidente, hubo algunos cambios que merecieron mi respeto, a veces veía sus cadenas y hablaba de cosa que yo mismo decía que de funcionar correctamente seria genial, pero con el tiempo te dabas cuenta que no era así.

  A forma más general, la política desde el bando que sea me parece asquerosa, todos andan en busca de lo mismo “poder” y desde allí nos imponen su verdad, razón tenía Nietzsche al decir que la verdad era una invención del poder, la voluntad de poder no le basta con lo que tiene, siempre quiere más, otro que se le daba muy bien pensar, pero que arrastraba consigo odios, y repudio hacia muchos, de seguro verdades, que nos da en la llaga.

Hoy veo cómo mi país es víctima de todos esos políticos, que solo buscan una cuota de poder, teniendo en cuenta que el poder no solo es la embestidura, un país con tantos recursos, con tanto potencial, gente buena y talentosa sumergida en crisis por malas políticas y malos políticos, soy un Abogado que de vez en cuando consigo  ganarme después de una lucha de plaza; un cliente, que busca otras entradas de dinero, pero que ni con eso se puede comprar una casa, un carro, ni pensar en tener un hijo, todo un lujo en los tiempos que vivimos, reproducirse y dejar legados ahora es cosa de élites.

Lo mismo viven ingenieros, arquitectos, educadores, etcétera, todos en plena lucha por una plaza,  en busca de oportunidades, pero no hay para todos, estudiantes que han sido asesinados al salir a protestar, periodistas son silenciados, medios que se hacen la vista gorda.

Hace ya algunos meses a causa de esos giros que da la vida, entre al mundo de la comedia, en la primera rutina que escribí digo;  “Cuando tenía unos 18 0 19 años me decía a mí mismo,  cuando tenga 30, tendré el carro, la casa, la familia, el perro… y los tengo pero en los sims el videojuego éste en el que simulas tener una vida, es más hay algo que me supero, tengo una granja… en Facebook” muchos rieron pero es la verdad, alguien de mi edad -por cierto tengo escasos 29-  que tenga casa y carro, es una excepción  la regla, mi generación vive en casa de sus padres, aun estando casados, víctima del poco poder adquisitivo del Venezolano.

Antes era muy común una vez tenías entre 23 y 26 años que los padres le dijeran a sus hijos; Ya a tú edad tenía una casa, ya estaba casado con tu mamá. Ahora me imagino la escena un padre/madre diciéndoselo a su hijo y luego pidiéndole perdón; Disculpa hijo no recordaba los tiempos que vivimos.

La mala atención al cliente paso de los entes públicos a las empresas privadas, todo aquel que ostente un cargo del que otras personas dependan, sacan su mejor lado megalómano y solo quieren que te arrodilles antes ellos, solicitando un servicio, producto, tramite, en fin.

¿Existe un político sincero? Para mí solo existen los que son más conscientes con la cantidad que se llevan al bolsillo, y son más organizados en distribuir lo que les sobro, pero detrás de ellos siempre esta aquel monstro que crea el poder, la ambición.

Hoy en día ya está por convertirse en leyenda aquellas épocas, donde llegabas al mercado y conseguías lo que quisieras, en diferentes presentaciones, donde podías llevarte cualquier cantidad que pudieras pagar, donde un apagón eléctrico era algo que ocurría solo en épocas de gran presión atmosférica, donde no te mataban por un par de zapatos o algún otro objeto de valor, al menos no era en toda el país, eso da ira e impotencia, sentimientos que tenemos que afrontar día a día, sin hacerle mucha mente, porque deprimirse también es un lujo, de seguro que con un sueldo mínimo no te alcanzaría para pagar un terapia, dicen algunos por ahí que en la cuarta de comía perrarina, ahora ni eso podrías comer ya que un pequeño saco cuesta más de un sueldo mínimo.

Siempre fui de los que decía que no quería irme de mi país por más convulsionado que éste sentimos ese amor por aquello que ahora nos da repulsión pronunciar, por eso prefiero llamarlo hogar, todos sentimos amor por nuestro país, pero ahora mismo me encuentro buscando opciones en otras tierras, muchos llaman a los que se van, cobardes, pero cada quien tiene su razón, es triste para quien abandona su  tierra, al lugar al que sientes que perteneces, pero ahora mismo el chovinismo no se me da muy bien, pero hay algo y es que soy profesional de una carrera que carece de universalidad, las leyes en otro país son de acuerdo a la sociedad y sus costumbres,  distintas solo al cruzar una frontera, por lo que se hace más difícil mi idea de emigrar, sin embargo ando en ello, ya mental y físicamente se hace imposible permanecer en este hogar, es algo así como el hijo que huye de su casa porque es un desastre, porque sufre maltratos cada día que pasa.

En ocasiones me pongo a pensar y quisiera que todo esto que pasa en mi país y en el mundo en general sea parte de un proceso, que la evolución humana no se dé solo a nivel físico, sino que nuestros criterios y pretensiones, nuestra manera de pensar y convivir también evolucione, que todo esto que pasamos sea algo que descarte nuestro genoma, y que solo se cargue la buena información en nuestro ADN y en futuro que no viviré, todos ya hayamos aprendido de nuestros errores, que el pasado solo sea referencia de lo que no se debe hacer, porque todavía se insiste en las cosas malas, parafraseando algo que leí por ahí , que es muy cierto, y es que existe más gente buena que mala, solo que los malos hacen más bulla  y son más organizados en sus acciones, quizás movidos por esa voluntad de poder de la que antes hable.

Quiero creer que gente cómo John Lennon no fueron tan ilusos en pensar un mundo, sin fronteras, sin religiones, sin apegos materiales, sin cielo ni infierno, eso de que si el mundo fuera color de rosas, seria aburrido, no es más que otra invención del poder, para acostúmbranos a la maldad, me gusta de vez en cuando imaginarme un mundo en el que no necesitemos políticos que nos gobiernen, que seamos tan evolucionados física y mentalmente cómo para vivir en sociedad sin hacernos daños unos a los otros, puede  sonar fantasioso pero tengo fe en que algún día sea posible.

Vemos poderosos haciendo política con ideales de izquierda, y si puede que todas aquellas ideas de pensadores, esos movimientos históricos, sean atractivos al conocimiento, pero con  la labia de esos ideales no se gobierna un país, no se puede ser un romántico en la política, eso déjenlo solo para las campañas.

Quiero el país que todos quieren, puede que para alguien en el Congo, en palestina, en Irak nuestra realidad sea la de un paraíso comparado con lo que por allá se vive, pero esa no es lo que quiero para mí y para los míos, simplemente no lo acepto.

 

Alexis Prado

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