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El hombre no tan «nuevo».

Durante el día de ayer, el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, habló ante la Asamblea y ante el país entero dando un largo discurso que según sus propias palabras «Estaba dirigido a aclarar la necesidad de la ley habilitante». Durante este discurso (que en realidad fue una lectura más que otra cosa) el presidente citó a numerosos personajes, -desde Maquiavelo hasta Enrique Dulce- y pasó hora tras hora usando acotaciones y culpando a los demás por los problemas que atañen al país.

Hasta ese momento todo me parecía normal, es decir, el show mediático de Maduro me parecía genérico, del tipo de shows que solía realizar el eterno galáctico supremo celestial antes de que la CIA le echara células cancerígenas en el cafecito negro que se tomaba todas las tardes. Cuando súbitamente, Maduro decide recordar también el aniversario de la muerte de un personaje en especifico. Y cataloga a este personaje, -según sus propias palabras- como: «El modelo de hombre -nuevo- que se quiere en Venezuela».  Citaré textualmente su afirmación:

«Ernesto el Che Guevara es el modelo del hombre nuevo que queremos crear en Venezuela».

Nicolás Maduro Moros.

Obviamente, al escuchar esta afirmación sentí primeramente una gran tristeza e impotencia. Tristeza al ver que aún en el siglo XXI se glorifiquen a personajes y caudillos en una asamblea «democrática», e impotencia al escuchar al presidente de la República afirmar que El Che Guevara era el modelo de hombre que se buscaba en la «nueva Venezuela».

Este artículo está dirigido a criticar esta afirmación absurda. Como estudiante de la escuela de educación de la UCV he estudiado sobre sistemas y modelos educativos, en busca de poder concretar un modelo/sistema lo suficientemente eficaz para solucionar el problema de formación educativa -en todos los niveles-, que vive hoy el país. Aún existe un gran debate sobre que sistema pudiese funcionar o no, sin embargo, en algo estamos de acuerdo la mayoría de los educadores y estudiantes de la escuela de educación. El «hombre nuevo», no puede ni debe ser guerrillero, asesino, homofóbico ni racista. Pues sí, eso era el Che.

Sí Ernesto, lo siento mucho por tu reputación de héroe bonachón, pero hay que hablar sin pelos en la lengua cuando el futuro del país está en riesgo.

1) ¿Era el Che guerrillero?

Pues sí, aún existen izquierdistas que afirman que el Che Guevara no era un guerrillero, sino un libertador, así como nuestro Simón Bolívar. Lamentablemente para ellos, la RAE tiene algo que decir al respecto.

http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=guerrillero

1. adj. Perteneciente o relativo a la guerrilla.

2. m. y f. Paisano que combate en la guerrilla.

Adivinen que, el Che pertenecía a una guerrilla.

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerrilla_de_%C3%91ancahuaz%C3%BA

2) ¿Fue el Che un asesino?

En La Habana, el Che fue nombrado jefe del campamento militar de La Cabaña. Este antiguo cuartel, era utilizado como prisión desde tiempos en que Cuba era colonia de España. Más que una guarnición militar, era conocido como una prisión. Cuando fue construido en el siglo XVIII, tenía un gran valor estratégico defensivo. En el siglo XX, era más un monumento histórico que una plaza de importancia militar. Los nuevos armamentos y la aviación lo habían convertido en algo obsoleto, desde el punto de vista bélico. La Cabaña, pronto adquirió nefasta fama: Una abarrotada prisión y centro de ejecuciones día y noche. No sólo fue el Che un asesino, sino que fue un asesino serial que no sentía remordimiento alguno en asesinar a todos aquellos que pensaran distinto, empecemos con esta carta:

Carta a Luis Paredes.

5 de Febrero de 1959

Luis Paredes López
José María Paz,
Pabellón N° 8, piso N° 9
Depto. 93, Villa Celina,
Buenos Aires.

Estimado amigo:

Me alegra mucho recibir cartas de personas que se interesan por la actualidad americana.

De toda su exposición le diré que capta mi atención especialmente el tema a que usted se refiere sobre los fusilamientos. Creo que está en un error completo. Los fusilamientos son, no tan sólo una necesidad del pueblo de Cuba, sino también una imposición de este pueblo. 

Quisiera que usted se informara por prensa que no fuera tendenciosa para poder apreciar en toda su magnitud el problema que entraña.

Reciba un afectuoso abrazo de su siempre amigo.

Dr. Ernesto (che) Guevara,
Cmdte. En Jefe Depto, Mtar.
La Cabaña.

En esta carta podemos ver al mismo Che justificando los fusilamientos sistemáticos, lo interesante de este documento es que está publicado por el «Centro de Estudios Che Guevara». Y ningún izquierdista podrá negar su veracidad.

Pero ahora prosigamos.

«Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba».

Discurso del Che en la XIX Asamblea General de las Naciones Unidas del 11 de Diciembre de 1964.

Luis Ortega, en su libro: «¡Yo soy el Che!» relata lo que el Che le dice a Duque Estrada: “Hay que trabajar de noche, el hombre ofrece menos resistencia de noche que de día. En la calma nocturna la resistencia moral se debilita. Haz los interrogatorios de noche. No hace falta hacer muchas averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es sí es necesario fusilarlo. Nada más. Debe dársele siempre al reo la posibilidad de hacer sus descargos antes de fusilarlo. Y esto quiere decir, entiéndeme bien, que debe siempre fusilarse al reo, sin importar cuáles hayan sido sus descargos. No hay que equivocarse en esto. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución, y debemos empezar por las garantías procesales mismas.

Para finalizar esta pregunta, colocaré el relato del ex preso político Pierre San Martín, testigo presencial del asesinato a sangre fría de un niño entre 12 y 14 años de edad llevado a cabo por el Che Guevara en la fortaleza de la Cabaña en 1959: “…el crujiente sonido de la puerta de hierro se abrió, al mismo tiempo que lanzaban a una persona más al ya aglomerado calabozo…. ¿Y tú que hiciste?, preguntamos casi al unísono. Con la cara ensangrentada y amoratada nos miró fijamente, respondiendo: por defender a mi padre para que no lo mataran, no pude evitarlo, lo asesinaron los muy hijos de perra. Cerca del paredón donde se fusilaba, con las manos en la cintura, caminaba de un lado al otro el abominable Che Guevara. Dio la orden de traer al muchacho primero, y lo mandó a arrodillarse delante del paredón… El muchacho desobedeció la orden, con una valentía sin nombre le respondió al infame personaje: “si me has de matar tendrás que hacerlo como se mata a los hombres, de pie, y no como a los cobardes, de rodillas.”

Caminando por detrás del muchacho, le respondió el Che: «con que sois un pibe valiente»…Desenfundando su pistola le dio un tiro en la nuca que casi le cercenó el cuello.

Pudiese dedicar este artículo completo a los múltiples asesinatos de este infame personaje, pero hay otros puntos que tocar.

3) ¿Fue el Che homofóbico?

Hay muchos episodios en donde el Che demuestra abiertamente su homofóbia y su odio por la sexodiversidad. Sin embargo, hay un episodio individual en especifico que me gustaría acotar:

«Por la noche hubo una fiesta familiar que trajo como consecuencia una seria pelea con el señor Lezama Beltrán, espíritu aniñado e introvertido que probablemente fuera invertido también. El pobre hombre estaba borracho y desesperado porque no lo invitaban a la fiesta, de modo que empezó a insultar y vociferar hasta que le hincharon un ojo y le dieron una paliza extra. El episodio nos dolía algo porque el pobre hombre, fuera de ser un pervertido sexual y un latero de primera, se portó bien con nosotros y nos regaló 10 soles a cada uno por lo que el campeonato quedó así: yo 479, Alberto 163,50.» El Che llamando «pervertido sexual» a un homosexual.

El Che tuvo un rol principal en el establecimiento del primer campo de trabajos forzados en la península de Guanahacabibes en el oeste de Cuba, que se puso en marcha a finales de 1960, para confinar personas que no habían cometido delito sujeto a castigo por la ley, revolucionario o de otro tipo. Che defendió dicha iniciativa diciendo: “Nosotros solamente enviamos a Guanahacabibes aquellos casos dudosos de los que no estamos seguros que deban ser encarcelados…. Nosotros mandamos a Guanahacabibes a la gente que no debería ir a la cárcel, gente que ha cometido crímenes contra la moral revolucionaria, en mayor o menor grado…”

Este campamento fue el precursor del confinamiento sistemático, a partir de 1965 en la provincia de Camagüey, de disidentes, homosexuales, católicos, Testigos de Jehová, sacerdotes afro-cubanos, bajo la bandera de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Hacinados en autobuses y camiones, los presidiarios serían transportados a punta de pistola a los campos de concentración organizados sobre la base del modelo de Guanahacabibes. Algunos nunca regresarían; otros serían violados, golpeados, o mutilados; y la mayoría quedarían traumatizados de por vida, como el documental de Néstor Almendros, «Conducta Impropia», se lo mostrara al mundo un par de décadas atrás.

La homofóbia del Che se manifiesta en el cartel colocado a la entrada del campo de trabajos forzados, donde confinaron a los homosexuales, donde se leía “El trabajo os hará hombres», replica del lema “El trabajo os hará libres” utilizado en los campos de concentración nazis. Pretendía corregir el comportamiento homosexual aplicando castigos rigurosos con el objeto de modificar dicha preferencia sexual, obviamente, al ser la homosexualidad una cuestión más allá de una simple elección, la mayoría de los homosexuales terminaban siendo fusilados.

4) ¿Fue el Che racista?

En sus «Diarios en Motocicleta» el Che hizo infinidades de comentarios racistas y denigrantes, por ejemplo en Venezuela y Brasil anotó burlonamente que los negros del África son tales porque no se bañan, en Bolivia calificó a los campesinos autóctonos alegando que son «como animalitos», de los indios argentinos y mexicanos escribió que tienen un olor más repugnante que el excremento de vaca.

«Los negros, los mismos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño, han visto invadidos sus reales por un nuevo ejemplar de esclavo: el portugués. Y las dos viejas razas han iniciado una dura vida en común poblada de rencillas y pequeñeces de toda índole. El desprecio y la pobreza los une en la lucha cotidiana, pero el diferente modo de encarar la vida los separa completamente; el negro indolente y soñador, se gasta sus pesitos en cualquier frivolidad o en «pegar unos palos», el europeo tiene una tradición de trabajo y de ahorro que lo persigue hasta este rincón de América y lo impulsa a progresar, aun independientemente de sus propias aspiraciones individuales.»

«Los mexicanos son una banda de indios ignorantes

«En el Perú y Bolivia utilizaremos a la indiada para promover la revolución, de esos hay miles y son fácilmente reemplazables.»

Y como estos comentarios racistas, hay muchos más con los que se pudiera hacer una lista interminable.

En fin, creo que está más que demostrado que el Che no fue más que un asesino con los típicos prejuicios sociales de un conservador de su época. Lejos de simbolizar revolución y cambio, el Che representa odio, discriminación, intolerancia y falta de humanidad. El venezolano se debe ahora preguntar, «¿Es esto el hombre nuevo?», «¿De verdad es hacia esa dirección donde queremos llevar al país?».

Si la respuesta a esas dos interrogantes es un rotundo NO, recomiendo reconsiderar el hecho de seguir apoyando a un gobierno que no teme en afirmar, -en la mismísima Asamblea que debería ser sinónimo de libertad, respeto, dialogo, democracia, tolerancia e inclusión-, su admiración por un hombre que representa exactamente todo lo contrario.

 

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