el león

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un poco de contexto:

hoy es día de fiesta para la comunidad flamenca en bélgica. se celebra que hace poco mas de 700 años los campesinos flamencos se armaron de valor y palos y vencieron al ejército francés que ocupaba lo que hoy es un pedazo de flandes y obtuvieron asi una libertad que duró algo asi como dos dias, antes de que los franceses se reagruparan y arrasaran con los amotinados. esa victoria es conocida como el «día de las espuelas doradas», porque luego de la batalla, los vencedores le arrancaron las espuelas a los franceses muertos. las espuelas, segun la mitología, eran de oro.

de hecho, todo esto es mera mitología. el recuento de los acontecimientos (para la gran mayoría) está basado casi exclusivamente en el libro «El León de Flandes» de hendrik conscience. el libro, que no he leído, es tan fiel a la historia como las leyendas del rey arturo, segun entiendo.

a pesar de la fantasía que rodea el cuento, los flamencos adoptan con bastante felicidad al león de flandes como su símbolo. sobre todo los nacionalistas: el león de flandes es una imagen que es utilizada por los nacionalistas flamencos, un raro híbrido populista ultraliberal de derechas, para darle rostro a una arrechera histórica, para denunciar una sensación arraigada en el seno nacionalista de que todo el mundo se quiere aprovechar del flamenco honesto y trabajador: los inmigrantes, los habitantes de la parte francófona del pais, los griegos y su crisis, todos. un discurso, por cierto, muy poco original en el ambientillo ultranacionalista europeo.

total que el león de flandes siempre está arrecho. el león de flandes va a patear a los negritos. el león de flandes se coge al orgulloso gallito que representa a los francófonos belgas. el león de flandes es fuerte. el león de flandes no negocia ni es doblegado.

hoy día, la utilidad más patente del felino subsahariano es la idea de que el león de flandes bajo ningún pretexto va a aceptar condiciones en la formación de un gobierno federal belga. bajo esta premisa, se ha boicoteado consistentemente todos los intentos de formación de un gobierno federal belga desde el 13 de junio del año pasado y hoy dia los negociadores están (sin exagerar) más lejos de alcanzar un acuerdo que hace 393 dias.

sin embargo, hace poco vi una imagen que me resultó sorprendente: un grupo multicultural de artistas callejeros presentaba una obra en la que tras unos pasitos de baile al ritmo de un vals tradicional flamenco, todos los bailarines, de todos los colores y vestimentas, terminaban congelados en una posición muy parecida a la estrategia de la grulla del karate kid, pero con garras en vez de alas. sin esfuerzo alguno reconocí al león de flandes en la coreografía, pero esta vez había una diferencia esencial: el león de flandes esbozaba con timidez una sonrisa.

esa sonrisa me desarmó. por primera vez en mis diez años en suelo flamenco, el león de flandes me inspiraba algo de calidez. por primera vez en diez años el león de flandes no estaba ahí para excluir a nadie. el león de flandes no necesitaba asustar a nadie. el león de flandes, por primera vez, no era el portador de una inmensa arrechera.

quizas no fui el unico que vió esa imagen, pero pensé que de alguna manera era mi deber aceptar esa invitación a involucrarme en la problemática local. que era mi deber, perteneciendo (también) a eso que se representa cuando se dice «flandes», compartir esa imagen que a mi me resultaba raramente esperanzadora.

si un político de tendencia excluyente me utiliza para legitimar su discurso, es mi responsabilidad negarme a ello. es mi responsabilidad dejar ver que para muchos el león de flandes no es negro con fondo amarillo, sino que somos todos los que vivimos acá, de todos colores. que para muchos, el león de flandes no es una fiera salvaje siempre en pie de guerra, sino una cálida imagen que de vez en cuando sonríe y relativiza y secretamente teme hacer el ridículo cuando se muestra vulnerable.

con eso en mente se construye este video que termina diciendo «Felices fiestas de la Comunidad Flamenca». este video protagonizado por el león de flandes, el mismo que me dió la bienvenida hace diez años, parado sobre las palabras STOP IMMIGRATIE (las primeras palabras que entendi de este idioma).

suficiente contexto, creo.

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