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Todos los troles, el troll

En la jerga de Internet, un troll o trol1 describe a una persona que publica mensajes provocativos, irrelevantes y fuera de temaen una comunidad en línea, como un foro de discusión, sala de chat o blog, con la principal intención de provocar o molestar, con fines diversos y de divertimento, a los usuarios y lectores en una respuesta emocional2 o, de otra manera, alterar la conversación normal en un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí.3 4 El troll puede crear mensajes con diferente tipo de contenido como groserías, ofensas, mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás.

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Tenía tiempo pensando en escribir este artículo. Porque quienes compartimos en la comunidad que es Panfletonegro, deberíamos tener bien claro qué es un troll. Creo que ese concepto de Wikipedia deja claro que nos tropezamos con troles muy a menudo.

Sitios como Panfletonegro son muy escasos en la red, porque no hay editor ni censura, el que quiera puede abrir una cuenta y publicar lo que quiera, o sólo leer, o sólo comentar, o combinar las tres cosas. Claro, la libertad trae responsabilidades, y tienes que estar preparado para recibir palo o ser celebrado. Independiente de lo que pase, el común denominador de la comunidad marca el camino.

Y es precisamente, por esas características, que Panfletonegro es el perfecto paraíso de un Troll, por convicción o asalariado. Un troll consigue la página y se da cuenta que puede darse banquete: saltar de post en post, spamiar la página hasta lo imposible, poner peine tras peine, y el día que se aburre, de tanta libertad, agarra sus corotos y se va. Porque en Panfletonegro hay autores habituales, de 10, 5, 3 años de antigüedad, pero los troles permanecen, el más fiebruo, meses.

Hay troles buenos

El tema de los troles es fascinante, porque tiene muchos matices. Y además, puedes extrapolar el concepto y ubicarlo en otros ámbitos. Nunca antes, en la historia, y gracias al desarrollo tecnológico y las redes sociales, los troles tuvieron tantas herramientas para trolear. Copia y pega, vídeos, imágenes, tantos recursos. Pero, si le dedicas un análisis profundo al tema, te das cuenta que las dicotomías se desvanecen, y hasta puedes afirmar o considerar que hay troleos “buenos”, todo depende de tus convicciones.

Por ejemplo, tengo un pana que trolea al “Concurso de Cartas de Amor” de la Mont Blanc que se hace anualmente en Venezuela. Los trolea por ñoños, políticamente correctos y faltos de cojenes, en el sentido, que si la cosa pasa de un besito, la carta queda descalificada. Este año, para el concurso, mandó una carta ficciona contando una historia de pedofilia. No creo que el autor, y mucho menos yo, aprueben ese cosa deshumana que es la pedofilia. Simplemente, con su carta, este pana buscaba escandalizar a las doñas/jueces del concurso. Ése fue su fin último, por supuesto, que no iba a competir.

La semana pasada, comprobé, que Jaime Bayly, el escritor peruano que tiene un programa en Miami, es un “mayor troll”. Un pana guindó un vídeo que lo demuestra, una entrevista al merenguero venezolano chavista light. La vaina es hilarante, porque Oscarcito piensa que va a una entrevista tipo portadas o noticiero Venevisión, para promocionar su trabajo en Miami. Y Bayly deja que suelte sus lugares comunes, y a dos minutos de terminar el negro, le pregunta por quién va a votar ¡Epic pasada de coleto!

Gracias a otro amigo, me enteré de una historia, que si el talento me alcanzara, me hubiese gutado escribir esta historia antes que fuese real. Un israelí, llamado Rotem Guez, fundó una página en facebook, ofreciendo miles de “likes” a cmbio de dinero. Un negocio, pues. La gente de facebook lo bloqueó. ¿Qué hizo el pana? Aprovechando el sistema legal israelí, que te permite cambiarte el nombre, a cambio de que seas judío, se rebautizó ¡»Mark Zuckerberg”! Entonces hay dos “Mark Zuckerberg”, el fundador de facebook y este pana. Facebook lo tiebe amenazado con una demanda, fue se cambió el nombre y cuando le preguntas dice que le pareció divertido que Facebook demandara a Mark Zuckerberg. Rotem Guez se merece un “trolling like a boss”. Independiente por sus acciones, este tipo no puede sino merecer mis respetos.

Y así, muchos ejemplos, por eso digo lo de las convicciones. Yo puedo, perfectamente, y por eso digo lo de extrapolar, que Chávez es un troll, simple: Se aprovechó del sistema democrático, entró, y desde adentro, lo destruyó. Así lo han hecho todos los demagogos y dictadores, ¿por qué él sería la excepción? Llegó mediante la democracia al poder, y una vez adentro, cambio la constitución y “hago el referendo para implementar la reelección indefinida”. Fácil, cualquiera hace eso. Lo difícil es ser demócrata, o no ser un troll.

Interesante ¿No?

Los troles convencionales

Pero en Panfletonegro no tenemos la suerte, todavía, de contar con el calibre de genialidad de un tipo como Rotem Guez. Habitamos entre troles convencionales. Porque hay que considerar dos aspectos importantes, tomando en cuenta la difícil línea entre trolear y libertad de expresión.

Los troles no solo es que trolean, a secas, es decir, sabotean los hilos de discusión, hay que tomar en cuenta, también, el desgaste mental de: caer en la trampa/peine, argumentar, responder. Ése es el objetivo de un troll, desviar el tema y desgastar a los que teclean, en serio. Mientras que los troles lo que hacen es copiar y pegar, y poner preguntas absurdas para que caigas y caigas, una y otra vez.

Es inevitable, siempre tendremos troles a nuestro alrededor, es más, podríamos hacer un vídeo “In memorian”, tipo Oscars, recordando a los troles que se han ido. Pero está en nuestras manos la decisión de caer, darle aliento, ignorar, divertirse o vacilar a los troles. La cosa es que sepamos detectarlos y entrenar el ojo para divisarlos.

El foro está abierto, y como diría un troll progue, vengan a mí, que tengo Trol ;)

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