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Anomia

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*La muerte de un hombre es una tragedia. La muerte de millones es estadística* (Atribuída a Joseph Stalin)

¿Escuchaste alguna vez esa frase? A mi se me vino la misma a la mente hace unos días, luego del vil asesinato de Libero Iaizzo, en ese momento pensé que era probablemente la frase que mejor describía el comportamiento de una porción importante de los venezolanos respecto al tema de la inseguridad.

 La Real Academia Española define «Anomia» como lo siguiente:

 Anomia:

 Del Griego (ἀνομία)

Venezuela, durante los últimos tiempos ha experimentado un aumento exponencial de las tasas de homicidios, tomemos sólo como un ejemplo los asesinatos por cada 100.000 habitantes en la ciudad de Caracas.

En el año de 1986, Venezuela tenía como tasa de homicidios 8 asesinatos por cada 100.000 habitantes, esa misma tasa, tomando en cuenta sólo la ciudad de Caracas, era de 13 para aquel año. Para 1989, la tasa de homicidios a nivel nacional había aumentado a 13, pero podemos observar un crecimiento astronómico de la misma en la ciudad de Caracas, ya que esta se disparó a 45. Para el año 2007, la tasa de homicidios en Caracas era de 130 por cada 100.000 habitantes, y a nivel nacional se encontraba en 48.

No es necesario sacar cuentas matemáticas complejas para darse cuenta que la tasa de homicidios a nivel nacional se decuplicó entre 1989 y 2007.

Las preguntas clásicas vienen a la mente, ¿Qué pasó? ¿En qué demonios se convirtió la sociedad venezolana?. Numerosas respuestas surgen, entre estas:

Pueden ver ustedes que toda una vorágine de causas crean un efecto en común, el cual es la violencia. ¿Cómo erradicarla? La respuesta no es trivial. Lo primero que debe existir es educación en el hogar, sin embargo, no hace falta ser un erudito para saber que la misma en muchos casos es inexistente.

¿Cuántas veces no hemos visto muchachos groseros en la calle? Montones de veces ¿Verdad?. ¿Qué implica esto? En primer lugar, estos jóvenes no tienen reforzadas buenas conductas, en segundo lugar, existe una sociedad permisiva que tolera esta y muchas otras faltas.

Algún lector podría llamarme exagerado al intentar hacer un símil entre un muchacho que «símplemente» es grosero, y otro que es delincuente, pero, existe una frase de Juan Bosco, también conocido por muchos como Don Bosco, que rezaba que «El principio de todo vicio es la soberbia». Recuerden que un muchacho que un día ofende, al día siguiente se le hace más fácil, y así sucesivamente. Cuando nuestros principios morales se ven minados por nuestras acciones, llega un momento en que sencillamente olvidamos aquellos, por tanto, en algunos casos, se puede incluso llegar a delinquir, y por consiguiente a matar.

La educación debe venir por casa, como ya se afirmó anteriormente, pero esta educación debe ser reforzada también en las escuelas y posteriormente en las universidades. Y por educación, no quiero sólamente referirme a la academia como tal, sino también a la formación de buenos ciudadanos.

Hace unos años me comentaban mis padres que existía una materia en el bachillerato llamada «Formación Moral y Cívica», en la misma se les explicaban los fundamentos para que tú, yo y cualquiera de nosotros pudiéramos convivir en sociedad, con paz y armonía. Desafortunadamente (Al menos en mi caso) esta materia ya no es impartida. En cambio, ahora, vemos con estupor como se le dan a niños de entre 10 y 14 años, armas de guerra para, supuestamente, defendernos de un enemigo externo. ¿Hacia donde vamos con estas actitudes? ¿Hacia una situación de caos y crispación? ¿Es acaso eso lo que queremos?. Yo no lo quiero, y dudo muchísimo que tú lo quieras.

Hoy en día, la influencia de los medios de comunicación es innegable, además, tenemos medios 2.0, como lo son Twitter, Facebook, entre otros. ¿Qué podemos hacer? o mejor dicho ¿Qué debemos y tenemos que hacer?, lo primero, crear un clima de amor y solidaridad. ¿Cómo se puede hacer esto? Maneras hay por miles, las redes sociales tienen un potencial gigantesco a la hora de organizarnos, si nos podemos organizar para realizar un encuentro de Twitteros por ejemplo, ¿Por qué no poder hacerlo para coadyuvar en la creación de alguna fundación?, y es sólo una idea, de las muchas que se podrían llevar a cabo.

Muchas veces, la gente que delinque proviene de familias (En el caso de que las tengan, ya que a veces ni eso tienen) con variados problemas, siendo el principal, la falta de una cultura de valores positivos. Entonces, con una sociedad de valores, ¿No les sería más fácil a ellos para regenerarse?. Ya sé que el autor de este «artículo» puede sonar un poco fantasioso y soñador, pero recuerden que la base de una sociedad son sus valores, si logramos que estos sean positivos, es muchísimo lo que podremos cambiar. Como dijo una vez el ya desaparecido John Lennon en su obra maestra «Imagine»:

 You may say 

I’m a dreamer, but I’m not the only one

I hope some day you’ll join us

And the world will live as one

¿Qué dices? ¿Te unes a un cambio? Recuerda que tú tienes el poder para que la frase que puse al principio deje de ser un común denominador en nuestra sociedad.

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