panfletonegro

panfletonegro, un lugar para hacer oposición

 

este artículo es una respuesta a ¿Habrá un camino para Panfleto Negro?

El otro día herí unas sensibilidades al escribir que la cuña de «Miranda encontró su camino» era la propaganda más descaradamente populista que la oposición había hecho en 12 años. Una cuña brillante, a mi juicio, y brutalmente centrada en el mensaje:

Fantaseo, en mi locura, que ese comentario y una sensación general de «por Dios ¿hasta cuando?», empujaron a Quico a regalarnos el primero de lo que espero sea una larga cadena de posts. Él sabe que es bienvenido aquí porque, entre otras cosas, tiene buen ojo y se le da bien (groseramente bien) esa brujería necesaria que es el análisis político en código blog.

Quico escribe que eventualmente todos en panfletonegro terminaremos chillando «se ve, se siente, Capriles presidente!». O al menos eso espera, para su deleite.

En el mundo que imagino, panfletonegro siempre será de oposición, inclusive cuando el consenso decida que eso no le «conviene». La razón es sencilla: desde sus comienzos, el panfleto se promocionaba como un lugar en el que podías escribir lo que nadie quería publicarte (en papel ¿te acuerdas del papel?). Ahora, en esta época que puedes hacer lo mismo con tu propio blog (o twitter, o tumblr, o facebook, o un stream de pinterest), panfletonegro es el lugar donde puedes publicar ante una audiencia mayor que la de un blog solitario y, sobre todo, exponerte a una comunidad con opiniones y –a veces– argumentos.

En esta época en la que se nos vende la ilusión de que finalmente llegará ese día en el que cambiaremos el blanco de nuestras críticas, constantemente tratan de emplazarme a ver por dónde me decanto.

¿Seré o no seré?

 

Yo te puedo dar el material

El asunto es que yo puedo dar opiniones, pero las fuerzas que gobiernan al panfleto son otras. Al final panfletonegro son ustedes y los que vendrán. Yo rara vez escribo aquí. Mi trabajo es garantizar que este sitio no se caiga cada vez que alguien linkee un meme, o alguien la pegue del techo con un post.

En otras palabras: «yo te puedo dar el material ¿tú tienes quién te la construya?» –ah, ¿viste? yo también puedo ser descaradamente populista.

 

El orfanato de los necios

Creo que la mayoría dice que los que escribimos aquí criticamos por criticar. Nada nos parece bueno, especialmente a Sergio y a John. Eso siempre nos ha traído problemas y –la verdad– orgullo ante la validación de esa sospecha compartida de que muy pocos saben recibir una crítica. Venezuela (por decir un país) tiene un problema grave con la crítica y esa es una de las razones de porqué está como está.

Pero esta postura crítica reduce el poder de nuestras palabras. Ya todo el mundo sabe que en panfletonegro los vamos a criticar y destrozar (y sin embargo, entran y leen en silencio, morbosines). Así que muchos pasan nuestras palabras por un filtro, porque asumen que esto es una pose.

Pero nuestra pose puede que no sea una pose. Puede que sea la manifestación de nuestras aspiraciones: un lugar menos horrible, menos patético.

Y por eso, yo creo que sitios como panfletonegro, o mejores que panfletonegro, deben existir. Porque los espacios como este son necesarios. Vigilar concienzudamente y criticar a los poderes es necesario. Esto no es nada nuevo. Todo el mundo lo dice. Pero mi cita favorita es la de Oscar Marcano:

Yo creo que el artista, por naturaleza, por definición, debe estar en contra de cualquier régimen, es decir, el artista tiene que pararse siempre en la acera opuesta al poder y escrutarlo con ojos saltones y denunciar toda la basura que tiene por dentro, sea el régimen o el gobierno que sea.

Para completar mi trampa semántica, cambia «artista» por «ciudadano».

Entonces, en el mundo en el que me gustaría vivir, panfletonegro es un espacio de contrapoder en el que los mal representados, los marginados, los huérfanos del desenfreno, podemos venir a tipear con los muñones.

¿No crees que panfleto cumple una función? ¿adónde vamos a ir a desahogarnos, a retardar el cáncer?

 

Eh ¿de qué hablábamos?

Creo que me desvié un poco… o de pronto no. Pero volviendo al artículo de Quico, creo que en panfleto ya se han adelantado algunas opiniones a favor de cambiar la crítica a Chávez por la crítica a Capriles. Quizás nos aburrimos, queremos un blanco fresco, que «mete cestas de 3, marca golazos, baila tambores» (vinz dixit), un tipo que no se esté muriendo. Así que en estos días:

Ante estas manifestaciones de amor, el mancrush con Capriles que tienen en Caracas Chronicles, se queda pendejo.

Lo que me gusta y lo que rescato de algunos de estos artículos, es esa conciencia de «no comulgamos con todo, pero claramente Capriles es menos pior». Lo vemos en artículos como el de Luis, que dan opiniones con reservas y demuestran su satisfacción sin caer en el «MariK ganamos!!!!». Lo veremos probablemente en artículos de frank o lenguaeniple.

Así que no se si habrá un camino. Si lo hay, espero que a la larga ese camino termine en la acera de enfrente. Pero, insisto, panfletonegro reúne gente con afinidades en una publicación sin línea editorial formal. Quien quita que en la locura post-Chavez (¿post-Rosinés?), el panfleto acabe en televisión y Sergio y John le serruchen el puesto a Mario y Amorín.

Vamos, sabes que te encantaría ver ese programa.

 

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