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Venezuela, una democracia para imitar

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Venezuela, una democracia para imitar

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Con el revuelo que ha desatado el nuevo pop-star español, los venezolanos que estamos cerca de España hemos sido mojados nuevamente por una lluvia de bullshit sobre la naturaleza democrática del gobierno bolivariano.

Podemos, Pablo y Monedero son amigos de la casa. Sabemos qué los mueve y qué los hace vibrar. Pero los que más curiosidad me despiertan son los que repiten sus «argumentos» sobre Venezuela.

Hace unos días un español me dijo que en Venezuela había democracia porque los opositores podían ganar elecciones. Lo que no sabe esta persona es que cada vez que un opositor gana una elección, el presidente de gobierno designa al candidato oficialista que perdió las elecciones como «protector» de su región. Este protector está a la cabeza de un gobierno paralelo y recibe un presupuesto igual o mayor que el situado constitucional que le toca al estado o municipio en el que ganó la oposición.

Debo acotar que la figura de «protector» no existe en la constitución venezolana.

Más allá del terreno desigual en el que compite la oposición y los posibles fraudes electorales (voto asistido y malversación con fines electorales), ¿Se puede considerar democrático a un gobierno que desconoce resultados adversos en unas elecciones y designa gobernadores a voluntad? ¿Cuántos europeos tolerarían eso? A la luz de las elecciones del parlamento europeo, muchos. Aunque lo nieguen y se crean demócratas.

Chávez no era un buen perdedor y Nicolás aprendió bien. En este video de 2013 lo vemos designando a Elías Jaua como protector del Estado que gobierna Capriles.

Luego está también el show que protagonizaron Bertín Osborne y Beatriz Montañez

Muy estridente y con pocos argumentos, como debe ser en Telecinco. Sin embargo, no deja de ser interesante porque esos minutos son una suerte de «grandes éxitos» de los mitos sobre la situación en Venezuela. Ambas partes se equivocan, pero sólo una esgrime argumentos a favor de un sistema que nunca funcionó. Beatriz Montañez alaba la democracia venezolana porque tiene la figura del referendum revocatorio. Lo que quizás no sabe o calla es que:

  1. Chávez dijo que aunque perdiera el referendum no iba a renunciar.
  2. Las personas que firmaron contra Chávez fueron incluidas en una lista informatizada que luego se usó para segregar a los venezolanos sistemáticamente, negándole el acceso al empleo y los servicios del estado a aquellos que habían firmado contra el presidente.
  3. Quién autorizó la creación de esta lista fue el mismo Hugo Chávez.

En su momento, esta actitud fascista del gobierno venezolano fue justificada con el argumento de que lo hacían para defender la revolución. Que los traidores no debían ni trabajar para el estado ni recibir beneficios. También argumentaron que en las empresas privadas hacían lo mismo, pero al revés.

Tú puedes estar de acuerdo o no con estos argumentos. Es tu derecho. El asunto es que si estás de acuerdo eres un fascista.

«La Lista: un pueblo bajo sospecha» es un documental que recoge la historia del referendum revocatorio y muestra las pruebas, de la misma boca del presidente Chávez de los 3 puntos que mencioné arriba.

 

Quizás a pesar de esto, Venezuela siga siendo una democracia para algunos, porque al final parece ser que la democracia es una opinión, no un sistema. Hace unos meses, Anabella Abadi y Bárbara Lira escribieron un artículo mucho más serio que este analizando la pregunta ¿es Venezuela una democracia? Si todavía te lo preguntas, léelo.

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