panfletonegro

Hiroshima mi amor, Hiroshima

iyJ0umR

Quizá Einstein, al ver el titular en el periódico, suspiró profundo, y guardó su violín para no tocarlo más. Quizá a esa misma hora no se escuchaba ningún sonido en Hiroshima, ni un pájaro, ni un perro aullando, nada, quizá sólo el viento…

Nunca he estado en un terremoto, pero me lo imagino, he escuchado su sonido atronador, literal, en un temblor más o menos fuerte. Podría imaginarme un tsunami quizá, alguna que otra vez me ha arrastrado una ola gigante, y sentir por breves instantes que no podré salir. Pero una bomba atómica, no, no me lo imagino.

Dicen que lo primero es una luz, muy intensa, como de cientos de millones de reflectores, y luego el estallido, que ningún oído podría tolerar, y luego el calor, un calor terrible.

La sensación de horror, desamparo, dolor, al sobrevivir, no podría ser descrita, quizá sólo podría ser un acercamiento, un esbozo, pero cómo describirlo. Sería reunir más de cien libros de horror, para acercarse apenas a lo que fue.

Lo confieso, me cuesta escribir esto, trato de ser ecuánime, pero tratar de imaginarlo, de hablar de ello, me aturde y me aflije.

Hiroshima mi amor, Hiroshima, se me ha metido hasta el fondo de mi alma, si es que la tengo.

Cierro mis ojos.

Salir de la versión móvil