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Las muletillas del gerente

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este es el segundo artículo de una serie dedicada a asuntos de gerencia. El primero lo pueden leer aquí.

Siempre he pensando que el mundo está compuesto por muletillas, palabras o acciones que, a falta de vocabulario o información, le permiten a la gente crear una conexión armoniosa –entre muchas comillas- con el resto la historia. Sin embargo, vamos a ir más allá, pensemos en las muletillas inconscientes que afectan nuestras decisiones y nuestros beneficios.

Leyendo “Inteligencia Intuitiva” de Malcolm Gladwell, me topé con ésta joya. El ejercicio consiste en descifrar el acertijo antes de leer el siguiente párrafo:

Un hombre y su hijo sufren un accidente de coche grave. El padre muere y el hijo es trasladado urgentemente a un hospital. Cuando entra en el quirófano, alguien de los que forman el cuadro de cirujanos lo mira y exclama <<¡Es mi hijo!>> ¿Quién es esa persona?”

Es probable que primero te hayas quedado desconcertado. Seguramente lo leíste dos veces y pensaste en diferentes posibilidades. Sin embargo, estoy segura de que la palabra “mamá” no se cruzó por tu cabeza de forma instantánea. Esto sucede porque la sociedad no está acostumbrada a ver a las mujeres en profesiones importantes, menos como parte de un equipo de cirujanos. Es algo entendible, dado que nuestro cerebro está programado para tomar decisiones en función a experiencias y conocimientos. Y, si bien son totalmente capaces, las mujeres tienen poco tiempo cambiando la visión del hombre como único sostén de familia.

El estereotipo de pensar que la mujer no pertenece a los puestos importantes – y no es tu culpa, es algo inconsciente- te ha valido una respuesta incorrecta al acertijo. Ahora ¿cuántas respuestas incorrectas, basadas en los estereotipos inconscientes, habrás dado en la vida? ¿Cuántas decisiones afectaron tu rentabilidad? Sí, da miedo pensarlo, pero es un hecho.

Para mí los estereotipos son muletillas, una manera fácil de tomar decisiones basados en una premisa incalculable y un tanto discriminante que, a largo plazo, nos hacen perder oportunidades. Lo voy a ilustrar.

Hace unos meses, antes de irme a Madrid a terminar mi maestría, me llamó una señora agradable <<Cindy, mi nombre es Elena, te estoy llamando de parte de la IAS (International Association of Scientologists*) Desde Los Ángeles nos están pidiendo que representes a Venezuela en la campaña internacional en pro de los derechos humanos>> Confieso que iba manejando, apurada y atareada, quería salir rápido de esa llamada, pero no pude evitar preguntar <<¿Scientologists? ¿Eso no es cienciología, la religión de Tom Cruise?>> La señora comenzó a reírse y confirmó mis sospechas ¿Se imaginan representar una campaña internacional para una religión donde los padres se comen la placenta de sus hijos? –según TMZ*, claro- ¡Impensable! Así que dije que sí <<Jajaja>>.

De vuelta en Caracas, comenzó todo un mar de correos electrónicos entre los coordinadores en Los Ángeles y yo. Tenía que grabar una canción, un video, pasar por horas interminables de trabajo, y enviar un waiver* donde cedía mis derechos de autor. Finalmente, todo estaba listo, recibí un e-mail final con los datos de mi director y la letra del jingle* en inglés. Cuando googleé el nombre del director musical me llevé una grata sorpresa, iba a trabajar con Emanuele Ruffinengo, productor de Alejandro Sanz y productor asistente de Chick Corea <<¿Qué?>>

Trabajar con Emanuele fue divertido y nutritivo, es un tipo humilde y echador de broma. Me contó que había sido él quien me eligió para la campaña, escuchó mi material en Youtube y dio luz verde para contactarme –no me lo podía creer-. Al final, aprendí que los cienciólogos no se comen la placenta y que funcionan como cualquier otra religión -aunque no pude evitar decírselos y sacar un chiste sobre eso- a lo que me respondieron en broma <<con chocolate sabe mejor>>.

¿Se imaginan que, por culpa de TMZ*, o mejor dicho, de un estereotipo, hubiese dicho que no? <<Uy, no. Esa gente está loca

>> Hubiese perdido la oportunidad de trabajar con un maestro de la música, de representar a mi país en una campaña mundial en pro de los derechos humanos y, además, de aprender sobre algo tan controversial como la cienciología – menos mal que no tengo nada en contra de las religiones… ni de Tom Cruise-.

Ahora, ¿qué vamos a hacer al respecto? Vamos a crear nuevos estereotipos -porque no pretendo eliminarlos-

1. Si es mujer, es muy probable que tenga un potencial inmenso para trabajar, porque si puede criar a sus hijos, llevar una casa y, sobre todo, encontrar harina pan en el supermercado, tiene que ser maravillosa.

2. Si es gay, es probable que sea detallista, creativo, divertido y dedicado, por lo tanto, podría aumentar la rentabilidad de mi empresa, aparte de planear fiestas fabulosas de fin de año.

3. Si está mal vestido, es probable que sea un genio de la informática o artista. Quizás pueda optimizar mi posicionamiento web, o darle un toque de humanismo a mi organización.

Despreciando el capital humano, no mejoraremos los resultados que tanto esperamos. Pregúntate a ti mismo <<¿Qué beneficio obtendría si llegásemos a trabajar juntos? ¿Qué tanto potencial profesional tiene esa persona?>>. Te aseguro que los resultados son sorprendentes. Las oportunidades están donde la mayoría ve fracasos.

La realidad es que las muletillas del gerente, obtenidas a punta de flojera para formarse -e informarse-, limitan su capacidad para tomar decisiones acertadas en un mundo dinámico, donde la información de vanguardia lleva las riendas.

Sólo tú sabes de cuánto te has perdido hasta ahora.

*International Association of Scientologists: Asociación internacional de cienciólogos.

*TMZ: Show estadounidense encargado de cubrir farándula.

*Waiver (release form): Documento de liberación de derechos de autor.

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