panfletonegro

Y el Premio Goebbels en Economía es para…

/home/depr002/panfletonegro.com/v/wp-content/themes/panfleto2019/images/random/depr_31.jpg

Cartel de YouTube

 

«U na mentira mil veces repetida… se transforma en verdad.» Joseph Goebbels

Hacer comparaciones de sueldos en distintos países y aseverar o inferir que la situación económica de un país es mejor que otro tomando los ingresos de sus ciudadanos en función de esta comparación es necio amén de falaz. Lo del video no merece comentario alguno más allá de acotar que para hacer tal afirmación (que Venezuela tiene el salario más alto de América Latina) el régimen de facto toma el cambio oficial para luego calcular el salario en dólares, sólo entonces lo compara con el de los demás países de América Latina. Un simple ejercicio de manipulación goebbeliana.

Si usted realmente desea hacer una comparación económica en función de ingresos la misma debe hacerse sobre la base del poder adquisitivo de los ciudadanos y no sobre la base de los sueldos/salarios, de lo anterior nace el concepto de Paridad de Poder Adquisitivo. Veamos un ejemplo para comprender sobre qué va el asunto.

I. Breve Estudio comparativo

La herramienta actual de investigación por excelencia: Internet

España:
ADSL Movistar 6Mbps: 53,08 euros (ofrecido por una empresa privada con fines de lucro)
Salario mínimo España: 748,30 euros/mes
Porcentaje de sueldo requerido para contratar el servicio: 7,09%

Chile:
Salario Mínimo: 193.000 pesos
DSL Clarochile 6Mbps: 18.500 pesos/mes (ofrecido por empresa privada con fines de lucro)
Porcentaje de sueldo requerido para contratar el servicio: 9,59%

Colombia:
ADSL Movistar 4Mbps + Llamadas locales ilimitadas: 66.831 pesos (ofrecido por empresa privada con fines de lucro)
Salario mínimo: 589.500 pesos/mes
Porcentaje de sueldo requerido para contratar el servicio: 11,34% (incluye llamadas locales ilimitadas)

Venezuela:
Salario Mínimo: 2.047 bolívares/mes
ABA CANTV 6Mbps: No hay.
ABA CANTV 4Mbps: 499 bolívares/mes (ofrecido por el gobierno, supuestamente SIN fines de lucro)
Porcentaje de sueldo requerido para contratar el servicio: 24,38%

 

II. Mirando más allá de la punta de la nariz

Los datos anteriores demuestran, sin espacio a dudas, como el poder adquisitivo del venezolano es inferior a la mitad del de nuestros hermanos de habla hispana (dejé intencionalmente por fuera de los ejemplos a países como USA, Canadá, Francia, Alemania y todos los tigres asiáticos para que no se viera la abismal diferencia entre aquellos y nosotros).

El quid del asunto es que esto no se trata de internet, ni tan siquiera de que seamos el hazmerreír internacional en promedio de velocidad de conexión, más allá de que alguno vocifere orgulloso que estamos por encima de Haití, el Congo o Zimbabwe. No. Un comportamiento similar al del ejemplo se observa en diversas áreas del mercado: si usted hace una breve investigación sobre el precio de bienes inmuebles, sus cánones de arrendamiento, los precios de los vehículos, de los electrónicos, de los electrodomésticos, y de casi cualquier otro bien (salvo la gasolina) encontrará que el poder adquisitivo promedio del venezolano es comparativamente paupérrimo al de América Latina y que ese deterioro, si bien ha venido ocurriendo desde hace varias décadas, ha sido particularmente notorio durante los últimos tres lustros gracias a las políticas económicas de quienes detentan el poder en el país.

¿Ley de Costos y Precios Justos? Por supuesto, funcionó de maravilla en la URSS, al igual que el estajanovismo.

 

III. La reticencia de los adoradores del Estado

Sin embargo no faltará algún “avezado” lector que argumente que eso (el breve caso del ejemplo) sucede porque el precio del internet no está regulado o, inclusive, porque internet no es un servicio de primera necesidad, que es un lujo pues, es más hasta es posible que alguno afirme que existen planes de conexión más económicos y al alcance del bolsillo. Veamos:

1) Asumiendo que una regulación fuera la solución al problema habría que entender que estas medidas buscan regular los precios de la empresa privada, es decir, el gobierno no necesita decretar una regulación de precios para modificar los precios de un servicio que es el mismo gobierno quien lo ofrece. En otras palabras, esta pretensión es absolutamente ridícula sin siquiera hacer mención de la suerte que corrieron los productos regulados y vendidos por el gobierno (dólares, cabillas, cemento, etc).

2) El internet como lujo: es posible que para algunos sea más económico pagar el costo de oportunidad de hacer una cola durante media hora para comprar 2 kilogramos de harina pan porque su tiempo vale muy poco, para cualquier sociedad condenada a pensar de esa manera es lógico encontrar muchos individuos dispuestos a afirmar que el internet es un lujo, si este es su caso olvide todo esto, ninguna explicación bastará para que usted abandone su mentalidad de esclavo del Estado.

3) ¿Y por qué quieres un plan de 4Mbps? Quizás por la misma razón que usted está usando una pc, tablet o smartphone en vez de un ábaco, una máquina de escribir o una agenda de bolsillo.

Salir de la versión móvil