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Personajes de la RBV: El trincherito

Respeta, majunche de mierda, malpari'o
.Respeta, majunche de mierda, malpari’o

El trincherito es el filósofo de la patria, intelectual izquierda, que está descubiendo el caviar, habla de revoluciones y hace clicktivismo por facebook.

Divagador, ejem, filósofo por pasión, habla de los males del mundo que en pocas palabras puede resumirse en: «Socialismo sí, capitalismo no». Si la vida fuera una novela sobre animales en una granja el equivalente sería «Cuatro patas si, dos patas no».

El problema llega cuando trata de definir qué es capitalismo o socialismo. Todo lo que le gusta es socialismo y todo lo que le disgusta es capitalismo. Van a buscar algún café bohemio donde puedan sentirse como esos filósofos socialistas de Francia, como ese al que mentan el Sastre (a lo mejor su apodo de lucha) o Madam Buvieri o como se escriba.

Halgunoz de ellos, desiden escrivir mal, para mostrar lo rebolusionarios que zon y no zometerce al llugo del hidioma que noz impucieron los españoles, son anarquistas del idioma. Así que no ce molestan en haprender el casteyano…  aunque tampoco se molestan en aprender wayú, pemón, yukpa, piaroa o yek’uana.

Encuentran un café, bastante exclusivo y bohemio, donde no serán molestados por niñitos vendiendo flores. Con la primera taza deciden que tomar tazas de café en lugares bohemios y exclusivos es lo más socialista que pueden hacer por el pueblo, sus mentes deben fortalecerce, para el gran reto mental que es llevar una revolución, es más, a ellos no les gusta, es un sacrificio que hacen, con el fin de forjar las ideas de la revolución. Algo así como un cuento que incluye manzanas, leche, cerdos y una granja.

Otro cafecito y piensan y tienen la primera idea revolucionaria. Deciden comprar tabletas, teléfonos y computadoras de compañías multinacionales que contratan a niños chinos que trabajan 16 horas diarias en ambientes atestados. Es parecido al capitalismo, pero de buena manera, porque China es socialista, así que bien.

Además lo importante es la actitud contestataria, que la canalla mediática no es capaz de comprender. «Majunche apátrida ¿no ves que en la macbook tengo de fondo de pantalla al Ché y que para divulgar la Canción Necesaria lo hago a través de formato MP3 con el iPhone?, ¿No lo ves?, ¿No lo ves?, pobrecito, veo que tu cerebro no da para tanto, cachorro del imperio, tú seguro quieres un iPod para escuchar música, no para fomentar el socialismo»

Terminan pensando que la gente es muy egoísta por querer comprar un smartphone o cuando piden que disminuya la inseguridad, los apagones, la inflación, la escasez. Esa gentuza que solo mira lo malo y que pide hospitales equipados, carreteras en buen estado, supermercados bien abastecidos, infraestructura firme, poderes independientes, instituciones eficientes y libertad de expresión. Esa gente está loca, esa gente es egoísta, esa gente está pelando bolas, porque lo importante es la revolución, la revolución trajo al Venesat, trajo los cdi, trajo misión robinson, erradicó la falta de ignorancia, despertó al pueblo. Lo importante es la revolución  y el líder. La revolución es dignidad.

Al tercer café toman sus macbuk, aiPads y aiFons para usar fotochó e ilustreidor y diseñan unas campañas para promocionar las canaimitas.

Al terminar este arduo trabajo socialista se sientan a pensar satisfechos. Filosofan de las implicaciones del capitalismo en la extinción de la vida en marte. No preguntan por qué le dicen el planeta rojo.

Piensan que el plagio es malo (no importa que el copyright sea un invento de la derecha), excepto si los hacen ellos porque en ese caso son en nombre de la revolución.

Piensan que los golpes de estados son malos, excepto lo que haga el líder, porque son en nombre de la revolución.

Critican la devaluación porque es una medida neoliberal que afecta al pueblo, excepto si la hace el gobierno, en cuyo caso es un sacrificio que debe hacer el pueblo por la revolución.

Y al final del día, se acuesta satisfecho, por qué aportó su grano de arena en la dignidad y el respeto del pueblo. No como esos majunches, apátridas, malparidos, mariconsones, escuálidos, imbéciles, que lo único que hacen es criticar e insultar a los demás.

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