La Planta, el fracaso de un país

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Un día cualquiera te levantaste temprano para ir al trabajo, te montaste en tu carro y te fuiste camino a la rutina, a mitad de camino te llaman de la casa para preguntarte una tontería, mientras le respondes a tu mamá de una panadería en el medio de la calle, lejos del paso de cebra sale un tipo corriendo, tú no lo ves hasta que se estrella contra tu parabrisas, ibas a 60 en una zona residencial para no llegar tarde, el tipo sale volando y mete la cabeza contra la acera. Muerte instantánea.  Te tiemblan las manos, no sabes qué hacer ni a quién llamar. En segundos estás envuelto en una multitud, nadie te habla, el tipo yace muerto ahí, quieres correr porque sabes que estás en un problema, pero nadie te va a dejar irte. Media hora más tarde la policía está remolcando tu carro y tú te vas en la patrulla. El policía te dice: la cagaste chamín, ese tipo trabajaba con nosotros. Un frío recorre tu espalda, el peor escenario posible. La «justicia» es expedita y clara contigo, o te bajas de la mula o vas preso. No tienes amigos policías, ni políticos, ni diputados y mucho menos papá con real. En menos de dos semanas te encuentras en un camión lleno de gente, todos te están viendo y amenazándote, saben que estás ahí por error, eres presa fácil. Te bajan de una patada y nomás llegar te reciben cinco tipos que te dan una coñaza. Uno de ellos se te acerca y te dice: «ahora sí te jodiste carajito, bienvenido a la Planta».

El relato anterior es ficticio, lo que no es ficticio es que todos estamos a un error o una imprudencia de quedar atrapados en el infierno carcelario venezolano. Solemos creer que el problema de las cárceles sólo afecta a malandros y choros, pero como nosotros somos gente decente y de su casa el problema no nos toca, se nos hace lejano, de otra dimensión donde los problemas del país son solamente aquellos que nos afectan directamente. «Que se maten todas esas joyitas a ver si se acaba el peo», resumen de una manera de pensar simplista y egoísta. No es un tema pop y no interesa.

Sin embargo, las cárceles son el último eslabón de un sistema judicial que hace rato dejó de hacer su trabajo para representar a una facción política, tal como lo denunciara uno de sus protagonistas, el ex magistrado malandro Aponte, que ahora se nos vende como una víctima más luego de ser verdugo. La justicia en Venezuela no existe, lo que existe es una tramoya dedicada a la impunidad y a la persecución política. La independencia de poderes, como buena parte incómoda de la constitución, es letra muerta.

El gobierno hace rato perdió el control de las cárceles, el asunto se fue de las manos y ahora no saben cómo taparlo porque en este caso no hay a quién echarle la culpa por más que quieran tratar de hacer ver a los medios como exagerados y conspiradores. En el asunto de las cárceles no se puede hablar de corresponsabilidad ni de la oposición. Todos los centros penitenciarios dependen única y exclusivamente del Estado.

Desde las cárceles los pranes manejan además de los recintos, mafias externas encargadas de drogas, armas, secuestros, asesinatos y pare de contar. Buena parte del problema de inseguridad del país se germina ahí. Y mientras tanto nos vemos el ombligo porque no es con nosotros, porque no podemos tener empatía con las familias de los presos, ya que es mucho pedir sentirla por «esos malandros de mierda».

Yo creo que esto es culpa de la CIA y de Capriles

Al gobierno habría que exigirle cumplir su promesa de humanizar las cárceles, presionarlos a crear verdaderos programas de reinserción social para no permitir que todos los que entran salgan graduados de malandros. En Venezuela hace años que se prohibió la pena de muerte, sin embargo entrar a una cárcel venezolana es un destino peor.

Tienen que finalmente sanear las cárceles, empezando por la GN, que son los que en definitiva venden las armas a los reclusos y permiten todas las irregularidades que ocurren en los penales.  Acabar con el retardo procesal y el hacinamiento. Es la única forma de desmontar el sistema de pranes que tienen mejores armas que el ejército.

Nada de eso será posible mientras el gobierno se siga haciendo la vista gorda y peor aún fomente la impunidad utilizando el horror carcelario como una amenaza constante contra la disidencia como lo demuestran los casos de Julio Rivas y José Rafael Ramírez. Pero ya sabemos cuál será la respuesta, los medios exageran, quieren hacer proselitismo con el drama, son carroña, etc, etc. Nuestra obligación será presionar y mantener el tema en agenda hasta encontrar una solución.

13 Comentarios

  1. Excelente, Luis. Creo que muchos ven con complacencia e indolencia el asunto, porque piensan que están lejos de caer en una cárcel. Parece que ignoran que en este país sólo los más pendejos van a prisión.

  2. Estono es ficcion, cuando recien llegue de USa me invitaron a una fiesta en Maracay, casi no tenia dinero, pero en mi casa habia un pote grande de puyitas y medicitos, me dije con esa plata me voy, agarre mi carro y me fui a maracay, cunado llegue a maracay, me pare cerca del centro y entre al banco para cambiar todo ese realero en algo con lo que pudiera pagar, pero vi mucha gente en la cola y me fui a una cuadra de ahi a donde unos amigos que tenia años que no veia, como no estaban me volvi al banco. apenas entre me hicieron pasar de primero en la fila, extrañado, pero feliz, lo acepte, pongo todo ese puyero sobre el cajero, este, nervioso, me dio el cambio, estaba feliz con eso y me proponia a salir cuando el vigilante me apunta con su arma y me dice que me detenga, que ya viene la Disip, el tipo estaba muy nervioso y trato de calmarlo para que no se le escape un tiro.
    Efectivamente llego la DISIP, le pregunto uqe que pasa, y no me dicen nada, me esposan y me sacan del banco, me dijeron que me iban a llevar, le digo que tengo el carro parado en la esquina, quizas fue mi mayor error.
    Vamos hasta mi carro y comienzan a revisarlo, mi hermano tenia un cronometro que utilizaba para entrenar, los tipos lo ven y dicen «Miren lo que encontre» trato de explicarle, pero nada, en la maleta consiguen una mandarria que habia utilizado para cambiarle los frenos al carro (cuando uno esta pelando aprende hasta mecanica) Y dicen «esto es arma» como no lo puedo negar, no digo nada, pero es una idiotez.
    Me consiguen dos sacos de vestir, uno claro y otro oscuro, ya que no sabia exactamnte cuando iba a ser la reunion.
    Les parece muy sospechoso y tambien se las llevan como prueba del delito.
    Les digo que iba a reunion en la casa del general XXXZZZ que es director de CAVIN, que si lo pueden llamar para que el los saque de su error.
    No me dicen nada
    Me consiguen el carnet de profesor de la universidad santa maria y fue peor, ese lo habia falsificado ya que en ese momento tenia 24 años y por lo tanto no podia ser profesor de nada, les dije que llamaran a la universidad, y no me dijeron nada, me montaron en mi carro y me llevaron a la sede de la policia de maracay, en la plaza bolivar, me metieron en una celda abierta a las oficinas, eso fue como a las 11am, al cabo rato enpeze a deproticar a decirles si trabajan para Kafka, que ese era un vil plagio del proceso etc, no me gane la simpatia de nadie.
    No me dejaban hacer una llamada.
    Me dijeron a las 4pm que me iban a dejar un dia preso.
    Dije que un dia no era un coño y que lo iba a calar, antes antes mis suplicas una le habia dado el numero de telefono de mi familia a una señora, para que me llamara y avisara, cuando iba camino a la carcel de maracay ( era ahi mismo por un pasillo) la señora me vio y me dijo con la cabeza que no habia podido llamar.
    Todas mis esperanzas se fueron al suelo, entro a la carcel y me quitan el cinturon y las cintas de los zapatos, voy caminando al lado de las celdas, los brazos mugrientos se estiran asia mi, y me gritan algo que no enteindo, abren una celda de unos 4×4 mets donde hay por lo menos 14 personas, apenas entro me quieren quitar los zapatos, pero el «jefe» de la carcel me pregunta primero porque estoy ahi.
    Robe un banco y cai Lo digo con mi mejor cara de malandro.
    En sus ojos se veia respeto, me dejaron solo al cabo rato el jefe de la carcel se me acerca e intenta sacarme conversacion, era el tipo duro. al final me consigue un carton y dos periodicos para que pueda dormir. La comida era vomitiva, su solo olor daba nausea, reparto la comida, alguien me dice que no lo haga, que solo nos volverían dar comida en la mañana a las 8pm. En la noche pasaba un policia que vendia marihuana, ellos la mezclaban con pasta dental para rendirla, depues paso otro vendiendo licor , todo eso lo veia de a ratos ya que me comenzo una tremenda jaqueca, al enterarme que iba a estar ahi, minimo una semana.
    Y lo peor es que nadie sabia donde estaba.
    La noche fue horrible, entre los gritos de las demas celdas y que me pusieron fosfors encendidos en la espalda, pero estuvo bien, al dia siguiete me entere que en la celda contigua habian acuchillado a alguien.
    El baño parecia reciensacado de la epoca de Juan vicente guzmes y no habia limpiado desde esa epoca, las paredes estaban negra solo a al metro y medio se podia saber que tenia una clase de pintura.
    El desayuno fue algo muy similar al de la tarde, pero esta vez si me lo comi todo. Cuando llegue a la celda me habian quitado mis cartones, el jefe que ahora se llama pran me reto a jugar damas, cometi el error de ganarle como diez partidas, saco un ajedrez, y le dije que si gabnaba le iba a decir a sus familiares que llamaran a mi casa, el me dijo que queria mis zapatos, el ambiente estaba tenso, me deje ganar la priemra partida y aireadamente pedi la revancha, me la dio y le gane, esta vez el me dijo que se le diera la revancha, su sequito me via cada vez peor, no sabia como iba a sobrevivir una semana (minimo) y sin dinero. Cuando estaba pensando que era mas saludable que el me ganara, me llamaron y me sacaron de la celda con las protestas del pran que queria mis zapatos y mis pantalones.
    La señora del dia anterior habia llamado a mi casa y mi papa con mi mama, habian venido a buscarme, el director de la carcel era un compañero de mi papa.
    Luego me entere que yo iba a robar el banco con la mandarria escondida en las chaquetas y tenia el cronometro de mi hermano para llevar el tiempo.
    Por mas ridiculo que fuese, me iban a dar dos años.
    Aun tengo las cicatrices ne la espalda para recordarmelo.

  3. John, justo ese es el problema, la gente piensa que a la cárcel solo van los malos como en las películas gringas, cuando la verdad es que Venezuela es el país al revés. Con esto no digo que que todos los que caen son unos santos pero cualquiera puede caer ahí y vamos a ver qué pasa.

    xluis, creo que esa es una de las historias que más miedo me han dado. Eso es como para irse demasiado y no regresar ni un poquito. Eso imagino fue en la cuarta (por lo de las puyitas y los mediecitos) imagina cómo será eso ahora que todos pueden hacer lo que les de la gana.

  4. Hermano yo también me pregunto con frecuencia qué pasaría si por vainas de la vida le toca ese maldición a uno de caer en la cárcel.
    Es hora -hace años, era hora- que más gente se incorpore en los temas que nos afectan realmente y propongamos soluciones, hace unos meses leí un proverbio que decía que «mientras los leones no tengan historiadores, los cazadores siempre serán los héroes.»

    Paz

  5. Sí, hay muchas razones por las que alguien inocente pudiera caer preso: como que un policía le agarre arrechera y le siembre cocaína. Y ahora que no vamos a estar en la CIDH y con la posibilidad de que la derecha endógena se agarre el coroto, peor todavía.

    Capaz que hasta La Rotunda era más humana que La Planta.

  6. Yo no creo que la gente no opine porque no le importe sino porque no sabe qué decir. ¿Qué puedes hacer tú? Nada, esto es algo que está fuera de nuestro control como sociedad y de lo que de paso depende de cierta forma nuestras vidas, además es algo grave ¿qué es lo más fácil? Ignorarlo, hacerse el loco. Venezuela es un paraíso zen: si no lo puedes solucionar no te preocupes. Uno vive sin aspiraciones el día a día y ya, siendo feliz simplemente con llegar a casa.
    Lo grave es que todos nos planteemos resolver el problema de la violencia con más violencia, y no es porque suene cuchi que estoy en contra, sino que esa ha sido la única respuesta que se le ha dado a la delincuencia desde los tiempos remotos de la cuarta.
    El asesinato de bandas completas en los barrios es una práctica común del CICPC, que me conste, por lo menos desde los 90.Creo que eso no ha ayudado en nada a la situación. La vida del malandro promedio sigue siendo corta y eso no impide que cada vez más adolescentes se dediquen a eso.
    Y el problema de las cárceles es más que de infraestructura aunque es lo más urgente. La gente que trabaja ahí no tiene ni la atención psicológica, ni muchas veces la preparación para dedicarse a un trabajo tan difícil. Si no se toma en serio la preparación de la gente que actualmente labora en el Ministerio, qué quedará para el personal penitenciario. En el Gobierno, superficiales como son, están de brazos caídos por la incompetencia pero siguen fieles a sus respuestas políticas que nada tienen que ver con la realidad, pero tampoco veo a la MUD planteando nada interesante.

  7. Como dice John en su artículo ni el gobierno ni la oposición plantean nada al respecto porque eso no da beneficios electorales. Hasta cierto punto entendible que para el venezolano promedio las cárceles estén de últimas en los problemas por resolver. Como sociedad y como individuos lo que podemos es tratar de educar y presionar, ya en otros casos la presión ha metido temas en la agenda del gobierno pero hasta este momento sólo se han hecho los locos, no hablan ni siquiera de problemas sino de situaciones irregulares y otros eufemismos.

  8. Iba a dar mi comentario «tan humilde» de este tema, pero luego de leer el relato de Xluis decidi que terminaria haciendo el ridiculo.

  9. Gyubari: tienes razón, empezando porque muchos de los que trabajan en el sistema carcelario deberían estar presos.

  10. Muy buen articulo luís1210, Es verdad, en un país tan corrupto, y sin valores humanos cualquiera que intente hacer vida es un posible candidato a una prisión sobre todo cuando no tiene influencias, es decir si no se adapta a las reglas, tal parece que la mejor manera de permanecer «sano y salvo al menos en el plano fisico» es no salir mas de la casa, o por lo menos evitarlo en lo posible.

    Xluis increible, te juro que leer tu historia ha sido algo que pega duro emocionalmente, me pregunto porque volviste a este infierno, si ya estabas en Usa, donde por lo menos hay justicia

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