El 27 de Febrero y Yo

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Persona cargando una res durante los saqueos

 

Persona saqueando el 27 de febrero de 1989

Yo era un adolescente cuando ocurrieron los hechos del 27 de febrero de 1989, vivía en el este de Caracas así que para mi ver lo que pasaba fue como ver un bombardeo en Beirut por televisión, como ver a los iraníes caerse a tiros con los iraquíes en un conflicto que para mi no tenía sentido, con la diferencia que los tiros eran al otro lado de la ciudad y no en algún sitio perdido en el medio oriente.

Cuando ocurrieron los hechos del 27 de febrero me alegré, si… me ALEGRÉ. Me alegré porque nos dieron más de un mes de vacaciones por el cuento del toque de queda y los militares jugando a la guerra de Vietnam.

Recuerdo que para ese mismo día tenía que entregar un trabajo para una clase de castellano en la escuela católica donde estudiaba, que era un ladilla porque la profesora era una “cabeza caliente” que se la pasaba tirándole piedras al gobierno de Carlos Andrés desde antes que ganara las elecciones. Me acuerdo de los “interesantes” debates en clase, de los “inteligentes” comentarios de mis compañeros unos meses antes donde decían que fulano le había contado a no se quien de su familia en la fiesta de no se que vaina en el Country que si Pérez ganaba aquí había golpe porque ese tipo no era ni venezolano. Me acuerdo hasta de la encuesta que hicieron en clase de religión, donde ganó Eduardo Fernández y misteriosamente mi voto por la candidato del MAS o el PCV (no me acuerdo por cual voté para tratar de aparentar que yo era el bicho raro del salón) no salió en el conteo final. El sacerdote con su muy marcado acento andaluz dijo “tantos votos para El Tigre, tantos votos para el Gocho y tres votos nulos”. Me imagino que uno de esos votos nulos era el mío pero bueno, que importa, yo era un cero a la izquierda en ese colegio y me gustaba serlo.

Me alegré porque para esa semana tenía también que hacer un trabajo para una clase de ingles y yo odiaba a la profesora, no porque siempre me ponía diez porque la verdad yo nunca estudiaba, sino porque era una cabeza hueca y la única razón por la que era popular era porque tenía un culo de ensueño acompañado de un par de tetas que eran lo único que me ayudaba a soportar las dos horas de clase que tenía que pasar con esa tipa que nos obligaba a caletrearnos una lista interminable de verbos en pasado que hasta el día de hoy no se quien coño los usa.

Para mi el 27 de febrero empezó con las imágenes de los saqueos en televisión, primero algún local en Catia y en Petare donde la gente salía arrastrando reses enteras, cargando potes de leche o simplemente llevándose un televisor Sony Trinitron para luego pasar en vivo y directo a San Bernandino, donde personas tanto de los barrios como de la urbanización se llevaban lo que podían del centro comercial que estaba en la zona.

Persona cargando una res durante los saqueos

Recuerdo a los soldados que desplegaron en el centro comercial cerca de mi casa, unos chamos que quizás acababan de haber sido reclutados y que me miraban con cara de no saber que coño pasaba, recuerdo que yo los veía y pensaba: “mierda… a mi me agarran muerto antes que reclutado”.

Me acuerdo de los 2 policías metropolitanas que le cayeron a patadas a un viejo que cuidaba una casa a la entrada de mi calle porque estaba fuera de ella 10 minutos después de haber empezado el toque de queda y si no hubiera sido por los vecinos que empezaron a gritar probablemente se lo hubieran llevado detenido dentro del Jeep, junto a unas cuatro gaveras de cerveza Polar que los policías transportaban dentro de la unidad.

Pronto mi alegría se transformo en aburrimiento, la televisión no pasaba imágenes de los saqueos y los periódicos publicaban informaciones pero con varios días de atraso. Lo que por suerte no dejaron de traer fueron los catálogos de ropa interior femenina que venían los domingos, gracias a ellos pude descubrir que podía masturbarme varias veces seguidas, también descubrí que los comerciales en televisión eran repetidos cada cierto tiempo, lo que me permitía adivinar cuando iba a aparecer Agusanta en alguna cuña de pantalones para ayudarme a romper mi record.

Aguasanta Erminy

 

Cuando ordenaron volver a los colegios mi primera clase del día fue con la idiota de buen culo que me enseñaba ingles, bueno… trataba de enseñarme ingles. Recuerdo que ese día empezamos la mañana reflexionando sobre lo que había pasado, ella quería saber como nos sentíamos porque cosas así eran malas para el país y bla bla bla.

Ahora dirán, pero este tipo es una basura, que egoísta. Escribir que se alegró por el 27 de febrero porque podía masturbarse todo el día y no ir a clases. Pues si, soy egoísta.

Tan egoísta como los que salieron a saquear que no pensaron en el dueño del abasto, probablemente hasta vecino de ellos, que ahora debería declararse en quiebra porque el seguro no cubría “revueltas populares” o “golpes de estado”.

Egoísta como los policías y militares que salieron a matar con el cuento de que seguían órdenes y al final hasta se aprovecharon de la situación y se llevaron lo suyo, para tener contenta a Macu en el rancho, que probablemente también salió a saquear mientras el marido le echaba plomo a los vecinos del mismo barrio porque el gobierno ordenó que se recuperara la mercancía robada, para que los egoístas de fedecamaras y consecomercio siguieran apoyando las medidas económicas neoliberales diseñadas por el FMI, para que unos carajos del extranjero que solo viven para satisfacer sus necesidades egoístas pudieran venir a Venezuela y comprar a precio de gallina flaca todas las industrias del estado.

Tan egoísta como los votantes que reeligieron a Carlos Andrés Pérez pensando en el regreso a la Venezuela Saudita, a la Venezuela de los petrodólares que les dejaba ir a Miami con la consigna “ta barato dame dos”.

El 27 de febrero solo sirvió para demostrar que en el fondo todos somos unos seres egoístas que solo pensamos en satisfacer nuestras necesidades sin importarnos el daño que podemos causar en el camino. El 27 de febrero no es una gesta heroica ni un hecho revolucionario, tampoco un producto del lavado de cerebro de los comunistas ni de nuestra cultura política populista y demagógica, el 27 de febrero es un acontecimiento bochornoso en nuestra historia que solo sirvió para sacar a flote lo peor de nuestra sociedad.

Y si Aguasanta Erminy llega a leer esto… gracias chama!… me hiciste burda de feliz en mi adolescencia. TQM!!!

15 Comentarios

  1. La sinceridad del escrito vale mucho. Yo si vivia en el Oeste y si no fuese por las ordenes de Italo del valle hasta los aptos donde yo vivia en Casalta los hubiesen saqueado.

  2. Muy buen artículo, sobre todo esa visión personal, porque ya cansa como lo quiere vender el chavismo: una gesta heroica, cuando en verdad fueron unos saqueos instigados por agitadores. Me animó a escribir mi versión de lo que recuerdo y opino del 27 de febrero de 1989.

  3. Muy bueno chamo. Excelente..
    Ahora bien, apenas dos o tres años despues al parecer trasculturizamos a los gringos y en los Angeles se presento un caracazo . Por las caracteristicas de la ciudad no se vio como el de aqui, pero fue igual de violento y participaron mas personas.
    Pero en LA no se realizo la matazon que hubo aquí.
    Lo manejaron mejor.

  4. Excelente texto. Mi experiencia fue más o menos parecida, supongo que porque teníamos más o menos la misma edad… Esa propaganda está demasiado buena. Parece escrita por el tío Charlie de «2 and a half men». ¿»Quisiera ser un jean»? Joder, qué risa…

  5. Gracias por los comentarios.

    virus77: tengo un amigo que en esa época vivió en Catia y los cuentos son demasiado fuertes.

    Dieter Perdomo: eso es cierto, el problema es que como la historia la escriben los ganadores entonces bueno… Pero al final todos sabemos lo que realmente pasó.

    xLuis: es verdad, los disturbios de Los Angeles fueron como 3 años después y no hubo esa masacre, aquí se desató algo demencial.

    vinz: esa cuña es un clásico jajajaja.

  6. La reeleccion se dio porque habia un desconocimiento e ignorancia brutal de todo lo que pasaba detras del telon. Iba a explotar tarde o temprano, solo era cuestion de tiempo.

    Y las condiciones eran extremas, insostenibles. Desde un punto de vista Debordiano los objetos materiales revelaron su verdadero valor al saltar la talanquera del precio impuesto.

  7. Yo vivía detras de Miraflores tanto para el Caracazo como para el golpe del 92. Recuerdo haber hecho un inventario de la comida que quedaba en mi casa, mas que todo para sentirme util en medio del inmenso aburrimiento, y cuando volvi al colegio habia gente bronceada y el profesor de matematicas nos dio un discurso que se que fue trágico pero no recuerdo una sola palabra de lo que dijo. Recuerdo a mis familiares comentando lo que pasaba y lo terrible que era pero yo no entendía nada y solo me moría de mengua encerrada en un apartamento de La Pastora. Si recuerdo algunos cuentos escabrosos como al arabe de los muebles que sus mismos clientes y vecinos saquearon. Efectivamente fue un hecho bochornoso, se desató la locura y más nada, lo demás es pura palabrería chavistoide.

  8. ¿Otro caso de «Culpa de la gente, que es imbecil»? No, por favor.. El Caracazo fue mas que eso.

    Y tranquilos, que no se les tachara de rojos si se habla de todo el contexto.

  9. Chorizo: claro que detrás del 27 de febrero hubo toda una situación que llevó a eso, había un descontento social y una frustración muy grande en todos los sectores porque era evidente que todo el sistema se estaba cayendo y las medidas económicas de Carlos Andrés terminaron por detonar todo. Ya no se podía mantener mas la mentira.

    La campaña del 88 fue una de las más populistas de la historia (superadas solo por las actuales desde la llegada del comandante), con Eduardo Fernández durmiendo en los barrios y CAP vendiendo ese pasado que ellos sabían que no iba a volver.

    Pero hay un elemento individualista en todo, la gente estaba cansada pero esa vaina de salir a saquear el negocio del señor que todos los días te vende el pan no tiene nada de romántico o revolucionario, no es como tomar el Cuartel Moncada o asaltar los graneros del Zar como muchos lo tratan de vender, había descontento pero también había oportunismo.

  10. Muy buen artículo Aleister.

    La conducta de masas, que entiendo ha sido estudiada por sicólogos sociales, antropólogos y sociólogos, quizá jugó un papel fundamental en los hechos que se desencadenaron el 27 de febrero y que continuaron el 28. Sin pretender exculpar a nadie, se podría entender la lógica de la reacción en cadena ante ciertas circunstancias. Mi hermano, que para esa fecha tenía 21 años, salió y llegó con unas gelatinas y una melitas de café (unas mangas de papel que se utilizan para filtrar el café colado) que era lo que quedaba en el supermercado de la urbanización. ¿Por qué lo hizo si nosotros pertenecíamos a una clase media que si bien no vivía holgada tampoco teníamos necesidades primarias no cubiertas? ¿Por qué arriesgar la vida por esa tontería? No lo sé, la verdad nunca se lo he preguntado.

  11. Lo que digo es que ni tan calvo ni con dos pelucas. No puedes cosificar ese movimiento de esa manera (Bueno, poder, puedes), sin al menos tener en cuenta todo lo que rodeo eso.

    Aunque lo cierto es que, usualmente, las insurrecciones de las masas son movidas en su mayoria (un 99 %) mas por necesidad y descontento que por una causa. Tienen cierto aire nihilista, sin saber muy bien pa donde coger luego.

  12. A la Amiga de la Pastora, yo vivi alli tambien, el cuento del Arabe de la muebleria es legendario, el pobre señor parado viendo como sus mismos vecinos le robaban su mercancia, el vio todo de lejos, pero en silencio—
    En cuanto a la Profesora de Ingles, la mia en 1 er año se llamaba Mirna y estaba buena, unas tetas divinas tenia. El saqueo fue pan para hoy y hambre para mañana, Venezuela nunca volvio a ser la misma, pero lo peor estaba por venir. ahi si que se jodio este pais, mejor vuelvo a recordar a Aguasanta y esa Venezuela que se nos fue . Recuerden no lloren como niños por lo que no se supo defender como hombres,

  13. coño hay nadien lo mandaba a hacer nada, la persona salieron a buscar una forma de solucionar los problemas que tenian.

  14. Primer día de clases después de un mes sin clases. El calendario escolar tenía marcado Prueba Final de Lapso. Así que estuve pensando cómo iba a hacer una prueba justa que no hundiera a mis alumnos y que siguiera el plan de lapso. La coordinadora me miraba sorprendida explicar el contenido del examen y las páginas del libro y los ejercicios realizados en clase. «Vayan repasando que hasta los ejercicios del examen son idénticos a los de la clase dada.» Creo que me tardé como media hora en acomodar el salón. No recuerdo que me llamaran a la oficina de la coordinadora para reclamarme y tampoco que me citara la dirección.

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