Estreno de Zamora en el Teresa Carreño: una telenovela personal

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Capítulo 12: réplica y refutación a José Roberto Duque

Lee la primera parte aquí

duque_jose

El sábado un pana me llama y me dice: JRD ya te salió al paso y te arruinó la novela. El tipo acaba de escribir un post fulminante contra Zamora. Te jodiste, loco.

Yo le respondo: gran cosota, tiene todo su derecho a escribir sobre la de Chalbaud. Es su visión. Yo estoy en otra completamente diferente. Además, ya me imagino por dónde deben venir los tiros de su “crítica”. Pero bueno,gracias igual por la advertencia.

De inmediato, me sumerjo con desdén en el blog de José Roberto, “El Discurso del Oeste”, y salgo con una mezcla de cansancio y decepción ante la recurrencia de lugares comunes, sofismas y medias verdades del amigo de la casa del perro. Sin embargo, como diría JJ, rescato algunas ideas de su predecible y superficial comentario, no exento de buen humor negro y una bienvenida ultradosis de incorrección política:

“Esa película es un bodrio y si usted está pensando ir al cine a verla, mejor ahórrese esos reales.”

Por primera vez, JRD, estamos de acuerdo. Y continúa:

“Antes de “Zamora”, la última película venezolana que me hizo salir arrecho de la sala de cine fue “El Caracazo”. Ambas fueron dirigidas por Román Chalbaud, en ambas participaron más o menos los mismos actores y en ambas se nota al menos una tara inaceptable para alguien que se dice creador: el empeño obvio, evidente y vergonzoso de hacer que el discurso repita y reproduzca la visión de la Historia que tiene el presidente Hugo Chávez para serle complaciente. Iba a decir “para jalarle bolas”, pero he decidido ser respetuoso en este artículo.”

Sin comentarios. A su modo, tiene razón. Prosigue:

“A mí me parece una aberración que se haya gastado el billetamen que se gastó para poner en las pantallas una película mal contada donde no queda claro por qué Zamora era querido por las clases oprimidas, no queda claro por qué en ciertas escenas uno ve pasajes reciclados de “La Oveja Negra” y “Pandemónium” y no queda claro si el José Antonio Páez reducido en la película a ricachón entregado a los placeres sensuales tuvo un pasado glorioso. Yo creo que Chalbaud oyó a Chávez decir que Páez era un traidor y entonces él, para complacer a Chávez, construyó un Páez estúpido, flatulento y amanerado, algo así como un Milos Alcalay del siglo XIX (y maldita sea, hasta se parece físicamente a Alcalay el actor). No tengo noticias de cómo ni bajo qué criterio se construyeron los personajes, pero alguna intención debe haber en el hecho de que Páez y Juan Crisóstomo Falcón sean sólo un par de gordos burgueses y maricones, Zamora un tipo que enamoraba a las nenas con sólo mirarlas y tocarse el ala del sombrero, y Daniela Alvarado una doncella a quien el General de Hombres Libres le zampó una hija en el único encuentro que tuvieron, hija que después se convierte, no en un personaje sino en una alegoría: la coñita que le llevaba la espada a Zamora para todas partes pero que nunca se la entregó, por razones que Chalbaud se reserva y que seguramente se llevará a la tumba.”

Yo JRD, sí hice la tarea, men. Sé la respuesta exacta de todas tus preguntas, porque realicé una investigación periodística al respecto. Más adelante, comentaré el verdadero trasfondo de cada personaje y a quienes aluden en la actualidad. Sólo te adelanto algo: los círculos bolivarianos son representados en la cinta por medio de la caricatura moralizadora de unos colectivos autónomos, sin control, durante la guerra civil, cuyos cabecillas son sacrificados por el propio “Zamora”. Y le vuelvo a ceder la palabra al invitado de la noche:

“Por cierto, no es casual en lo absoluto que los personajes mejor logrados de la película, y en general de toda la cinematografía nacional, son aquellos bichos afectados y tal: la clase media es super efectiva para narrarse a sí misma. Guzmán Blanco y Juan Crisóstomo Falcón están bien dibujados ahí. Obvio: Chalbaud les conoce el alma a los bichos de su clase y visión del mundo. Él sabe cómo dibujarlos. Obvio también que Martín Espinoza haya quedado como una caricatura.”

Mentira, JRD. Todos los protagonistas carecen de dimensión psicológica y moral. Todos son planos, unidimensionales, binarios y maniqueos, desde Guzmán Blanco( uno de los villanos de la partida , así como el Judas de la función), hasta Martín Espinoza( el cuatrero sanguinario y desalmado a lo forajido de western serie “B” o a lo “Antonio de las Muertes” de Glauber Rocha, pero sin su talento).

Y para rematar, JRD concluye con su tesis dogmática y determinista:

“Ya asomé allá arriba lo que creo que explica ciertas distorsiones, y quiero profundizar en ello: la clase media no debería contar la Historia del pueblo oprimido. La Historia nuestra debemos contarla nosotros. Se atraviesa un detalle: estamos hablando de cine, y el cine es un arte desarrollado y perfeccionado por la clase media. Es un arte sifrino, dominado, manejado, monopolizado, colonizado, secuestrado y explotado por sifrinos de clase media. No debe extrañarnos entonces que la estética y el discurso de ese arte queden siempre o por lo general impregnados de esa aura sifrinoide…

Si usted no vivió en un barrio no puede contar al barrio, por mucho que tenga panas o amores allí, compre drogas allí, rumbee allí, pase unos fines de semana allí. Si usted no es pobre siempre le quedará impostado y ridículo su relato de la Historia de los pobres. Dedíquese a contarnos su clase. O siga estafando a sus compinches de clase haciéndoles creer que La Oveja Negra, Amores de Barrio Adentro y El Caracazo son retrato fieles de la realidad. Pero no nos intenten a joder a nosotros. Aquí los tenemos es pillaos.“

En cuestión de minutos, J.J. y Carlos Caridad desmontaron la teoría de JRD, a través de su foro, en una discusión de altura, degradada y mancillada por el propio moderador de la página. A continuación, la reproducimos por completo, como testimonio de nuestro tiempo y de la intolerancia resentida de JRD, disfrazada de discurso redentor del pueblo del oeste. Disfruten:

Carlos Caridad-Montero dijo:

Escribí un comentario larguísimo como respuesta, pero mejor lo convierto en un post para blogacine.com. Pero igual, no puedo despedirme sin preguntarte: yo sé qué no ves nada por encima del horizonte intelectual de Jim Carrey y un par de buenas nalgas, pero, ¿sabías que el lenguaje cinematográfico, tal y como lo conocemos hoy, fue perfeccionado por los soviéticos? 

Por otro lado, ¿sabías que entre los principales realizadores del neorrealismo italiano, desde donde se desprende todo el cine con conciencia social, había no sólo intelectuales de clase media y alta, sino además hasta un noble? 

Por último, ¿sabías que la principal herramienta de un artista es la imaginación, y que su obligación, independientemente de su clase social, es usarla para imaginar la vida de sus semejantes?

Y no, no estoy defendiendo a Zamora ni al maestro Chalbaud, estoy defendiendo el derecho que tiene todo artista de usar su talento e imaginación con completa imaginación. Lo contrario es fascismo.

En fin, cuando publique el post en blogacine.com te aviso por aquí…

¡Saludos!

JRD dijo:

Carlos Caridad.
No, no sabía nada de lo que planteas en tus dos primeras preguntas. Soy muy ignorante porque me gustan las nalgas de Jennifer López. Epa, te quedó muy bien la referencia a los soviéticos. Me hiciste creer que eres comunista. Los ignorantes somos así ante las referencias culturales estereotipadas: impresionables.
Ahora, sí tengo algo que decir sobre la tercera pregunta.
A mí no me interesa lo que la clase media suponga que es su obligación. Lo que sí me ocupa y me importa es la enorme hipocresía de unos sujetos que se fajan a producir mierda «con conciencia social» mientras en la vida real alimentan y refuerzan a la sociedad que produce y promueve injusticias sociales. Para mí vale mierda que un sifrino haga una bella y fastuosa película sobre el sufrimiento de los pobres en Hungría si la vida cotidiana de ese cineasta es un salivazo a la cara de los pobres de Venezuela. Que un vergajo se meta un millardo neto en el bolsillo por producir una película en la cual el espectador llora por el protagonista, que es pobre, sufre y está rejodido: eso me produce asco.

Van otra acotación a un comentario tuyo: «estoy defendiendo el derecho que tiene todo artista de usar su talento e imaginación con completa imaginación. Lo contrario es fascismo.» Maravilloso, anda a defender ese derecho donde alguien lo esté coartando o negando. Cuando mucho hay en mi artículo una opinión: los sifrinos deberían dejar de tratar de contar la historia del pueblo. Es todo. Una opinión más. Conmigo no te va a funcionar el estúpido e inútil recurso de llamar fascista a todo lo que critique al estatus. Un estatus donde una cofradía de sifrinos está llenándose de plata por realizar películas mediocres.

JRD dijo:

¿sabías que entre los principales realizadores del neorrealismo italiano, desde donde se desprende todo el cine con conciencia social, había no sólo intelectuales de clase media y alta, sino además hasta un noble?.

¡Puaj!

Por favor…

Jonathan dijo:

Muy buen artículo, Duque. La Villa se ha convertido en el desastre más evidente de la revolución, y eso tiene su propio mérito. Ahora, te quiero hacer una pregunta. Dices algo que me gusta: 

»Que un vergajo se meta un millardo neto en el bolsillo por producir una película en la cual el espectador llora por el protagonista, que es pobre, sufre y está rejodido: eso me produce asco.»

Te pregunto, si un Presidente se mete no uno sino miles de millardos netos en el bolsillo, si el tipo viaja por el mundo de alfombra roja en alfombra roja, y le da no sólo 2 millones de dólares a Chalbaud para que le jale bola, sino que que le da 10 más a Oliver Stone y 18 a Danny Glover… esa vaina no te da asco?

JRD dijo:

Sí, me da asco que le dé real a sifrinos mamagüevos como tú, que es lo que son el Glover y los otros.

¿Alguna otra pregunta?

Por supuesto, la opinión de Duque no es nueva. Es un refrito de baja calaña, superado por la historia. Lamentablemente, su arrogancia de periodista mesiánico con ínfulas de grandeza, le hace llegar con un ligero retraso de sesenta años, a deducciones populistas esgrimidas y formuladas en el pasado por los diversos fascismos de Europa.

Ya muchos probaron la ecuación de José Roberto, al venderla como catecismo, como tabla de salvación de la humanidad, o como promesa de regeneración de un arte supuestamente burgués, secuestrado por las élites económicas e intelectuales, para el beneficio de su plusvalía ideológica.

De hecho, las ideas de Duque son el caldo de cultivo para justificar la emergencia política del “cine liberación” de los bolcheviques, los nazis, los italianos del “Duce”, los chinos, y después los camboyanos de Pol Pot, a la retaguardia de los cubanos, quienes siempre se contradijeron de principio a fin, porque sus mejores exponentes, hasta la fecha, fueron de origen pequeño burgués, como el caso de Tomás Gutiérrez Alea, Juan Carlos Pérez Tabio, Juan Padrón, Humberto Solas y Santiago Álvarez, formados al calor de una educación estrictamente liberal y rigurosa. Aun así, JRD, produjeron películas para su pueblo y sobre el pueblo, de un enorme valor audiovisual y antropológico, al margen de su inobjetable repercusión de taquilla y de crítica, dentro y fuera de Cuba.

Muchos alemanes, JRD, pensaban erradamente como tú, al hablar del cine expresionista, considerado, por ellos, como una decadente herencia de la comunidad judía en el seno de la industria germana.

Por eso, Goebells refunda la UFA con el propósito demagógico y propagandístico de contar las hazañas de gesta del nuevo hombre nazi, como prolongación del culto a la personalidad de Hitler.

En paralelo, te comento, el imbécil de Goebells prohíbe la crítica de cine en el año 1933, por considerarla también “una perversa tradición de los intelectuales judíos”. Acto seguido, según relata Román Gubern, la reemplaza por una mera descripción del argumento de las películas. Tal como ocurre en la actualidad con las reseñas de prensa de la Villa del cine.

Ello te explica por qué tu gobierno revolucionario dejó de apoyar a la revista “Encuadre”, al extremo de sacarla del juego, por vía del retiro de su subsidio, bajo la complacencia de sus últimos editores, quienes jamás salieron en su defensa, tras garantizarse una serie de puestos claves en la plataforma del cine. Así le vendieron el alma al diablo, echando por la borda el sueño de un gremio. Por mi madre, se los juro: algún día rescataremos “Encuadre” y la volveremos a convertir en una digna referencia internacional, al nivel de “El Amante Cine”, “Kinetoscopio” y “Cahiers Du Cinema”. Escríbelo y anótalo, JRD.

Al mismo tiempo, los rusos imponen el corsé del realismo social, en respuesta al cine acartonado, teatral y aristocrático de la dinastía de los Romanov. El resultado, JRD, es desigual a corto plazo. A la larga, negativo, con el perdón de los ortodoxos.

De la época oscura de Stalin, apenas sobreviven las obras maestras de Vertov, Eisentein, Pudovkin, Romm y Dovzhenko. El resto y los demás son devorados y deglutidos por el tsunami represivo de la marea roja del Koba. De ahí nace el interés por Tarkovksy de refugiarse en la intimidad y en la rabiosa introspección de una hermética simbología, con claras connotaciones antisistema. Por consiguiente, es literalmente conminado a condenarse al exilio permanente, donde permanecerá hasta la fecha de su muerte prematura. Fíjate, JRD, las limitaciones del entorno ruso terminaron por crear las condiciones subjetivas y objetivas para la defunción de sus mejores talentos audiovisuales: Eisenstein y Tarkovksy. Es parte de su tragedia histórica. Es parte de su fracaso como proyecto de redención social.

Más hacia los cincuenta, los americanos la agarraron con los comunistas durante la cacería de brujas, por encasillarlos como una potencial amenaza extranjera, aliada a la conspiración del bando enemigo. Pero tampoco les funcionó. Hoy nadie recuerda a la cacería de brujas con una sonrisa en la cara.

Finalmente, cumplo con recapitular el siniestro precedente de los Talibanes. Recientemente, la cogieron con la Cinemateca Afgana, para derribarla , clausurarla y dinamitarla, porque la equiparaban con un caballo de Troya de la cultura occidental burguesa. Afortunadamente, tres de sus empleados pudieron colectar y guardar sus archivos, antes de ser quemados.

Por cierto, en la Kampuchea de Pol Pot sólo por gustarte el cine, eras declarado un enemigo del estado, y sometido a la máquina de la muerte del Jemer Rojo, donde te recluían para “rehabilitarte de los vicios de la burguesía”. Otro fiasco por todo el cañón, JRD.

En resumen, mi punto es obvio. Toda pretensión de aplicarle una ley dicotómica al cine, una doctrina de shock en blanco y negro, perece y naufraga en el intento. No vale la pena, JRD, repetir un error del pasado.

Tu postura es científica y sociológicamente insostenible. Es de un clasismo aterrador, odioso,homofóbico,excluyente, reduccionista.No soporta la menor revisión. Es como decir: las mujeres sólo pueden hacer cine de mujeres, y los hombres de hombres, y los gitanos de gitanos, y los gringos de gringos. Siguiendo el orden de tu peligroso discurso, podríamos convalidar el racismo al afirmar: los pobres sólo pueden estudiar en colegios de pobres. En pocas palabras, es alimentar el fuego y el fantasma del apartheid ideológico.

Tu misión como intelectual de un proceso de cambios,JRD, no es decretar normas monolíticas para el desarrollo de la creación. Tu trabajo es apostar por el pluralismo lógico y la derrota de la violencia de la clasificación.

Si me preguntas, JRD, yo estoy contigo en tu lucha por un cine de los pobres y para los pobres. Me parece correcto e indispensable. Al respecto, cabe acotar lo siguiente: tampoco es una lucha nueva e inédita en el país. En Venezuela, cientos de cineastas crecieron en el barrio, se hicieron en el barrio y conquistaron el mundo desde el barrio,sin necesidad de pactar con la sifrinería caraqueña. Me refiero al caso del maestro Guédez, de Josefina Jordán, del negro Laya, del viejo Castillo, de David Suárez, de Clemente de la Cerda y pare usted de contar.

Pero de igual modo,JRD, abogo por el derecho de la clase media y de la alta, a expresarse en sus términos y en sus claves, sobre cualquier tema. Mi amigo, JJ, es un buen ejemplo. Proviene de una familia judía de los Chorros, y se unió con tus amigos de Cotiza( El Budu y el Nigga), no se te olvide JRD, para dirigir el largometraje más visto de la historia del cine nacional, te guste o no. En la actualidad, sigue siendo un film de culto, una referencia y un estímulo para una nueva generación de brillantes realizadores surgidos en la periferia de la capital, como Zapata 666 y Jackson Gutiérrez. Para cerrar, te comento dos anécdotas de Jackson. Al principio, como diría Gerardo Zavarce, la revolución lo intentó cooptar, financiándolo y respaldándolo monetariamente. El chiste duró un segundo, porque Jackson no aceptó domesticar su poética al amparo del gobierno. Actualmente, trabaja en un proyecto secreto, en colaboración con un alto pana de la clase media. Y créeme, JRD, los dos vienen con todo y contra todo. Ojalá, JRD, aprendiéramos de su lección de humildad, de simbiosis y de colaboración entre clases, en el buen sentido del término. Ojalá, muy pronto, podamos ver los frutos del discurso del oeste en cine. Ojalá todos tengamos chance de expresarnos, según la ley: sin distinción de raza, credo o condición social. Es lo justo y lo adecuado para el fortalecimiento de cualquier democracia. Lo otro es comulgar con un pensamiento único y totalitario, negado a coexistir con la alteridad, venga de donde venga. He allí el máximo reto del siglo XXI: aprender a convivir con la diferencia en sana paz.

En mi mundo ideal, JRD, los pobres pueden hacer una película sobre los ricos y los ricos sobre los pobres. En mi mundo ideal, JRD, no existen las polarizaciones vanas, sino las oportunidades de reforzar los espacios de encuentro, dialogo y discusión.

Por lo pronto, la semana de arriba regreso con el capítulo trece de mi novela zamorana.

Para complementar lo dicho hasta ahora, me despido con un amigo común de JRD y JJ : el Nigga en vivo y por youtube. Agarren el hilo, papas. Venezuela es una sola y cabemos todos.

http://www.youtube.com/watch?v=RPfSqXdhpMM

Lee el próximo capítulo

34 Comentarios

  1. Densa crítica para un artículo de nuestro Franz Fanon de la República del Oeste. Como al Duque hay que leerlo varias veces y con cuidado (pues parece que le encanta cantar «aprendan a leer» yo-no-dije-eso), solo voy a comentar algo de tu crítica: mencionas un «pluralismo lógico» como meta que debe fijarse JRD y me gustaría saber a que te refieres en específico, porque casualmente me parece que él ya lo práctica algo así en la forma de polilogismo clasista (mono de la baraja que se sacó Marx de la manga para, precisamente, atajar las críticas de la «burguesía»), que es lo usa como excusa para excluir y que tú criticas por tu lado. Saludos.

  2. Esto es gastar polvora en zamuro, el perrito jura que los pobres son eternos, que existe un ADN de los pobres, otro de los ricos y uno de no muy buena calidad que es representado por Balzac como pequeños burgueses.
    Me extraña esa critica ya que Espinoza deberia pertenecer al pateon chavista o minimo a su santuario particular, ya que la mision Boves exalta el asesinato como metodo de limpieza etnica, ya que segun el las clases sociales son asimiladas como especies diferentes.
    Y es por esa razon que afirma que debe existir una literatura para pobres, otra para la clase media y otra para los ricos.
    Al igual qeu un cine para los pobres y por supuesto una ciencia para los pobres, que no tenga ecuaciones complicadas ya que son un vicio pequeño burgues. (por desgracia, no es joda)
    ya le he dedicado muchos 0 y 1 a ese tipejo, el ultimo fue cuando hable de su mision boves.
    Mi papa llego a caracas, durmiendo en la plaza bolivar y comia lo que le robaba a los cochinos. Segun JDR el no podia llegar a coronel, ya que era pobre y los pobres no hacen eso.
    el problema no es la cantidad de dinero que una persona tenga, el problema es de calidad artistica. el problema no radica en hacer un arte para los pobres o los ricos, si no un arte que trascienda, que nos hable de la condicion humana.
    sofocles, era un rico y tenia esclavos, pero escribio tragedias que aun ahora la compredemos y todos la entienden.¿cuantas yocastas no viven en nuestros barrios?
    no existe un arte pobre o un arte para rico, existe arte de calidad y arte mediocre. El tiempo es la criba que los separa

  3. Corbu, el pluralismo lógico es una teoría de Antonio García Gutierrez ,quien aboga por la desclasificación de los relatos binarios de la modernidad, para apostar por la máxima apertura de los discursos en nuestra época, sin caer en restricciones.
    A continuación, te mando un link sobre su obra:http://www.libreriaproteo.com/libro-426391-DESCLASIFICADOS-PLURALISMO-LOGICO-Y-VIOLENCIA-DE-LA-CLASIFICACION.html

    Por cierto, muy bueno lo del Fraz Fanon de la república del oeste.

    Gracias por comentar.

  4. EL PROBLEMA ES QUE ESTE ZAMURO ES GRANDE, HACER BULLA Y YA VIENE SIENDO TIEMPO DE QUE ALGUIEN LO DERRIBE…

  5. Estimo lo que escribe Duque, como tiene que ser, él, dirá que hacerle reconocimiento de su tematica es de jalabolas, o que se sabe a mierda quien asi actúa. Tengo muchos años lidiando con gritones. Los conozco y reconozco sus esquema cohercitivos, que aduciendo pureza de alma y limpieza de espiritu y libertad absoluta, no pueden, por que no quieren coincidir con nada, ni con nadie. Nadaismo y anarquía buscando espacio para drenar arrecheras con la historia, que se le veìan bien hace varios años hoy ya suenan a repetido.
    Pero me interesa es conocer su opnión sobre la Pelicula, no su mala leche con Román y su fimografía. Habla del Caracazo, todos la criticamos, es tema agotado. Interesa hablar de Zamora, para aprender, pues hasta de los iracundos y dispara palabras, algo podemos aprender, cuando se dedican con minmo orden a criticar. La nota contra el Caracazo es sencillamente un aplauso a la falta de orden y esquema, va y viene de su encuentro con los jovenes de Avila, para ir a Chalbaud, mirando a todos como: «guebones» «come mierdas» «mama frutas» etc. y uno esperando un concepto, pero nada, no aparece su lugar lo ocupa, su furia de clase, lo cual no crtico sino que aplaudo. Pero coño pana, suelta una ideita, una sola, que nos alerte sobre la incoveniencia de la pelicula. ¿ Es el Director¿ ¿ el guionista? o es la Vlla o el Min Cultura y en que orden tenerlos de culpables. ¿Por que y de que culparlos?.
    Pero nada es un vacilon de mentaderas de madre sazondas de adjetivos hilados o deshilados sin que nos lleve a nada.
    Volvemos a reconocer tus meritos de niños desvalido y ahora con un principado en la Republica del 23 de enero, desde donde inexpugnable le tiras caca a todos, ajenos y semejantes. Carajo coje mínimo, y ordena tu pea, ayuda a desordenar, pero con orden.

  6. Gracias por la respuesta, Diogenes. Certera y punzante. No me podía esperar menos. Un fuerte abrazo. Hablamos luego.

  7. Cuando triunfan son del pueblo, cuando fracasan son burgueses. Decir que Chalbaud es un fracaso porque es burgués, es decir que Chávez es un fracaso porque los que lo rodean son burgueses. Lamentablemente Chávez es el fracaso central. Él designa a los burgueses que lo rodean. Él designa a Chalbaud una y otra vez, sin importar cuántas veces salga Duque arrecho del cine.

    Lo maravilloso de la Villa del cine es que con cada producto resume en dos horas y para cualquier audiencia el fracaso de Chávez. Un fracaso que es mucho más difícil de ver en todas las demás áreas que la maquinaria propagandística intenta discimular, pero que es imposible de ocultar en el cine.

    En lo que a mi experiencia personal se refiere, debo decir que es cierto que solo no hubiese podido darle el más pequeño realismo a Secuestro Express. Pero afortunadamente el cine es un arte de colaboración grupal, y supe rodearme de gente que sí conocía la realidad que mostrábamos de primera mano.

    El problema de Chalbaud y compañía es que detestan tanto al pueblo como Chávez. Para ellos el pueblo es el medio que justifica el fin. En Chalbaud el fin es el billete que nunca logró cocinar en la cuarta república, cuando todavía tenía credibilidad. Para Chávez el fin es la rumba. Rumbear en nombre del pueblo. Mientras el pueblo aplaude porque todavía cree que la clase media odia a Chávez porque Chávez ayuda al pueblo.

    Lo más triste que he escuchado en la vida es eso. Que un tipo en tantas medidas brillante como Duque todavía crea que la clase media odia a Chávez porque Chávez ayuda al pueblo, es la demostración definitiva de que la estafa ha funcionado. Mientras tanto Chávez nada en billete, con sus panas burgueses, con sus cineastas yankees, con sus rockeras gringas, gastando en cada rumba lo que podría acabar con nuestra división económica.

  8. Creo que Carlanga fulmina la discusión cuando le hace una sencilla pregunta a JRD:

    «Finalmente, una pregunta ¿por qué si los cineastas sifrinos no tienen derecho a hablar de la vida de los otros, tú sí tienes derecho a hablar de los sifrinos? ¿Acaso tú fuiste alguna vez un sifrino?»

    No es que lo hayan sido o lo sean, sino que lo quieren ser. Así de simple es el resentimiento social.

  9. Si la premisa es una estupidez, es obvio que el análisis también lo será. Que se democratice la cultura es algo con lo que podemos estar de acuerdo -que más gente acceda a expresarse-, pero negarle a un grupo una narrativa o un tema es estrictamente imbécil, creer que un artista no puede estudiar y entender los problemas de *otra clase* y expresarlos bien.
    Es decir, credit where credit is due: De pinga el Budu y el Nigga, son carajos talentosos; ¿pero dónde coño estarían esos panas si el D.J. 13 no hubiera tenido la visión de crear su hip-hop? Yo recuerdo cuando el sistema sólo proponía bodrios como los Hijos de la Calle o Doble Filo y éste pana estaba echándole bolas con el Bostas Brain. Si no fuera por la Corte, no habría Tres dueños. No habría GCK si no fuera por el sifrinito de la clase media que se le antojó hacer el Wu Tang Clan caraqueño. Él rompió el molde, solo, y por más que me parezca un carajo bastante criticable en otros aspectos (quién no lo es), reconozco y admiro el que tuvo una idea y la impuso, en contra de muchos.
    Ídem, mucho barrio, mucho conocimiento, ¿pero a quién fue que se le ocurrió filmar un huis clos hablado en puro malandro como nadie había hecho en el cine venezolano, si no es Johnathan? Qué de pinga, ¿no?, ver Secuestro Express y luego decir, «qué va, yo soy de barrio, esa vaina es una mierda y yo la filmo mejor» pero una vaina muy diferente es apuntar la cámara y tener los conocimientos. Muchos trataron, después de JJ: Azotes de Barrio en Petare o Catia, tierra de malandros, están allí, en los buhoneros.
    Pero esa vaina no es una «película del pueblo, por y para el pueblo», ni el cuento echado por los protagonistas: Esa vaina es una película MALA.
    Entonces dejémonos de racismo estúpido como que la Clase Media «saqueó» el talento de los barrios porque es mentira. Debe dolerle que jode a JRD que el mejor relato ficción de barrio reciente, el Boyz in da hood veneko, lo haya filmado un blanco de la clase media que comenta en su blog.

  10. Yo creo que el problema principal es que JRD se ve en el espejo de Chalbaud, es más, me atrevería a decir que es el Chalbaud de la «blogósfera», sólo que el tiempo de los blogs es más corto que el del cine, por eso hace rato que se quemó y se convirtió en un «opinador» más, con sus opiniones que ya ni ofenden de lo repetidas que están. Por eso le da arrechera la película, por eso sangra por la herida como el tonto útil que es, la indignación de verse en ese espejo y saberse atrapado sin salida.

  11. Si la premisa es una estupidez, es obvio que el análisis también lo será. Que se democratice la cultura es algo con lo que podemos estar de acuerdo -que más gente acceda a expresarse-, pero negarle a un grupo una narrativa o un tema es estrictamente imbécil, creer que un artista no puede estudiar y entender los problemas de *otra clase* y expresarlos bien.
    Es decir, credit where credit is due: De pinga el Budu y el Nigga, son carajos talentosos; ¿pero dónde coño estarían esos panas si el D.J. 13 no hubiera tenido la visión de crear su hip-hop? Yo recuerdo cuando el sistema sólo proponía bodrios como los Hijos de la Calle o Doble Filo y éste pana estaba echándole bolas con el Bostas Brain. Si no fuera por la Corte, no habría Tres dueños. No habría GCK si no fuera por el sifrinito de la clase media que se le antojó hacer el Wu Tang Clan caraqueño. Él rompió el molde, solo, y por más que me parezca un carajo bastante criticable en otros aspectos (quién no lo es), reconozco y admiro el que tuvo una idea y la impuso, en contra de muchos.
    Ídem, mucho barrio, mucho conocimiento, ¿pero a quién fue que se le ocurrió filmar un huis clos hablado en puro malandro como nadie había hecho en el cine venezolano, si no es Johnathan? Qué de pinga, ¿no?, ver Secuestro Express y luego decir, «qué va, yo soy de barrio, esa vaina es una mierda y yo la filmo mejor» pero una vaina muy diferente es apuntar la cámara y tener los conocimientos. Muchos trataron, después de JJ: Azotes de Barrio en Petare o Catia, tierra de malandros, están allí, en los buhoneros.

    Pero esa vaina no es una «película del pueblo, por y para el pueblo», ni el cuento echado por los protagonistas: Esa vaina es una película MALA.
    Entonces dejémonos de racismo estúpido como que la Clase Media «saqueó» el talento de los barrios porque es mentira. Debe dolerle que jode a JRD que el mejor relato ficción de barrio reciente, el Boyz in da hood veneko, lo haya filmado un blanco de la clase media que comenta en su blog.

  12. Este: «Yo creo que el problema principal es que JRD se ve en el espejo de Chalbaud, es más, me atrevería a decir que es el Chalbaud de la “blogósfera”, sólo que el tiempo de los blogs es más corto que el del cine, por eso hace rato que se quemó y se convirtió en un “opinador” más, con sus opiniones que ya ni ofenden de lo repetidas que están. Por eso le da arrechera la película, por eso sangra por la herida como el tonto útil que es, la indignación de verse en ese espejo y saberse atrapado sin salida.» Puede que sea el mejor comentario en Panfleto este año.

  13. Más de la polémica entre Caridad y Duque:

    Carlos Caridad-Montero dijo…
    Primero que nada, no me atribuyas vainas que no dije. Lee bien mi comentario. Yo no te llamé fascista. Yo dije que pretender coartar la libertad de imaginación y creación de los artistas es fascismo. Y en ningún lado escribí que alguien me la esté coartando.

    Simplemente opino que tu opinión es fascismo. Cuando no, una completa falsedad. Tú escribes muy claramente que el cine es un arte sifrino y la verdad es que no, que el lenguaje cinematográfico lo perfeccionaron los soviéticos.

    Lo siento, mano, pero lo que aplica en política no aplica en arte. Tampoco lo que aplica en periodismo, aplica en cine.

    Los cineastas trabajamos con la imaginación. Esa es nuestra herramienta de trabajo. Los periodistas trabajan con grabadorcito, preguntando cosas en la sala de prensa de la PTJ. Ellos están obligados a decir la verdad. Nosotros no.

    Y lo que hacemos no tiene que ser cierto.

    Déjame decirte algo: no todo lo que sale en cine y televisión es verdad, mano. Quienes hablan en las películas son actores que pretender ser lo que muestran en pantalla y lo que dicen, lo ha escrito alguien. En el caso de Zamora, Luis Britto, que es uno de los mejores escritores latinoamericano, pero no muy buen guionista. hay más de un buen director derechista, que ha hecho películas mucho más revolucionarias que cualquiera que se dice de izquierda. Por ejemplo, Oliver Stone, Michael Moore o Clint Eastwood, que no sólo es de derecha, sino que vota a los republicanos.

    Finalmente, una pregunta ¿por qué si los cineastas sifrinos no tienen derecho a hablar de la vida de los otros, tú sí tienes derecho a hablar de los sifrinos? ¿Acaso tú fuiste alguna vez un sifrino?

    Por último, no soy comunista, pero sí soy marxista. Estudié cine en Cuba, de modo que no puedo ocultar lo que soy y dónde me formé.

    Cordiales saludos…

    14 DE OCTUBRE DE 2009 07:35 AM
    JRD dijo…
    Carlos Caridad.
    Dos primeros párrafos: ahora las opiniones pueden ser falsas (¿no estarás confundiendo información con opinión?). Quien cree tener un «falsímetro» capaz de medir o detectar cuándo una opinión es verdadera o falsa, eso es fascismo. El que cree que su opinión es la verdad es un fascista.

    Más del segundo párrafo: ¿el cine no es sifrino porque el lenguaje cinematográfico lo perfeccionaron los soviéticos? Primero, no me sirve la mención de la URSS como salvoconducto para salvarse de las tendencias, el discurso y la estética de la derecha. En la URSS estudiaron, entre otros próceres, Teodoro Petkoff, Américo Martín, Carlos Blanco y unos cuantos bichitos más que hoy se dan besos de lengua con la ultraderecha. No sé qué hicieron los soviéticos por el cine, pero sea lo que sea no veo de qué le ha servido al cine actual para ser o parecer una herramienta del pueblo, porque no lo es. Salvo poquísimas excepciones, no veo dónde están los pobres haciendo cine. Al pueblo sólo se le convoca para que vaya a pagar por ver el cine que hacen una parranda de bichos de clase media y alta.

    Tampoco creo que el experimento que fue la URSS califique como triunfo del pueblo sobre la sifrinería inherente a la clase media. Un sistema que maquiló a su gente hasta niveles espantosos mientras su dirigencia se descomponía en dinámicas sociales indignas propias de la burguesía, y que convirtió al socialismo en una macabra caricatura esclavista tenía que desembocar en lo que hoy es Rusia: una forma monstruosa de capitalismo donde las mafias tienen el control de la sociedad. No me sirve la mención a los soviéticos como demostración de que el cine está hecho por el pueblo.

    Con los párrafos 4, 5 y 6 estoy de acuerdo, totalmente. Aluden a cuestiones que no toqué en mi artículo por lo que califican como aportes. Acepto todas las observaciones que allí haces. Mención especial a esta reflexión: los periodistas «están obligados a decir la verdad. Nosotros no». Lo cual me reafirma en una idea que tampoco había expresado pero ahora me das la oportunidad: la cofradía sifrina que controla y maneja el cine tiene una predilección atávica por la evasión. En el país (la vida real) suceden cosas trascendentales, algunas muy graves y que ameritan nuestro esfuerzo militante, mientras ustedes (los cineastas y su periferia) se dedican a masturbarse, a mirarse el ombligo, a producir vergas desconectadas del pulso real de la historia.

    Aclaratoria: no creo que la contemplación sea un delito ni estoy proponiendo que sea proscrita. Nada más estoy opinando que es mejor fornicar que hacerse la paja. Si me lo permite el señor, que es un experto evaluando si las opoiniones son ciertas o falsas. No creas: aquí donde me ves me siento un poco culpable, a ratos me vencen mis debilidades. En la sierra de Perijá abalearon ayer a un líder indígena y yo aquí mamagüeveando con un defensor de los derechos del cineasta sifrino.

    Séptimo párrafo, el de la pregunta: «¿por qué si los cineastas sifrinos no tienen derecho a hablar de la vida de los otros, tú sí tienes derecho a hablar de los sifrinos?».
    Falla de origen: nadie ha dicho en este blog que los sifrinos no tienen derecho a nada. Entiendo que te sientas aludido cuando, en el último párrafo de mi artículo, digo lo siguiente: «Mi invitación a los cineastas o productores audiovisuales venezolanos(…) en vez de estar recreando dinámicas sociales que no conocen dedíquense a narrar las incidencias de las clases medias y altas». Entiendo perfectamente que te sientas aludido. Pero asúmelo como lo que anuncia la primera frase: como una invitación. Una recomendación. O mejor: una súplica. Yo les suplico, cineastas (sifrinos, clase media, escuálidos y de derecha todos: TODOS, empezando por Chalbaud) que dejen de narrar la historia del pueblo. Ya que no están en la obligación de serles fieles a la verdad, al menos no la conviertan en esa deformación espantosa, en esa caricatura ridícula que es el cine venezolano de hoy.

    14 DE OCTUBRE DE 2009 10:59 AM

  14. José Roberto, no es chistosa tu evasiva. Ya opinamos sobre tu artículo. Sólo falta tu respuesta.
    Saludos.

  15. Muchas gracias a todos los demás por comentar: Krisis, Harold, JJ y Ares.

    Sus contribuciones son de gran valor para el desmontaje del discurso del oeste.

    Saludos!

  16. Saludos, Sergio… Creo que el discurso del Oeste se cae desde el título. Este ser que está convencido de que es el portavoz de todo un sector de la sociedad, en cada una de sus líneas sólo demuestra unos patéticos delirios de grandeza, producto de la falta de autoestima clásicos de quien se siente marginado y reducido.

    Es esta necesidad de protagonismo lo que lo lleva a hacer el único comentario que hace acá. Y no es una evasiva, Sergio, se trata de alguien que en realidad está llorando de alegría porque se habla de él. Al más puro estilo mariaconchitesco, lo que le importa es que se hable; bien o mal, pero que se hable. Es la única manera de sentir que sus berrinches llegan a alguna parte.

    Es también necesidad de protagonismo lo lleva al delirio de comparar la trama de «Zamora» con los procesos sociales actuales. Un verdadero chiste el decir que los «sifrinos» no pueden contar la historia del «pueblo» porque no viven en el barrio. Basados en esta ridícula premisa, entonces nadie podría contar la historia de «Zamora» a menos que se invente una máquina del tiempo para vivir la realidad zamorana en carne y hueso.

    Pero JRD probablemente se quiere creer ese ridículo Graffiti que dice «Bolívar vive en el Barrio», aunque en el fondo sabe bien que Bolìvar probablemente se parecía más a esos sifrinos que tanto detesta que a la realidad que él vive. Bolìvar estudió en Europa, hablaba inglés y francés. Si JRD lo tuviese en frente probablemente querría meterle un coñazo. Por eso es más sencillo inventarse el mito de que nuestros próceres son del barrio, y por eso sus historias son las mismas de Catia o Petare.

    Y como yo soy un sifrino que a la única malandra que debo conocer es la Malandra Elizabeth, cierro parafraseándola: «por tu crítica, JRD… cero chocolates».

  17. jejejejeje…Increíble, Harold, increíble. Para mí, uno de los mejores foros del año. De seguro, si algún día sale publicado (en físico) este experimento Zamorano, no podrá prescindir de comentarios tan buenos y acertados como los tuyos. De lujo, pana.
    Gracias por seguir contribuyendo a la deconstrucción de Zamora.
    Muchos saludos.

  18. ah… como te explico??????
    yo he pasado por ese blog, me gustan varias de sus opiniones… aunque a veces demasiada radicalidad me ladilla… pero bueno me imagino que tanto resentimiento contra todos los que le critiquen debe ser por algo…
    pero bueno men en este pais donde se toman tantas guevonadas en serio y se pierde el tiempo en pajuatadas… no me extraña para nada… coloco al señor Duque al lado de los que opinan en noticiero digital y paginas de ese tipo y bueno, la unica diferencia es que JRD se explaya más, pero lo demás es igual, dos tendencias que creen tener la verdad y ya por eso piensan que pueden descalificar y joder a indiscrecion…
    saludos muy buen articulo…

  19. Bueno a mi toca como siempre salir como la única pendeja que defiende su gremio. Tan instintivo y visceral como le sale a Duque me sale a mi. Sus comentarios sobre el culo de JLo y Angelina revelan el machismo y la misoginia arraigada en esa actitud tan del barrio, tan autóctona y tan socialista. Como le oi a un chofer de camioneta que «hablaba» (más bien gritaba) a su mujer: «Está hablando el macho así que te callas!». Según parece el único que sale en defensa de las «pobres damicelas indefensas» es Carlanga en uno de sus comentarios. Aparentemente Duque no se da por enterado. Su definición de una buena película es que tenga un buen culo. Esa sola linea para mi es suficiente, leer el resto de su artículo es perder el tiempo. Donde están María León e Iraida Tapias cuando se las necesita? Yo haría delicias explayándome en los orígenes étnicos de la López y la Jolie para darle más «amplitud» a la mixtura de razas y clases que tanto detesta el Duque. Un culo es un culo venga de donde venga. Perro al fin pelea por marcar territorio y acaparar hembras. No conozco un socialista que no le guste una catira oxigenada y siliconada, supongo que eso no es nada burgués! Como no sigo mucho su blog no sé si tendrá posts sobre el tema del feminismo en los barrios, digo debe haber un par de cosas que decir al respecto no? Yo tengo como 100 cosas más que decir sobre esta discusión, pero ahorita no tengo tiempo porque tengo que ir a masajearme los gluteos con gel reductor y refirmante para poder pasearme por el 23 con todo bien erguidito!

  20. Me he disfrutado un montón este post y todas las respuestas.

    Para desmontar el discurso, por demás patético, de JRD, me obligan hacer una micro bios de mis abuelos:

    Mi abuela nació en Catia, Caracas, Venezuela en 1934. Su papá trabajaba en Puertos marítimos y fue trasladado a Cumaná. Allí conoció a mi abuelo (después les cuento sobre él) y se casó teniendo 15 años. Se fueron a Caracas, vivieron en el valle. Con los ahorros compraron una casa en la California Sur. Pasados varios años de casados y cuatro hijos en su haber compraron un terreno en la Lagunita, construyeron una casa de un piso y vivieron felices. Mi abuelo se enfermó, y vendieron la casa. Se mudaron para un apartamento en la florida donde actualmente vive mi abuela con 3 de sus seis nietos que estudian la universidad (2 UCV y un UCAB).

    Mi abuelo por su parte, era hijo del único farmacéutico, en su época, de San Felipe, capital del estado Yaracuy. Cuando se graduó de Bachiller decidió que la carrera militar era lo suyo. Le fue bien, además de militar (llego a ser General de Brigada) fue historiador, tres veces presidente de la Sociedad Bolivariana y varios artículos publicados, etc.

    En fin, ellos son ejemplo del progreso social que vivió Venezuela desde 1945 hasta finales de los setentas. Ellos lograron disfrutar de unos gobiernos, digamos, conscientes, que emplearon los recursos del petróleo para desarrollar al país en todos los ámbitos. Y en este grupo incluyo a Pérez Jimenez, un dictador de mierda (Mi abuelo conspiro contra él, por cierto) porque los venezolanos todavía transitamos por carreteras y autopistas construidas en su mandato.

    Entonces, según la lógica de JDR: Si mi abuela, con sus 74 años, va para la Villa del Cine y muestra su acta de nacimiento ¿Tiene derecho para hacer una película sobre los pobres?

    Dahhh, yo sé que ella todavía no vive en Catia. Pero ¡OjO! si ella muestra su partida de nacimiento eso sería suficiente para darle un crédito para hacer una película. Y ahí, mi querido JDR, está el detalle.

    Petare, Antímano, Catia, NO siempre fueron zonas pobres. Altamira, La Carlota o Los Naranjos podrían ser espacios llenos de pobreza en cualquier momento. Más allá de nuestras narices, los problemas son muchos y jodidamente más complejos.

    Me cabrea profundamente tres cosas:

    1)Que tenga que darle a un viejo una clase que niños de quinto grado entenderían perfectamente.

    2)Es lamentable que problemas tan complejos como la pobreza y la desigualdad sean tratados tan superficial e irresponsablemente en una critica de cine.

    3)Con el hecho que Chalboud haga una mala, patética película y se le acuse de Burgues.

    No me jodas…

    El arte es muchas cosas, pero sobre todo, la encargada de poner a cada quien en su sitio, a su manera, con su belleza e infinito, y eso es algo que ni JDR ni nadie cambiará.

    Adriana Pérez Bonilla

    P.D. Sergio suscribo cada palabra de tu artículo y lo de las bios es totalmente cierto. Esa es la historia de muchos.

  21. Gracias a las dos compañeras por compartir sus opiniones con nosotros.
    Coincido con el punto de Andreína en cuanto al tema del machismo del discurso del oeste. Y celebro de Adriana su decisión de abrirse con nosotros para seguir en la deconstrucción desde el ámbito de lo personal a lo general. Muchos saludos. Y de nuevo, gracias.

  22. Triste el silencio de la defensa, del discurso del oeste. Revela carencia de ideas, soberbia, negación al diálogo y creencia vana de poseer la verdad en la mano. Lástima. Perdieron la oportunidad de explicarse, de justificarse o de redimirse.

  23. hablando de abuelos y de hambre… mi abuela, que es sobreviviente de la segunda guerra mundial, me dijo una vaina que nunca olvidaré:

    «Los Venezolanos no saben lo que es el hambre. El que pase hambre aquí es porque le da fastidio montarse en el árbol de mango o esperar a que el mango caíga. Hambre fue lo que pasamos en el Sitio de Leningrado. Rodeados por un ejército que no dejaba entrar comida a la ciudad, por 900 días, hasta el punto en que hubo madres comiéndose a sus niños, y los cadáveres de tus vecinos se vendían como alimento».

    Sin desmerecer la pobreza de la mayoría de los Venezolanos, son vainas que uno recuerda cuando escucha al gordito de JRD hablando de hambre.

  24. El ultimo comentario de Harold sencillamente genial!

    Para nadie es un secreto que ha sido el mismo Chavez, quien (imprudentemente) ha suscitado que esta sindrome social haya aflorado! a JRD le encaja muy bien el adjetivo «peyorativo» de resentido y lo ha adoptado casi como una opcion de vida escogida a conciencia!

    Bravo a todos por tan buenas notas!

  25. De pana que los comentarios en este post tienen cosas excelentes. El debate ha sido de altura, por eso ‘el perro’ salió con el rabo entre las patas… otra vez… Lo que demuestra su absoluta falta de contenido, el carajo simplemente no da para más que para dárselas de revolucionario-vergatario-echa-plomo-del-teclado-y-si-me-miras-feo-te-carajeo frente a la manada de descerebrados que le jalan bolas.

    Los post de krisis, ares, harold, xluis y andreína, entre otros, desnudan la cantidad de imbecilidades que JRD tiene dando vueltas en su atormentada cabecita y que disfraza con una falsa y acartonada ‘irreverencia’. Pero este párrafo de JJ (de quien me acabo de enterar que es el mismo director de Secuestro Express, la película que todo ‘cineasta’ de La Villa hubiera soñado hacer) es lapidario:

    «El problema de Chalbaud y compañía es que detestan tanto al pueblo como Chávez. Para ellos el pueblo es el medio que justifica el fin. En Chalbaud el fin es el billete que nunca logró cocinar en la cuarta república, cuando todavía tenía credibilidad. Para Chávez el fin es la rumba. Rumbear en nombre del pueblo. Mientras el pueblo aplaude porque todavía cree que la clase media odia a Chávez porque Chávez ayuda al pueblo.»

    La última oración es el perfecto retrato de JRD y otros australopitecus que andan por ahí.

    Después del ridículo que hizo la vez pasada que estuvo por aquí haciéndose pasar por un simple ciudadano de a pié, no le quedó otra que salir con una respuestica infantil e irrelevante esta vez para minimizar la revolcada que sabía que le venía.

    De verdad que he disfrutado mucho este post y los comentarios posteriores.

  26. O sea que el mentado Duque no cree en el arte. ¿Cómo darle otra oportunidad de redención? ¿Por que él se imagina que se puede hacer una película que retrate la estricta «realidad»? Ese es un comentario muy gracioso. ¿Tú crees que su mundo sea blanco y negro?. Todavía no entiende la «levedad del ser».
    Sin embargo su post me produjo una idea: hacer un casting entre los cineastas del «barrio» para que haga otro Zamora… ¡qué tal! bueno, sólo ganaría uno, no se podrá privilegiar a todos. Si no se podrían filmar unas clases de historia y mandárselas al orador del oeste, quizás eso lo reconforte.
    Gracias al anfitrión por todas esas informaciones tan valiosas sobre la historia del cine y de mantenernos al tanto de lo que pasa a nuestro alrededor, descubrir mentalidades que serán dibujadas en relatos o crónicas de la Vzla Bolivariana de los 2000.

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