El Síndrome Coca-Cola

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Nunca me gustó mucho la Coca-Cola; de hecho nunca fui un gran bebedor de refrescos. Fue después del divorcio de mis padres que mi papá y yo quedamos solos en casa y por la flojera de hacer jugos comprábamos refrescos, en mi caso siempre fui cercano a los refrescos blancos; llámenlo racismo gaseoso.

Claro la Coca- Cola es más que un refresco con sabor a… ¿Coca? ¿Cola?, ¿la cola de quien?

La Coca-Cola es el símbolo del mundo de hoy: Una megacorporación que produce anualmente millones de dólares de la manera más anti-ética e irresponsable que podamos imaginar. La Coca-Cola paga sueldos mínimos a sus trabajadores por jornadas laborales inhumanas, y si no pueden hacerlo mudan sus factorías y embotelladoras a países donde los derechos laborales sean fácilmente pisoteables. Con La Coca-Cola se perpetúa el esquema de explotación laboral en el cual los empresarios tratan a sus empleados como sus esclavos negándoles cualquier ascenso social con su trabajo y relegándolos a, si acaso, cubrir sus necesidades más básicas. Con La Coca-Cola seguimos imbuidos en la ética de quien se cree con derechos de despedir a sus trabajadores de un día para otro, con tal de quitarse “Obstáculos Internos”.

Con La Coca-Cola se impone también el esquema de clonación del sabor y negación del gusto; es el mismo esquema de Mc Donalds y Burger King, la universalización del sabor y eliminación de la cocina, amén de la imposición de una sola estética.

Ir a comer dejó de ser un placer, dejó de ser una aventura en la que buscábamos un restaurante y lo seleccionábamos por la reputación de su chef o la atención brindada; ahora la cocina es un acto mecánico. En todos los Mc Donalds se vende la misma comida, se atiende de la misma forma, los empleados se visten igual y, si se fijan bien, va la misma gente y hasta se comportan igual; es la globalización del sabor y de la publicidad, ya que la propaganda que promueve éste consumo se diseña en un solo lugar y se envía al mundo; así, los publicistas solo fungen de traductores y a veces de ambientadores que le dan un toquecito local a la misma publicidad. Todos consumimos lo mismo por eso La Coca-Cola se bebe en todos los países del mundo. De hecho éste refresco es bien democrático y por eso se toma en La China y La Vietnam comunista o en Suiza o en Estados Unidos o en La Venezuela Socialista del Siglo XXI. Los empresarios globales no discriminan, le venden a todo el mundo, he ahí la clave de su éxito. ¡¿Cierto Don Cisneros?!.

Santa Clause era una leyenda poco conocida hasta que La Coca-Cola la convirtió en una tradición americana y mundial. Si eso no es una muestra contundente del poder de ésta corporación ® © ™ , pues no sé que lo será.

Como parte de la política de no-discriminación en la busca de consumidores La Coca-Cola no tiene miramientos en el patrocinio de eventos de toda clase.

El refresco rojo patrocinó el mundial de Mussolini en 1934.

La Coke patrocinó las olimpiadas de Hitler en 1936

La Coca-Cola patrocinó las olimpiadas de la Alemania post nazismo en 1974

La Coca-Cola patrocina conciertos de Molotov o Rage Against The Machina con ls misma facilidad con que patrocinó el concierto de los Backstreet Boys en México.

La Coca-Cola patrocina el Miss Universo y el Miss Mundo aunque las misses tiene prohibido consumir refrescos

La Coca-Cola patrocina el Miss Venezuela

La Coca-Cola patrocinó la Copa América de Chávez.

La Coca-Cola patrocinará las olimpiadas en China.

La Coca-Cola patrocinó y tuvo estanterías en la Feria Internacional de Turismo.

La Coca-Cola elabora cientos de letreritos para restaurantes que “dona” a sus dueños para así insertarte publicidad en todos lados.

La Coca-Cola patrocina a cualquiera, incluso cuando algunas federaciones se retiraron del Miss Mundo que se realizaría en Nigeria en el año 2001, Coca-Cola dijo que no retiraría el patrocinio del evento a pesar de que el gobierno nigeriano había asesinado a mas de 100 musulmanes que protestaban contra el evento al considerarlo inmoral.

En fin… Naomi Klein en su libro No Logo: El Poder de las Marcas hablaba de la Coca-Cola como una de las marcas que tienen “patrocinado” al mundo.

Pero no se equivoquen. Hasta ahora parece que esto lo está escribiendo un comunista, no, no, no, no, no se equivoquen. Este artículo no es lo que parece.

El Che se refresca un poco

Les quiero hablar del síndrome Coca-Cola. Éste refresco supuestamente crea adicción y la clave para ello es que en su fórmula contiene Coca. Sí, la hoja que nuestro Presidente, en una de sus cada vez más lastimosas bravuconadas, masticó para deleite de los izquierdistas de caviar que no saben un coño sobre la hoja de coca pero les excita cualquier momento Kodak-revolucionario como el protagonizado por nuestro gobernante.

Yo no sé si será verdad que La Coca-Cola produce adicción, no sé si será cierto que el azúcar contenida en su fórmula sea dañina y tampoco sé si el mail ese que lleva varios años circulando según el cual si mezclas Coca-Cola Light con caramelos de menta se te revientan las tripas, será verdad o solo sensacionalismo. Pero de lo que si estoy seguro y convencido es de que La Coca-Cola produce un efecto que afecta la memoria y el raciocinio. Al punto de que hoy estamos presenciando un espectáculo verdaderamente insólito:

Los boicots contra éste refresco no son nuevos, los grupos “globalifóbicos” han promovido cientos de boicots contra marcas y corporaciones. Desde acusarlos de contaminadores y destructores del medio ambiente, pasando por echarles la culpa de la pobreza, señalar la explotación a que someten a sus empleados, acusarlos de apoyar las incursiones bélicas de Estados Unidos, hasta llegar al punto de marcarlos como destructores de culturas y verdaderos gobernantes del mundo que utilizan a los gobiernos elegidos como títeres de sus intereses, bla bla bla bla…

Pero parece que nuestros amigos izquierdistas, además de usar franelitas del Che manufacturadas por alguna Wear Inc., ahora se metieron una sobredosis del refresco más bebido del mundo. Esto es insólito.

Ahora la izquierda y sitios Web antiglobalización como Rebelion defienden la realización de las olimpiadas.

Si vale, la izquierda está muy indignada porque la CIA y demás sospechosos habituales están haciéndole guerra a Pekín y se ha desatado una campaña de defensa de China. No es paja, de pana es así.

Cualquiera con un poquillo de cultura política, incluso un ignorante como yo, sabe que China no es comunista sino más capitalista que EE.UU., Suiza y Noruega juntos. En China el empleado es explotado y esclavizado, en China el “desarrollo económico” se ha logrado a un costo ambiental y humano bestial, China es un país ultraconsumista y por eso estrellas de Hollywood reciben contratos multimillonarios por hacer publicidad y promover el consumo de productos innecesarios, China es el país que más basura tecnológica produce a nivel mundial y la exportan a, ¿adivinan? Sí, el imperio yankee mesmo. Mientras en América Latina estos pajúos izquierdistas internacionales hablan pestes de la globalización e instan a nuestros países a no firmar el ALCA y a no aceptar la integración con el país del norte, reivindican a China donde ya se integraron hace rato y anualmente exportan miles de millones de dólares a los gringos con el costo de la esclavitud y explotación del pueblo chino y de su “clase obrera” como diría la farsante de Marcela Máspero.

Estos izquierdistas son una vaina seria. Ahora están del lado del Comité Olímpico Internacional y al lado de las grandes y malvadas corporaciones, ahora en Rebelión lloran porque si las olimpiadas no se hacen La Coca-Cola, La Visa, La Samsung, La Kodak, Los Mc Donalds, La General Electric, La General Motors, La Microsoft, La Marlboro y demás chivos expiatorios de la izquierda no se van a meter el billete que se van a meter si se hacen las olimpiadas.

Sí señores, luego de que los izquierdistas nos dijeran que era malo consumir esos productos, están muriéndose de los nervios ya que el evento deportivo que les permitirá vender sus productos está amenazado.

Eduardo Galeano, luego de decir que “los niños pobres toman cada vez mas Coca-Cola y menos leche” y que “La Coca-Cola inventó la Fanta, en plena guerra, para el mercado alemán”. Ahora está muy preocupado de que las olimpiadas no se hagan no vaya a ser que los mercaderes de la Coca-Cola pierdan unos biyuyos allí. Desde aquí le digo a Galeano que no se preocupe, el gobierno bolivariano, revolucionario, socialista, izquierdista, antiimperiaista, anticonsumista, humanista, antiamericano, anti yankee, de Venezuela ha introducido una solicitud para organizar el Mundial Sub20 de 2011, es factible que si consiguen la sede (lo cual es muy probable ya que los estadios de La Copa América están condicionados para ello), La Coca-Cola venga a patrocinar el evento sin que Mario Silva o alguna de las viejas ridículas que protestaron contra Los Simpsons digan algo al respecto.

La mayor de las contradicciones la tiene el discursito antiamericano. Como saben esta bola de pazguatos dicen que en Norteamérica no gobierna Bush, ni Clinton, ni Nixon, ni ninguno de esos caballeros, ellos dicen que en Usa gobiernan las grandes corporaciones, tanto que si gana Obama no cambiará nada. Y a lo mejor tienen razón, tanto, que George Bush, o sea el representante de esas corporaciones, ha dicho que no tiene intenciones de boicotear las olimpiadas, Bush ya ha garantizado su presencia en la ceremonia de inauguración y ha dicho que las olimpiadas son un evento deportivo que no debe politizarse.

Los izquierdistas y antiimperialistas han declarado su solidaridad con el discurso Bushiano y, por muy insólito que esto parezca, los dizque comunista, dizque revolucionarios, dizque contraculturales, dizque progresistas, dizque antiimperialistas, dizque antimonopolios, dizque antiglobalizadores se dan la mano con el Presidente de Estados Unidos y asistirán, junto a él, a la ceremonia de inauguración de la farsa olímpica donde veremos a los atletas caminar con sus banderas ondeantes frente a pendones de Coca-Cola.

BRAVO. UN APLAUSO NO JODA. (CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP)

En definitiva el efecto Coca-Cola ha afectado gravemente a la izquierda internacional y a los ladillúos de rebelión que celebran la realización del evento deportivo más mercantilista del mundo en el país que más oprime a los trabajadores y a las mujeres y que más permite los abusos y atropellos cometidos por las grandes corporaciones a cambio de que éstas dejen buenos dividendos para alimentar al estado y limpien la imagen mediática del gobierno Chino alrededor del mundo.

¡Si estos son los rebeldes, no me muestren a los conservadores!

Lo que pasa viene a reforzar una idea que tengo desde hace rato, es la idea de que la diferencia entre izquierda y derecha es por poder pero no porque tengan visiones distintas de sociedad o de mundo. Es decir, Galeano, Buen Abad, Saramago, Luis Britto García y demás lo que promueven es un simple cambio gatopardiano, un quítate tú pa´ ponerme yo. El asunto no es lucha contra los abusos y contra la globalización, sino cambiarles el rostro a los abusadores y hacer de la globalización un negocio que los beneficie a ellos.

Es por eso que yo, como decía aquella pegajosa canción, no soy neoliberal, tampoco soy comunista, solo soy un mamarracho que se las tira de artista. Yo no soy de derecha, porque tengo que cuadrarme con Bush y con Uribe, pero tampoco soy de izquierda porque los zurdos caen por su propio peso y terminan defendiendo lo que tanto dicen despreciar.

Por eso es que yo también me uno al boicot a las olimpiadas propuesto por Sr. Cobranza hace unos días. Ah y no tomen Coca-Cola, no vaya a ser que les de el síndrome.

John Manuel Silva

9 Comentarios

  1. El año pasado pasé unos días en la cárcel de San Pedro en La Paz, Bolivia…. y de todas las cosas que me impresionaros, que fueron muchas, la más fuerte fue el contrato de exclusividad que hizo la coca-cola con los presos. Allí adentro no se toma pepsi. Y a cambio la coca-cola les da 10 mil dólares al año en refrescos.

    No te sorprenda mucho la relación de la revolución con la Coca-Cola, no olvides que a Venezuela la Gobierna Cisneros… Chávez es el tipo que Cisneros puso allí para calmar a los pobres.

  2. J.J: Que fuerte lo de Bolivia. Oye pero, ¿que hacías en esa cárcel?

    Coco: Ni tanto. Es al año, es decir 833 dólares al mes, a 2 dólares por refresco, vendrían siendo 415 refrescos mensuales. Es decir, no es mucho.

  3. Buen artículo, así se hace, duro con esos farsantes. Es a la izquierda a la que hay que desenmascarar y atacar sin piedad, a diferencia de la derecha (que suele desprestigiarse sola) los sifrinos dizque «altermundistas» son también unos hijos de puta pero tienen buena prensa. Ya sabes, la bobaliconería y la mala conciencia de los europeos y gringos acomodados.

  4. «Con La Coca-Cola se perpetúa el esquema de explotación laboral en el cual los empresarios tratan a sus empleados como sus esclavos negándoles cualquier ascenso social con su trabajo y relegándolos a, si acaso, cubrir sus necesidades más básicas. Con La Coca-Cola seguimos imbuidos en la ética de quien se cree con derechos de despedir a sus trabajadores de un día para otro, con tal de quitarse “Obstáculos Internos”.»

    Cambie «Coca-Cola» por «Hugo Chávez» y el párrafo sigue siendo completamente cierto.

    Y mantengo mi opinión sobre Eduardo Galeano: es un viejo imbécil, un sinvergüenza, un inmoral que tuvo las santas bolas de comparar la tragedia venezolana con un partido de fútbol y que además escribe unas estupideces intragables.

  5. Al principio de empezar a leer, juraba que eras un ingenuo, pero ya veo que no. Estás claro en cómo se maneja el mundo, o mejor dicho los intereses que se manejan. Nada es blanco, nada es negro, todo viene en matices de gris, donde cada quien se arrima al árbol que más sombra le dé.

    Me hiciste recordar que tengo por ahí un ensayo de la ética guardado, viene siendo hora que lo desempolve, son temitas que de vez en cuando sirven para remover culpas, y hacer sinapsis en las neuronas.

    Saludos, sigo pendiente de leerte.

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