Son prisiones de concreto.

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Aquellas que con el devenir de los días

nos asfixian con la tremúla luz de la sangre

añejada en el santo corázon de Caronte.

Ella se cierne con peste y herrumbre

Por que ahí estamos nosostros

nosotros… la carne

nosotros…embrión de putas

nosotros… EL SILENCIO ULULANTE.

El prisionero de los negros sueños

armado de algoritmos guerreros

Sé que el mundo ya no es sano

los niños mueren al parir sus madres

o los viejos mueren de peste

éste soy yo

su amigo

el amigo obeso de un puesto de avanzada

barriga de fibra óptica y visión de scáner.