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El misterio del número 36.

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El misterio del número 36.

Doctora, se puede ver el futuro a traves de los sueños?

Las luces destellaban cerca del cerro Ávila. Al principio imaginé una lluvia de estrellas; y de inmediato recordé la Guerra Del Golfo Pérsico. Algo oscuro se aproximaba. Aunque la memoria falló, con dificultad recordé la escena, el secuestro, el alzamiento. Hombres vestidos de civil, fuertemente armados subían la montaña, peinando la zona y con el Hotel Humboldt convertido en un testigo mudo. De pronto los individuos armados desaparecieron entre la niebla y bajo los sonidos de turbinas, aviones militares, caza-bombarderos y helicópteros.
Observé, detenido en el tiempo, desde mi espacio, el cielo iluminado por las sombras de la guerra, nubes grises oscuro, claro, y negras de espanto para la mayoría. Huyan hacia el monte. Caracas ardía en las brazas de lo inevitable. El apagón dejó al Metro desmayado en medio del túnel. Primera noticia: “Al avión cuyos pasajeros podrían ser familiares del dictador, le es imposible despegar.”
Mientras tanto, desde el subsuelo, tipo avestruz, adentro del túnel de gusano, entre las tinieblas, pude ver todo lo que iba a pasar, pasa y aun no ha pasado. Afuera, arriba o donde sea, las explosiones hacían temblar la tierra. Y una vez más la pesadilla. Cierro los ojos, no me doy cuenta. Frente a mí, las vías del tren desaparecen bajo el agua roja como sangre de muerto. En cámara rápida intento correr, salir, huir, buscando la luz al final del túnel, mis piernas se hunden en el fango de la realidad. Adivinando el futuro, se ahogarán en su propia sangre. Un trueno, seguido de múltiples explosiones, humo, hedor a ácido de batería con cable quemado y cobre derretido, gritos de mujeres y rostros asustados de hombres, heteros, gays, bisexuales, todos, desunidos en aquella madriguera castigada por la fuerza y los choques de átomos. Acto seguido, el concreto crujiendo como hielo masticado. Afuera, o arriba, el cielo llorando. Y YO DESDE LEJOS VEO EL INCENDIO DE MI LOCURA. Aviones militares de Estados Unidos y de Europa sobrevuelan y bombardean Caracas. La dictadura se desploma como castillo de naipes, pues siempre fue una estatua de metal con los pies de barro. URGENTE, Usuarios reportan extrañas luces en el cielo. Todavía el Palacio de Miraflores no había sido bombardeado, era sólo cuestión de tiempo, tiempo y un tiempo.
Los incautos creían que las luces en el cielo eran OVNIS, al principio, satélites del showman que quería ir al Planeta Neptuno. Tal vez una lluvia de cohetes y misiles con destino a las bases aéreas en primera clase y un Whisky con cianuro y cicuta. Mientras paracaidistas descendían cual hojas de árbol tiradas por un huracán. ESTAMOS AQUÍ ABAJO. SAQUÉNNOS DE AQUÍ. BUSCA LA VENTANA DE EMERGENCIA. Cuando abrí los ojos el reloj marcaba las 3:36 de la madrugada, al fondo, la canción: “All y have to do is dream, interpretada por Everly brothers. Siento que voy a despertar. RECUERDA: El manuscrito, el secuestro, el oro, el engaño, el sueño premonitorio, el adivino, el científico escéptico, la psicóloga incrédula, el robo de los Dólares, la enfermera, EL DICTADOR LINCHADO…

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