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Mi vida a través de las putas (XIII)

A mis favoritas les chupo el culo.

Ya me conocen y se lo lavan bien antes de atenderme. Contrario a lo que se pensaría el culo y la totona les huele muy rico cuando se las chupo.

Fuimos a ver al Perrozompopo en un concierto pequeño, en un lugar que queda frente a un burdel de mala muerte. El Perro habló de lo mal que está Nicaragua, de lo mal que está Costa Rica, dijo que las tiranías que se viven en un país no dependen del número de muertos, ni de la posición de un gobierno, pensaba en Venezuela, pensaba en nuestro mamagüevismo innato de creernos más que los demás, incluso en las peores, y me pareció que el Perro tenía razón, Costa Rica y Nicaragua son países pequeños, Venezuela es mediano… y la magnitud de los problemas no se mide por número de muertos, salí con mi esposa del lugar, buscamos el carro que estaba parado frente al burdel, allí está una de mis favoritas, pensé en las ganas que tenía de chuparle ese culo y me olvidé de Venezuela. Estaba ansioso, era la hora donde ella atiende, si no hubiera estado con mi esposa, hubiera entrado.

Esa puta es super volátil, cambia de sala a cada rato. Gracias a ella conozco casi todos los puteros de San José. Ese burdel es el peor de todos, en la zona más horrible de la ciudad, bar y hotel, el hotel no tiene ducha, solo poceta y lavamanos compartido, la habitación tiene un bombillo rojo lúgubre para que no quede dudas de que estás en un burdel de mala muerte, después de tirar no te puedes lavar la pinga hasta llegar a tu casa, una mierda.

Después del concierto fui varias veces en la noche pero no la conseguí, jueves ocupada, domingo cerrado, lunes bingo, allí estaba con su peluca de costumbre, esas tetas operadas cada vez más grandes, hola, y directo a la habitación. Según ella no le da el culo a todo el mundo, sólo a mí, evidentemente esto no es cierto, pero si estaba muy apretadita, quizás sólo se lo da a unos pocos. Igual no creo que sea un halago, es sabido que las putas no le dan el culo a los tipos de picha grande, así que esto más bien es un síntoma de que la tengo pequeña. No me preocupa demasiado, mientras se pare todo va bien.

Le chupé el culo, agarrandole las nalgas, ella tiene poco más de 40, tiene un cuerpo súper atlético, las nalgas la delatan, tienen buena forma, pero la piel está cada vez más caída. Las tetas enormes llenas de silicona asoman un pezon paradito, gordo, que se siente flojo igual que las nalgas, la edad se le asoma por los rincones, pero está buenísima y todavía le quedan varios años de rosca.

Le chupe el culo, la panocha, me chupó, se me tiró encima, metiéndoselo poco a poco por el culo, pero me dijo que no demasiado… está cerradita todavía… se lo metió en la totona y le pedí que repitiera la posición de la Amazona – me encanta esa posición – hoy en dia la hago con mi esposa, pero la puta me la enseñó, es una experta, al final ya la vieja que administra el burdel nos estaba sacando, llevábamos 28 minutos, nos quedaban dos… me dijo que antes de acabar se la metiera suave por el culo, eso hicimos, no me dejaba metersela completa, así que fueron penetraciones suaves y superficiales mientras apretaba los labios y se quejaba un poco… la cabeza y el pene me explotaron al mismo tiempo, eyacular con movimientos lentos es lo más explosivo que hay.

Esa hija de puta sabe cómo complacer a un hombre, sabe tirar y lo demás es cuento.

Eso fue ayer, todavía hoy tengo el guevo parao de recordarlo, una buena tirada es buena si se te vuelve a parar de sólo recordarlo.

Salí del burdel entre la basura de San José, la huelga ha encochinado un poco la ciudad, pero todo se ve limpio comparado con el cuarto oscuro alumbrado con el bombillo rojo.

Recuerdo de adolescente que entramos al Maruja en la Av. Casanova solo por joder, me dió asco ver las paredes de baldosas blancas, sucias, llenas de putas pintorreteadas, sucias, horribles.

No sabía que unos 30 años después tendría uno de mis mejores orgasmos en un hotel sucio y barato cojiéndome un culo después de haberlo chupado.

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