Testimonios del pasado

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«Esto no es la universidad»… el silencio, luz de la sombra, sentenció… Incrédulo, abismado, lejos, aturdido, golpeado se fue el pensamiento.. ¿Pensando acaso?, ¿enajenado tal vez?, Alienado por aquella sentencia sepulcral. Figura retórica de la sin razón, no sólo quedó deshuesado y a viva voz los sonidos nauseabundos, la sordidez de los seres habituados, acostumbrados, desnutridos, pálidos ante los designios del poder. Recurro al pensamiento, comprendo, reflexiono, ya los sueños no son tales, la realidad apabullante nos presiona, nos mutila, nos come las esperanzas de una mañana que murió.

Esclerotizados ante los ministerios de la Verdad, Paz, Amor y Abundancia.. Medios y fines se confunden, la libertad se reduce a unos cuantos centímetros cúbicos. Ley, norma y creencia se sintetizan, «el bien mas preciado» que se había logrado se reduce a cenizas, putrefacción y miseria emana desde las altas esferas y en nombre del pueblo, se comete y arremete en contra del mismo.. Enceguecidos aún brotan los carteles que nos ubica como el «Destino Más Chevere», el estandarte: la ignorancia.
Las protestas de ayer, es el saboteo del presente, invadidos de poder las siluetas cadavéricas, dan ilusión de vida y esperanza. Mientras, la verdad y la inteligencia se convierten en rareza, junto a la idea es sólo una pesadilla, tanto para el lacayo, como para el que se atreve… Y sale al fondo la imagen de un hombre sonriente dándole con el puño izquierdo a la otra abierta, ¿es eso el símbolo que representan?, Mazo Dando es la Respuesta.

Febrero del año 2014

Tres años de éstas palabras, testimonios del  pasado, probablemente nada original. Mucho ha corrido, mucho ha pasado. ¿Es éste nuestro eterno futuro?

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