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¿A las puertas de un nuevo Fraude del CNE?

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El CNE hizo ayer su jugada maquiavélica, al borde de la legalidad, dentro del tablero del ajedrez electoral, todavía en suspenso.
No abrirá las cajas, no contará voto a voto y tampoco le imprimirá ritmo al proceso de verificación del 46 por ciento restante de las mesas.
Como es su costumbre, aplicará una operación tortuga para darle tiempo a sus mandamases de limpiar las huellas de la sospecha colectiva, del llamado «fraude perfecto». Aprendieron de la lección del líder supremo y les fascina prolongar las agonías, los calvarios del espectador promedio. Es el remake criollo de una novela negra por capítulos. Sirve de respiración artificial y pote de humo para un modelo en decadencia.
Los alfiles del Consejo defenderán así a su rey desnudo y oscuro. Jamás un poder juzgará y condenará sus propias acciones. Menos con la burocracia estalinista instalada y purgada por los comandos del PSUV.
La medida responde a un objetivo de apagar la flama del descontento popular.
Se busca quedar bien con dios y el diablo, sin reconocer el fiasco del sistema.
En un largo y tedioso mes, intentarán limpiarse la cara, sometiéndonos a su amago de auditoría transparente.
Ya Mario Silva, un peón de la estrategia mediática, tradujo al lenguaje malandro el discurso lleno de eufemismos de Tibisay: solo se contrastarán las actas con la transmisión. Cero revisión manual del cuerpo del delito. Igual el optimismo cundió en las filas de la MUD, para evitar caer en los peines de la revolución.
Según Henrique, es posible comprobar la tesis de la Unidad bajo las condiciones impuestas por el ente rector. Ojalá se cumpla el pronóstico a favor de la democracia.
Con todo, yo soy personalmente un escéptico y un pesimista ante los manejos de la nomenclatura roja rojita.
Después de 30 días, no superaremos el actual estadio de polarización. Maduro apostará su caudal económico en propinarle un refrescamiento a su imagen de tirano tropical.
Capriles seguirá creciendo como la espuma. El desenlace luce previsible, aunque es prudente aguardar por la consumación.
¿Se enfriarán las caceloras, las calles y la calentera del soberano? ¿Nos meterán el dedo en el ojo? ¿Nos condujeron a otra emboscada, en un intricado laberinto de números y cifras kafkianas? ¿Quién se llevará la victoria?
Por lo pronto, hoy consagrarán al bigotón en cadena nacional. Una falta de respeto, si consideramos el asunto de la duda razonable. Unos tirarán cohetes y soñarán con llenar siete avenidas. ¿Nuevo fandango de locos con un saldo de vidas apagadas por el frenesí del triunfalismo violento?
El disidente invitó a encender la salsa y la música en las casas, durante la función del teatro de sombras chinescas. Recomendó el tema de Willie Colón, «Mentira Fresca».
Escucharé un poco de Fania, del Nigga Sibilino, de Ismael Rivera y del gran Héctor Lavoe. A lo mejor lo mezclo con regetón de Vico C y Tego Calderón. Cualquiera sea el caso, prohibido cruzarse de brazos o descuidarse.
El final de la historia lo escribiremos juntos. Feliz día. Miren el simulacro con ironía. Gocen del pan y circo. Deconstruyan el espectáculo de los artistas tarifados.
Somos la mitad del país. Albergamos la semilla del cambio.
Hay un camino pacífico para dar el jaque mate. La conciencia y la constitución nos respaldarán en la lucha.

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