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La saga de ciencia ficción llamada “Otherland”, escrita por Tad Williams presenta una una trama muy curiosa. Se trata de un futuro bastante lejano, en el cuál la ingeniería de realidad virtual permite que los humanos hagan partes de sus vidas en un entorno virtual. La RED ha sustituido al internet y es el sitio donde se entretienen, hacen negocios, se informan y hasta conocen pareja. Bastante visionario si me preguntan, tomando en cuenta que el libro fue escrito en 1996, cuando la potencialidad y alcance de internet, no había llegado a las cotas actuales.

Entre los muchos aspectos interesantes del libro, la manera de acceder a la red, depende en gran parte del poder adquisitivo que tengan las personas. Las personas más pobres pueden acceder a cascos de realidad virtual con guantes de interacción y las personas más pudientes, pueden pagarse una operación, donde un chip y una cánula se insertan en la base de la nuca y se pueden conectar a través de un cable, o con modelos más recientes a través de señales inalámbricas. Una predicción del wi fi tres años antes que ocurriera.

Estos chips, están conectados a todos los nervios que envían sensaciones a las personas; está conectado al nervio auditivo, visual, a las partes del cerebro encargadas de tacto, el gusto el olfato.

Las implicaciones son fascinantes. Las personas que tienen un chip no decoran sus casas y sus muebles son blancos. Si quieren ver color, lo simulan estimulando su nervio visual de manera que pueden tener una decoración cuando quieran. Programan sus chips para que mande una señal de auxilio en caso asalto. Programan la banda sonora de sus vidas.

Toda esta introducción se debe a una línea de comentarios en un artículo de Gibarian, que ha sacado algunas ideas interesantes.
Todo empieza por Lance Amstrong y las preguntas, que pueden ser planteadas más o menos así. Supongamos que en un futuro se permitan los esteroides y otras drogas para mejorar el rendimiento atlético de un ser humano, supongamos que estos potenciadores son permitidos y que los atletas empiezan una carrera a ver cuantas drogas puede soportar el cuerpo humano. ¿Donde queda el límite?, ¿habrá un pico permitido de esteroides? y si un potenciador químico queda permitido, ¿Estará permitido un potenciador mecánico?, si un chip en el cerebro mejora su rendimiento, ¿Se lo implantarían?, y si una prótesis lo hace ¿Estarían dispuestos a amputarse un pierna, para mejorar su rendimiento?

Yo no creo que se pueda descartar a priori. La gente está dispuesta a someterse a modificaciones corporales extremas en pro de la estética sea siguiendo su propio canon o sea siguiendo el canon establecido por otros.

No me refiero solo al hombre gato o zombie boy o las modificaciones que parecen salidas de HellRaiser. Sino que una mujer se someta a liposucción, grapa estomacal, rinoplastia, vaginoplastia, modificación de senos, nalgas, pantorrillas para volvérse bella según la moda del momento, que una mujer que este dispuesta a someterse a mas de 50 cirugías, cada una con su riesgo para su salud, es para mí un indicio hasta a qué punto están dispuestas las personas a llegar si tienen la motivación suficiente.
¿Qué impide a un atleta a hacer lo mismo exceptuando la prohibición explícita puesta por las reglas?. Para mi los atletas de alta competencia son personas altamentes motivadas a hacer lo necesario para volverse los mejores en su deporte. ¿Estarían dispuestos a someterse a una cantidad de cirugías considerable, si estas les ayudan mejorar el rendimiento?

Ya hay una lista de atletas con extremidades protésicas, producto de accidentes, de los cuáles uno de los más emblemáticos es Oscar Pistorius que compitió en las últimas olimpíadas. ¿Sus prótesis pudieron darle ventaja?

Vivimos en un mundo donde una mujer está dispuesta a amputarse el dedo meñique para usar mejor los tacones, donde un hombre decidió, de manera voluntaria,  amputarse una mano de la cual había perdido su uso en un accidente de moto. Vivimos en un mundo en donde Daito Manabe hace que su cara baile al son de impulsos eléctricos y se mete leds en la boca. Vivimos en un mundo donde existen orejas robóticas controladas por la mente.

Yo creo que la posibilidad de celebrar una olimpiadas cyborg en un futuro lejano no debería descartarse de inmediato.

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