panfletonegro

DE TODO SE PUEDE HABLAR…

La cosa es ¿Que pretendemos lograr de esa conversación?, si nos planteamos que de cada conversación o por cada conversación que establecemos queremos o pretendemos lograr un propósito, una conclusión, un fin o un beneficio, entonces creo que tendríamos que pensar en el final de la conversación antes de empezarla.

Pero lo cierto, es que en la mayoría de los casos, con lo que me refiero a las conversaciones espontáneas, y no a los discursos preconcebidos de todo tipo, verbigracia, políticos, laborales empresariales, académicos, científicos, etc., es que no pasa así, cuando tocamos un tema, ciertamente tenemos nuestros criterios y opiniones preconcebidas, pero cuando una conversación surge de manera espontánea de cualquier tema que pretendamos manejar, uno desconoce en realidad el fin último, si nos beneficiará, si llegará a alguna conclusión, si tenemos o pretendemos en algún punto de la conversación un propósito, un plan fraguado en medio de la conversación, pero la cosa es, que es una aventura y un riesgo, donde podemos salir ganando o perdiendo, una conversación puede en algunos casos resultar o dar como resultado un acontecimiento fatal, donde los ánimos se exalten tanto que termine en golpes y hasta en asesinato, lo cual es difícil pensar que pueda ser el fin último o primero de una conversación.

Con este pequeño análisis, surgido de pensar en los múltiples temas que hay en el tapete, en cualquier parte del mundo, en cualquier medio, por importante o irrelevante que parezca, hace pensar que el ser humano requiere como actividad vital el pensar, si no pensamos casi no somos, no estamos, no existimos, en cualquier momento estamos pensando, una mente en reposo me la imagino solo cuando se está sedado mediante anestesia general, uno recuerda el momento previo al reposo mental y el momento cuando sale de él, y ese lapso de la conciencia sin actividad o con actividad cero, son las únicas horas en que dejamos de pensar, ya que el sueño es para mi una manera de pensar sin control de los pensamientos, pero al estar anestesiados es distinto, uno no recuerda nada, pensamiento cero, es quizá como una computadora apagada por unas horas.

Pero en el resto de nuestras vidas, hay un pensar constante, una conciencia de lo que se piensa y lo que se hace, un reconocer del entorno, algún pensamiento siempre activo, un actuar dentro de lo que somos, una participación en la acción y reacción, un influir en el resto por las decisiones que tomamos.

Hace un mes y 14 días, me hicieron una operación de la nariz, y recuerdo cuando me buscaron en la habitación, me llevaron en una camilla hasta el quirófano, saludé al personal de quirófano, al doctor, a la anestesióloga, la mayoría con ropa y tapa bocas especiales para quirófano, era bastante gente, no llegué a darme una idea de cuantas personas habían, pero eran como unas 7, entonces la anestesióloga me empezó a explicar el proceso de anestesia, observé a mi doctor a lo lejos, con ropa blanca, mientras el resto vestía de azul, incluyéndome, no recuerdo haber sentido frío, y recuerdo que me inyectaron la anestesia, a lo que la anestesióloga me dijo “ahora vas a sentir un poco de sueño” y yo alcance a decir “bueno, quedo en sus manos” y ella respondió “estás en las mejores manos” lo cual yo dude un poco y seguidamente quedé sin pensamiento.

En otras dos oportunidades he ingresado a un quirófano, ambas para intervención en mi rodilla derecha, y en esas dos oportunidades, la anestesia fue general también pero por inhalación, en esta oportunidad, recuerdo que aún en quirófano la anestesióloga me daba cachetadas no tan suaves para hacerme despertar, no apenas pude abrir los ojos y luego no recuerdo el traslado hacía la habitación, en la habitación desperté por fuerza propia, pero no podía abrir los ojos y me picaba mucho la nariz además de un dolor de cabeza, era desesperante y me quería rascar, aunque los presentes en la habitación no me dejaban hacerlo.

Mientras estuve sin pensamiento no hubo problema alguno con ninguna idea o sensación de dolor o piquiña, y ningún pensamiento fuera de lo que estaba viviendo y sintiendo a causa de la operación de la nariz, pero cuando mis pensamientos se pudieron activar, nuevamente mis análisis me llevaban a pensar en lo que ocurría y lo que sentía, reciente de salir de quirófano todo lo que podía pensar se resumía a lo que estaba viviendo en ese momento, como si mis otros pensamientos, análisis y conocimientos hubieran quedado bloqueados por unas horas, mi actitud pudo incluso ser contraria a mi manera de proceder la mayor parte del tiempo, lo cual, pudo de hecho haber hecho pensar a quienes me conocen, que yo estaba un poco fuera de si, pero lo justificaban en el hecho de que yo estaba bajo efectos de drogas medicas y anestesia aún en mi cuerpo.

Luego de la operación y en el periodo de reposo médico de 15 días, los primeros días tuve episodios de pánico nocturno, donde mi psiquis me perturbaba haciéndome creer y sentir que me faltaba oxigeno en el cerebro y que la respiración era una especie de últimos momentos en los que podría exhalar e inhalar, me tenía que levantar a respirar profundamente aire en la ventana, y así tuve varias noches en las que sentía una desesperación nocturna. Lo asocie al tipo de anestesia, ya que las anteriores veces recuerdo haber estado más conciente de forma más inmediata luego de la operación y no recuerdo haber tenido ningún episodio como los que tuve en esta oportunidad, aparte de que esta operación fue en la cara y más cercana al cerebro, lo cual podría incidir en algo para los posteriores episodios de pánico.

He indagado un poco con otras personas que han sido operadas, y hay un caso de una señora operada de un aneurisma que también reporta episodios parecidos, aunque no he logrado saber si la anestesia fue por inyección o inhalación.

Pero dentro del tema de las conversaciones y sus pretensiones y sus resultados finales, he querido relatar está experiencia, ya que el pensamiento está inmediatamente relacionado con el hecho de poder mantener una conversación, y el hecho que quería destacar, es que en el caso de estar bajo efectos de drogas y específicamente de anestesia general, quedamos incapacitados para pensar, analizar y poder mantener una conversación, y ese período de pensamiento cero, es uno de los pocos en los cuales de hecho quedamos sin pensamientos y demás esta decir, totalmente vulnerables y en manos de quienes nos tienen de cubito dorsal indefensos sobre una camilla de operaciones.

Salir de la versión móvil