Un cuento líquido versión 4.0 (Reedición para Panfletonegro)

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La puta e innecesaria intro…

Este es un relato que publiqué en el espacio de Windows Live, donde empecé a escribir y como eso ya está extinto, bueno lo recupero para montarlo en panfletonegro, porque tengo la musa hecha verga y un pana me dijo para ique participar en el concurso de panfleto que tiene ya un rato y al cual le he hecho publicidad…

No espero que lo disfruten, menos que lo comenten y menos que lo califiquen, yo con publicarlo tengo…

Y Dice…

…Una viernes en la tarde, día pico, hora pico, estación del metro pico, y mucha prisa pico, en la mama de las ciudades con huída pico, donde hasta para morir tienes que hacer cola, gente que anda como ganado lobotomizado por el trabajo, las deudas, los peos d la vida la inseguridad y lo demás que jode la vida pues, el puto metro que no viene y todo el mundo arrecochinado en el andén donde el espacio cada vez es menor y mucha gente casi montada encima de la raya amarilla, y como es natural mentando la madre pareja, quincena que se paga el martes porque el lunes de quincena cae bancario y un coñazo de gente que estará todo un fin de semana pelando bola parejo y pasando roncha, con un coñazo de bocas que alimentar además de una verguera de deudas esperando en su hogar… igual nadie sabrá cómo carajo pero las discotecas y las licorerías hasta el culo estarán…

Luego de un rato que se hizo eterno por fin se ven los reflejos de las luces del metro en los rieles y en las paredes y todo el mundo echa un suspiro, por fin viene el tren, a prepararse para la coñaza con los que salen tipo carrera de caballos tirando codazo y patadas para entrar al vagón de turno ligando que la verga esa tenga aire acondicionado, aunque sobrepasado en su capacidad por las 10 personas por metro cuadrado que ocupan el vagón, justo cuando el tren llegaba a la estación apareció de la nada un don nadie, alguien que nadie la paro bola y se la pasó callado, se metió entre la gente y sin que nadie lo pudiera frenar porque no había interés se lanzó en el inicio de la estación, siendo arrollado por el tren a toda velocidad ya que el operador del mismo estaba bien de pinga hablando por intercomunicador con unos panas del próximo Caracas-Magallanes, cuadrando una apuesta de unas cajitas de curda y no lo vio venir hasta que sintió el coñazo que para más ñapa lo asustó y soltó los controles manuales del tren, por eso termino frenando a mitad de estación, dejando un rastro de salpicaduras de sangre que agarró a más de uno, muchos gritos de terror jevas y doñas desmayadas y unas cuantas fotos de celular viendo al tipo llevado por el medio aderezadas por el morbo y listas para subir a youtube, para luego entonarse todos los usuarios de la línea 1 en una sola idea gritada al cielo silenciosamente…

El coñísimo de la puta madre no joda… maldita sea!!!!!!!!!!!!!!!!!! Por qué?????????? Mientras por los altavoces sonaba lo inevitable

“Atención personal operativo clave 1… Se le informa a todos los usuarios que por un arrollamiento en la estación el servicio de trenes se encuentra suspendido hasta nuevo aviso”

En ese momento Jeferson Ramirez era el operador en servicio que empezaba  su turno en esa estación, luego de un cambio de turno y estación de emergencia, debido a que en la estación donde estaba antes se cayó a coñazos con unos malandros la semana pasada con todo y cuchillito incluidos, siendo amenazado de muerte, estaba entrando medio malhumorado, debido a un peo con una carajita que se estaba cogiendo a escondidas de su esposa la cual le dijo así por no dejar “que no le había venido”, estaba pensando en todo ese peo, cuando el supervisor en servicio de estación Rodríguez lo agarro y sin mucho preámbulo le dijo…

“Coño Jefferson, acabas de entrar en un mal momento, se acaba de lanzar un peluche al metro y lo volvió mierda, ya llegaron los bomberos y van a bajar a rescatar al fiambre, acompáñalos y apóyalos con la recolección de objetos, yo ya mande a los demás operadores a desalojar la estación y ese peo está armado allá arriba… así que te toca”.

El Jefferson se trago una buena mentada de madre con mucha saliva, de verdad detestaba los arrollamientos, a pesar que ya llevaba unos 5, odiaba como el metro despedazaba los cuerpos y los dejaba triturados, lindos y bellos para que se les grabara en el subconsciente y le dieran hermosas pesadillas, pero ni modo no podía chistar, bajo lentamente las escaleras viendo a la gente entre arrecha e histérica subir a enfrentarse a un transporte superficial que ya estaba hasta el culo ese día… mientras pasaba, vio como atendían a López el conductor del tren el cual Jefferson lo vio sorprendido, porque hace ya tres meses atrás se le había lanzado otro y se había reincorporado hace dos días luego de la terapia… “coño e su madre López, de pana estás más salado que la totona de la sirenita” pensó mientras seguía caminando hacia el andén ya vacío en dirección al primer vagón.

Lentamente se acerco al área del arrollamiento con ese verguero de sangre, ya el vagón lo habían montado en unos burros y lo alzaron, estaban sacando al desconocido que vestía un flux de marca hecho harapos, el tren le trituró las piernas dejándolas como carne molida, pero sorprendentemente todavía estaba vivo, porque estaba pegando gritos o mejor dicho unos alaridos de dolor que se escuchaban en toda la estación y dejaban guevon a la película de terror más vergartaria que hayas visto en quemadito, más de uno le respondió el grito desde arriba de la estación, “ojala te mueras malparido, porqué coñó no te lanzaste en la noche” al oír la sinfonía de dolor que cada segundo se entonaba más alto.

Jefferson paso a lado de los bomberos sin saludar y se metió un poco mas atrás a buscar los objetos personales del tipo, un maletín de marca vuelto un culo del coñazo un pocotón de papeles, un Rolex vuelto mierda, un ipad hecho pedazos, al igual que una laptop, unos pasajes a europa y alguna que otra cosa sin importancia, pero de  gran valor valor, Jefferson estaba sorprendido viendo como el pana tenía un coñazo de cosas materiales que con su sueldo combinado con horas extras y domingos no le llegaba para conseguirlas y pensaba por qué coño este tipo se había lanzado si lo tenía todo, porque el carnet que revisó era de una multinacional y se veía que tenía un cargo alto; pero bueno no estaba para pensar mucho porque ya tenía bastantes mierdas en que entretenerse;  así  que estaba terminando de recoger todos los objetos personales cuando escucho un repique detrás de una de las ruedas del vagón, para su sorpresa era un Blackberry sorprendentemente en perfecto estado que estaba repicando… Lo tomo extrañado y contestó….

Alo????????????…

En estos momentos no se encuentra disponible…

Le quiere dejar algún mensaje??????

Ok, yo se lo hago llegar cuando lo vea, que tenga buenas tardes….

Jefferson colgó, se subió al andén y vio al desafortunado, ya estable y callado pero hecho un guiñapo, le hizo señas a los bomberos que lo esperaran, se acerco al tipo y le pregunto si se llamaba Oswaldo Hernández, este afirmó levemente con la cabeza, ahí Jefferson se le acerco y le dijo al oído…

«mira mi pana que tu jefe  te manda  a decir que la bancarrota de la compañía y tu despido fueron solo una pequeña bromita blanca por el día de hoy, al igual que las fotos esas de que tu mujer te estaba engañando con tu mejor amigo, que todo fue una broma que espero no te hayan caído mal, y que ambos te esperan los dos en la casa para que celebres tu ascenso y tu aumento, ese por el que peleaste y trabajaste tres años a sol y a sombra y que mañana te puedes reincorporar al trabajo y por cierto muchas felicidades de parte de tus compañeros de trabajo, porque todos saben que te lo mereces»

Y de se alejó de los bomberos, dejo al pobre Oswaldo que abrió los ojos como platos y al borde de un ataque de nervios, sonriendo boto el teléfono en la basura y se encaminó a la cabina a hacer su reporte pensando que mucha gente se toma la vida en serio y muy a pecho….

Llévatelo…

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