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Animal Kingdom:Mamás,Leonas y Fieras de Armas Tomar


«Animal Kingdom» encarna junto con «The Fighter » una cierta tendencia del cine contemporáneo,donde la madre incorpora todos los prejuicios y estereotipos femeninos de la maldad,prefabricados y diseñados por la dominación másculina desde tiempos remotos,en una mezcla entre los arquetipos de la dominatrix,la mujer fatal y la abeja reina.
El resultado de semejante híbrido conceptual e histórico,es la impronta de una serie de villanas de melodrama,cercanas al filón de la telenovela,cuyas actitudes y comportamientos las vinculan de lleno con personajes de la talla de Lady Macbeth,María Antonieta y Elizabeth,variaciones del mismo tema.
Ellas representan el temor y el respeto del hombre ante una sociedad y un estado dominado o controlado por las maquinaciones de cortesanas devenidas en monarcas absolutas del imperio,gracias a sus dotes para la manipulación de conciencias,las intrigas palaciegas y la seducción de las masas.
En tal sentido,cabe rememorar el contenido de largometrajes como «The Queen»,»Relaciones Peligrosas» y la emblemática «Alicia en el País de las Maravillas».
Por ejemplo,la última del grupo,según la óptica de Tim Burton,se saldada con el enfrentamiento de la chica buena con la tirana de los Corazones,a quien se debía neutralizar y doblegar para garantizar la depuración del sistema monárquico.
Obvia referencia indirecta al pánico frente al ascenso de Hillary Clinton en la cúpula del poder occidental.
Atención,porque además se trata de una de las constantes de la compañía productora del caso anterior.La Disney,por supuesto.
De hecho,en su versión caricaturesca,la empresa del Ratón Mickey acaba de estrenar «Enredados» y «Marte necesita Mamás»,a objeto de sostener y reafirmar el concepto en proceso de discusión y deconstrucción.
Así derivamos hacia los terrenos arenosos y pantanosos de «Animal Kingdom»,un título irónico por su cruento parentesco con el nombre del fallido parque temático del complejo industrial de entretenimiento al servicio de Rico McPato.
Sea como sea,la pieza habla de la progresiva erosión de una familia disfuncional de atracadores de bancos,tipo «The Town»,articulada por una señora de las sombras,en ausencia de la figura patriarcal.Siempre existe un conflicto edípico por delante y por detrás de las cintas analizados por nosotros,el día de hoy.
Por ende,el enfoque binario y moralista resiente la falta de unos pantalones con correa en la casa,para poner a los muchachos descarriados en cintura.
No en balde,emerge el ícono mesiánico de un policía abnegado,políticamente correcto y defensor de las causas perdidas de los niños desamparados,para abrir una puerta de esperanza a la salvación del chico confundido de la partida.
Se establece una cartografía emocional de orden maniqueo,entre el hogar destruido controlado por la madre y la utopía del sueño australiano comandado por el agente,Guy Pearce,quien parece redimido del abismo de la locura de «Memento» y del fango de corrupción de «L.A. Confidencial».
Sin embargo,me gusta el final,pues a pesar de plantear el dilema precedente,culmina de forma coherente,honesta y desoladora,aunque funja de condena explícita del proyecto de la respectiva madre de armas tomar,interpretada por una impresionante dama de la actuación.A su lado, la ganadora del Oscar,Natalie Portman,y las demás nominadas al premio,son niñas de pecho. Incluso,la triunfadora en el renglón secundario,Mellisa Leo.
Ergo,le robaron la estatuilla a la mejor.
Si uno de los referentes de «Animal Kindgom» es «Buenos Muchachos», doña Jacki Weaver sería la encubridora e intimidante Danny De Vito de la función,con tintes expresionistas de terror psicológico.
En efecto,la matrona luce como una hija del «Doctor Caligari» en el infierno darwinista del caos suburbial de la clase media.Lectura siniestra de la deshumanización posmoderna,a consecuencia de la necesidad de tener,poseer y obtener los fines a costa de los peores medios.Desmontaje de la ideología imperante en el seno del mercado de consumo.
La música de la obertura,las inquietantes cámaras lentas,los despiadados fotogramas de la sección de créditos,la dureza de sus diálogos y la sequedad expositiva de la puesta en escena,hacen de «Animal Kingdom» uno de los grandes debuts del siglo XXI,como en su momento lo fue «Henry,el Retrato de un Asesino»,del imprescindible John McNaughton.
Solo le podemos objetar la visión reduccionista de su guión a la hora de justificar y sugerir los móviles sentimentales de sus protagonistas,bajo la sombra de la bruja pérfida del cuento.
Sigue la guerra no declarada contra la mujer.
La pesadilla de su cacería estética y ética.
La satanización en la hoguera de la letra escarlata.
En realidad,las leonas del reino animal no son tan peligrosas y fieras como las pintan.
Feliz día de las madres.
PD:en Venezuela las culebras dan para mucho.Naturalmente,son clones o mutaciones de «Doña Bárbara».Gallegos también sabía jugar con las fobias ancestrales de nuestro inconsciente colectivo.

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