El único cristiano que yo conozco murió en la cruz
Friederich Nietzsche
La semana santa ya está encima y, con ella, esos pequeños gestos que nos recuerdan que seguimos oprimidos por el discurso religioso. Calles trancadas por las procesiones, palmas y palmeros, doñas excitadísimas con rosarios...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdo