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La revolución cultural (qué es el pueblo, parte I)

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Un término fundamental para los gobiernos, utilizado hasta el cansancio por la retórica chavista de Venezuela, es «el pueblo». Esta palabra supone la máxima legitimidad democrática y enarbola ideas de justicia e igualdad. Por otro lado, se distingue extrañamente de la noción de «ciudadano», palabra que parece haber quedado en desuso. Así que, hagamos la pregunta, ¿qué significa «el pueblo»? Proponemos entonces estudiar los valores que se desprenden del uso de la palabra para entender mejor sus implicaciones.

Parte I: La revolución cultural
Toda «revolución» implica un cuestionamiento de los valores heredados para inscribirlos en una visión (Zeitgeist) actualizada. Sin embargo, dicho cuestionamiento no implica de manera obligada la lógica de la destrucción y la tabula rasa. Cuando Luc Goddard «revolucionó» el cine e impuso la Nouvelle vague, no lo hizo despreciando todo el cine anterior, lo hizo proponiendo una nueva estética y técnica narrativa.

En Venezuela, la «revolución cultural» se utiliza para justificar un desplazamiento en las relaciones de poder de los decididores y legitimadores que definen los lineamientos de «la cultura». Sin embargo, aparte de esta subversión del statu quo, se añade la calificación peyorativa a la historia cultural contemporánea. La «revolución cultural» no es una cuestión de gusto, como puede serlo el free jazz ante el beebop; no, la «revolución cultural» significa justicia e igualdad. Justicia, en el sentido de que los excluidos de la cultura (sin que se haga un cuestionamiento sobre dicha exclusión) ahora tendrán un acceso irrestricto a las formas de producción cultural. Igualdad, porque ahora la cultura es de todos (excepto, claro, de aquellos que nos negaron el acceso a la cultura en primer lugar).

Cualquier «revolución» hubiese procedido al cuestionamiento de los procedimientos de atribución de capital cultural y probablemente hubiese propuesto formas más «democráticas» para que, los artistas excluidos (más no todo el pueblo) fuesen apoyados en sus trabajos. En cambio, el silogismo absurdo que aplicamos en Venezuela afirma que, puesto que «la cultura» de la IV República era excluyente, lo mejor es evitar toda exclusión: Cultura para todos. Vemos entonces que no hay un cuestionamiento de los procedimientos para hacer esa «cultura excluyente» menos excluyente, lo que hay es la eliminación de todo procedimiento de selección (otro tanto puede decirse de las Universidades).

De esta manera, es ahora todo el pueblo el que tiene «acceso» a la «cultura» y es por ello que toda iniciativa anterior debe ser satanizada ya que era el instrumento de la opresión del pueblo por (inserte aquí su villano anti-pueblo favorito). Ya que no hubo ningún cuestionamiento de los criterios de selección culturales anteriores -lo cual hubiese arrojado un balance de decisiones acertadas, cuestionables y erradas-, lo que se hace es discriminar, de manera generalizada, toda producción cultural anterior, ya que representa esa misma opresión. ¿Usted montó un Festival de Teatro? Poco importa, usted fue un instrumento de la opresión oligarca. ¿Ganó un premio de literatura? Usted era un elitista. ¿Trabajó en una orquesta? Era un bufón de la corte de los ricos, y así sucesivamente.

Es irónico que, so pretexto de luchar contra la opresión, se oprima a quienes fueron, durante décadas, los mejores embajadores culturales que pudo tener Venezuela. No creo que, en aras de la justicia y la igualdad, deba oprimirse a un grupo de personas y hacerlo de la manera más revanchista y destructora posible. Luchar contra las relaciones de poder y las formas de acceso a la cultura se logra a través de un cuestionamiento serio de los procedimientos de selección y adjudicación de proyectos culturales, y para dicha reflexión es necesario convocar a la gente experta en el área y construir. Pero el hecho de que un militar decida de manera vertical aberraciones como que la Fundación de la Cultura Urbana debe ser clausurada debido al origen de su financiamiento es como decir que usted debe ser botado de su trabajo porque su jefe fue al Casino ayer y le pagará el sueldo con ese dinero.

Este es sólo un ejemplo y una parte de lo que estaremos conversando por acá (continuará)…

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