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Estreno de Zamora en el Teresa Carreño: una telenovela personal

Capítulo 12: réplica y refutación a José Roberto Duque

Lee la primera parte aquí

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El sábado un pana me llama y me dice: JRD ya te salió al paso y te arruinó la novela. El tipo acaba de escribir un post fulminante contra Zamora. Te jodiste, loco.

Yo le respondo: gran cosota, tiene todo su derecho a escribir sobre la de Chalbaud. Es su visión. Yo estoy en otra completamente diferente. Además, ya me imagino por dónde deben venir los tiros de su “crítica”. Pero bueno,gracias igual por la advertencia.

De inmediato, me sumerjo con desdén en el blog de José Roberto, “El Discurso del Oeste”, y salgo con una mezcla de cansancio y decepción ante la recurrencia de lugares comunes, sofismas y medias verdades del amigo de la casa del perro. Sin embargo, como diría JJ, rescato algunas ideas de su predecible y superficial comentario, no exento de buen humor negro y una bienvenida ultradosis de incorrección política:

“Esa película es un bodrio y si usted está pensando ir al cine a verla, mejor ahórrese esos reales.”

Por primera vez, JRD, estamos de acuerdo. Y continúa:

“Antes de “Zamora”, la última película venezolana que me hizo salir arrecho de la sala de cine fue “El Caracazo”. Ambas fueron dirigidas por Román Chalbaud, en ambas participaron más o menos los mismos actores y en ambas se nota al menos una tara inaceptable para alguien que se dice creador: el empeño obvio, evidente y vergonzoso de hacer que el discurso repita y reproduzca la visión de la Historia que tiene el presidente Hugo Chávez para serle complaciente. Iba a decir “para jalarle bolas”, pero he decidido ser respetuoso en este artículo.”

Sin comentarios. A su modo, tiene razón. Prosigue:

“A mí me parece una aberración que se haya gastado el billetamen que se gastó para poner en las pantallas una película mal contada donde no queda claro por qué Zamora era querido por las clases oprimidas, no queda claro por qué en ciertas escenas uno ve pasajes reciclados de “La Oveja Negra” y “Pandemónium” y no queda claro si el José Antonio Páez reducido en la película a ricachón entregado a los placeres sensuales tuvo un pasado glorioso. Yo creo que Chalbaud oyó a Chávez decir que Páez era un traidor y entonces él, para complacer a Chávez, construyó un Páez estúpido, flatulento y amanerado, algo así como un Milos Alcalay del siglo XIX (y maldita sea, hasta se parece físicamente a Alcalay el actor). No tengo noticias de cómo ni bajo qué criterio se construyeron los personajes, pero alguna intención debe haber en el hecho de que Páez y Juan Crisóstomo Falcón sean sólo un par de gordos burgueses y maricones, Zamora un tipo que enamoraba a las nenas con sólo mirarlas y tocarse el ala del sombrero, y Daniela Alvarado una doncella a quien el General de Hombres Libres le zampó una hija en el único encuentro que tuvieron, hija que después se convierte, no en un personaje sino en una alegoría: la coñita que le llevaba la espada a Zamora para todas partes pero que nunca se la entregó, por razones que Chalbaud se reserva y que seguramente se llevará a la tumba.”

Yo JRD, sí hice la tarea, men. Sé la respuesta exacta de todas tus preguntas, porque realicé una investigación periodística al respecto. Más adelante, comentaré el verdadero trasfondo de cada personaje y a quienes aluden en la actualidad. Sólo te adelanto algo: los círculos bolivarianos son representados en la cinta por medio de la caricatura moralizadora de unos colectivos autónomos, sin control, durante la guerra civil, cuyos cabecillas son sacrificados por el propio “Zamora”. Y le vuelvo a ceder la palabra al invitado de la noche:

“Por cierto, no es casual en lo absoluto que los personajes mejor logrados de la película, y en general de toda la cinematografía nacional, son aquellos bichos afectados y tal: la clase media es super efectiva para narrarse a sí misma. Guzmán Blanco y Juan Crisóstomo Falcón están bien dibujados ahí. Obvio: Chalbaud les conoce el alma a los bichos de su clase y visión del mundo. Él sabe cómo dibujarlos. Obvio también que Martín Espinoza haya quedado como una caricatura.”

Mentira, JRD. Todos los protagonistas carecen de dimensión psicológica y moral. Todos son planos, unidimensionales, binarios y maniqueos, desde Guzmán Blanco( uno de los villanos de la partida , así como el Judas de la función), hasta Martín Espinoza( el cuatrero sanguinario y desalmado a lo forajido de western serie “B” o a lo “Antonio de las Muertes” de Glauber Rocha, pero sin su talento).

Y para rematar, JRD concluye con su tesis dogmática y determinista:

“Ya asomé allá arriba lo que creo que explica ciertas distorsiones, y quiero profundizar en ello: la clase media no debería contar la Historia del pueblo oprimido. La Historia nuestra debemos contarla nosotros. Se atraviesa un detalle: estamos hablando de cine, y el cine es un arte desarrollado y perfeccionado por la clase media. Es un arte sifrino, dominado, manejado, monopolizado, colonizado, secuestrado y explotado por sifrinos de clase media. No debe extrañarnos entonces que la estética y el discurso de ese arte queden siempre o por lo general impregnados de esa aura sifrinoide…

Si usted no vivió en un barrio no puede contar al barrio, por mucho que tenga panas o amores allí, compre drogas allí, rumbee allí, pase unos fines de semana allí. Si usted no es pobre siempre le quedará impostado y ridículo su relato de la Historia de los pobres. Dedíquese a contarnos su clase. O siga estafando a sus compinches de clase haciéndoles creer que La Oveja Negra, Amores de Barrio Adentro y El Caracazo son retrato fieles de la realidad. Pero no nos intenten a joder a nosotros. Aquí los tenemos es pillaos.“

En cuestión de minutos, J.J. y Carlos Caridad desmontaron la teoría de JRD, a través de su foro, en una discusión de altura, degradada y mancillada por el propio moderador de la página. A continuación, la reproducimos por completo, como testimonio de nuestro tiempo y de la intolerancia resentida de JRD, disfrazada de discurso redentor del pueblo del oeste. Disfruten:

Carlos Caridad-Montero dijo:

Escribí un comentario larguísimo como respuesta, pero mejor lo convierto en un post para blogacine.com. Pero igual, no puedo despedirme sin preguntarte: yo sé qué no ves nada por encima del horizonte intelectual de Jim Carrey y un par de buenas nalgas, pero, ¿sabías que el lenguaje cinematográfico, tal y como lo conocemos hoy, fue perfeccionado por los soviéticos? 

Por otro lado, ¿sabías que entre los principales realizadores del neorrealismo italiano, desde donde se desprende todo el cine con conciencia social, había no sólo intelectuales de clase media y alta, sino además hasta un noble? 

Por último, ¿sabías que la principal herramienta de un artista es la imaginación, y que su obligación, independientemente de su clase social, es usarla para imaginar la vida de sus semejantes?

Y no, no estoy defendiendo a Zamora ni al maestro Chalbaud, estoy defendiendo el derecho que tiene todo artista de usar su talento e imaginación con completa imaginación. Lo contrario es fascismo.

En fin, cuando publique el post en blogacine.com te aviso por aquí…

¡Saludos!

JRD dijo:

Carlos Caridad.
No, no sabía nada de lo que planteas en tus dos primeras preguntas. Soy muy ignorante porque me gustan las nalgas de Jennifer López. Epa, te quedó muy bien la referencia a los soviéticos. Me hiciste creer que eres comunista. Los ignorantes somos así ante las referencias culturales estereotipadas: impresionables.
Ahora, sí tengo algo que decir sobre la tercera pregunta.
A mí no me interesa lo que la clase media suponga que es su obligación. Lo que sí me ocupa y me importa es la enorme hipocresía de unos sujetos que se fajan a producir mierda «con conciencia social» mientras en la vida real alimentan y refuerzan a la sociedad que produce y promueve injusticias sociales. Para mí vale mierda que un sifrino haga una bella y fastuosa película sobre el sufrimiento de los pobres en Hungría si la vida cotidiana de ese cineasta es un salivazo a la cara de los pobres de Venezuela. Que un vergajo se meta un millardo neto en el bolsillo por producir una película en la cual el espectador llora por el protagonista, que es pobre, sufre y está rejodido: eso me produce asco.

Van otra acotación a un comentario tuyo: «estoy defendiendo el derecho que tiene todo artista de usar su talento e imaginación con completa imaginación. Lo contrario es fascismo.» Maravilloso, anda a defender ese derecho donde alguien lo esté coartando o negando. Cuando mucho hay en mi artículo una opinión: los sifrinos deberían dejar de tratar de contar la historia del pueblo. Es todo. Una opinión más. Conmigo no te va a funcionar el estúpido e inútil recurso de llamar fascista a todo lo que critique al estatus. Un estatus donde una cofradía de sifrinos está llenándose de plata por realizar películas mediocres.

JRD dijo:

¿sabías que entre los principales realizadores del neorrealismo italiano, desde donde se desprende todo el cine con conciencia social, había no sólo intelectuales de clase media y alta, sino además hasta un noble?.

¡Puaj!

Por favor…

Jonathan dijo:

Muy buen artículo, Duque. La Villa se ha convertido en el desastre más evidente de la revolución, y eso tiene su propio mérito. Ahora, te quiero hacer una pregunta. Dices algo que me gusta: 

»Que un vergajo se meta un millardo neto en el bolsillo por producir una película en la cual el espectador llora por el protagonista, que es pobre, sufre y está rejodido: eso me produce asco.»

Te pregunto, si un Presidente se mete no uno sino miles de millardos netos en el bolsillo, si el tipo viaja por el mundo de alfombra roja en alfombra roja, y le da no sólo 2 millones de dólares a Chalbaud para que le jale bola, sino que que le da 10 más a Oliver Stone y 18 a Danny Glover… esa vaina no te da asco?

JRD dijo:

Sí, me da asco que le dé real a sifrinos mamagüevos como tú, que es lo que son el Glover y los otros.

¿Alguna otra pregunta?

Por supuesto, la opinión de Duque no es nueva. Es un refrito de baja calaña, superado por la historia. Lamentablemente, su arrogancia de periodista mesiánico con ínfulas de grandeza, le hace llegar con un ligero retraso de sesenta años, a deducciones populistas esgrimidas y formuladas en el pasado por los diversos fascismos de Europa.

Ya muchos probaron la ecuación de José Roberto, al venderla como catecismo, como tabla de salvación de la humanidad, o como promesa de regeneración de un arte supuestamente burgués, secuestrado por las élites económicas e intelectuales, para el beneficio de su plusvalía ideológica.

De hecho, las ideas de Duque son el caldo de cultivo para justificar la emergencia política del “cine liberación” de los bolcheviques, los nazis, los italianos del “Duce”, los chinos, y después los camboyanos de Pol Pot, a la retaguardia de los cubanos, quienes siempre se contradijeron de principio a fin, porque sus mejores exponentes, hasta la fecha, fueron de origen pequeño burgués, como el caso de Tomás Gutiérrez Alea, Juan Carlos Pérez Tabio, Juan Padrón, Humberto Solas y Santiago Álvarez, formados al calor de una educación estrictamente liberal y rigurosa. Aun así, JRD, produjeron películas para su pueblo y sobre el pueblo, de un enorme valor audiovisual y antropológico, al margen de su inobjetable repercusión de taquilla y de crítica, dentro y fuera de Cuba.

Muchos alemanes, JRD, pensaban erradamente como tú, al hablar del cine expresionista, considerado, por ellos, como una decadente herencia de la comunidad judía en el seno de la industria germana.

Por eso, Goebells refunda la UFA con el propósito demagógico y propagandístico de contar las hazañas de gesta del nuevo hombre nazi, como prolongación del culto a la personalidad de Hitler.

En paralelo, te comento, el imbécil de Goebells prohíbe la crítica de cine en el año 1933, por considerarla también “una perversa tradición de los intelectuales judíos”. Acto seguido, según relata Román Gubern, la reemplaza por una mera descripción del argumento de las películas. Tal como ocurre en la actualidad con las reseñas de prensa de la Villa del cine.

Ello te explica por qué tu gobierno revolucionario dejó de apoyar a la revista “Encuadre”, al extremo de sacarla del juego, por vía del retiro de su subsidio, bajo la complacencia de sus últimos editores, quienes jamás salieron en su defensa, tras garantizarse una serie de puestos claves en la plataforma del cine. Así le vendieron el alma al diablo, echando por la borda el sueño de un gremio. Por mi madre, se los juro: algún día rescataremos “Encuadre” y la volveremos a convertir en una digna referencia internacional, al nivel de “El Amante Cine”, “Kinetoscopio” y “Cahiers Du Cinema”. Escríbelo y anótalo, JRD.

Al mismo tiempo, los rusos imponen el corsé del realismo social, en respuesta al cine acartonado, teatral y aristocrático de la dinastía de los Romanov. El resultado, JRD, es desigual a corto plazo. A la larga, negativo, con el perdón de los ortodoxos.

De la época oscura de Stalin, apenas sobreviven las obras maestras de Vertov, Eisentein, Pudovkin, Romm y Dovzhenko. El resto y los demás son devorados y deglutidos por el tsunami represivo de la marea roja del Koba. De ahí nace el interés por Tarkovksy de refugiarse en la intimidad y en la rabiosa introspección de una hermética simbología, con claras connotaciones antisistema. Por consiguiente, es literalmente conminado a condenarse al exilio permanente, donde permanecerá hasta la fecha de su muerte prematura. Fíjate, JRD, las limitaciones del entorno ruso terminaron por crear las condiciones subjetivas y objetivas para la defunción de sus mejores talentos audiovisuales: Eisenstein y Tarkovksy. Es parte de su tragedia histórica. Es parte de su fracaso como proyecto de redención social.

Más hacia los cincuenta, los americanos la agarraron con los comunistas durante la cacería de brujas, por encasillarlos como una potencial amenaza extranjera, aliada a la conspiración del bando enemigo. Pero tampoco les funcionó. Hoy nadie recuerda a la cacería de brujas con una sonrisa en la cara.

Finalmente, cumplo con recapitular el siniestro precedente de los Talibanes. Recientemente, la cogieron con la Cinemateca Afgana, para derribarla , clausurarla y dinamitarla, porque la equiparaban con un caballo de Troya de la cultura occidental burguesa. Afortunadamente, tres de sus empleados pudieron colectar y guardar sus archivos, antes de ser quemados.

Por cierto, en la Kampuchea de Pol Pot sólo por gustarte el cine, eras declarado un enemigo del estado, y sometido a la máquina de la muerte del Jemer Rojo, donde te recluían para “rehabilitarte de los vicios de la burguesía”. Otro fiasco por todo el cañón, JRD.

En resumen, mi punto es obvio. Toda pretensión de aplicarle una ley dicotómica al cine, una doctrina de shock en blanco y negro, perece y naufraga en el intento. No vale la pena, JRD, repetir un error del pasado.

Tu postura es científica y sociológicamente insostenible. Es de un clasismo aterrador, odioso,homofóbico,excluyente, reduccionista.No soporta la menor revisión. Es como decir: las mujeres sólo pueden hacer cine de mujeres, y los hombres de hombres, y los gitanos de gitanos, y los gringos de gringos. Siguiendo el orden de tu peligroso discurso, podríamos convalidar el racismo al afirmar: los pobres sólo pueden estudiar en colegios de pobres. En pocas palabras, es alimentar el fuego y el fantasma del apartheid ideológico.

Tu misión como intelectual de un proceso de cambios,JRD, no es decretar normas monolíticas para el desarrollo de la creación. Tu trabajo es apostar por el pluralismo lógico y la derrota de la violencia de la clasificación.

Si me preguntas, JRD, yo estoy contigo en tu lucha por un cine de los pobres y para los pobres. Me parece correcto e indispensable. Al respecto, cabe acotar lo siguiente: tampoco es una lucha nueva e inédita en el país. En Venezuela, cientos de cineastas crecieron en el barrio, se hicieron en el barrio y conquistaron el mundo desde el barrio,sin necesidad de pactar con la sifrinería caraqueña. Me refiero al caso del maestro Guédez, de Josefina Jordán, del negro Laya, del viejo Castillo, de David Suárez, de Clemente de la Cerda y pare usted de contar.

Pero de igual modo,JRD, abogo por el derecho de la clase media y de la alta, a expresarse en sus términos y en sus claves, sobre cualquier tema. Mi amigo, JJ, es un buen ejemplo. Proviene de una familia judía de los Chorros, y se unió con tus amigos de Cotiza( El Budu y el Nigga), no se te olvide JRD, para dirigir el largometraje más visto de la historia del cine nacional, te guste o no. En la actualidad, sigue siendo un film de culto, una referencia y un estímulo para una nueva generación de brillantes realizadores surgidos en la periferia de la capital, como Zapata 666 y Jackson Gutiérrez. Para cerrar, te comento dos anécdotas de Jackson. Al principio, como diría Gerardo Zavarce, la revolución lo intentó cooptar, financiándolo y respaldándolo monetariamente. El chiste duró un segundo, porque Jackson no aceptó domesticar su poética al amparo del gobierno. Actualmente, trabaja en un proyecto secreto, en colaboración con un alto pana de la clase media. Y créeme, JRD, los dos vienen con todo y contra todo. Ojalá, JRD, aprendiéramos de su lección de humildad, de simbiosis y de colaboración entre clases, en el buen sentido del término. Ojalá, muy pronto, podamos ver los frutos del discurso del oeste en cine. Ojalá todos tengamos chance de expresarnos, según la ley: sin distinción de raza, credo o condición social. Es lo justo y lo adecuado para el fortalecimiento de cualquier democracia. Lo otro es comulgar con un pensamiento único y totalitario, negado a coexistir con la alteridad, venga de donde venga. He allí el máximo reto del siglo XXI: aprender a convivir con la diferencia en sana paz.

En mi mundo ideal, JRD, los pobres pueden hacer una película sobre los ricos y los ricos sobre los pobres. En mi mundo ideal, JRD, no existen las polarizaciones vanas, sino las oportunidades de reforzar los espacios de encuentro, dialogo y discusión.

Por lo pronto, la semana de arriba regreso con el capítulo trece de mi novela zamorana.

Para complementar lo dicho hasta ahora, me despido con un amigo común de JRD y JJ : el Nigga en vivo y por youtube. Agarren el hilo, papas. Venezuela es una sola y cabemos todos.

http://www.youtube.com/watch?v=RPfSqXdhpMM

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