¿No existen mujeres feas? ¿O sólo están mal arregladas?

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El ideal de la belleza a través de la historia ha sido modificado. En la antigüedad lo hermoso radicaba en el espíritu, el alma, el ser.

Esto ha generado, según expertos, cambios en la conducta de la sociedad, que buscan formas extremas de seguir esos “cánones”.

Como no todos nacemos con ese “privilegio”, se pueden hacer miles de sacrificios, o simplemente aceptar la condición del molde que Dios nos dio.

Pero, ¿Existe un ideal de belleza universal? Según expone, en el documental Tabú Latinoamérica, Belleza extrema, Dunia de Martini Romero, psiquiatra mexicana, los concursos de belleza tienen un intento fallido por imponer una idea de la belleza perfecta.

“Intentan crear un concepto de belleza universal, pero no podemos tenerlo, por las diferencias tan importantes que tenemos en las razas; desgraciadamente los medios de comunicación han tratado de universalizar o generalizar ese concepto de belleza”, esto puede responder muchas preguntas, sin embargo, no soluciona esas disyuntivas que tienen muchos.

En nuestro país y en Latinoamérica en general el sentir general es que “no hay mujer fea, sino mal arreglada”, esto es un decir popular que puede justificar a las que se sientan menos agraciadas y que deja ver que todos somos bellos.

En el año 2000, la telenovela “Yo soy Betty la fea” logró revolucionar la televisión, debido a su éxito comercial, pero también nos dejó una enseñanza bien clara: que las feas también son bonitas.

Beatriz Pinzón era una mujer joven, soltera, hogareña, sin vida social y con lo que se puede llamar poca confianza en sí misma para demostrar su belleza, ya que luego que logró un mejor puesto en su trabajo tuvo una transformación radical en su apariencia externa y logró cautivar a muchos, mejorando sus relaciones sociales y autoestima.

Confianza

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Fun Contrast and Light

 

Pink Sherbet Photography / Foter


Entonces, ¿Esto puede significar que la falta de confianza es lo que te hace ver feo? Para Laura Pereyra, periodista argentina, la confianza tiene mucho que ver, “hay mucha gente que se esconde, hay mucha gente que tal vez en este momento está queriendo salir y no puede, se está perdiendo de un montón de cosas, el mundo continúa sin ellos”

Señala Pereyra, quien maneja un blog dedicado a la obesidad llamado “Yo la más gorda de todas”. “Mi panza, mi adorada y vapuleada panza, es el centro de mi universo, donde muchas miradas se enfocan. Criticada y amada, la misma tiene su personalidad, sus esperanzas y desesperanzas, sus marcas registradas de excesos, amores, comidas, insultos, caricias, negaciones y, hoy por hoy, mucha aceptación”, expone Pereyra en una de sus entradas en el referido blog que ha sido un éxito total en el cyber espacio, donde deja sus vivencias y trata de mejorar la vida de muchos obesos a través de sus líneas.

Sufrimiento, rechazo y discriminación viven algunos individuos, quienes por razones de la naturaleza, o por un simple gusto de retar a la sociedad, rompen con los parámetros.

“Si no somos normales: no pertenecemos. Cuando te sales eres el más alto, el más flaco o tienes una característica que no es considerada como el común de las personas, te empiezas a sentir que no encajas, que no te valoran de la misma manera”, señaló la psiquiatra colombiana Estela Rodríguez, citada en una entrevista realizada por la National Geographic.

Rodríguez explica que este tipo de personas tiene dos posibilidades; una, la de ir adaptándose y enseñar a los demás que si se puede vivir y, la otra, la de encerrarse y dejarse derrotar por su apariencia y condición. Usted escoja.

8 Comentarios

  1. Rafael, aunque el concepto de tu artículo y el comienzo del mismo son bastante buenos, creo que te fuiste por las ramas cuando hablaste de la confianza; ya no hablas más del sentido de «fealdad» con respecto al género femenino, sino del colectivo general.

    Puede que esto suene molesto de mi parte, pero el manejo de la belleza o la fealdad occidental (imagino que ése es al que te refieres), aunque tenga ciertos parámetros generales, posee ciertas diferencias al ser aplicados entre hombres y mujeres. No es necesario ser un experto para saber que una mujer «fea» tenga más dificultades para conseguir pareja y/o ser aceptada (o apreciada) en el ámbito laboral o social que un hombre «feo».

    Mencionas el ejemplo de «Yo soy Betty la fea», pero me temo que te quedas corto: Beatriz se ganó la confianza y el respeto de las personas a su alrededor gracias a su preparación, habilidad para los negocios y buena disposición. Continuó siendo discriminada por su apariencia, sí, al transformarse ascendió de categoría, sí, pero sus virtudes fueron las que fundamentaron su posterior triunfo, de otra manera, hubiera entrado y salido de Ecomoda sin mayores consecuencias, fea o bonita.

    Con respecto al tópico de la obesidad – que a mi parecer está muy gastado y nadie parece atinar en el blanco – considero que es mucho más complejo que simplemente resultar poco atractivo o no: he conocido mujeres «gordas» que han sabido cultivar su beldad y feminidad, resultando incluso más atractrivas que féminas esbeltas, aunque no he dejado de notar que los hombres gruesos tienden a ser más desprolijos con su apariencia que los macizos o delgados por alguna razón.

    Otro detalle que llama mi atención es que más allá de la obesidad, no mencionas otros factores que puedan considerarse como parte de la «fealdad»: aspecto descuidado, facciones no «armónicas», disfiguración o deformaciones físicas (ya sé que los últimos dos son extremos y no se aplican a todo el mundo pero aquellos que los padecen no siempre son precisamente aceptados con brazos abiertos y pueden dar testimonio de ello).

    Por último Rafael, habría sido interesante que hubieses hablado del peso de la belleza (o más bien, del ser atractiva) en América Latina y particularmente en Venezuela, donde aún en pleno siglo XXI se les inculca a las mujeres desde niñas que el «estar buena» (jamás ser bonita o elegante o glamorosa, estar buena) es un medio para obtener lo que se desea -bienes materiales, empleo, pareja y pare ud. de contar – y tiene más poder que el ser inteligente o virtuosa.

    Disculpa por la extensión (y por lo algo pesado) del comentario y espero que puedas elaborar más en este interesante tema.

    PD: Como complemento para posteriores charlas, te recomiendo que leas «La historia de la belleza» y «La historia de la fealdad», ambos de Umberto Eco.

  2. Como dice Lore, Rafael no estas diciendo nada, planteas un tema que siempre, y en un país como este, es interesante y hasta polémico, pareces tenerle miedo al cuero. Una vez leí un artículo en una de esas revistas femeninas, acerca de lo que le veían las mujeres a los hombres físicamente, escrito por un hombre, y aquel artículo fue lo más ñoño y nulo de mundo, incapaz de nombrar la palabra ‘músculos’ se limitó a decir que a las mujeres les gustan los hombres limpios, bien peinados y con los pantalones planchados, había un conservadurismo y un terror a caer en temas más intensos para hablar de belleza física masculina. Lo que me recuerda además, que en un foro sobre el tema con un siquiatra, cuando intenté hablarle sobre eso, belleza física masculina, el tipo casi me regañó diciéndome que la belleza física solo es una virtud femenina y nada tiene que ver con el hombre. Con ese par de anécdotas trendrías polémica para rato, un hueso duro de roer, algo para discutir largo y tendido, pero con tu artículo te quedas en una superficie más superficial que la misma belleza física!

  3. Buenas noches, gracias por leerme. le responderé a las dos. Como notan es primera vez que publico acá. Les cuento que este artículo no lo hice inicialmente para esta página, estaba pautado para la edición aniversario del diario El Regional del Zulia, periódico para el cual trabajo en Ciudad Ojeda. Quizá por esa razón el artículo no tienen tanto picante como hubiesen deseado, ya que la investigación estaba orientada a la presentar la belleza de la mujer venezolana y pare de contar, de hecho se llamó Venezuela, mina de bellezas. Por el sentido «positivo»que debían llevar los trabajos, no debía polemizar tanto.
    La edición estaba orientada a hablar netamente de la mujer y no del hombre sin llegar a crear un revoltijo por eso, de hecho, este artículo fue eliminado del trabajo. Quizá acá me equivoqué con el nombre, pero considero que no me fui por muchas ramas, al menos en el sentido que le quise dar.
    Cierto, le hace falta picante y bueno tengo otros relatos por aquí guardados que tal vez satisfaga más sus necesidades. Por último recordemos que la belleza es subjetiva y quizá llenaríamos 6483649836464 de sitios web hablando sobre ello. Saludos y gracias de nuevo por leerme.

  4. Yo voy a ser repetitivo en mi discurso de siempre y dire que «la belleza» (la estetica aceptada) no es mas que la imposicion del sistema de vender un estilo de vida que aparentemente es sinonimo de bienestar. Cosas como andar «desarreglado» estan directamente ligadas (de forma erronea) al estilo de vida de una persona.

    Es decir, que la belleza tal y como la conocemos hoy en dia esta mas ligada a la mercancia, al consumo y al mercado. Lamentablemente todos los intentos de aestetica (No se si estoy usando el termino correcto) tambien han sido mercantilizados.

  5. Chorizo tienes razón en tu comentario, está claro que la sociedad rige todo, claro hay que poner claros las diferentes culturas, porque obviamente todos tenemos diferencias marcadas en múltiples cosas. Hablo de que la belleza es subjetiva por sencillamente así es, algo que me parece bonito, tal vez no le parezca lindo a nadie. Estamos claros que la sociedad, los medios y el aprendizaje a través del tiempo marca y tiene gran responsabilidad en todo.
    Tengo otro artículo que habla sobre eso, donde consulté a un semiólogo, sólo tengo que ubicarlo en mis archivos. Un abrazo y gracias por leerme.

  6. Bueno Rafael, lo que el artículo necesita no es «picante», sino más contenido y mejor estructura, es todo.
    Por ser tu primera publicación aquí, tienes la oportunidad de rehacer el artículo a partir de los puntos que mencionamos Andreína, Chorizo y yo, o al menos que tus próximas publicaciones sean más «rellenas».

    Gracias por escribir.

  7. la verdada u no la mujer no para ser bella a q usarr makillaje aii mujeres q por mas q las makillenn kedann feaa:s esoo es lo q opinoo :s la verdad la bellza se trata a el natural :) cm dios nos i so peroo sii tenemos q cuidarnoss porque si uno el ser humano no se sepilla no se peina no se afeita no se baña no nada :s pues estuvierasmoss todos bien loko:s :XDXDXD estooo es todooo.l.:*

  8. Sobre la «exigencia» de que las mujeres deben estar delgadas, alguien (mujer, por cierto) tiene una teoría sobre eso: con aquel asunto de recortar costos, usan poca tela para la ropa, de modo que las personas deben ajustarse a la ropa (un redondeo hacia abajo, pues) y no la ropa a ellas. «Si no les queda, ese es su problema», y listo. A veces pienso que eso puede ser cierto.

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