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Los fundamentos ideológicos del Socialismo Soviético: ¿son aplicadas en nuestra realidad venezolana de Socialismo del Siglo XXI?

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Para empezar, haré una revisión de la Historia de la Unión Soviética, más específicamente de la ideología de Lenin.

El mismo padre ideológico del Socialismo Soviético, luego que hubo trinufado la Revolución Soviética Bolchevique (Bolchevique se traduce como ‘miembro de la mayoría’ o mayoría’. Se autodenominaban así a pesar que en los inicios, esta facción de los socialistas eran una minoría respecto a las otras tendencias socialistas), Lenin aclaró, por una parte que el proceso de transformación de la sociedad está dada por varios pasos que dirigen al Comunismo (la meta final del Socialismo): Primero, la etapa revolucionaria: en la que debe (así mismo dice, DEBE), si es necesario, usarse la violencia para hacerse con el Poder (‘Esta dictadura [del proletariado] supone el empleo de la violencia, implacablemente severa, rápida y decidida, para aplastrar la resistencia de los explotadores, de los capitalistas, de los terratenientes y de sus secuaces. Quién  no lo haya comprendido no es un revolucionario y hay que apartarlo de la dirección o del puesto de consejero del proletariado’ en ‘Un saludo a los Obreros Húngaros’, tomo 3, p214 Obas escogidas de Lenin, Edit. Progreso, Moscú, 1963. Como si la incomprensión fuera un pecado! Esto demustra los principios violentos de los ‘revolucionarios’). Luego viene la etapa de la estabilización político-social del país (donde pueden usarse sin problemas las fuerzas represoras del Estado). Al ver que no estaban funcionando las políticas económicas que se ‘propusieron’ inicialmente (expropiación y expulsión de capitalistas para pasar el control a los proletarios y destrucción de la banca privada), el propio Lenin propuso una NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA donde establecía la NECESIDAD de llegar a acuerdos con los empresarios privados y trabajar junto a ellos para lograr la estabilización de la economía nacional, y luego que obtuvieran lo que querían y necesitaba el Gobierno, pues podrían nuevamente expropiarlos y expulsarlos del país por capitalistas.

En la Venezuela de hoy estamos pasando una situación similar. No puedo decir si es producto de la casualidad o de los dirigentes del Gobierno hayan estudiado efectivamente estas ideas. Aparentemente pareciera que es así. O no digamos que las hayan estudiado, sino que más bien que hayan sido adoctrinados en tales, ya que se limitan a repetir frases que parecieran tener cierta coherencia para ellos. O sencillamente por causa de la ignorancia, la apatía y el pasotismo general que hay en este país respecto a estos temas. Sin embargo pareciera que nos dirigimos indefectiblemente a esa dirección al pretender los empresarios privados (que quedan) aceptar la propuesta y dialogar con el Gobierno. Me parece conveniente recordar el caso de Capriles, quién en su oportunidad (que la tuvo, aunque en otro contexto) legitimó unos resultados electorales (que a muchos les olió a algo y no era precisamente a rosas), al aceptar los resultados y posteriormente pretender que sigamos las condiciones del juego esperando al 2019 para la otra ronda. Gracias a eso cayó de lo más alto, perdió una oportunidad dorada, traicionando la confianza de sus seguidores, por lo que ya no representa lo que vendía.

En el caso de los industriales, está pasando algo similar: aunque ellos no negocian consciencias (o por lo menos creamos, aunque sea un momento, en ello) sino mercancías de primera necesidad como alimentos, medicinas, ropa (en ese orden), pueden caer en un juego donde el Gobierno los respalde y los ‘deje quietos’, pero no será de gratis, por ‘amor’ al pueblo, por la ‘paz’ de la sociedad, sino por intereses (del gobierno) de que ya hemos visto y escuchado en declaraciones oficiales (porque descaradamente lo admiten) y los ocultos a plena vista, que, si utilizamos el ojo de la razón, podremos verlos con toda claridad.

Es un tanto ingenuo creer que buscar una alianza de ‘Paz’ (otro concepto nebuloso) económica y social con un gobierno que manda a expropiar y luego pide concenso, que tira bombas, ‘apaga candelitas’, mete presos a estudiantes ‘guarimberos’ y luego los llame a que se reúnan en una convención de Paz, vaya a cambiar las cosas.

Una muy querida amiga hizo que viera otra variable en todo esto y es que pueden existir intereses ocultos (cosa que personalmente creo que los hay) en todo esto (al igual que en el ‘caso Capriles’). En ese caso esta reflexión sirva para dejar al descubierto las verdaderas intenciones de los emrpesarios… Por un lado, (como expone mi amiga), están los intereses empresariales, entre los que se cuenta el lucro y ganancia (el que sea explotando al individuo o trabajando CON él, es otra cosa). Por otro lado, pueden estar haciendolo porque creen realmente que con ello ayudarán a estabilizar la crisis, mejorar la calidad y cantidad de su producción para que el ‘pueblo’ no pase hambre. Ciertamente en todo esto hay muchos intereses descubiertos y ocultos (lo mismo que decir que por qué Estados Unidos y otros países no se han metido de lleno en todo este peo o Rusia y China que quieren instalar bases en el país, como pasó en Cuba en el 62, por poner un ejemplo).

Según mi perspectiva, dialogar con el Gobierno es caer en su juego, es legitimar las acciones pasadas y deslegitimar las protestas y la desobediencia civil que se ha generalizado a lo largo de las últimas semanas. ¿Quién garantiza que no volverá a emplear esos métodos? Ya se ha demostrado en diversas ocasiones que este es un gobierno traidor a su palabra (con la oposición y con sus seguidores, aunque muchos de ellos no quieran o puedan darse cuenta de ello). Como dice M. Descartes: quien te engaña una vez, puede volver a engañarte ¿quién garantiza que este caso no es igual? Y no hay peor pecado,según Dante Alighieri, que la traición… Es una perspectiva que me preocupa mucho (demasiado tal vez, y todo en demasía es dañino).

Entonces ¿qué hacer? No caer en la tentación sería un buen comienzo, y continuar el camino que hemos elegido muchos es el siguiente paso. También si ellos (los empresarios) eligieron el camino de la conciliación  (por las razones que sean), deben tener en cuenta que también sus consecuencias afectarán a toda la población venezolana, porque, lamentablemente, el bienestar de la mayoría de la gente aún depende de la de la decisiones de unos pocos.

Si nos descuidamos, cometeremos los mismos que se cometieron en otras épocas; la diferencia está en que hoy disponemos de la Historia que nos enseña una lección, solo hay que leerla.

S@lud!

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