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Izquierda: a propósito del presente

¿Venezuela?

Somos el mismo pueblo

Yo no soy burguesa ni fascista, mucho menos nazi…! Creo en muchos ideales, que algunos llamarían de «izquierda». El liberalismo no me convence y sí creo que el capitalismo es una aberración para la calidad humana.

Yo no nací en cuna de oro, no formo parte de la «clase favorecida» y definitivamente, no soy del este del este: más bien soy del oeste del oeste (en realidad sur-oeste), Caricuao city.

Por ello, no puedo evitar sentirme incómoda cuando muchos generalizan conceptos que NO definen a los que estamos en contra de esta falsa revolución (sí, falsa revolución, respeten mi opinión) en la cual Venezuela cayó por inocente.

Más aún, mi última razón para estar en contra de esta «revolución» es ideológica. En primer lugar, estoy en contra por la descomposición social en la que hemos caído. Ciertamente, ningún gobierno es del todo responsable por el nacimiento de todos los problemas sociales, los cuales se hacen aún más complejos con el tiempo y la apatía (reconozcamos que nosotros mismos tenemos culpa en ello), pero sí es culpable por omisión al no reconocer que, por ejemplo, en el caso de la violencia, estamos en un nivel infrahumano, donde la vida es algo tan abstracto y lejano que no vale nada. Me molesta pensar que muchas vidas se han perdido por celulares, carros, intolerancia, o peor aún, por diversión. La vida no pareciera valer ni siquiera para, de verdad, ECHARLE BOLAS con una verdadera y sincera política pública, y no un parapeto como la Ley Desarme o el invento del Ministerio para el «Servicio Penitenciario» que sólo se ve el nombre y pinturitas en paredes. (Sí, el problema de las cárceles es un «cuero seco», lo sé, pero después de años no se ve mejoría, ni siquiera un cambio significativo).

Además de eso, está el detalle de la escasez, la muerte productiva del país y el chiste que es nuestra economía…

Lo que me lleva preguntarme, ¿cómo vive todo aquél que «apoya» o «prefiere» al régimen? ¿Están cómodos haciendo colas para comprar uno o dos kilos de harina pan o azúcar? ¿uno o dos litros de aceite? ¿ver si de milagro llegó la leche o el café para acompañar las arepas en la mañana o, simplemente, para alimentar a sus hijos…?

Pregunto: ¿esto está bien?

Yo me niego a creer que TODO el pueblo «revolucionaro», ni siquiera una tercera parte este conforme con ello. Nadie puede estar conforme alterando sus vidas para destinar dos a veinte horas en colas a la semana para CAZAR COMIDA (o papel tualé, ¡por Dios!). El pueblo no puede conformarse a comer «lo que se consiga». Nosotros NO somos un país pobre, hablando en términos económicos. Nosotros tenemos de todo para sacar este país adelante y recuperar lo que se destruyó (productivamente) en 15 años.

Pero lo que nos falta es voluntad y compromiso…

Y aquí hablo de la corrupción. Para mí esta falsa revolución hizo maravillas asentando la creencia y el quehacer de que se trabaja en el país, no para servirle, sino para servirse de él.

Estas palabras no están destinadas a aquellos que conocen mis ideas, sino para aquellos que temen «arrecharse» como es debido por todas las carencias en las que Venezuela ha caído. ¡Señores! No se trata de escoger un bando. Se trata de escoger TU futuro y lo que quieres en él. El cambio no lo hace un grupito político. el cambio lo hacemos todos, porque el PODER está en nosotros, NO en el gobierno ni en grupitos políticos!

Muchos de ustedes creyeron en esa «revolución». Muchos de ustedes pusieron en el poder a los que hoy están jugando a gobernar un país. Y si no están conforme (como creo que están) ES SU DERECHO reclamar ¡y con más razón aún! porque muchos de ustedes creyeron o creen en la famosa Revolución Bolivariana. NO ES CORRECTO sentir temor al discrepar. Si te da la gana criticar, ¡HAZLO! Si crees que es necesario, ¡no te detengas! ¿O cómo se pretende lograr los sueños sin autocrítica? Por ello pregunto: ¿»ellos» son los únicos que pueden lograr tus ideales?

El poder está en el pueblo y, entiéndase, EL PUEBLO no es sólo ese sector «bolivariano» que no acepta críticas, ni los que se oponen a ellos. En estos días no se está en las calles por unas elecciones, se está en las calles para salvar a Venezuela del abismo en el que se encuentra. No temas, no estás sólo… Somos el mismo pueblo.

Ejerzamos el poder que reside en nosotros y sólo en nosotros. Es tu derecho…

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