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¿En serio cultura Fitness? ¡ya bájenle dos! ¡vivan la vida!

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En lo personal NO estoy de acuerdo con el extremismo en que se quiere imponer la cultura Fitness  en nuestra sociedad, que más que cultura, lo veo como una moda farandulera más de la lista, porque el hacer ejercicios y mantenerse físicamente ha existido desde hace años, pero hemos llegado a un extremismo donde, si una mujer no se ve como Sascha Fitness no está «completamente buena» o no termina de cumplir con los cánones estéticos y de salud, ¿que mierda es esa? Para Sascha Barboza mejor conocida como Sascha Fitness, una trainer/nutricionista, su medio de vida es dedicarse a tiempo completo a tener un cuerpo estéticamente «perfecto» forrado en fibra y sin una misera gota de grasa o celulitis; a expensas de interminables jornadas de ejercicios y sacrificadas dietas, es el estado ideal de lo que ellos llamarían, una vida perfecta o el estado de vida ideal. Hasta ahí estamos bien, esa es su profesión y se le respeta como cualquier otra, de hecho, ese es el estilo de vida que ella escogió. Pero señores,¿imagínense una mujer o cualquier chica común y silvestre, universitaria, profesional o simplemente una ama de casa, tratando de imitar la poderosa figura de esta mujer u cualquier otra que se dedique de lleno al mundo fitness? Eso es ¡imposible! Una cosa es cuidarse y mantenerse y otra es el extremismo.

Hace pocos días vi en la cuenta twitter de Sasha donde ella publicó una foto que dice: «Hora del postre!!! Yum«. Se trata de un chicle sin azúcar, (Extra® Gum) cuyo distintos sabores aparentemente duran mucho tiempo sin que se desvanezca al mascar.

¿De verdad eso es un postre? cuando vi la publicación, me quede sorprendido, de ahí las ganas de hacer este escrito, como define postre la RAE, (Fruta, dulce u otras cosas que se sirven al fin de las comidas o banquetes). Coloquialmente el postre es un «gusto» que nos damos o «NOS GOZAMOS» después de una comida, generalmente sirve para «bajar» un fuerte plato, pero señores imagínense ¿que hay de postre?, y te traen tu gran cajita de Extra® Gum, pero no te preocupes que, el sabor es de larga duración.

Ahora bien, desde que surgió el ombligo descubierto de Britney Spears en 1999 con su «Baby One More Time«, fue que «oficialmente» comenzó la era del «hermoso cuerpito perfecto y saludable lo menos cubierto posible«, matando así a las voluptuosas con los jeans mas arriba de la cintura. Y aunque un lindo cuerpo de buenas curvas, jamás pasará de moda en las preferencias masculinas; surgió así, la era de y donde el cuerpo femenino, pase lo que pase debía de estar súper delgado, incluso estar escuálida, cuanto más mucho mejor, porque así «demostraban» que eran capaces de gustar a cualquiera, que solo así se es “¡perfecta!”. Pues esa era ya se esfumó, al menos en Venezuela; ahora ya ser solo delgada paso al caño, ahora la mujer debe estar fuerte, llena de fibra y con un abdomen brotado de cuadros, con piernas musculosas a nivel de fisiculturistas, un claro ejemplo lo podemos ver en las transformaciones que ha llevado Diosa Canales con su figura, como vemos en la foto -> 

Hasta hace pocos años atrás, la Diosa, poseía un divino cuerpo natural, genéticamente ella siempre tuvo una gran figura, que luego a base de una rígida rutina de ejercicios, estrictas dietas y me imagino que algunos componentes artificiales, pasó a ser una chica de imagen fitness, fibrosa y musculosa; en la actualidad muy alejada a lo que estábamos acostumbrados a ver en la calle, es decir, un cuerpo «bonito natural», que si bien, si se ejercitaba lo hacía a nivel de mantenerse. De hecho, cito a Diosa solo como un ejemplo, ya que obviamente ella trabaja y vive de su cuerpo como toda vedette que es. Pero actualmente la mayoría de las mujeres de la farándula y la Tv venezolana, han pasado de ser mujeres muy guapas de lindos cuerpos a chicas fitness, es decir, entregadas de lleno al gimnasio y una rutina más extrema de la necesaria para mantenerse en forma. Que como «modelos a seguir», tienen traumatizada a la mayoría de las venezolanas que quieren tener estas figuras. Y si a comparar vamos, en Hollywood esa moda es totalmente rechazada en y para las mujeres, sí es que quieren aspirar a un serio papel de suma importancia digno de un premio por una actuación dramática.

Desde 1999 hasta la fecha, el trainer Richard Linares es el entrenador oficial de la Organización Miss Venezuela, pero fue hasta hace poco que su boom de rutinas se expandió e impuso, a lo que según estos, debe ser la «figura perfecta». De ahí el resto es historia, aparecieron muchos colegas, imitadores, «expertos» y otros que si saben. Ojo que no critico a Linares, de hecho he visto entrevistas donde éste asegura regaña a sus clientes por realizar más ejercicio del necesario; pero ya sabemos lo obsesionada que es la mujer venezolana y su querer por destacar sobre otras, así sea solo a punta de físico a toda costa. Así es nuestra sociedad farandulera por excelencia.

Claro está, el culpable más allá de los medios y de la pobre y nefasta televisión nacional (porque para ellos el físico es lo único que vende), es la educación y cultura que se inculca en cada familia.

Volvamos al ABC, y dejando en claro, NO estoy en contra del entrenamiento, de por sí, yo siempre trato de cuidar mi imagen, y creo que a todos nos gusta una mujer con buena figura, eso aquí no se discute. El extremismo y degradación farandulera en que se ha llevado el cuidarse es a lo que hago critica, tanto así que, gracias a Shasha, desde que recomendó la leche de almendras, ésta se acabo de los anaqueles de los estantes de delicatessen, ¿Quien carajo sabía o conocía lo que era leche de almendra?, ahora es una «indispensable» en la cesta básica del venezolano de clase media en adelante…

Lamentablemente, el cuerpo con el tiempo cambia, obviamente a la gran mayoría nos gusta vernos bien, pero directamente proporcional descuidamos nuestro interior cada vez más pobre y escaso de valor.

Los estereotipos inalcanzables, donde la gente se muere por una figura idealizada, la delgadez, es genética y contra eso casi nada se puede hacer; La conclusión es que, no necesitas tener el abdomen de acero para tener mejor salud. Ahora estar en forma y con un peso ideal, se ha vuelto una competencia que muchas veces se ha salido de control, por no seguir un procedimiento adecuado con dietas imposibles de cumplir. Para el que nació sin una privilegiada genética, le recomiendo que, es más fácil comer sano y no tan asqueroso, para así, la culpa no te consuma y termines en un circulo vicioso donde te mates pasando hambre. ¿De que sirve tener el cuerpo «rayado», si no puedes comerte un buen postre o echarte una pea por aquello de «no es saludable»?, ¿eso es realmente vida? Recuerden, quererse no significa pavonearse. Sascha, una vaina es que tu te prives de los ricos placeres que nos regala la vida como un delicioso postre, pero no inculques esa mierda de suplantarlo por un chicle sin azúcar.. o como prohibirle a tus seguidores la ingesta del jugo de naranja, sin caer en excesos, ¡VIVAN LA VIDA!

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