En cinco prácticos comentarios, me dispongo a demostrar por qué el proyecto de la TDA, inaugurado hoy por el gobierno, es un mito, un pote de humo, una forma de ejercer mayor control sobre el espectro mediático. Todo lo contrario a lo expuesto por sus voceros y defensores.
A) No existe un parque suficiente de pantallas planas y digitales acordes para disfrutar en el país de los atributos de la televisión digital. Me explico. Según estudios, la mayoría de monitores en Venezuela son de tecnología analógica. Por tanto, la señal de origen no se disfrutará al tope de las condiciones. El Ministro haría bien en informáselo a la gente como es, sin proclamas demagógicas y populistas. Todavía estamos lejos del ansiado cambio de ruta.
B) Para acceder a la señal, debes aceptar las condiciones del juego del PSUV y ser filtrado por el gobierno. La siguiente cita lo explica al pelo. La extraigo de Noticia al Día:
«En cinco procesos los venezolanos obtendrán en una caja todo lo que se requiere para disfrutar la señal:
1.- Recepción: Entre septiembre de 2012 y primeros meses de 2013 el Estado venezolano adquirió 750.000 decodificadores: 550.000 armados y 200.650 kits para ensamblar en el territorio nacional.
2.- Transporte para la distribución: Durante la primera fase de decodificadores fueron distribuidos en los cinco nodos ubicados en las regiones: capital, centro, centro occidente y oriente.
3.- Selección: Los usuarios son seleccionados luego de un estudio socioeconómico realizado por las MTT y las Comunas Socialistas.
4.- Factibilidad y censos: Junto a las MTT y Consejos Comunales se lleva a cabo la comprobación de recepción de la señal y se levanta el censo definitivo.
5.- Jornadas de entrega: Se realizan jornadas de cinco días para la entrega de 1.000 equipos diariamente para un total de 5.000 por localidad.»
Por tanto, el decodificador es la primera de muchas trabas para recibir la señal. Nuestra televisión digital no es tan abierta como aparenta.
C) Apenas trece canales entran en la parrilla final. De ellos, la mayoría pertenecen a la red oficial de medios del proceso. Por ejemplo, Globovisión quedó por fuera. Si el objetivo es democratizar el espectro, pues la realidad es muy distinta y apunta al fortalecimiento de la hegemonía de la comunicación roja rojita. Aprovechan la ignoracia del pueblo en la materia, para consolidar una red de control autoritaria. Lo hacen con los recursos del erario público.
D) La censura también define la agenda de los contenidos, según lo dicho por el presidente de facto, Nicolás Maduro. La oposición no tendrá voz ni voto en la programación de la TDA. Tampoco los proyectos alternativos de internet, con experiencia en el ramo. Para colmo de males, el inquisidor acaba de decretar el rumbo moral de la televisión digital abierta, donde la corrección política, el puritanismo y la obediencia condicionarán la libertad de expresión. Digitada por la CANTV y el satélite Simón Bolívar, la revolución se abrogará el derecho supremo de apagar y activar señales cuando lo considere conveniente. Se preparan para un año caliente, a fin de evitar y enfríar los asomos de primavera árabe.
E) No es casual la fecha de la adopción de la TDA. Menos los socios del caballo de Troya, destinado a legitimar un discurso como una supuesta reividicación de las mayorías silenciosas. Nuestra TDA es, en resumen, una farsa. No promueve interactividad, desarrolla propuestas unidireccionales y nace de un parto apresurado, consecuencia de la ausencia del Presidente. La inminencia de la falta absoluta, exige la llegada de grandes anuncios, para simular el ejercicio de la gobernabilidad. En último caso, les servirá para propagar sus ideas sectarias, sus esquemas trillados, sus conceptos arbitrarios.
Irónicamente, la TDA se quiere instrumentalizar para cerrar y clausurar la discusión, en beneficio del pensamiento único.
Nos corresponderá en el futuro abrirla de verdad.
Los dejo con un gráfico para entender mejor la naturaleza distópica del fenómeno.
