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Los motorizados son un desafío a la falacia de composición…

«¡Es que no los soportoooooo!»

«…Todos, voluntaria o involuntariamente, hemos participado de la falacia de composición…»

(Esta afirmación, es en sí misma, una falacia de composición)

¿Quien no ha escuchado (alguna vez en la vida) las siguientes afirmaciones?

Recuerdo haber pensado en el concepto de «falacia de composición» luego de una de esas interminables discusiones bizantinas (rodeado de amigos y amigas) en cuanto a la superioridad de los sexos (¿o es la de los géneros?): Horas y horas rellenas de una serie interminable de inútiles frases (como las anteriores), destinadas a probar por la pura fuerza de voluntad (y persistencia) la superioridad de un género a otro. Los dos bandos estaban «trancados», aferrados a sus «premisas» básicas: Los hombres son todos unos seres básicos, imposibilitados de realizar más de una tarea a la vez. Las mujeres son todas complicadas, e infinitamente crueles.

Mi razonamiento, ante esta redundante colección de generalizaciones, era simple: ¿Cómo pueden afirmar, con tanta vehemencia, que tal o cual género es esto, o lo otro? ¿Pueden verificarlo para cada caso? ¿Acaso han conocido a todos los hombres o mujeres de su ciudad, de su país (o «los de todo este planeta») para así demostrarlo?

II

La falacia de composición se puede entender como el uso de una generalización, mal o bien intencionada (eso depende del punto de vista). Es, según la definición clásica «atribuir al conjunto lo que es cierto sólo para algunas de sus partes». Una pariente bastante cercana del Cherry picking, o falacia de la evidencia incompleta. Un juicio universal que:

Calificar a todo un género (masculino, femenino) en base a una característica percibida (crueldad, «simplismo», lujuria, etc.) ¿es realista? No. Resulta imposible verificar la presencia de esa «característica» para cada persona. Y aunque nuestra experiencia sea muy grande (tremenda) no podemos pretender que esa experiencia sea el quod erat demonstrandum de los géneros. Aunque suene muy gracioso en un monólogo de Érika de la Vega.

III

Pero toda regla tiene su excepción ¿O no? Tal vez. Debe existir alguna laguna legal, filosófica o matemática para incluir (en esta excepción) a los motorizados caraqueños. Ciertamente, ni mi experiencia ni la de mis conocidos es la totalidad de la realidad pero, háganse Uds. esta pregunta: ¿Conocen a alguien (que no sea motorizado) que opine favorablemente, acerca de los motorizados en Caracas?

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