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Propuesta para acabar con el binomio chavismo-oposición

Para poder plantearse un chavismo sin Chávez, o para poder pensar que no hay chavismo sin Chávez, hay que definir qué entendemos por chavismo.

 

Esta definición no puede llegar de una charla donde hablaste con tu grupo de amigos o conocidos todos oposición o todos chavistas. Porque son ideas muy distintas de un mismo objeto social, son realidades distintas u opuestas. Así mismo entra la pregunta de si es lo mismo oposición y anti-chavismo como chavismo y oficialismo.

 

Yo pienso que no son lo mismo, y que son cuatro posibilidades dentro de las tantas que hay en el país, voces ahogadas por dos discursos de libertad de expresión y democracia.

 

Hace falta un congreso sobre el chavismo en Venezuela, en el cual se deberían tratar los siguientes puntos:

 

> ¿Cuáles son las representaciones sociales que tienen los distintos y variadas venezolanos y venezolanas sobre el chavismo?

 

> Se puede plantear la misma pregunta sobre la imagen de Chávez y sobre sus ideales, porque pienso que chavismo es algo distinto a sólo los ideales de Chávez. Estando los ideales de Chávez más cercanos al chavismo que al oficialismo (en el punto de abajo hago la diferencia de esto).

 

> Hacer la pregunta sobre el socialismo del siglo XXI y cuántos venezolanos que lo apoyan y lo critican han leído el libro que se titula así, que fue escrito pensando en el sistema y en la propuesta de Chávez. ¿Es lo mismo chavismo a socialismo del siglo XXI? A mi parecer el socialismo del siglo XXI sería la base teórica del chavismo, con lo cual hago la diferencia entre chavismo y oficialismo ya que a mi parecer el oficialismo tiene otros intereses distintos a los del chavismo y muchas de las personas que se consideran chavistas son, desde este planteamiento, solamente oficialistas. Serían los oficiales del asistencialismo que lleva reinando y comandando a Venezuela desde Guzmán Blanco.

 

> ¿La oposición critica lo planteado por el socialismo del siglo XXI porque rechaza esa visión de pensamiento? Pienso que acá nos encontramos con un muro artificial. La oposición al entrar en una misma bolsa como oposición y anti-chavismo se ha encerrado ante las propuestas que surgen del chavismo como respuesta al sistema egoísta e individualista de la cuarta república, enfocada en la propuesta neoliberal del «sálvese quien pueda conmigo» (conmigo agregaría yo para demostrar el rol activo que uno tiene al salvarse sin importar los demás). Ahora, sé que hay una gran parte de la oposición, sobre todo la oposición juvenil (que lamento que se deje marcar con esa categoría tan terrible) que no está en contra de los ideales que plantea el chavismo, al menos no encontra de todos, con lo cual me respondo la pregunta y digo que hay una oposición no anti-chavista, y que anti-chavismo y oposición no son lo mismo. Así como pienso que existe una postura que puede ser la anti-oficialismo, pero que pienso que hay tanto personas chavistas como de oposición que podrían compartir esta imagen.

 

> ¿Existe una mejor palabra para las personas que no son chavistas, que no son anti-chavistas, que son anti-oficialistas y que son anti-oposición? Pienso que si se encuentra una categoría para estas personas que no sea ni-ni (acá lo que planteo de ser un ni-ni en la situación actual de Venezuela), sino que se logra construir una categoría que genere identidad, pues veremos una migración masiva de personas que se ubican en la oposición y en el chavismo por no encontrar una mejor opción para su autodefinición, autodefinición marcada por el pasado de sus padres y madres, o por el futuro en el cual ejercen cargos o críticas y posturas de un bando al otro, y todas esas variables que afectan la identidad de las personas, la identidad social y política.

 

> ¿Podemos salir del binomio chavismo-oposición? Si salimos de este binomio, entonces podremos crear país, podemos apuntar a romper la división mediática y politiquera que busca ganar votos para seguir dominándonos de la misma manera que siempre lo han hecho: Sacándonos de la política o de nuestra participación activa en ella.

 

¿Cómo salir del binomio?

 

Si se logran instalar en la visión de las personas estas imagenes como distintos grupos de gente tendremos: un círculo en el primer cuadrante (arriba y a la izquierda) de chavistas, luego un círculo en el segundo cuadrante (arriba y a la derecha) de oposición, un tercer círculo en el tercer cuadrante (abajo y a la izquierda) de oficialistas, un cuarto círculo de anti-chavistas en el cuarto cuadrante (abajo y a la derecha). Ahora bien, estos cuatro círculos se tocan y se sobreponen con los que tienen en los cuadrantes más cercanos (el 1 toca al 2 y al 3 pero no al 4, el 2 toca al 1 y al 4 pero no al 3, el 3 toca al 1 y al 4 pero no al 2 y el 4 toca al 3 y al 2 pero no al 1).

 

Esto nos da 12 grupos de personas distintos:

(1) Chavismo
(2) Oposición
(3) Oficialismo
(4) Anti-chavismo

– En el grupo de chavistas:

(1 puro) tendremos los idealistas que creen en el proyecto y que estarían dispuestos a ser voluntarios y a comer lo que salga de Venezuela sin quejarse mientras la cosa funcione.

(1 y 3) tendremos a chavistas que creen en los ideales, pero que de manera disonante se aprovechan del poder y no logran que sus ideales de un mejor futuro se superpongan a este espíritu devorador que necesita salvarse antes de que la cuarta república vuelva a dominar.

(1 y 2) son los chavistas que se callan las críticas al sistema en los ámbitos públicos por miedo a quedar como traidores o a quedar como doble cara por la complicada razón de que no existe una posible alternativa que no se considere enemigo al sistema. Este grupo probablemente se queja de los oficialistas y los chavistas-oficialistas, que podrían ser para ellos los que impiden que el chavismo prospere.

 

– En el grupo oposición:

(2 puro) se oponen al oficialismo, los que yo llamaría anti-oficialistas, porque no están de acuerdo en la manera en la que se están llevando a cabo las políticas y piensan que todo es un simple discurso para tener el poder. Son los venezolanos y venezolanas que han perdido la creencia en el sistema político del país y a los que ningún idealismo les parece opción porque siempre se degenera en personalismo y eso impie el progreso.

(2 y 1) son los anti-oficialistas que siguen sin apoyar el personalismo pero que creen que de la mano al chavismo se puede llegar a las ideas del socialismo del siglo XXI, ideas que formarán el terreno para una nueva etapa, una etapa que permitirá el verdadero ejercicio de una política de las personas para las personas.

(2 y 4) son los anti-oficialistas y los anti-chavistas. Son ese ramo de la oposición que ya no cree en nada ni en nadie, que piensa que Venezuela está destinada al fracaso. Son los que con aire pesimista van por el país (los que todavía están ahí) soñando con irse algún día a un lugar muy lejano, un lugar donde la política no sea un problema del día a día.

 

– En el grupo oficialismo:

(3 puro) este grupo quizás cree en Chávez, quizás no le importa, pero lo más probable es que no hayan leído nada de izquierda en su vida, y que ni tengan una visión comunitaria en su que hacer del día a día. Están comiendo de la mano del asistencialismo gubernamental, y detestan a la cuarta república porque nunca les dio tanto como les están dando hoy. Sin que le importe que al vecino le den o no, sólo le importa que le den a él o a ella, y punto. Funcionan bajo el lema «yo me estoy salvando, allá tú».

(3 y 1) este grupo entró por la comida, por la necesidad, por el asistencialismo, pero se puso en contacto con las ideas del socialismo y de lo comunitario y se siente atraído o atraída por lograr un país que funcione de esta manera. Pero en ningún momento estará activo, militando y vendiendo el ideal si se le deja de dar dinero o cualquier otro tipo de beneficio que reciba (acá se podrían diferenciar del grupo 1-3 a quienes, si se les da la seguridad de que la cuarta no volverá, si podrían mantenerse en el ideal sin los beneficios materiales).

(3 y 4) este punto de encuentro existe, ya que son los oficialistas que están más alejados de los ideales del chavismo, y se encargan de amasar la fortuna más grande que puedan mientras están en el poder o en el cargo que sea, y para esto se valen de las tácticas de los anti-chavistas de la cuarta república que conocen todas las marramucias de la política y de la economía, y saben siempre cómo salirse con la suya de manera legal o perjudicando a alguien más.

 

– En el grupo anti-chavista:

(4 puro) este grupo es la cuarta república, que tiene jóvenes también a su servicio. Tiene ideales neoliberales y piensa que la solución del país es dejar de darle a los pobres y ofrecerles un panorama donde si ellos y ellas le quieren echar pichón, van a poder hacerlo porque el sistema económico lo permitirá. Pero dejarían morir en la calle a todo el que no se decida a entrar en el engranaje del mercado. Detestan a los comunistas, y todo el que tenga barba, oiga música, fume marihuana, escuche Alí Primera (o Rodrigo González, o Victor Jara, o Silvio Rodríguez, o Bob Marley), todo el que use rojo o tenga ideas medio jipis y no tradicionales, o que vea la historia como una genealogía, todo el que cumpla con alguno de estos rasgos entrará en su idea de comunista.

(4 y 3) son los que se aprovechan de los oficialistas novatos, los que quieren plata y no saben como hacerla, y aunque piensan «estos tipos están destruyendo el país» se alían con ellos para acabar, destruir y arruinar el país gracias a su idea individualista de «si no lo hago yo lo hará otro». Con la idea acá de que Venezuela sigue funcionando de una manera que le viene muy bien a este tipo de pensamiento.

(4 y 2) son los que están en contra de los chavistas y en contra de los oficialistas, quizás porque no los logran diferenciar. Pero comparten ideas comunitarias, piensan que en Venezuela hace falta un plan social, pero un plan social que no sea asistencialista con los pobres, no es cuestión de darles la comida a los pobres sino enseñarles a pescar, pero si hace falta alimentar un poco al principio lo harán pensando en el futuro. Pero siguen con una pasión desbordada por la capacidad del mercado libre en la salvación del país.

 

Todos los grupos funcionan bajo la imagen de Chávez. Como si el sol de Venezuela fuera una gran valla publicitaria del presidente -como las que se encuentran en el aeropuerto de Maiquetía-.

 

Una vez que planteo la diversidad de grupos que hay dentro de estas definiciones, todas abiertas a ser discutidas y comentadas y reconstruidas, existen lo que algunos llamarían los ni-ni, que a mi parecer se ubicarían en los grupos (2-1 y 1-2), podrían formar incluso un nuevo grupo, el grupo 21-12 (hermosas casualidades de la vida ¿no? grande esa fecha del calendario Maya).

 

¿De qué iría el grupo 21-12?

Serían las personas que piensa que el camino para Venezuela y para latinoamérica y para el mundo está en ideales sociales plasmados en el lema de siglo XXI como algo que tiene significado, para que quede claro que ese pensamiento entra en la posmodernidad y por tal no puede ser completamente definido de antemano sino que tiene que ir definiéndose y construyéndose mientras se hace país, mientras se hace continente, mientras se hace mundo. Porque hay que romper la idea de las fronteras (aunque respetarlas mientras no se haya logrado entablar esta idea a nivel mundial). Pero no nos vayamos tan lejos.

 

Con respecto a Venezuela: hay que superar el conflicto y la única manera es acabar con el binomio chavismo-oposición (en su concepción general no la del presente texto), porque esta es la única forma en la que podremos sentarnos en una mesa a dialogar todos juntos en función de planes y proyectos de país. Actualmente hay dos proyectos de país en Venezuela, pero ninguno cumple con venir desde el escuchar a las personas, son planes de país que se imponen desde arriba porque dejar libre las voces implica siempre escuchar maneras de pensar distintas a las que tratan de imponer.

 

 

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