Del Rodeo pasamos a la Planta, mientras el país de Facebook e internet sigue embelesado en la victimización de los pobres y sufridos protagonistas de «Caracas, Ciudad de Despedidas». Ya me tienen cansado con el tema en panfletonegro. Maduren. Pareciera la única realidad por destacar para muchos.
Así le siguen el juego al gobierno con sus potes de humo. Le hacen un favor a Pérez Pirella.
Por ello, invito a la red social a pisar tierra. Aquí hay un problema de verdad, con auténticas muertes y bajas por lamentar, de lado y lado. Síntesis de la inoperancia del Ministerio público para resolver las coyunturas de la agenda criolla.
Iris Varela debería poner su cargo a la orden, renunciar de una buena vez. Carece de fundamentos y no sabe dominar el difícil arte de la negociación. Quiere sacar a los reos a cambio de nada, a punta de represión cerrada de la Guardia Nacional. Después hablan de las matanzas de la cuarta república. Puro llenarse la boca con aire, con gamelote.
Triste los foros de la página, mal pegados con el fenómeno viral de la semana. Publicaron como ochocientos artículos sobre el mismo tópico. Hasta yo caí en la trampa. Vaya ridiculez.
No las comimos, chicos.
Veinte puntos.
Iba titular el artículo: Panfletonegro embobado por «Caracas, Ciudad de Despedidas».
Prefiero llamarlo, «El Desastre de la Planta, un problema de verdad».
Espero por las respuestas de los reputados, connotados y solemnes foristas.